RICHARD O’BARRY PIDE UN ‘NO’ A LA CAZA.
‘Un solo delfín hace millonario a su dueño’
La venta de delfines es un negocio que puede dejar a su dueño hasta un millón de dólares.
LA PRENSA/Victor Arosemena |
ADVERTENCIA. O’Barry, quien fuera entrenador de Flipper, está en Panamá para alertar de los peligros de cazar estos cetáceos. |
José Arcia
jarcia@prensa.com
Richard O’Barry ganó mucho dinero en la década de 1960 entrenado a Flipper y capturando delfines, y así lo reconoce en una entrevista con este diario. Incluso, se jacta de haber sido el «más famoso» de los entrenadores de delfines y, ahora, de ser «un experto mundial en contra de la captura» de estos cetáceos».
Fueron 10 años donde O’Barry no solo conoció la fama y la fortuna, sino también el calvario que sufren esos mamíferos marinos cuando son capturados para confinarlos en acuarios. » Yo he sido testigo de esa violencia», dijo.
Sin embargo, con la muerte del legendario Flipper, O’Barry cambió su destino y se embarcó en la defensa de los delfines. Y fue precisamente esa ola la que lo trajo a Panamá para hacer conciencia sobre los peligros que éstos enfrentan cuando son capturados, así como para hacer ver al Gobierno que no hay mejor país que aquel que se declara «amigo de los delfines» adoptando normas que impidan su captura.
En este momento las autoridades panameñas analizan la posibilidad de permitir la captura de delfines, y la empresa Ocean Embassy tramita los permisos para la construcción de un acuario en San Carlos.
O’Barry no solo vino con su discurso. En su maleta carga varios DVD que comprueban cada una de sus afirmaciones sobre sus dos vidas relacionadas con los delfines: la primera como entrenador y captor; y la segunda, en la que lleva casi 40 años, a favor de la libertad de los cetáceos.
Uno de esos videos muestra un reportaje de la cadena BBC en la que habla sobre las millonarias ganancias de las empresas dedicada a los delfinarios. «Un delfín puede generar hasta un millón de dólares a su dueño», señala el reportaje.
Es un negocio redondo, considera O’Barry. Un delfín vivo se vende en 125 mil dólares y muerto, en 600 dólares.
Detrás de cada delfinario, alega O’Barry, existe una «agenda oscura de negocio» que es la de capturar delfines para venderlos a otros acuarios. Eso pasó en Islas Salomón, añade, con una empresa similar a Ocean Embassy, que capturaba delfines para venderlos en los parques marinos de México. Por suerte la ciudadanía hizo conciencia y la empresa fracasó.
Los empresarios están ahora en Panamá, porque en Estados Unidos y Costa Rica han sido rechazados.
25-4-07
Filed under: Delfines, Mamíferos, Vida Silvestre |
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