Rechazo de Estudio de Impactos Ambientales de Proyectos Urbanísticos

COMITÉ PRO-DEFENSA DEL PARQUE NACIONAL CAMINO DE CRUCES Y LOS BOSQUES URBANOS DE PANAMÁ

Panamá, 25 de febrero de 2005 –antes de ser aprobados por ANAM–

Rechazamos la aprobación de los Estudios de Impacto Ambiental para los dos proyectos de urbanizaciones en bosques de tierras nacionales pertenecientes al pueblo panameño, promovidos por la Promotora Inmobiliaria P & P, de los Sres. Carlos y Fernando Pasco, ya que son áreas protegidas por ley, ya que son parte integral del parque nacional y áreas verdes urbanas. Este gran valor natural de estas áreas representan un alto valor histórico, paisajístico y de biodiversidad que en su conjunto producen un alto valor agregado a toda la ciudad de Panamá y al país.

Estos bosques están amparados legalmente su conservación en con el siguiente ordenamiento jurídico:

1. Ley 30 de Dic. de 1992 –Creación del PNCCruces
2. Ley 29 de Jun. de 1995 – PNCC
3. Ley 20 de Enero de 2003 — PNCC
4. Ley 5 de 1993- Ley de la ARI
5. Ley 21 de 1997- Ley de Uso de suelo- Plan General y Plan Regional de Áreas Revertidas
6. Resolución 139-2000 –Ciudad JardínLa Ley Forestal
8. La Ley General del Ambiente
9. Constitución Nacional

Pero todo parece indicar que en Panamá, los intereses específicos pueden superar ordenamientos legales de nuestro país. Esta situación es lamentable y no debemos permitir que siga ocurriendo.

RECHAZAMOS LOS DOS ESTUDIOS DE IMPACTO AMBIENTAL POR LAS SIGUIENTES RAZONES

Las causas concretas por la que rechazamos que la ANAM haya aprobado este estudio se basan en las siguientes observaciones que en su debido momento enviamos formalmente a la ANAM para que fueran consideradas en la evaluación en esto EIA de estos proyectos.

1. Los dos EIA para el Residencial Hacienda de Cruces y Senderos de Cruces no tienen suficientes antecedentes para visualizar el proyecto y sus características, incluyendo los aspectos económicos y sus distintas etapas de diseño, construcción, operación y abandono.

2. No están claramente descritos los objetivos, la justificación del proyecto, y no se analizan las alternativas posibles.

3. No se muestran las consecuencias de la presencia física del proyecto en el medio ambiente, así como los cambios más importantes que se producirán.

4. No están indicadas las duraciones de las fases de construcción, operación y abandono del proyecto, y sus conexiones con otras actividades o proyectos.

5. No están adecuadamente descritas y presentadas la localización del proyecto y sus conexiones.

6. No están indicadas las restricciones a la localización contempladas en las leyes tales como planes de ordenamiento, áreas protegidas, áreas declaradas monumento nacional, etc. con respecto a dónde se va a localizar el proyecto. TODO LO CONTRARIO CITAN LA LEY Y OBVIAN EL CONTENIDO DE LA LEY QUE INDICA EL CARÁCTER DE AREAS PROTEGIDAS Y AREAS VERDES URBANAS NO DESARROLLABLES.

7. NO hay descripciones detalladas de los componentes relevantes del medio ambiente local elegido para la localización y sus alrededores.

8. No está clara el área afectada y área de influencia del proyecto más allá del área de localización.

9. No están identificados todos los elementos del ambiente que están relacionados directa e indirectamente con el proyecto.

10. No fueron consultados, ni elaborados los inventarios y levantamientos de información básica que dan una imagen de la situación actual (línea de base) de los elementos del medio ambiente a ser afectados, ni cómo evolucionaría éste si el proyecto no fuera realizado.

11. No están descritas adecuadamente las metodologías y su aplicación NO es correcta para las condiciones locales del ambiente.

12. No establecieron metodología científica para determinar el peso científico de los impactos que generaría este proyecto y como la línea base es absolutamente deficiente los impactos sobre el medio del proyecto no fueron descritos o identificados correctamente, y NO han sido determinados a partir de la línea de base (situación sin proyecto). Esto incluye además evaluación de pérdida en calidad para los ciudadanos, pérdida de riquezas naturales, paisajísticos y sitios de recreación y educación. Igualmente se pierde capacidades para aumentar valor turístico, entre otras cosas.

13. No está explicado el modo en que se identificaron los impactos, NI está bien explicada la metodología utilizada.

14. No están adecuadamente jerarquizados y valorados los impactos significativos del proyecto, ni descritos las metodologías utilizadas.

15. No están adecuadamente descritas las características, NI el comportamiento de los impactos.
16. No están descritos los métodos de predicción de la magnitud de los impactos, y NO son apropiados a la significación de las perturbaciones ambientales esperadas.

17. No están las acciones de mitigación y medidas de manejo elegidas (de localización, tecnologías, etc.) bien justificadas.

18. No han considerado alternativas posibles para la instalación del proyecto, discutiendo las ventajas y desventajas de cada una en función de los impactos no deseados y señalando las razones para la elección final.

19. No han considerado los impactos adversos importantes para definir las medidas de mitigación de impactos, de prevención de riesgos, medidas de contingencia y medidas compensatorias y no se presenta alguna evidencia de que éstas serán efectivas.

20. No están indicadas las medidas de control para los impactos, así como un cronograma para su aplicación y NO aparecen indicados los impactos no mitigados y las razones de ello.

21. No se establece un compromiso del responsable del proyecto para llevar a cabo las medidas de control señaladas y se presentan planes detallados de cómo se harán.

22. No se proponen programas de seguimiento (monitoreo), vigilancia y control detallado de los impactos principales durante las fases de construcción, operación y abandono.

23. No se presenta un presupuesto para dotar de recursos al programa de vigilancia y control.

24. No está adecuadamente consultada la ciudadanía, no se demuestra su participación durante la realización del estudio de impacto ambiental. La supuesta consulta ciudadana fue un proceso amañado que no tiene validez científica por la forma y fondo de cómo fue supuestamente realizado.

25. No se presenta el Plan de Participación para dar a conocer el estudio de impacto ambiental y para mitigar impactos sobre la población.

Urbanización Las Haciendas De Camino De Cruces en el lote CL-43 – A critique of the Environmental Impact Study

Urbanización Las Haciendas De Camino De Cruces en el lote CL-43 – A critique of the Environmental Impact Study

Rhett D. Harrison, Ph.D
Tropical ecologist & Independent consultant.

SUMMARY

The Environmental Impact Study submitted by Inmobiliaria P&P S.A. for their proposed residential development (Urbanización Las Haciendas De Camino De Cruces) in Clayton is seriously flawed and demonstrates an almost unbelievable level of professional incompetence on the part of the author. First, the report fails to fulfil several of the basic requirements of an Environmental Impact Study. Namely, (1) it does not consider alternative sites for the proposed development so that the most environmentally suitable option can be selected; (2) it does not consider the environmental impacts at a national or international level and thereby fails to recognise that the development threatens a forest type that is rare throughout Mesoamerica; (3) it does not recognise both the high overall biodiversity of the habitat and the presence of numerous rare species, several (12) of which are protected under Panamanian law; and (4) despite a requirement for public consultation only 11 people out of several hundreds living in Clayton today were interviewed, public meetings were not held, and nor was any attempt made to contact the various groups opposed to the project to understand their objections. The author is clearly not capable of conducting the biological surveys required and makes farcical suggestions for mitigation. For example, in one of the plots the author found just 47 plant species, 12 bird species, and 5 mammal species, whereas preliminary checklists published for these forests recorded 115 plant species, 127 bird species, and 21 mammal species. The author also suggests that the impacts are “reversible”, apparently unaware that the majority of species in forests are wholly dependent on the forest habitat for their existence and if the forest disappears so will they. Finally, the report entirely ignores a detailed biological assessment made of these forests in 1995. The findings of the 1995 report, that these forests are rare and of high conservation value, presumably were not convenient to the developer. The EIS submitted by Inmoviliaria P&P S.A. is a completely inaccurate document. The developer should be required to submit a proper EIS and, given the impacts cannot be mitigated, it is recommended that the development be cancelled or moved to a more appropriate location.

INTRODUCTION

This report is a review of an Environmental Impact Study submitted by Inmobiliaria P&P S.A. (10 September 2004) for the development of a residential complex in forested areas of Clayton (Plot CL-43) (Inmobiliaria 2004). Inmoviliaria P&P S.A. also submitted a report pertaining to a second plot (CL-20), but as the reports are very similar they can be considered as one here.
As most people will be aware, Clayton lies within the reverted lands on the East side of the canal on Panama’s Pacific slope. An ecological study of this area was made by ANCON and The Nature Conservancy in 1995 for the US Department of Defence, who controlled these lands before they reverted (DoD 1995). That report, which was the result of detailed surveys over a two year period, first of all recognised the rarity and importance of the forests on the Pacific slope. As a result of the prolonged dry season Pacific slope forests are deciduous or semi-deciduous and are therefore very different from forests on the Atlantic side. Only 5% of the original forest cover on Panama’s Pacific slope remains and indeed these forest types are extremely rare throughout Mesoamerica (Condit et al. 2002). Moreover, recent studies indicate that these forests exhibit very high levels of beta-diversity – each patch of forest harbours different species – and thus that Panama supports amongst the highest diversity of tree species per unit area of anywhere on Earth (Condit et al. 2002). The high degree of uniqueness of different forests should be taken into account in conservation strategies. The 1995 report also recognised that these forest patches support high levels of biodiversity, especially in Clayton, and include a number of rare species, several of which are protected under Panamanian law. Finally, the 1995 report points out that, although disturbed, the forest patches in Clayton because of their proximity to the Las Cruces National Park are valuable to conservation and should be protected in perpetuity. In fact, the report mentions that the forested areas in Clayton would be protected under Panamanian law when they reverted, which appears to call into question the legality of the sale of these plots to Inmoviliaria P&P S.A. in the first place.

Unfortunately, the Environmental Impact Study submitted by Inmobiliaria P&P S.A. completely fails to recognise the importance of these forests. The report also fails to fulfil several of the basic requirements of an Environmental Impact Study and the author is clearly not competent to carry out the biological surveys or assess the impacts of the development. In fact, the report appears to be more of a publicity document, rather than an honest attempt to assess the environmental impacts of the proposed development.

In the following pages I outline the basic inadequacies of the environmental impact study submitted by Inmoviliaria P&P S.A (Inmoviliaria 2004).

SERIOUS FLAWS OF THE REPORT

Environmental Impact Studies have to fulfil certain basic requirements, several of which this report does not do.

Assessment of the projects’ Categorisation
Developments are categorised by the seriousness of their potential impacts, which in turn affects the procedures the developer must adhere to. Thus, one of the first requirements of an EIS is to provide an assessment of potential impacts and then propose the appropriate category. The report does this on page 14 in a 5 line paragraph that basically states that as the impacts can be avoided with normal care and attention, it should be a Category II project. No further justification is given. First, no mention is made of the protected species or of the proximity of the site to a national park, both of which would justify elevating the category. Second, the claim that the impacts can be avoided is a blatant lie. If roads are bulldozed through a forest and plots of land cleared for house construction, the forest habitat in the area affected by the development will be entirely destroyed. The fact that a few trees will be left around the houses does not mitigate this impact in any way.

Clearly the Categorisation of the development should be adjusted to account for the seriousness of the impacts.

Consideration of alternative locations for a development

One of the primary roles of an EIS is to consider the environmental impacts of a development at different sites, so that the most environmentally appropriate location for a project is selected. The reverted lands in this area are replete with disused housing, concreted areas, and empty fields of exotic grasses that are of absolutely no conservation value at all. Thus, if the report gave even the most cursory consideration of other sites, the ridiculousness of locating this housing development in the last remaining patches of tall forest in Clayton would be immediately apparent.

The developer should be required to give a detailed justification, backed by environmental data, as to the site selection.

Consideration of impacts in a national and international context
When evaluating the seriousness of the environmental impacts of a project it is necessary to consider the significance of habitat (or species) loss in a national and international context. As explained earlier the semi-deciduous forests on the Pacific slope constitute a rare forest type of which there is very little remaining both in Panama and Mesoamerica. Moreover, because of the high beta-diversity the loss of even small fragments will have a significant impact and possibly even lead to the extinction of some species. The author of the EIS appears to be blissfully unaware of these facts and in fact tries to argue that these forests are widespread and of little conservation value. Indeed, it is extraordinary that the EIS does not mention the earlier, and obviously much more detailed, study of the forests in the reverted lands (DoD 1995) nor any of the recent scientific literature pertaining to these forests (e.g. Condit el al 2002). One is forced to conclude that the author is either completely incompetent or is maliciously misrepresenting information that might prejudice the developer’s case, or both.

The developer should be required to submit an EIS that takes into account the national and international consequences of the destruction of these forest patches.

Biodiversity of the affected habitat and presence of protected species

Obviously the diversity of the habitat that will be affected is one of the most important criteria in judging the potential significance of the environmental impacts of a project. The forest remnants in Clayton are most diverse habitats in the reverted lands and contain a number of rare species, 12 of which are protected under Panamanian law. The development of housing in these forests will therefore have a very significant impact. Again, the author of the report appears to be unaware of these facts. This is partly of course because they failed to utilise the detailed survey data collected in the 1995 report, and partly because the author was singularly incompetent in collecting biological data themselves (see below).

The developer should be asked to submit a report that takes proper account of the diversity of these forests and must be made to adhere to all the legal requirements pertaining to the protection of habitat of protected species. In reality, the only way this can be achieved is to leave the forests as they are and preferably improve their protected status.

Public participation in the Environmental Impact Study
On page 98 the EIS dedicates several paragraphs stating the importance and legal requirement for public participation in the EIS process. Later in the report the author justifies a sample of just 11 people as being adequate public representation. Even at the population level in year 2000, which for some reason that is never justified the EIS uses, this is pathetic (10.5%) representation and today several hundred more people live in Clayton. No effort was made to hold public meetings or to contact the groups who are objecting to the development – both of which are standard practices for an EIS. Thus, the inhabitants of Clayton have had their democratic rights, as stipulated under the laws pertaining to EIS, bypassed. There are several reasons why the citizenry of Clayton may have valid objections to the project. First, Clayton is an area of low density housing and the addition of large new housing developments will obviously impinge on the quality of life in Clayton, both for the extra crowding and the addition traffic and other inconveniences. Second, these last remaining patches of tall forest are among the principle amenities in Clayton and an important component in the scenic beauty of the area and its general ambience.

The developer should be required to hold public meetings and address the concerns of the Clayton citizenry.

INADEQUACY OF THE BIOLOGICAL SURVEYS AND MITIGATION
The biological surveys in this EIS are so farcically bad that it is difficult to know where to start. In any environment, but especially in very diverse habitats, the number of species encountered depends on the methods used and the amount of sampling effort (basically how much time is spent looking). The author presents such an appalling account of their methods that it is impossible to assess how much effort they made. Nevertheless, the report publishes lists of several groups of organisms, including plants, birds, mammals and insects and, although these lists are ridiculously short, the author apparently believes them to be adequate, because they go on to justify several other aspects of the EIS on the basis of these lists. Below in Table 1 I compare the numbers of species listed in the EIS with the numbers of species recorded from Mixed semi-deciduous forests in Clayton in the 1995 report (this is a conservative estimate of the species in the plot because the plot also contains patches of Tall semi-deciduous forests and Low semi-deciduous forests).

Table 1. Comparison of the numbers of species recorded in Plot CL-43 by the EIS (Inmobiliaria 2004) and in Mixed semi-deciduous forest (the main habitat type in the plot) by the 1995 Report (DoD 1995)

EISby Inmobiliaria P&P S.A.
1995 Reportby ANCON & The Nature Conservancy
2005 Data
Plants
47
115
+ 115
Birds
12
127
+ 200
Mammals
5
21
21
Amphibians and Reptiles
9
24
24
Insects
9
Not recorded
Hundreds Species

The figures really speak for themselves. Clearly the EIS hopelessly underestimates the diversity of species in the plot. Particularly laughable is the author’s presentation of 9 species of insects as serious estimate of the number of species in the plot. To illustrate just how ridiculous this figure is I would like to mention a little piece of science history. In 1982 Terry Erwin shocked the science world when he published a paper suggesting that the total insect diversity in the tropics might be as high as 30 million species. Erwin arrived at this figure by studying the number of beetles species in the canopy of one Panamanian tree species (Leuhea seemannii), and then multiplying the figure up to include all insects and then again by an estimate of the number of tree species in the tropics. The figure surprised everyone because at the time only 1.5 million species of everything from bacteria to Blue whales had been described. Leuhea seemannii is present in Clayton and Erwin found 163 species of beetle just in the crown of this species.

Clearly the developer should be required to hire a competent biologist to conduct the site surveys.

The EIS author demonstrates similar ineptitude in suggesting mitigation measures for the project. Firstly the point needs to be made that there is no mitigation against the destruction of forest habitat. Once the canopy is opened and the understorey cleared, the habitat is lost. The author suggests capturing animals and then releasing them in Las Cruces National Park. Even if these wild animals could be caught and tolerated the handling, both of which are highly dubious, re-releasing will achieve nothing. Animals, like humans, have homes and territories. The most likely outcome of re-releasing the animals will be a slow death for starvation as they are chased from one territory to the next. Even if a few should survive a forest can only support a certain population and so ultimately nothing can compensate for the lost of habitat. The author also suggests planting trees to replace some of those lost. It hardly need be stated that gardening does not replace a forest. Actually, the entire mitigation section of the report appears to be pure window-dressing. For example, I find it hard to believe that the developer is really prepared to spend the hundreds of thousands of balboas it would require to capture and then re-release all the animals. If the developer was that concerned they would never be proposing to destroy these last remaining patches of forest in Clayton.

CONCLUSIONS

The EIS submitted by Inmobiliaria P&P S.A. is a hopelessly inaccurate document. The construction of houses in the forested patches in Clayton will destroy an area of a rare forest type that supports high biodiversity, including several protected species. Therefore, contrary to the conclusions of the EIA, it will have a very significant impact. Moreover, the rights of the citizenry in Clayton have been basically ignored. At the very least the developer should be required to submit a proper EIS, but in reality the authority charged with protecting Panama’s natural heritage should recommend that the development be cancelled or move to a more suitable (non-forested) location.

REFERENCES

Condit, R, Pitman, N., Leigh, E. G. Jr., Chave J., Terborgh J., Foster, R. B., Nunez V., P., Aguilar, S., Valencia, G. V., Muller-Landau, H. C., Losos, E. and Hubbell, S. P. 2002. Beta-diversity in tropical forest trees Science 295: 666-669.

DoD 1995. Ecological survey of the US Department of Defence lands in Panama. Report produced by The Nature Conservance and ANCON for the US Department of Defence.

Inmobiliaria 2004. Estudio de impacto ambiental Categoría II. Proyecto Urbanización las haciendas de Camino de Cruces. Promotor Inmoviliaria P&P S.A., elaborado por Evin Cedeno Herrera (I.A.R. 163-2000), Septiembre 2004.

Pasco, ¿empresario o amigo?

Vínculos políticos.La
verdadera relación del constructor con el gobierno.

Pasco, ¿empresario o amigo?

Colaboró en la campaña presidencial del PRD, hizo negocios
con Ubaldino Real y hasta sonó para ministro.

Guido Bilbao//gbilbao@prensa.com

La Prensa/Tito Herrera

El empresario Carlos Pasco en el Residencial
Camino de Cruces.

Carlos Pasco llama a una conferencia de prensa porque siente que todo lo que se ha dicho sobre él y su proyecto urbanístico –»Los senderos del Camino de Cruces»– es injusto y ya es hora de salir a aclarar las cosas. «A decir mis verdades», lo explica él, mientras a sus espaldas se proyectan mapas y cuadros del lote CL-35 de Clayton, el bosque de la discordia.

Pasco lo compró en licitación pública, en 2003, durante el gobierno de Mireya Moscoso, sin saber que vecinos de Clayton se oponían a su venta. Ellos consideran que el negocio acabaría con un bosque valiosísimo y hasta podría afectar parte del mítico Camino de Cruces, un patrimonio histórico.

El caso es que para decir sus verdades, Pasco contrató un equipo profesional comandado por Mercedes Batti Eleta, de Stratego Communications.

«Tenemos más de treinta años en este negocio. Hemos seguido estrictamente las leyes. Sólo pedimos que nos dejen trabajar», explica el hijo de Pasco, también de nombre Carlos.

Sin embargo, hay un tema que los medios hasta ahora trataron con timidez, del que ninguno de los protagonistas de este conflicto mediático quisiera hablar. Y tiene que ver con las relaciones –incluso comerciales– que unen al empresario con los hombres del gobierno. Algunos se empecinan en señalar que tras el ascenso de Martín Torrijos, el proyecto de Pasco fue bendecido con un exquisito viento a favor. Pero, ¿qué hay de cierto en todo lo que se dice?

Silencio de hospital.

La Prensa/Victor Arosemena

El presidente Martín Torrijos y el
ministro Ubaldino Real, a poco de asumir.

La Prensa: ¿Cuál es su relación con el presidente, Martín
Torrijos?

Carlos Pasco: ¿Y qué tiene que ver eso? Yo no soy político.

LP: A nuestros lectores les gustaría saber…

CP: Somos amigos. Pregunte, pregunte lo que quiera.

LP: ¿Cómo lo conoció?

CP: Durante la campaña, en una cena en 2001. Pero le
aclaré que no quería ningún puesto, nada.

LP: ¿Es cierto que le ofrecieron el Ministerio de
Obras Públicas?

CP: Yo no estoy hecho para la función pública, la exposición. Nunca he tenido un jefe en mi vida. Pero, le repito, los que quieren hacer ver que mi relación con el presidente beneficia mi proyecto son malintencionados.

Y entonces Pasco sigue los consejos de sus asesores y cambia de tema. Comienza a desplegar las razones por las que, según dice, las críticas contra él y sus proyectos son falsas e infundadas, cosa de locos.

No le importa que en una encuesta de La Prensa el 92% de los consultados haya mostrado su disconformidad con la construcción del proyecto. «Se apropiaron de la verdad [habla de los ambientalistas] y nosotros tardamos mucho en responder. Pero ya es hora de que nos
defendamos», sentencia. Pasco sabe que si no da batalla en los medios, su proyecto podría postergarse eternamente. El negocio podría facturar unos 60 millones de dólares.

Cortesía

Una vista aérea de los lotes donde
se proyecta construir los barrios privados.

«Hay que pensar en la seguridad jurídica de las inversiones. Yo me interesé en el proyecto por un aviso de la Autoridad de la Región Interoceánica (ARI) que vendía el terreno y lo habilitaba para construir hasta mil viviendas. Yo licité, hice la mejor oferta, y sólo construiré 120 casas. Nadie más que yo se interesa por el bosque, aunque la ley me permite, si quisiera, dejar el terreno plano como esta mesa», describe el empresario y después desnuda su estrategia de marketing: «Pero no lo voy a hacer: yo vendo ambiente, calidad de vida». Bajo la mesa, uno de sus consultores de medios le pega ‘pataditas’.

«No lo digas así que se puede malinterpretar. Vendemos desarrollo sostenible», lo corrige su hijo Carlos, quien se casó recientemente y a cuya boda asistieron varios de los hombres más importantes del Gobierno, incluido el propio presidente Martín Torrijos.

Una pequeña ayuda…

«La verdad es que cuando consulté al Presidente por este tema se sorprendió. Conoce a Pasco, pero jamás ha movido un dedo para acelerar su proyecto», asegura Jorge Sánchez, secretario de Comunicación del Gobierno.

Es extraño: aunque nadie quiere ser citado en relación a este tema, la mayoría de los políticos consultados por La Prensa coincidieron en una respuesta: la amistad entre Pasco y Torrijos estaría cimentada por cuantiosas donaciones de campaña que habrían sido cedidas por Pasco.

LP: ¿Usted realizó o no aportes de campaña?

CP: Muy poco.

LP: ¿Cuánto?

CP: …

LP: ¿100 mil dólares?

CP: Ufff, mucho menos.

LP: ¿50 mil? ¿10 mil?

CP: Menos de diez mil. Mi colaboración fue mínima y mi participación en la campaña también. Ayudé porque creo en el proyecto del Presidente. Pero repito: yo no soy político.

La Prensa pudo comprobar que en la campaña, Pasco
estuvo a cargo de levantar el escenario del cierre de campaña del PRD, en la Plaza 5 de Mayo. Se hizo responsable de la puesta a punto del gran acto final luego de que, semanas antes del gran evento, en un acto proselitista del PRD en Las Tablas, la tarima de los periodistas se vino abajo, dejando algunos periodistas heridos. Pasco resolvió el problema a punta de puro ingenio. Los
cerebros de la campaña no sabían qué hacer cuando a Pasco se le prendió la lamparita: armarlo con contenedores. Fue efectivo y barato. El acto fue un éxito y Torrijos –literalmente sostenido por el empresario– dio un discurso triunfante, cerró su campaña y a los pocos días logró la Presidencia.

En ese mismo escenario, contento pero sin mostrar euforia, se encontraba Ubaldino Real. El ahora ministro de la Presidencia, ya se sabe, es uno de los hombres de mayor confianza del Presidente. Fue su compañero en la universidad y, además, es padrino de uno de sus hijos. Real regresó a Panamá para acompañar a Torrijos en su aventura política, cuando finalizaban los 90.
Retomó viejas amistades. Así volvió a tratar con Raúl Pasco, hermano y socio de Carlos y también compañero de Real en el Colegio Javier.

Una vez en Panamá, Real –ingeniero al fin– fundó una compañía llamada UR Construcciones, que en varias ocasiones fue subcontratada por Carlos Pasco, como en el proyecto «La Doña», que se realizó en el circuito 8-10. El mismo Real lo reconoció en entrevista que concedió a La
Prensa
durante la última campaña. Y no sólo eso. Allí mismo, Real explicaba que parte del dinero de su empresa, que según sus propias palabras había resultado exitosa, había terminado utilizándose en actividades del partido. Es decir, Carlos Pasco, de alguna forma, fue jefe del ministro de la Presidencia.

Luz verde

«Es cierto que Pasco licitó durante mi gobierno –explica la ex presidenta Moscoso– pero nunca ratificamos en Consejo de Gabinete esa transacción. Panamá tiene que aprender a conservar su
patrimonio», reflexiona la ex gobernante.

Algunos especulan que las razones del «cajoneo» que sufrió el proyecto de Pasco fueron otras. El Gobierno quería imponer el Camino Ecológico en el volcán Barú y no deseaba abrir otras pugnas.

El caso es que la venta del terreno CL-35 sólo vio luz verde tras el cambio de gobierno, el 17 de noviembre del 2004. «Estaba todo en regla. Pasco compró en buena ley», explica un hombre del gobierno que prefiere el anonimato.

El estudio de impacto ambiental también fue aprobado por la administración Torrijos en marzo pasado, luego de un largo año de espinosos debates técnicos a lo interno de la Autoridad Nacional del Ambiente (ANAM), y hasta reclamos del Defensor del Pueblo.

También el Instituto Nacional de Cultura (INAC) cambió de parecer con el nuevo gobierno. El 4 de agosto de 2004 el arquitecto Jaime Zárate, director nacional de Patrimonio Histórico, comunicó que se debía cambiar la calle de acceso a la urbanización que planea construir Pasco, porque el camino proyectado «atraviesa el Camino de Cruces». Sin embargo, el 20 de
octubre –tras la asunción de Torrijos– el mismo funcionario decidió cambiar radicalmente de opinión. Aceptó la propuesta de Pasco de edificar un puente encima del Camino de Cruces y mantener esa vía exclusiva de acceso.

«Nos quieren utilizar de marioneta política» se queja Carlos Pasco hijo. La historia sigue abierta.

EL GRAN CONSTRUCTOR

  • ORÍGENES:Carlos Pasco estudió ingeniería en la
    Universidad de Panamá. Su empresa, Inmobiliaria P&P, tiene más de 30 años
    en el negocio de la construcción.
  • OBRAS:El empresario construyó varias de las obras más
    importantes de la ciudad de Panamá: el llamado «edificio
    inteligente», en Calle 50; las estructuras del Multicentro y los
    edificios de Evergreen, Century Plaza y Mirage, en Paitilla.
  • BOSQUES:Pasco también promovió la construcción del
    Residencial Camino de Cruces, su primer proyecto de casas campestres.

Las piedras en el Camino de Cruces

Urbanización.Oposición al proyecto de Camino de Cruces.

Las piedras en el camino

Dos demandas ante la Corte Suprema de Justicia dieron la bienvenida al proyecto urbanístico de Carlos Pasco.

Sofía K. de Kosmas
skosmas@prensa.com

Carlos Pasco dio la cara… y por su propia iniciativa. El ingeniero y propietario de la poderosa Inmobiliaria P&P convocó a los medios hace unos días para dar explicaciones después de más de un año de protestas contra sus proyectos urbanísticos en Clayton.

Fue la primera vez que Pasco se interesó en justificarse ante los medios. Ya no era para reaccionar ante artículos sobre sus polémicos proyectos –Los Senderos de Camino de Cruces y Las Haciendas de Camino de Cruces– que se han convertido, irónicamente, en su propio vía crucis.

Aunque Pasco compró a la Autoridad Región Interoceánica (ARI) los terrenos en el 2003 y 2004 –lotes CL-35 y CL-43– sus hoy vecinos ya llevan años tratando de precisar ante las autoridades cuáles son los límites de los bosques colindantes que la ARI pondría eventualmente a la venta.
Las gestiones de los vecinos parecieron tener resultados tranquilizadores, al principio. Pero ahora los conservacionistas se oponen al proyecto residencial porque están convencidos de que las autoridades han sido presionadas al punto de tener que cambiar sus posturas respecto al proyecto.

«Si van a sacarnos de las áreas revertidas, que nos saquen a todos [los promotores]», dijo Pasco, en tono de queja, pues alega que siempre actuó apegado a la Ley. Pero los vecinos de sus lotes tienen su propia versión de la historia.

Una cruzada por el Camino

De hecho, los conservacionistas presentaron dos demandas ante la Corte Suprema de Justicia contra resoluciones emitidas por la ARI y el Ministerio de Vivienda (MIVI) que permiten construir las dos urbanizaciones que Pasco ha planeado en los lotes adquiridos por él.
Los efectos de las demandas han sido nulos, pues éstas no han sido acogidas ni rechazadas por la Corte. Entre tanto, el proyecto sigue adelante, al menos en el papeleo gubernamental. A finales de 2004, el actual gobierno dio luz verde a la venta de los lotes y comenzó a descongelar los permisos necesarios para desarrollar los proyectos residenciales.

Carlos Varela, representante legal de la Asociación de Propietarios y Residentes de Clayton, presentó la primera demanda en septiembre de 2004 a fin de que se declare nula la resolución de la junta directiva de la ARI que otorgó el lote CL-35 a Inmobiliaria P&P.

Según la demanda, parte del lote vendido está ubicado en los linderos del Parque Nacional Camino de Cruces, propiedad que es del dominio público y por ende, no podría ser de uso privado. Documentos de la Autoridad Nacional del Ambiente (ANAM) del 30 de marzo de 2004 confirmaron que, efectivamente, el lote CL-35 está traslapado en el parque. Pero, tras el cambio de gobierno, la ANAM modificó su posición al aprobar el Estudio de Impacto Ambiental, en marzo de 2005.

La segunda demanda fue interpuesta en abril de 2004 por la Alianza para la Conservación y el Desarrollo, una Organización No Gubernamental dedicada al tema ambiental. La acción fue dirigida esta vez contra una resolución del Ministerio de Vivienda que, según Varela, cambió la categoría del uso de suelo de la parcela CL-43 –también perteneciente a la inmobiliaria de Carlos Pasco–. Según la demanda, originalmente la parcela estaba destinada, de acuerdo con la Ley 21 de 1997 –que establece el Plan General de Uso de Suelos de la ARI– a «áreas verdes urbanas». Pero luego se cambió para permitir su uso como «áreas residenciales».

El empedrado

Para complicar las cosas, arqueólogos del Instituto Nacional de Cultura (INAC) confirmaron el descubrimiento del empedrado histórico Camino de Cruces. Se trata de la vía que los españoles trazaron alrededor del año 1519 para transportar tesoros y otros bienes desde el Pacífico hasta el Atlántico panameño.

El hallazgo se encuentra en la entrada del lote Cl-35 y, según Pasco, él mismo lo descubrió y lo reportó. Si Pasco lo hizo, fue después de que la empresa contratada para hacer el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) presentara su informe, pues el Instituto Nacional de Cultura (INAC), en nota del 27 de abril de 2004, se queja de este estudio. Es «incomprensible –dice– cómo se puede aseverar que no se encontraron evidencias de restos histórico culturales», refiriéndose al EIA que presentó Pasco.

El empresario afirma que «quisiera seguir estudiándolo [el empedrado] con expertos». Pero, de momento, ha propuesto construir un puente sobre el lugar donde se hizo el descubrimiento y que el INAC clasifica como patrimonio histórico, cosa que a la actual administración del INAC le ha parecido buena idea, pese a que en la pasada administración se pretendía conservar el lugar.
La generosidad de Pasco no han sido bien acogidas. La lista de oponentes a sus proyectos incluye más de 10 asociaciones de residentes de las áreas revertidas y organizaciones no gubernamentales, como la Sociedad Audubon de Panamá.

En su momento, la Asociación Nacional para la Conservación de la Naturaleza (ANCON) tomó cartas en el asunto y advirtió a los residentes del problema en ciernes. Sin embargo, ANCON no pretende tomar postura en este conflicto. Más bien propone mirar hacia adelante y evitar que estas cosas vuelvan a ocurrir.

Pasco asegura que sus proyectos están «en armonía con el medio ambiente». Esa armonía, sin embargo, está en tela de duda. Lo que está claro es que los vecinos de Clayton tienen ante sí a un empresario poderoso que, además, tiene envidiables contactos y amigos en el Gobierno.

Las amenazantes coincidencias de Pasco y Martín Torrijos

Parque CAMINO DE
CRUCES. LA CONVENIENTE RELACIÓN TORRIJOS-PASCO.

Los proyectos urbanísticos de Carlos Pasco estuvieron
paralizados. Al asumir Martín Torrijos cobraron velocidad.

Guido Bilbao y Sofía de Kosmas

panorama@prensa.com

Cada vez son más las voces que no solo se oponen al proyecto urbanístico «Los Senderos del Camino de Cruces», sino que, además, señalan al presidente, Martín Torrijos, por los supuestos beneficios que ha recibido el empresario Carlos Pasco, dueño del proyecto y su amigo personal.

Hay algunas «coincidencias» que permiten entrever cierto viento a favor que bendijo al proyecto desde que Torrijos llegó a la Presidencia. Aunque Carlos Pasco compró el terreno en licitación pública en diciembre del 2003 –durante el gobierno de Mireya Moscoso– no fue hasta el cambio de gobierno que los permisos para construir y hasta la venta del terreno fueron ratificados por esta administración.

«Nosotros nunca ratificamos en Consejo de Gabinete la venta de esos bosques porque el rechazo popular era muy fuerte», explica Moscoso, quien, luego de la venta del terreno efectuada por la Autoridad de la Región Interoceánica congeló la transacción.

Hasta que el PRD llegó al poder y todo cambió. El Consejo de Gabinete aprobó la venta; la Autoridad Nacional del Ambiente aprobó el Estudio de Impacto Ambiental tras severas discusiones internas que promovían su rechazo.

Hasta el Instituto Nacional de Cultura, que antes del cambio de gobierno se oponía a que la calle de ingreso al barrio pasara por encima del mítico Camino de Cruces, acepta ahora con agrado construir un puente sobre éste.

«Yo compré en buena ley y mi amistad con el Presidente no tiene nada que ver con este proyecto», se defiende el promotor del proyecto, Carlos Pasco, colaborador de la campaña de Torrijos, y que antes hizo negocios con el hoy ministro Ubaldino Real.

Por lo pronto, hoy mismo, a partir de las 9:00 a.m., los residentes de Clayton estarán organizando recorridos al terreno.

(Vea 6A y 7A)

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Fuente: La Prensa, 8 de mayo de 2005.