Su glositas los delatan (por lo menos a los glosistas y sus asesores):
DELFINARIO
Con tantos temas humanos que hay en Panamá, el jueves activistas que defienden a los delfines cerraron parcialmente la Calle 50. Esa cantidad de gente no protestó por los muertos del bus del 23 de octubre, ni por las víctimas del envenenamiento por las medicinas de la Caja de Seguro Social.
Fuente: La Estrella de Panamá, 31 de marzo de 2007.
PROTESTA «YEYE».
El observador callejero, me asegura que la protesta del jueves en contra de los delfinarios, tenía fuerte patrocinio, que incluía camisetas, afiches y calcomanías. El chusco afirma que a varios de los que estaban en la Calle 50 los han visto en Sea World y en otros sicuarios viendo a los delfines cautivos, pero en USA. ¡PLOP!
Fuente: El Panamá América, 31 de marzo de 2007.
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Justamente esos absurdos argumentos los mencionan los relacionistas públicos y los periodistas PGP* de Ocean Embassy. Hasta sabemos que un documento técnico sobre excepciones de captura de mamíferos marinos fue confeccionado en el ordenador de un conocido telecomentarista!
Ya quisieran ver a los ambientalistas en todas las protestas para entonces DESCALIFICARLOS, por protestar por todo! Sin temor a equivocarnos, si existe un grupo social solidario y anuente a resolver problemas para el beneficio de todos, son los ambientalistas.
Como ven, cuando hay bille de por medio, no hay forma de quedar bien. Lo importante es que lo que hacen estos ciudadanos demuestra civilidad y nobleza envidiable y quedan bien con el país que es de todos.
Los delfinarios son los circos romanos de nuestra época y eso es incivilidad manifiesta.
En buena hora un grupo de panameños ha dicho basta de abusos y corrupción y le están diciendo con firmeza a los explotadores de delfines y a los funcionarios corruptos gastos pagos: no a la captura y cautiverio de estos gráciles animales.
Sus glosas reflejan que no estuvieron en el magnífico acto cívico y si fueron fue de mala fé.
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