Carta de Carlos Pasco a Ligia Castro, Administradora de ANAM

INMOBILlARIA P & P, S.A.

Panamá,
17
de diciembre
del
2004

Doctora

Ligia Castro de Doens

Administradora General

Autoridad
Nacional del Ambiente

Ciudad

Estimada Dra. Castro:

En
nuestra calidad de responsables del desarrollo urbanístico a llevarse a cabo en
la parcela distinguida como CL-35 ubicada en Clayton corregimiento de Ancón,
provincia y distrito de Panamá, por este medio, acudimos respetuosamente a su
despacho, con la finalidad de expresar nuestra más profunda preocupación por
la demora en que ha incurrido la Autoridad Nacional del Ambiente (ANAM) para
formalizar el trámite de aprobación del estudio de impacto ambiental que hemos
sometido diligentemente para el referido desarrollo.

Cabe
destacar, que nuestra empresa Inmobiliaria P & P, S.A. ha cumplido
cabalmente con todos los requisitos exigidos por la Ley en esta materia.
Al mismo tiempo, hemos cumplido con-todos los requerimientos
solicitados por la Autoridad Nacional del Ambiente (ANAM).

Acudimos ante usted para solicitarle se tomen todas las providencias, a
fín de que se cumpla lo antes expuesto.

Adjunto para su referencia copia del contrato de compra venta suscrito
entre Inmobiliaria P & P y el ARI, debidamente refrendado por el Contralor
General de la República de Panamá.

A su vez adjuntamos copia de la aprobación del anteproyecto por el
Ministerio de Vivienda.

Nos reiteramos a su disposición, en caso de surgir cualquier
interrogante adicional, al efecto expresado.


NUESTROS
COMENTARIOS: Cabe destacar que el día 15 de diciembre el Servicio
Nacional de Desarrollo y Administración Forestal de ANAM había sugerido no
aprobar el EIA. Igualmente el día de 16 de diciembre, un día antes de
esta carta de Pasco, el MINSA envío un informe donde se solicitaban
ampliaciones y correcciones. Este EIA entró al proceso de EIA en Feb. de
2004 y eran tantos las omisiones y errores que se le solicitaron sendas
ampliaciones o adendas que al final nunca fueron cumplidas cabalmente por el
promotor. Aún así fue increíblemente aprobado por ANAM.

Nótese
que la carta es sumamente cortez, pero da un mandato. El 3 marzo de 2005
después que nunca se pudo terminar de emparapetar las serias deficiencias de
contenido y fondo del susodicho EIA de proyecto residencial para el CL-35, este
fue aprobado en conjunto con el otro proyecto idéntico planteado sobre el otro
lote boscoso CL-43, también en disputa.

La
Resolución de Aprobación de los EIA fue condicionada a realizar el
levantamiento básico para determinar impactos ambientales. Estos como
pudieron identificar, evaluar y establecer manejo de los mismos. Saquen
sus propias conclusiones.

Las promesas ambientales demagógicas

dilema.

¿Su amigo o el país?

Maribel Cuervo de
Paredes–LA P`RENSA 3 DE MAYO DE 2005

El anterior administrador (gobierno arnulfista) de la Autoridad Nacional del
Ambiente (ANAM), no dejó duda de su incompetencia. Nunca me impresionó,
siempre dudé de su capacidad y nunca esperé nada bueno bajo su dirección. Fue
más un politiquero mediocre, bien mediocre, que un funcionario comprometido con
la excelencia y la protección de nuestros recursos naturales. Sólo recuerde
Prados del Este e imagine qué otros desastres dejó en esa institución. Muchos
de ellos están aflorando ahora

Cuando el gobierno de Torrijos nombró a Ligia Adela Castro de
Doens directora de ANAM pensé que, por su trayectoria y -aparente- compromiso
con los temas ambientalistas, un brillo distinto se observaría en esa oficina.
Con la inundación de Prados del Este no le tembló la mano para multar a los
promotores. Castro de Doens no es novata, es geógrafa, con maestría en
ciencias biológicas y ha realizado tareas profesionales para varios institutos
relacionados con el ambiente. Antes de su nombramiento, era subdirectora
investigadora del Centro del Agua de Trópico Húmedo de América Latina
(CATHALAC). Por ello, no pensé que me decepcionaría tan pronto.

¿Qué pasó con la directora que cuando tuvo que resguardar
los intereses del patrimonio natural de todos los panameños amenazados por los
mezquinos intereses de un promotor, se resquebrajó y demostró debilidad ante a
las presiones políticas, especialmente, si éste es amigo cercano al
presidente? La firmeza que mostró para sancionar a los promotores amigos del
gobierno arnulfista, se desvaneció cuando tuvo sobre su escritorio la
oportunidad de decir ¡no se puede! al proyecto Camino de Cruces del poderoso
constructor y promotor Carlos Pasco.

Sin remordimiento ni preocupación ciudadana alguna, Pasco
pretende construir un exclusivo y costoso complejo residencial en el hermoso
bosque que es corredor biológico del Parque Nacional Camino de Cruces. Para el
amigo del presidente, ¡sí se puede! acabar con la riqueza natural que hay en
el Lote C-35 y, ¡sí se puede! arriesgar el inestimable patrimonio cultural que
se descubrió con el tramo del histórico del Camino de Cruces y, ¡sí se
puede! crearle un problema innecesario a los muchos que ya agobian al
presidente.

¿Cuánto poder tiene Pasco que la defensa del medioambiente
que tanto reconocimiento le había traído a la directora no ha servido de nada?
En una conferencia sobre crisis ambiental en Panamá, la geógrafa denunciaba
que existían actividades humanas, uso de terrenos y procesos de producción que
estaban generando cambios a la biodiversidad provocando, directa o
indirectamente pérdida de hábitat. Señalaba que la deforestación y la erosión
en Panamá estaban afectando, visiblemente, el ecosistema (The Panama News,
2001). ¿No era esto una preocupación genuina?

El proyecto de Camino de Cruces aceleró su paso cuando subió
el gobierno de patria nueva. ¿Por qué Doens no invitó a Pasco mirar el
problema del medio ambiente con la misma preocupación que ella parecía tener
antes de ser directora? ¿Por qué no informó al presidente que el proyecto de
su amigo era dañino y despreciable para el patrimonio ambiental de todos los
panameños y contrario a todo lo que él prometió?

La falta de valentía y firmeza de la directora de ANAM ante
este proyecto, perjudicó a su líder. Sólo tenía que releer el Plan de
Gobierno de Torrijos para encontrar los argumentos con los cuales blindaría al
presidente de las presiones que su amigo le haría para la aprobación del
proyecto. A Torrijos quien criticó la forma como Moscoso administró los
recursos naturales, ahora, le toca callar. A siete meses, le falla al pueblo
panameño al comprobarse que sus promesas sobre protección del medio ambiente
fueron demagógicas.

He aquí lo que prometió Torrijos sobre el medioambiente.
Punto IX Ambiente Saludable y Sostenible a Perpetuidad, pág. 11: la actividad
productiva y urbanística no se ha manejado con espíritu de sostenibilidad. Por
esa razón al iniciarse el siglo XXI, Panamá es un país extensamente
depredado. Los bosques desaparecen, la contaminación gana espacio en las urbes
y las fuentes hidrográficas, energéticas y garantes del agua para el consumo
humano se agotan o están en vías de extinción. Esta generación, en vez de
agravar, debe conjurar este peligro y garantizar a la actual y futuras
generaciones ambientes saludables y sostenibles. Nuestro deber es atacar los
puntos más críticos de esa herencia: el crecimiento urbano e industrial
desordenado, la deforestación de bosques y manglares, la pérdida y degradación
de los suelos, la sedimentación y contaminación de ríos y ecosistemas
surtidores de agua potable, y sobre todo, la complacencia y desidia
institucional. La entidad pública encargada de los temas ambientales debe ser
policía ecológico, no debe renunciar a su tarea de proteger el patrimonio ecológico
nacional y no claudicar en ese empeño por intereses políticos monetarios de
particulares. Sección V. Cultura: Hombres y Mujeres como agentes de cambio.
Punto 10: la recuperación del patrimonio cultural de la nación es una de las
tareas principales derivadas del Plan Integral de Desarrollo Cultural. Entre
otras tareas, deberá garantizar el rescate y puesta en valor del patrimonio
monumental panameño, constituido por los conjuntos urbanos coloniales y decimonónicos.

¿Qué tan y qué clase de amigo es Carlos Pasco del
presidente? ¿Cuánto sentimiento de genuino afecto, respeto y admiración
siente hacia Torrijos? El verdadero amigo es el que no perjudica y quiere lo
mejor para su amigo. ¿Cae Pasco en esa clasificación?

Presidente, ¿qué va primero, los intereses de su amigo o los
del país?

La autora es comunicadora social

Nuestra Tierra, templo de la Patria –Salvemos nuestros bosques

Estimada periodista Elizabeth González: 

La felicito por su excelente y oportuno reportaje, publicado el domingo 24 de abril, el cual está muy a tono con las celebraciones del Día de la Tierra. 

Alguien dijo que “nuestra tierra es el templo de la Patria». La deforestación de nuestros bosques –y la probable condena a muerte a la fauna que la habita- se hace repetida y sostenidamente, predio por predio, hectárea por hectárea. No puede decirse que no importan unas pocas deforestadas por alguno. Todas importan, y todas deben impedirse. 

Es importante distinguir cuando un indígena o un campesino deforesta por su supervivencia, porque conlleva unos atenuantes y un mensaje al resto de los panameños que nos obliga a reflexionar porque claman por nuestra preocupación, nuestra atención y acción.
Problema muy distinto es cuando la deforestación la hacen exitosos profesionales animados por el afán de superar su enriquecimiento, muchas veces valiéndose de un gordo presupuesto publicitario y de relaciones públicas, a las que se le suman unas excelentes conexiones políticas. 

Esta descripción podría calzarle a los tristemente célebres casos de las urbanizaciones proyectadas en los bosques de
Clayton
, que cuentan con la justificación y el respaldo públicamente desplegado por todas las “instancias superiores” de los entes públicos pertinentes, quienes finalmente lo hacen de manera coordinada. 

Preocupa, particularmente, la vehemencia del apoyo de los ejecutivos de aquellas entidades legalmente establecidos para que velen por la preservación de nuestros recursos naturales y nuestros bienes patrimoniales históricos.
Entre otros, se esgrime el argumento de la seguridad jurídica del inversionista, que ya pagó por los prístinos bosques. Pero la realidad es que los que realmente la padecemos somos el resto del pueblo que con abrumadora mayoría se opone y que no ha podido encontrar a nadie en el sistema público en ninguno en los tres poderes -salvo hasta ahora, quizás, nuestro Alcalde, aunque no así su Consejo Municipal- a quien acudir para que no se nos prive de esta riqueza que pertenece a todos los panameños. 

Parece haber un conjuro de los tres poderes –¡qué poder!- para dejarnos desamparados jurídicamente.
¡Así las cosas, el país no tiene ningún derecho a impedir la depredación por los primeros mientras no se atajen a los últimos! Es una situación que –por el desconsuelo- le pone a uno el corazón chiquito, pues todo esto suena a que los poderes se han desconectado de ambos: la inteligencia y la buena voluntad.

Algo tenemos que poder hacer. No podemos dejar para nuestros hijos, por templo de su Patria, un gran desierto. De repente cerrar calles como los chiricanos. 

Saludos, 

Luis E. Varela-Clément 

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Preservemos los bosques urbanos 

Entendemos por Estudio de Impacto Ambiental (EIA) un conjunto de reportes técnico-científicos, sistemáticos, interrelacionados entre sí, cuyo objetivo es la identificación, predicción y evaluación de los efectos positivos o negativos que pueda producir una o un conjunto de acciones de origen antrópico sobre el medio ambiente físico, biológico y humano. 

Además, constituyen la fuente de la información primordial para aquellas instituciones que deberán pronunciarse acerca de una acción propuesta.
La mejor política ambiental se sustenta en combatir desde su origen la contaminación y las perturbaciones al ambiente, más que en luchar posteriormente contra sus efectos. 

Por lo tanto, los EIA no deben constituirse en una mera recopilación de información, en gran medida irrelevante a los efectos que se pretenden, lo que naturalmente deriva en una baja calidad de los mismos, subordinada a otros tipos de intereses ajenos a la protección ambiental. 

Nos preocupa la amenaza que se cierne a los bosques de Clayton, debido a la inminente construcción de proyectos de desarrollo habitacional. Cuando se promulgó la Ley No. 30 de 1992 del Parque Nacional Camino de Cruces, el espíritu de ésta y otras normas ambientales ha sido que la zona boscosa de Clayton pasaría a formar parte del Parque una vez los terrenos fueran revertidos a Panamá, pero a la fecha no han sido incorporados. 

El área de Clayton es una zona en la cual no puede desarrollarse actividades que contaminen el ambiente, destruyan el paisaje natural o de alguna forma afecte el área, de acuerdo a las Zonas de Desarrollo Turístico de Interés Nacional.
Todos sabemos que los espacios verdes urbanos tienen una función esencial en la salud del ser humano. 

Los escenarios panorámicos, su importancia histórica, las oportunidades de recreación, la calidad del aire de nuestra ciudad, el descenso de la temperatura del aire gracias a la sombra que proyectan los bosques que reduce la cantidad de energía solar absorbida almacenada e irradiada por las superficies de los edificios, y en el caso específico de los bosques de Clayton, se suma la protección de los recursos hídricos dada la cercanía a la Cuenca Hidrográfica del Canal. 

Todos esos aspectos y muchos más tienen un valor fundamental por encima de los intereses de unos pocos y eso es algo que la ANAM debe estar clara en todo momento, principalmente desde que en un promotor se acerca a la institución para presentar un EIA.
Los problemas ambientales que enfrentamos ponen en tela de juicio no solamente la actividad humana frente a la naturaleza y los recursos que ésta nos brinda, sino también la sustentabilidad de los modelos económicos que rigen el quehacer humano en la época actual. 

Todas las personas tenemos derecho a un ambiente sano y ecológicamente equilibrado. Por lo tanto, estamos legitimados para denunciar los actos que infrinjan ese derecho, amparados en la Constitución, los convenios y tratados internacionales en los que Panamá ha asumido un compromiso de estricta observancia. 

Los Estudios de Impacto Ambiental son fundamentales como medida preventiva y precautoria para evitar daños ambientales de imposible o difícil reparación.
Así, el Convenio de Río sobre Medio Ambiente y Desarrollo, desarrolla la importancia y trascendencia de los Estudios de Impacto Ambiental, como la forma más precisa y científica para evitar daños al ambiente. 

Corresponde al Estado, y por ende a la ANAM, verificar responsablemente que esos estudios cumplan con todos los requisitos previamente establecidos y que cuando dichos requisitos no son cumplidos a cabalidad no proceda su aprobación.
Ante tal responsabilidad de la ANAM, la comunidad y los grupos ambientalistas esperamos transparencia, las fortalezas técnicas y administrativas necesarias y además una labor de control y verificaciones constantes y efectivas por parte de dicha institución. 

Es nuestra responsabilidad histórica velar por nuestro patrimonio natural, cultural e histórico.
Esperamos que nuestros argumentos sean atendidos con la máxima brevedad posible y se tomen las medidas urgentes para evitar perjuicios innecesarios a nuestro ambiente. 

Susana Serracín 

Abogada de Ecored Internacional

 
susana_serracin5@hotmail.com

 

Ambas cartas originales fueron publicadas en el Panamá América del día 2 de mayo de 2005 en la sección USTED DECIDE.

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Ambientalistas desmienten a Carlos Pasco

Valiosos terrenos ubicados en el «centro del mundo,
corazón del Universo»… han sido vendidos y comprados por la bicoca de
B/. 20.00 el metro cuadrado.

Mucho se dice sobre la seguridad jurídica por la venta de
los terrenos de Clayton, aquellos que ha vendido nuestra flamante
administradora, la ARI, a un precio irrisorio, cual fraude contra las riquezas
de la patria y del pueblo panameño, con el fin de que unos pocos lucren con
ello, destruyendo el valioso patrimonio natural por el que tanto se luchó para
que fuera en beneficio de todos, y el cual, además, debió mantenerse como
patrimonio de la humanidad, ya que de su biodiversidad, tanto vegetal como
animal, depende nuestra calidad de agua, aire y vida, tan necesarios para el
mundo y el funcionamiento del Canal.

La defensa de la seguridad jurídica por los profesionales involucrados, se
circunscribe a lograr que se concreten sus proyectos en beneficio de su propio
pecunio, sin observar que ésta debe extenderse hacia la plena investigación de
las intenciones de la ley, que según parece, perdieron

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Inversionistas se defienden

El proyecto de viviendas en el Camino de Cruces tiene
la aprobación de las autoridades.

[
Foto: Omar Batista / EPASA ]

El otorgamiento de terrenos en el área de Camino de Cruces
tiene descontenta a la comunidad y a los ambientalistas.

Maritza
Bonilla
 

PANAMA AMERICA–2
de mayo de 2005

LA
controversia causada por la venta de terrenos
realizada por la Autoridad de la Región Interoceánica (ARI) continúa. Los
principales lotes en discusión son el Cl35 y el Cl43 comprados por la
Inmobiliaria P &P , S.A, propiedad de Carlos Pasco.

Desde la venta de estos terrenos, el Comité Pro
Defensa de los bosques de Clayton han realizado diversas manifestaciones incluso
interpuesto demandas contra el Ministerio de Vivienda (MIVI) y la Autoridad de
la Región Interoceánica (ARI), según los propietarios de la inmobiliaria,
desde que algunos de estos moradores iniciaron protestas, ellos han sido
catalogados como «los malos de la película».

Según Carlos Pasco, su empresa participó en
una licitación pública junto a otras empresas en donde resultaron ganadores.

Los planos presentados por la Autoridad Nacional
del Ambiente (ANAM), señalan que el Camino de Cruces data del siglo XVI, escala
del oro desde Perú a España, no pasa por el polígono Cl35 como indican los
moradores de Clayton, recalcó Pasco.

Además, agregó que existen otros proyectos de
vivienda que si han construido sobre el Camino de Cruces y nadie les ha llamado
la atención.

AMPARADOS POR LA LEY

Además, se basan en la Ley 21 del 2 de julio de 1997, promulgada por la ARI que
asigna a las áreas boscosas de la Región Interoceánica y algunas colindantes
con el Parque Natural Camino de Cruces, categorías de usos de suelo entre
mediana y alta densidad residencial y mixto comercial.

Estos detalles fueron explicados por Carlos
Pasco, el arquitecto Ignacio Mallol, encargado de los proyectos «Senderos
de Camino de Cruces» en el Cl35 y «Haciendas de Camino de Cruces»
en el Cl43 y Mercedes Eleta de Brenes de Stratego Communications, encargada de
la publicidad del proyecto.

EN CONTRA DE
INVERSIONISTAS

Mientras que una nota enviada a Panamá América por Carlos Varela, del Comité
Pro Integridad de los bosques de Clayton, señala que su lucha no es contra
inversionistas, sino en contra las autoridades que en todo el vía crucis, que
lleva más de tres años, no han querido jugar el papel que les corresponde y
que en algunos casos, han actuado al margen de la ley.

De acuerdo con Varela, el lote Cl35 traspasa con
el Parque Camino de Cruces, pero las autoridades realizaron todo tipo de
«marañas» legales para tratar de enmendar el error.

En cuanto al estudio de Impacto Ambiental, este
estaba plagado de errores, inconsistencias y medias verdades.

Según Varela, el terreno Cl35 como el Cl43
tienen igual valor como bosques de rica biodiversidad que albergan diversas
especies de animales como: mono perezoso, águila arpía e iguanas verdes en
peligro de extinción, los que corren el riesgo de desaparecer debido a la venta
de áreas boscosas.

MAS DATOS

  • El estudio de impacto ambiental fue presentado a
    varias instituciones: MINSA, MIVI, ACP, ARI.

  • Hay una certificación del INAC que indica que el
    Camino de Cruces está fuera de los linderos del lote Cl-35.

  • Los inversionistas señalan que estos proyectos urbanos
    se desarrollarán basados en el concepto de Ciudad Jardín y que se
    ajustará a las condiciones del área.

  • ANAM señala que el sector para desarrollo urbano no
    está en áreas protegidas.

 El Panama America