Sociología y calentamiento global

Aspectos sociológicos del Calentamiento Global

Marco A. Gandásegui, hijo  El mundo se encuentra actualmente inmersa en una lucha en que está en juego la sobrevivencia de la humanidad. Esta lucha se ha enardecido en los últimos años debido a la agudización de la contradicción entre la organización social de la producción y la capacidad reproductora de la naturaleza. Cada año que pasa  esta organización social – el capitalismo – extiende su brazo destructor a sectores cada vez más amplios del planeta. 

La teoría de la economía política plantea que la contradicción entre sociedad y naturaleza es el resultado del crecimiento geométrico de la población cuyas necesidades no pueden ser satisfechas por el crecimiento mucho más lento de las riquezas que ofrece la naturaleza.  La crítica a la economía política demostró que esta teoría estaba equivocada. En su lugar, la crítica a la economía política presentó una teoría capaz de demostrar que la verdadera contradicción era entre  el  capitalismo y la naturaleza. Además, explicó cual era la naturaleza de la contradicción entre el capitalismo y el trabajo. 

La contradicción no es entre consumidores y naturaleza. La contradicción tampoco es – mucho menos – entre población y naturaleza. La contradicción es entre capitalismo y naturaleza.  El capitalismo es un sistema orientado a crear excedentes o ganancias que son acaparados por un sector muy pequeño de capitalistas. Técnicamente, el capitalismo sólo necesita dos elementos para producir ganancias: Por un lado, trabajadores.Por el otro lado, naturaleza. 

A los trabajadores el capitalismo los explota. Esto quiere decir que el capitalista le paga a un trabajador un salario (lo que necesita para satisfacer sus necesidades inmediatas) y se queda con el resto de la riqueza que produce (la plusvalía, el excedente o la ganancia). En el caso de la naturaleza, el capitalismo se apropia de ella sin devolverle algo en cambio. La forma de organización social capitalista le arranca a la tierra sus bosques, acaba con los ríos, vacía los océanos y destruye la atmósfera. A cambio no le devuelve recurso alguno. 

Las arremetidas del capitalismo agotan lentamente la fuerza de trabajo. En el caso de la naturaleza, en los últimos años su destrucción tiende a acelerarse y cada día es más obvia. ¿Porqué se agudizó en los últimos años la crisis ambiental? La respuesta se refiere a lo antes explicado:En primer lugar, los trabajadores se han organizado y han logrado incrementar su ingreso a costilla de las ganancias de los capitalistas. Para suplir esa pérdida, el capitalista impone dos soluciones. Por un lado, incrementa su apropiación de la naturaleza introduciendo tecnologías más eficaces para saquear las riquezas planetarias. Por el otro, “flexibiliza” la fuerza de trabajo reduciendo la participación de los salarios en la distribución de las riquezas. 

Hace apenas varias décadas, los gobiernos capitalistas creían que la fuente de trabajadores era inagotable e, igualmente, la naturaleza era infinita. Los capitalistas creían que siempre habría un fondo disponible de trabajadores para ser explotados. Igualmente, pensaban que las riquezas que ofrecía la naturaleza nunca se agotarían.  En la actualidad, se sabe que estas fórmulas de los ideólogos capitalistas son falsas. Carecen de sustento. La fuerza de trabajo para surtir el mercado capitalista tiene un límite. De igual manera, la apropiación de la naturaleza por parte del capitalismo también tiene sus límites.  

En el caso de la naturaleza, la existencia de la tierra, de las aguas y del aire están siendo objeto de un reto agonizante por parte del capitalismo. Las tierras y las aguas parecen encontrarse en su límite. Todo indica que la apropiación indebida del aire ya superó el límite.  La destrucción del aire por el sistema de apropiación capitalista tiene dos indicadores muy claros:Por un lado, la destrucción de la capa de ozono.Por el otro lado, el recalentamiento climático.   Veamos esta destrucción punto por punto, tanto a escala global como en Panamá. A escala global se le puede dar seguimiento a tres elementos objeto de destrucción sistemática por el sistema de apropiación vigente. 

  1. La depredación de los recursos terrestres. Un buen indicador es la desaparición de los bosques en el hemisferio norte. Sólo quedan algunas áreas boscosas en Siberia (Rusia) y China.
  2. La contaminación de los océanos. Un buen indicador es la desaparición de los arrecifes.
  3.  La contaminación del aire. La contaminación se puede medir siguiendo las emisiones sin control de las industrias, de los vehículos motorizados y de las residencias. Un buen indicador es el calentamiento del clima y el deshielo del Artico.

En el caso de Panamá la situación es igualmente peligrosa.

  1. La disminución de la cubierta boscosa del territorio nacional ha disminuido rapidamente desde principios del siglo XX. En 1900 el 95% del territorio estaba cubierto por bosques. En 1950 era el 75%. En 2000 sólo el 40 por ciento del territorio estaba cubierto por bosques. A este ritmo en 2040 no habrán bosques en el país.
  2. La contaminación de los ríos de la ciudad de Panamá es un fenómeno galopante. En 1900 no existían ríos contaminados. En 1975 el 40% de las aguas de los ríos estaba contaminada. En 2005 el 80% por ciento de las aguas de los ríos está contaminado.
  3. En el caso del aire, en 1950 no existían puntos críticos en la ciudad de Panamá. En 1975 apareció un punto crítico. En 2000 ya existían 5 puntos críticos en la Capital caracterizados por niveles de contaminación del aire peligrosos para la vida humana.

 ————-

Feria Ambiental – Popular

Mercado y Calentamiento Global en panamá

Paraninfo Universitario, Universidad de Panamá

Sábado, 21 de abril de 2007

Una luz por los delfines de Panamá

Una Luz por los delfines

Llégate a vigilia, por la lucha contra la captura y cautiverio de delfines en Panamá,

Día: Viernes 27 de abril de 2007

Hora: iniciará a las 5: 30 p.m.

Lugar: en la Plaza Catedral,

Lleva camiseta azul, vela…a tus amigos, primos, hijos a todos,

Te esperamos


Grupo Activista Ambiental

———————————————–

El asalto a las riberas del Río Matasnillo en la ciudad de Panamá

“Yo no fui, fue…”

Como en los juegos infantiles de niñas, las autoridades evaden responsabilidad alguna por la toma de las riberas del Matasnillo. Aunque no se trate de una toma militar como la de los antiguos piratas que incursionaban contra la vieja ciudad de Panamá (ya que en la llanura del Matasnillo, efectivamente, se peleó por la defensa de la ciudad), sí se trata de otra toma, y con piratas modernos.

El MIVI culpa al MOP, el MOP no dice nada. La ANAM reconoce su deber de vigilar porque los ríos conserven la calidad del agua, que no sean contaminados y evitar daños ecológicos.

Y bien, ¿no está contaminado? ¿Se vigila? ¿No se sigue abusando? ¿Sus servidumbres no están ocupadas? ¿Dependen de una denuncia ciudadana para actuar en defensa de un bien público a simple vista lesionado? ¿No son evidentes las fotografías?

El Matasnillo no solo es víctima de una sociedad sin cultura urbana, sino también de autoridades que no tienen el mínimo aprecio por la conservación, porque no ven en el cuidado del am-biente ganancia política.

Editorial de La Estrella de Panamá, 23 de abril de 2007.

En la especulación enérgetica se preveen generadoras poco eficientes

Generadoras de baja

AMPLIAR

Pronostican apagones.

Ivis Leonardo Franco C.
El Panamá América, 23 de abril de 2007

OTRO GOLPE energético es lo que se avecina, aseguran expertos del sector eléctrico.

Luciano De Gracia, secretario de organización y fiscalización del Sindicato de Trabajadores de la Industria Eléctrica y Similares de la República de Panamá (SITIESPA), advirtió que una serie de apagones podrían registrarse con la instalación de las nuevas generadoras, ya que todo indica que serán de baja eficiencia.

Para Mónica Guillén, delegada de la Defensoría del Pueblo para los Servicios Públicos Privatizados, el Estado debe ejecutar lineamientos de una política energética, a fin de evitar que los panameños continuén pagando altos costos por este servicio.

La Amazonía sigue en peligro

DEFORESTACIÓN. VOCES DE ALERTA.

Amazonía sigue en peligro

Atesora cerca del 20% de las reservas de agua dulce del planeta, que también están bajo amenaza.

EFE

AMENAZA. La destrucción de la selva también amenaza a las tribus indígenas.

BRASILIA, Brasil/EFE

Pese a que Brasil ha reducido en un 50% el ritmo de deforestación en la Amazonía, el mayor pulmón verde del planeta continúa amenazado y algunas voces alertan de que la mitad de sus bosques podrían desaparecer para el año 2050.

Según las últimas estimaciones, los casi siete millones de kilómetros cuadrados que abarca la exuberante Amazonía concentran el 60% de todas las formas de vida del planeta.

En ese área viven 60 mil especies de plantas superiores, 2.5 millones de especies de insectos, 2 mil especies de peces, 950 especies de aves y 200 de mamíferos.

También atesora cerca del 20% de las reservas de agua dulce del planeta, que también están bajo amenaza y que, según informes de las Naciones Unidas, hasta podrían ser objeto de guerras al final de este siglo.

Asimismo, amenazadas también están la cultura y los milenarios secretos medicinales de cientos de tribus indígenas originarias de esa zona.

En los últimos cuatro años, gracias a medidas reguladoras, en Brasil se ha reducido el ritmo de la deforestación en un 52%, aunque ello no ha impedido la desaparición de 26 mil 130 kilómetros cuadrados entre 2003 y 2004, según datos oficiales.

La Prensa, 23 de abril de 2007.