Le dicen NO a la destrucción del Camino de Cruces

– En protesta ciudadana –
Le dicen no al Camino de Cruces

Por: Alma Solís
esolis@estrelladepanama.com
La Estrella de Panamá, 14 de mayo de 2005

Residentes de Clayton y la ciudadanía en general, que está luchando por proteger las áreas boscosas aledañas al Parque Nacional Camino de Cruces, llevaron su protesta ayer hasta la Avenida Balboa. Alrededor de 300 personas, formando una cadena humana, portaban banderas verdes, símbolo de esta lucha, llevaban carteles, cintas y suéteres que decían “Alto a la Destrucción de Bosques”. Los presentes unían sus voces en protesta por la construcción de una barriada de alto presupuesto en el área de Clayton, la que acabaría con áreas ricas en biodiversidad e incluso donde está en riesgo parte del patrimonio histórico de Panamá. En la protesta estuvieron presentes Raisa Banfield, Carlos Varela y Ariel Rodríguez principales líderes que tiene esta causa. Además varias figuras políticas como la ex alcaldesa Mayín Correa, el abogado Miguel Antonio Bernal y el diputado José Isabel Blandón, entre otros. El grupo de residentes y ambientales lleva tres años denunciando la venta ilegal, de los lotes boscosos en el sector de Clayton, los que deben ser incorporados al Parque Nacional Camino de Cruces. Dos lotes fueron adquiridos por el empresario Carlos Pasco, el CL35 y CL 43.

Impacto ecológico del Camino de Cruces: Crítica científica al EIA

Impacto ecológico del Camino de Cruces

Revisión del Estudio de Impacto Ambiental para el Proyecto de Urbanización

El estudio de impacto ambiental cubre aspectos de los elementos físicos y biológicos del lote CL-43, situado entre Clayton y Cárdenas, e intenta medir el impacto de un desarrollo habitacional propuesto dentro del lote.

La metodología empleada, línea base de datos, justificación y mitigación de los procesos del estudio de impacto, no ha sido la adecuada, por lo que no ha dado resultados serios ni concretos. Consecuentemente, hemos concluido que la única decisión válida es la de rechazar el documento en mención.

Los bosques panameños poseen la más alta diversidad de especies de árboles en el mundo (Condit et al. 2002). Además, las selvas secas del Pacífico panameño se han visto reducidas hasta el 5% de su cobertura original convirtiéndolos en los bosques más amenazados del mundo. La mezcla de bosques deciduos y semi-deciduos en las áreas revertidas provee un hábitat adecuado para muchas especies. El autor del estudio de impacto ambiental ha demostrado negligencia al no considerar el impacto global del desarrollo habitacional en su reporte y los efectos potenciales que esto tendría en otras áreas de gran valor científico y donde el Instituto Smithsonian, por mencionar uno, ha estado trabajando desde hace casi 100 años (ver anexo).

Puntos específicos determinados por el comité en referencia, en relación al estudio de impacto ambiental.

1. Metodología vaga El autor no presenta un método que sea adecuado para la elaboración de un documento científico (y no permite su replicación) y las técnicas dadas no son estandarizadas, ni cuantificadas. Por ejemplo, no se menciona su diseño de muestreo o los procedimientos para la identificación o métodos para analizar la cantidad de animales y plantas registradas.

No existe ningún intento en medir la diversidad biológica del sitio o un índice estándar para analizar cualquier impacto. Como nota particular, una práctica que el autor utilizó fue la de preguntar a un grupo de 10 personas, entre los cuales se incluyen trabajadores del sitio aledaño al lote, qué animales habían visto. Esta información fue utilizada para medir la tolerancia a la perturbación de las especies, de acuerdo a nuestros conocimientos, no existe ningún justificante científico para el método utilizado, más aún, reclutar la asistencia de personas no especializadas y sin experiencia para aportes científicos no representa un procedimiento aceptable y sólo debe ser considerada como información anecdótica. El comité científico rechaza estos resultados en vista de que el análisis de la tolerancia de las especies a la perturbación, fue basada en la referida técnica.

Hemos realizado análisis que han mostrado muchas especies (aves y anfibios del sotobosque en su mayoría) dentro de este bosque, las cuales son conocidas por ser poco tolerantes a cambios de este tipo y magnitud. De igual forma, el autor actúo equivocadamente, al no proveer en sus resultados, la proporción de información pertinente para cada metodología empleada. (Viene de la página B1)

2. Falta de estadísticas cuantitativa. El autor no consideró la utilización de procedimientos científicos, lo cual trajo como consecuencia falla en la obtención de información conclusiva o estadística (ni siquiera básica), lo cual consideramos, el error científico más significativo cometido por el autor.

El autor ha fallado en proveer esta información y datos que ha omitido mostrar el impacto del desarrollo habitacional en términos cuantitativos. Es imposible para cualquier revisor realizar un análisis adecuado del documento presentado sino se muestra ningún ejercicio cuantitativo y una vez más se recomienda que el mismo sea rechazado. En otras palabras, el análisis de los resultados son meras suposiciones del autor y no existen valores numéricos para sustentar sus argumentos.

3. Línea base de datos Datos inexactos: el autor una vez más, demuestra un conocimiento extremadamente limitado. El uso de cuestionarios y una obvia falta de observaciones de campo han concluido en un documento que no es acorde con la realidad. El autor falla al no citar un artículo clave acerca de los valores de biodiversidad y la conservación de esta área (Ecological Survey, 1995). Por ejemplo, el autor lista sólo 12 especies de aves encontradas en este bosque, aunque es sabido que más de 250 especies se encuentran en el sitio y 121 de éstas han sido directamente registradas por nosotros en el lote CL-43.

Como producto de nuestras investigaciones, sabemos que estos bosques son utilizados por decenas de miles de aves migratorias como una zona de alimentación y refugio por más de 6 meses del año. Más importante resulta el hecho de que el Halcón Murcielaguero (Falco rufigularis) raramente visto y en peligro de extinción no sólo ha sido registrado, sino que existe evidencia de estar anidando en el área. Se enlistan en el estudio 3 anfibios, cuando en nuestras investigaciones hemos registrado al menos 14 y tenemos conocimientos de que existen hasta 20 especies en el área. Sólo refiere 9 especies de artrópodos, de los cuales se estima existen ordenes de magnitudes mucho mayores. Su falta de descripciones ecológicas especificas del bosque y sus tipos de hábitat también resulta inexacta, pues se equivoca al no describir propiamente el hecho de que este bosque contiene áreas que son de bosque secundario semi-deciduo con baja intervención y lo convierte en un hábitat altamente valioso para anfibios, un grupo que es considerado altamente vulnerable a cambios en su ambiente. De igual forma existe carencia de información sobre mamíferos, el autor sólo menciona 3 especies observadas, aunque más de 21 especies han sido reportadas en el área. El uso de referencias en los pies de tablas sugiere que estos listados fueron tomados de literatura y manejados impropiamente y no son información colectada por el autor. Resulta preocupante también el uso de información desactualizada (ejem. Pág. 39 Artrópodos Barnes Rd 1969).

4. Datos faltantes de serias consecuencias. El autor se equivoca al no notar que varias de las especies del sitio están amenazadas, en peligro o requieren protección y por lo tanto están amparadas por las leyes panameñas; Decreto Ley del 29 de septiembre de 1966, Ley No. 12 del 29 de enero de 1973, Resolución 002-80, Decreto No. 23 y Decreto Ejecutivo No. 104, donde se reconoce el estatus en peligro de ciertas especies y se otorga protección inmediata a 33 especies de mamíferos, 38 especies de aves y 11 especies de reptiles y anfibios en Panamá. De estas las siguientes especies se encuentran en el lote CL-43 y CL-35

Mamíferos
Mono ^Titi Saguinus geoffroyi)

Agutí o ñeque * (Dasyprocta spp.)

Armadillo de 9 bandas (Dasypus novemcinctus)

Coatí o gato solo(Nasua narica)

Venado cola blanca (Odocoileus virginianus)

Aves Chachalaca de cabeza gris (Ortalis cinereiceps)

Tinamú mayor (Tinamus major)

Tinamú menor (Crypturelus soui)

Paloma de vientre claro (Columba cayennensis)

Loro de corona amarilla (Amazona ochocephala)

Reptiles Boa * (Boa constrictor)

Iguana verde (Iguana iguana)
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^ reconocido también por el Acta de especies en peligro de los EEUU, la cual también reconoce el Caracara crestado (Polyborus plancus o Caracara plancus) que también se encuentra en esta zona y que no fue enlistada por el autor.

* Especies listadas en el documento pero su estatus fue ignorado.

Algunas especies resultan ser de extrema preocupación, ya que, han sido registradas en peligro crítico en Panamá, debido a su extrema rareza (Master 1992) y es sabido que se encuentran en Clayton. Estos incluyen los siguientes vertebrados:

Rana de cristal (Centrolenella granulosa) (Centrolenella pulverata)


Geko (Lepidoblepharis xanthistigma)

Sapo (Bufo typhonius)

Árbol del mono (Annona spraguei) [También es endémica a Panamá]

El autor se ha equivocado también en considerar estas especies ya que no hace mención de metodologías especificas para su registro. No tenemos conocimiento de que estas especies se encuentran en el bosque, por lo tanto, debemos rechazar el estudio basados en el principio precautorio. La mezcla de bosques deciduos y semi-deciduos en las áreas revertidas son consideradas dependientes unas de otras para su supervivencia y funcionamiento y proveen un hábitat adecuado para muchas especies. El autor del estudio de impacto ambiental ha demostrado negligencia al no considerar el impacto global del desarrollo habitacional en su reporte.

5. Carencia de dominio de conceptos El autor demostró poco conocimiento de conceptos de biología de poblaciones que resultan ser clave y así también provee información y opiniones parciales y subjetivas sin datos cuantitativos para respaldarlos. Este tipo de información no es válido ni útil para un documento de carácter científico y lo que es más importante para una herramienta en la toma de decisiones. Por ejemplo el autor refiere que la mayoría de los animales registrados son “visitantes ocasionales” sin ningún argumento de peso, ninguna justificación o entendimiento de dinámicas de población.

El presente comité científico no ha podido encontrar una simple técnica dentro del capitulo de metodologías (ver arriba) que pudiera haber utilizado el autor para aseverar las conclusiones y queremos solicitar al autor que aporte la descripción de los métodos utilizados. El autor no hace uso correcto de los conceptos biológicos como metapoblaciones o relaciones de área específica, ya que asegura que muchas de las acciones tendrán un impacto bajo en el ambiente acorde con el entendimiento científico de ecosistemas y ecología conductual. Por ejemplo, el autor declara que las perturbaciones a la fauna serán temporales y reversibles, lo cual es una aseveración absurda si tomamos en cuenta que las aves del sotobosque y la mayoría de los anfibios, entre otros, están comprometidos. Una vez más no se presentan datos para apoyar las declaraciones hechas en el documento, y lo que es pero aún, se alega reversibilidad y bajo impacto de perturbación del hábitat.

Despreciamos estas opiniones pues van en contra de cualquier estudio de perturbación de bosques tropicales realizado hasta ahora. Un ejemplo más grave es la falta de análisis del autor, en cuanto a capacidad de carga e interacciones ecológicas, al sugerir traslocar especímenes sin mostrar datos sobre las consecuencias biológicas y sociales de estas acciones en las áreas donde se piensan liberar.

Se demuestra desconocimiento sobre el pensamiento internacional en ciencias de conservación, donde no se recomiendan este tipo de acciones, ya que, este procedimiento de mitigación comprueba que existe un total desconocimiento las teorías de depresión de reproducción; tampoco se muestra conciencia de las consecuencias en los ámbitos hogareños de los animales y los impactos sociales y de dispersión que traen estas acciones. Recomendamos consultar lo escrito por Kleiman et al. (1994) y IUCN (1998) sobre los procedimientos de traslocación de animales y plantas, para actualizarse sobre procedimientos, actualmente aceptados, para evaluar si la traslocación es necesaria y posible. Luego entonces, si se comprueba que el área es simplemente una zona de “visitantes ocasionales” y “especies tolerantes” como el autor asevera, la traslocación es una medida innecesaria e ilógica. Pensamos que no se ha reflexionado sobre estos principios y debemos rechazar totalmente esta medida de mitigación.

6. Inferencia parcial y subjetiva de los resultados.

En la pagina 41 del documento presentado, el autor correctamente asegura que el bosque sirve como hábitat temporal para especies durante la migración de rapaces de importancia y fama mundial, donde este octubre pasado se contaron mas de medio millón de aves rapaces migrando por esta zona y utilizando estos remanentes boscosos como sitio de descanso y refugio durante los meses de octubre a marzo. Sin embargo, en la página 78, declara que el desarrollo sólo tendrá efecto en “especies menores de aves insectos y roedores”, contraviniendo completamente con incorporar el amplio impacto a escala continental, de la destrucción del hábitat de las aves migratorias. Aún más, en la misma página (78), el autor reconoce que el impacto más crítico será el pérdida directa y parcial de la cobertura de los árboles, alteración de la vegetación en general, la perturbación de la fauna, la modificación del paisaje natural y movimiento de tierra; sin embargo el mismo concluye que estas acciones tienen un impacto de grado bajo, importancia ambiental media, duración temporal y que son reversibles.

Refutamos total y decididamente cada una de estas conclusiones ya que son inconsistentes con las dinámicas forestales tanto científicas como prácticas así como con los estudios previos sobre la biodiversidad de Clayton.

7. Carencia de justificación En la pagina 14, X sugiere la categoría de clase II para este lote. No hemos podido encontrar ningún fundamento para esta categorización, ya que el autor no aportar ninguna razón de peso o explicación de los criterios usados para derivar en esta conclusión, si bien refiere un análisis que no esta incluido, al escribir una pequeña sección que parece ser fiel copia del manual. Este comité científico rechaza enérgicamente esta categorización, pues existe suficiente evidencia de que el área contiene especies en peligro de extinción y es un corredor biológico de vital importancia. Basados en los criterios establecidos arriba, el área debe ser establecida como de categoría III.

8. Medidas no cuantificables para procesos de mitigación El autor no provee de información cuantitativa para el proceso de mitigación y no integra información vital. Por ejemplo: se sugiere que la compañía constructora planea y ejecuta un programa adecuado de deforestación en el área. No es sabido que determina la eficacia en estos casos, pues la responsabilidad parece ser de la constructora XXX y sólo podemos asumir que será interpretado de forma diferente a la de un científico. En tanto que la subjetividad y el manejo intencional de la información provoca un juicio parcial.

Conclusiones:

1. El estudio de impacto ambiental ha sido encontrado por el comité científico como un documento ineficiente, inexacto y superficial.

2. Aunque el reporte contiene varios errores, los más grave es que no se incorporan metodologías no estandarizadas, igualmente carece de integridad científica y contienen conclusiones refutables.

3. Se omite incluir en el reporte la mayoría de especies que habitan en el área, algunas de las cuales son incluso consideradas en peligro.

4. Nuestra investigación y análisis hace cuestionar la validez ecológica del desarrollo propuesto en si.

5. Nuestra información muestra que el lote CL-43 es un importante hábitat para especies comunes y raras, algunas protegidas por la ley panameña y hasta reconocidas mundialmente como especies amenazadas, y es un corredor vital para la fauna que permite su dispersión entre el parque metropolitano y el parque nacional camino de cruces y los bosques de las áreas revertidas incluyendo Cárdenas, Albrook, Diablo y Ancón.

6. Los servicios ecológicos que este bosque brinda nunca estuvieron en consideración en el presente estudio de impacto, sin embargo es probable que sean sustanciales. La importancia nacional e internacional está fuera de cualquier duda, siendo un área para aves migratorias y también que provee un hábitat crítico para especies en peligro.

7. Los beneficios económicos que podrían derivarse de las zonas boscosas no han sido calculados, sin embargo el potencial económico que las áreas de bosque revertidas, pueden traer tras mantenerlas conservadas, no ha sido adecuadamente explorado, pero tienen el gran potencial en el largo plazo por su viabilidad y por lo tanto sostenibilidad.

8. Tenemos la fuerte creencia de que un gran beneficio económico y bienestar puede ganarse por un gran número de personas, a largo plazo, si el bosque permanece intacto.

9. Proponemos que la compañía constructora busque un lugar alternativo, uno que a la fecha este cubierto de paja canalera (Saccharum spontaneum) de las cuales existen una gran cantidad de hectáreas en las áreas revertidas y que tras un programa bien estructurado de reforestación con especies nativas, podría incluso mejorar la imagen de la compañía constructora frente a la sociedad. Por los motivos expuestos la conclusión del comité científico, es entonces, que la línea base de información debe ser rechazada. elaborado por el comité científico que defiende Camino de Cruces y promovido por la constructora P&P S.A.

Cadena humana en contra de la venta de Camino de Cruces

José González Batista | Crítica en Línea–14 de mayo de 2005

Una cadena humana se escenificó ayer a lo largo de la avenida Balboa, por más de 300 personas y activistas miembros de la Asociación Ambientalista Pro-Camino de Cruces que se opone a la construcción de proyectos ubanísticos en áreas consideradas como bosques tropicales y patrimonio histórico.

Ambientalistas, ecologistas, profesionales, adultos, jóvenes y niños, participaron de la manifestación frente al parque Urracá, en donde se portaban pancartas con consignas como; «Alto a la concesión de proyectos» » Los bósques no se deben destruir la historia se defiende» «Los bosques de la Nación Patrimonio Nacional «Defendamos el futuro» «El legado de Torrijos repartiendo y vendiendo Panamá».

La dirigente de la agrupación, Raisa Banfield, dijo que la cadena es una protesta para que el gobierno del presidente Martín Torrijos, observe la magnitud del daño ecológico que ocasionan estos proyectos a la biodiversidad del parque Caminos de Cruces.

Banfield solicitó al Ejecutivo en nombre de la asociación y los panameños, que paralicen cuanto antes los proyectos urbanísticos previstos para estas áreas y que no se vendan más lotes en el parque.

Según la dirigente en la actualidad unas 27 hectáreas de tierra en la antigua «zona del canal» ya fueron vendidas, mientras que cien más han sido demarcadas y están a la espera del mejor postor.

No me destruyas. Soy el pulmón de la ciudad de Panamá

CAMINO DE CRUCES EN FOTOS


MULTICOLOR
Dos mariposas tigre se aparean en la tranquilidad del bosque de Clayton. Su nombre científico es heloconius ismenius clarescens. Abundan en los bosques maduros.


IMPRESIONANTE
El nombre científico del árbol amarillo es Terminalia amazonia. En los bosques del Canal hay muchos. Es de lento crecimiento y este ejemplar tiene aproximadamente 85 años.


SALTARÍN
Este sapito, -Bufo Typhonius es su nombre científico- mide unos dos centímetros. Sin embargo, sus saltos son larguísimos. Habita los bosques secundarios y primarios. Es difícil de encontrar, pero muy bello.


Letreros de “Propiedad privada” se encuentran repartidos por todo el sector e impiden el paso de los visitantes. En la foto no se ve el fragmento del Camino de Cruces que está justo debajo del cartel. Será el ingreso al barrio privado.
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ESPERANDO LA DESTRUCCIÓN

Nadie sabe cuándo llegarán los tractores. Son las 12 del mediodía en Clayton y aunque la ciudad está a un paso, aquí la vida parece otra cosa. Otra cosa, sí, un acontecimiento único que sucede a cada segundo, en el que la alegría es algo que se consigue fácil y no en cursos de autoayuda o en terapias de pareja. La naturaleza puede curarlo.

Muchos grandes artistas de la humanidad creían que su mayor logro consistía en crear algo que igualase el esplendor natural de este pequeño y húmedo rincón al que llamamos planeta Tierra.

Lo decía Van Gogh mientras caminaba de noche, solo, con un sombrero lleno de velas que lo iluminara. Estaba por despertarse una tormenta y él quería pintarla tal cual sucedía. No hay espectáculo en la tierra más interesante. Gauguin, por ejemplo, abandonó París, pasó por Panamá y hasta llegó a la Polinesia, con el único objetivo de encontrar las cosas en estado puro.

Los bosques amenazados de Clayton, que ahora presentan banderas verdes en su entrada y carteles de prohibido el ingreso en su interior, están a punto de desaparecer.

Si usted entrara aquí, en 30 minutos -sólo caminando en las afueras del bosque- podría encontrar de todo. Caminar es un poco complicado fuera de los senderos por lo abundante de la vegetación: hay un colchón de hojas y restos de ramas. «Es molesto para caminar, pero para el bosque es fundamental. Estos suelos no son muy ricos y por eso, si tu ves, las raíces están al ras o saliendo hacia la superficie. Eso es porque estas hojas son el verdadero alimento. Cuando hagan el barrio todo esto será eliminado para hacer áreas verdes. Ese será el fin porque aunque dejen a los árboles más grandes, se quedarán sin alimentos y a largo plazo, rodeados de cemento, se van a secar», explica Ariel Rodríguez, guía del recorrido.

Una buena forma de inspeccionar el lugar es echarse en el piso y mirar hacia arriba. Se puede encontrar de todo. Nidos de barro y redondos, tucanes, monos tití. En buena parte del mundo millones de personas miran documentales o buscan fotos en internet para conocer a estas especies. Sin embargo, aquí, en su hábitat natural, el sabor es mucho mayor. Los colores de las aves son sorprendentes. «Ese que está allá, el de la colita amarilla, es familia del quetzal», dice el guía y gira de repente para señalar un árbol. «Ahí hay otro más, también es macho, deben estar buscando una hembra… ahí hay varias oropéndolas», explica mientras en la copa de los árboles se desata un ballet aéreo.

El pajarito de colores que salta de rama en rama como una burbuja multicolor se llama trogón. Esta ave sólo habita bosques secundarios, explica Ariel. «Lo mismo que aquellos monitos tití que se escuchan allá, ¿ves ese árbol rojo? aunque no podemos entrar porque es propiedad privada. Te decía: lo importante del bosque secundario es que permite la existencia de los primarios. Todo en la naturaleza está encadenado», sentencia el guía.

Por lo pronto el presidente, Martín Torrijos, ha dicho que no hay razones legales para detener la construcción. El empresario Carlos Pasco, propietario de este bosque, ha decidido llevar adelante su negocio a pesar del gran rechazo público que se ha generado. Las razones legales están de su parte.

Sin embargo, habría que revisar cuál es la política que Panamá tiene en relación a su riqueza ecológica. Debe decirse con claridad: fue el Estado el que promovió este negocio que, una vez ponga en marcha sus podadoras, acabará con esta maravilla. Los ecosistemas sufrirán transformaciones irreversibles y todo esto acabará siendo un recuerdo viejo, un escándalo marchito, peor que eso: leña.

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