La crisis mundial del agua
Adjuntamos íntegro para dominio público en formato pdf el Informe Mundial sobre el Agua, aguas para todos, aguas para la vida, cuyo resumen presentamos a continuación:
La Tierra, con sus diversas y abundantes formas de vida, que incluyen a más de 6.000 millones de seres humanos, se enfrenta en este comienzo del siglo veintiuno con una grave crisis del agua. Todas las señales parecen indicar que la crisis se está empeorando y que continuará haciéndolo, a no ser que se emprenda una acción correctiva. Se trata de una crisis de gestión de los recursos hídricos, esencialmente causada por la utilización de métodos inadecuados. La verdadera tragedia de esta crisis, sin embargo, es su efecto sobre la vida cotidiana de las poblaciones pobres, que sufren el peso de las enfermedades relacionadas con el agua, viviendo en entornos degradados y a menudo peligrosos, luchando por conseguir una educación para sus hijos, por ganarse la vida y por solventar a sus necesidades básicas de alimentación. La crisis pesa asimismo sobre el entorno natural, que cruje bajo la montaña de desechos que se vierten a diario y por el exceso de uso o uso indebido que de él se hace, con aparente desinterés por las consecuencias y por las generaciones venideras. En realidad, se trata fundamentalmente de un problema de actitud y de comportamiento, problemas en su mayoría identificables (aunque no todos) y localizables.
Actualmente poseemos los conocimientos y la pericia necesarios para abordarlos y hemos elaborado excelentes herramientas conceptuales, tales como la equidad y la noción de sustentabilidad. Sin embargo, la inercia de los líderes y la ausencia de una conciencia clara sobre la magnitud problema por parte de la población mundial (en muchos casos no suficientemente autónoma para reaccionar), resultan en un vacío de medidas correctivas oportunas y necesarias y en una incapacidad para infundir a los conceptos de trabajo una resonancia más concreta. El estado de pobreza de un amplio porcentaje de la población mundial es a la vez un síntoma y una causa de la crisis del agua. El hecho de facilitar a los pobres un mejor acceso a un agua mejor gestionada puede contribuir a la erradicación de la pobreza, tal como lo muestra el Informe de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo de los RecursosHídricos en el Mundo [The World Water Development Report (WWDR)]. Al mismo tiempo, una mejor gestión nos permitirá hacer frente a la creciente escasez de agua per cápita en muchas partes del mundo en desarrollo.
Resolver la crisis del agua es, sin embargo, sólo uno de los diversos desafíos con los que la humanidad se enfrenta en este tercer milenio y ha de considerarse en este contexto. La crisis del agua debe situarse en una perspectiva más amplia de solución de problemas y de resolución de conflictos. Tal como lo ha indicado la Comisión sobre el Desarrollo Sostenible [Commission for Sustainable Development (CSD)] en 2002:«Erradicar la pobreza, cambiar lospatrones de producción y consumoinsostenibles y proteger y administrarlos recursos naturales del desarrollosocial y económico constituyen losobjetivos primordiales y la exigenciaesencial de un desarrollo sostenible.»
Aún así, de todas las crisis, ya sean de orden social o relativas a los recursos naturales con las que nos enfrentamos los seres humanos, la crisis del agua es la que se encuentra en el corazón mismo de nuestra supervivencia y la de nuestro planeta. Este primer Informe sobre el Desarrollo de losRecursos Hídricos en el Mundo (WWDR) es una iniciativaconjunta de 23 agencias de las Naciones Unidas y constituye uno de los pilares del nuevo Programa Mundial de Evaluación de los Recursos Hídricos [World Water Assessment Programme (WWAP)], establecido en el año 2000 y cuya secretaría se encuentra en la sede de París de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, laCiencia y la Cultura (UNESCO). El Informe se compone de seis secciones principales: antecedentes, evaluación de los recursos hídricos a nivel mundial, examen de las necesidades, usos y demanda de agua («Desafíos frente a la vida y al bienestar»), estudio minucioso de la gestión del agua («Desafíos en el ámbito de la gestión»), siete estudios de casos representativos que ponen de relieve diferentes situaciones tipo, así como conclusiones y anexos.Las dos secciones de «desafíos» están basadas en los siete retos identificados en el 2º Foro Mundial del Agua, que tuvo lugar en el 2000, más otros cuatro identificados durante la preparación del Informe. Se incluye también una nutrida documentación con datos reveladores por países en cifras, cuadros y mapas, y recuadros que consignan algunas de las principales lecciones aprendidas. El presente Resumen del Informe cubre los puntos clave del mismo. Para conocer la síntesis detallada, las conclusiones y las recomendaciones, los lectores deben remitirse a las lecciones pertinentes.
Las etapasimportantes
En los últimos veinticinco años se han organizado varias grandes conferencias mundiales, algunas de ellas sobre el agua. La serie continúa en 2003 con el tercer Foro Mundial del Agua (en Japón) y con el Año Internacional del Agua Dulce. Estas conferencias, las preparaciones que las precedieron y los debates subsiguientes han modificado nuestra percepción de la crisis del agua y ampliado nuestra comprensión de las respuestas necesarias. La conferencia de Mar del Plata de 1977 marcó el comienzo de una serie de actividades globales en torno al agua. Entre ellas, el Decenio Internacional de Agua Potable y Saneamiento (1981-1990) aportó una ampliación substancial del suministro de servicios básicos para las poblaciones pobres. Estas experiencias nos han mostrado, por comparación, la magnitud de la tarea a realizar, a saber, la necesidad de efectuar una enorme expansión en el suministro básico de agua y de servicios sanitarios para cubrir los requisitos actuales y los del futuro próximo. La Conferencia Internacional sobre el Agua y el Medio Ambiente de Dublín, en 1992, estableció cuatro Principios, que siguen siendo válidos (Principio N.° 1, «El agua dulce es un recurso finito y vulnerable, esencial para sostener la vida, el desarrollo y el medio ambiente»; Principio N.° 2, «El aprovechamiento y la gestión del agua debe inspirarse en un planteamiento basado en la participación de los usuarios, los planificadores y los responsables de las decisiones a todos los niveles»; Principio N.° 3, «La mujer desempeña un papel fundamental en el abastecimiento, la gestión y la protección del agua»; Principio N.° 4, «El agua tiene un valor económico en todos sus diversos usos en competencia a los que se destina y debería reconocérsele como un bien económico»). La Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo (CNUMAD) de 1992 permitió la adopción de la Agenda 21 que, con sus siete propuestas de acción en el ámbito del agua dulce, contribuyó a movilizar a las poblaciones en favor del cambio y favoreció la todavía lenta evolución de las prácticas de gestión del agua.
Ambas conferencias fueron pioneras en el sentido que colocaron el agua en el centro del debate sobre el desarrollo sostenible. El 2.º Foro Mundial del Agua de la Haya en el año 2000 y la Conferencia Internacional sobre el Agua Dulce de Bonn en el 2001 continuaron este proceso. En cada una de estas reuniones se establecieron metas para mejorar la gestión del agua, muy pocas de las cuales se han cumplido. Entre todos los objetivos que las distintas instancias internacionales han establecido en los últimos años, las Metas de Desarrollo del Milenio para el 2015, adoptadas por la Cumbre de las Naciones Unidas del año 2000, siguen siendo los más influyentes.
Entre ellas, las siguientes son las más pertinentes en relación con la problemática del agua: 1. reducir a la mitad la proporción depersonas que viven con menos de 1dólar al día;
2. reducir a la mitad la proporción depersonas que padece de hambre; 3. reducir a la mitad la proporción depersonas sin acceso al agua potable;
4. proporcionar a todos los niños yniñas por igual los medios para quepuedan concluir un ciclo completode educación primaria; 5. reducir la mortalidad materna en un75% y en dos tercios la mortalidad deniños menores de cinco años;
6. detener la propagación delVIH/SIDA, la malaria y otrasenfermedades principales ycomenzar a invertir la tendencia; 7. proporcionar especial ayuda a losniños que hayan quedado huérfanosa consecuencia de VIH/SIDA.
Todas estas necesidades han de cubrirse al mismo tiempo que se protege el medio ambiente de una degradación adicional. Las Naciones Unidas reconocieron que estos objetivos, que se centran en la pobreza, la educación y la salud, no pueden lograrse sin un acceso equitativo y suficiente a los recursos, los más fundamentales de los cuales son el agua y la energía. La Declaración Ministerial de La Haya de marzo del año 2000 aprobó siete desafíos como base de la acción futura y que fueron también adoptados por el Informe (WWDR) como criterios de seguimiento para controlar el progreso realizado:
1. Cubrir las necesidades humanasbásicas -asegurar el acceso al aguay a servicios de saneamiento encalidad y cantidad suficientes; 2. Asegurar el suministro de alimentos-sobre todo para las poblacionespobres y vulnerables, mediante unuso más eficaz del agua.
3. Proteger los ecosistemas-asegurando su integridad a travésde una gestión sostenible de losrecursos hídricos. 4. Compartir los recursos hídricos-promoviendo la cooperaciónpacífica entre diferentes usos delagua y entre Estados, a través deenfoques tales como la gestiónsostenible de la cuenca de un río.
5. Administrar los riesgos -ofrecerseguridad ante una serie de riesgosrelacionados con el agua. 6. Valorar el agua -identificar yevaluar los diferentes valores delagua (económicos, sociales,ambientales y culturales) e intentarfijar su precio para recuperar loscostos de suministro del servicioteniendo en cuenta la equidad y lasnecesidades de las poblacionespobres y vulnerables.
7. Administrar el agua de maneraresponsable, implicando a todos lossectores de la sociedad en elproceso de decisión y atendiendo alos intereses de todas las partes.Los cuatro desafíos adicionales que se adoptaron para ampliar el alcance del análisis son: 8. El agua y la industria -promover unaindustria más limpia y respetuosade la calidad del agua y de lasnecesidades de otros usuarios.
9. El agua y la energía -evaluar elpapel fundamental del agua en laproducción de energía paraatender las crecientes demandasenergéticas. 10. Mejorar los conocimientos básicos-de forma que la información y elconocimiento sobre el agua seanmás accesibles para todos.
11. El agua y las ciudades -tener encuenta las necesidades específicasde un mundo cada vez másurbanizado. Estos once desafíos son los que estructuran el Informe.
Este material fue transcrito por el Centro de Estudios de Recursos Bióticos, de la Universidad de Panamá, para dominio público y difusión.
Burica Press agradece el esfuerzo en hacernos llegar esta información.
Burica Press, 22 de marzo de 2007
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