Aspectos económicos de la población de Bocas del Toro

Actividades económicas de la población de Bocas del Toro

El nivel de ingreso familiar para 50% de los hogares de la provincia de Bocas del Toro es igual o está por debajo del nivel de subsistencia; esto es igual o por debajo de B/.250.00 mensual. En términos geográficos, segregando esta información para los tres distritos de la provincia: Chiriquí Grande presenta el nivel más bajo de satisfacción de necesidades básicas seguido del distrito de Bocas del Toro en un nivel bajo mientras que Changuinola obtuvo un rango medio alto.

Bocas del Toro

Mapa de Islas de Bocas del Toro y tierra firme inmediata

Extracción de recursos del bosque

En esta provincia se aprovechan tanto recursos del bosque como recursos marinos, para propósitos de construcción de viviendas más botes y remos, alimentación, usos ornamentales/artesanales y medicinales, más propósitos comerciales. En el archipiélago, hay diferentes niveles de participación en buceo, pesca, cacería y recolección de recursos. Los manglares son generalmente aprovechados para construcción por todos los grupos culturales presentes; otras maderas son aprovechadas para leña y construcción.

Caza y pesca

En la mayoría de las familias Ngöbe hay miembros que participan en pesca, buceo y recolección de flora/fauna; muchos Afroantillanos participan en buceo, pesca y cacería mientras que los Campesinos tienen una menor participación en pesca, caza y recolección. Ciertas especies como el conejo pintado (Agouti paca), el ñeque (Dasyprocta n. s.), la iguana verde (Iguana iguana) y la tortuga verde (Chelonia mydas) están sujetas a una fuerte presión de uso por todos los grupos culturales del archipiélago. Particularmente, recursos marinos como la langosta, la tortuga carey, los pulpos y los peces están sujetos a fuerte comercialización debido no sólo a la demanda local sino también a la afluencia de visitantes en la región.

Usos agropecuarios

El uso del suelo en la provincia consiste primordialmente en uso agrícola para subsistencia y actividad bananera; cría de bovinos, porcinos y aves de corral; así como en la extracción de madera para construcción. Se estima que hay limitadas oportunidades para incrementar el uso de la tierra en la provincia ya que aquellas tierras aptas para el uso agropecuario ya han sido ocupadas y están produciendo, quedando sólo algunas pequeñas áreas en la franja costera y márgenes de algunos ríos; las oportunidades se circunscriben a una intensificación de la ganadería en las áreas aptas y a la intensificación de algunos cultivos permanentes ya existentes. Según expertos, parece evidente que las oportunidades para el desarrollo económico sostenible en la provincia no están ligadas a un mayor desarrollo agropecuario sino más bien a otros recursos naturales.

En Isla Bastimentos, donde se encuentra la mayor área terrestre del PNMIB en 1997 había 54 hectáreas dedicadas a cultivos, de ese total, dos hectáreas se encuentran dentro de los límites del Parque. En Cayo Zapatilla Mayor, la mayor parte del bosque original fue sustituido por una plantación de cocoteros y crecimientos secundarios. Aunque se espera que en el futuro no haya problemas de tala dentro de los límites del Parque, la actividad se continúa dando en el resto de Isla Bastimentos y las otras islas incluidas dentro del área en estudio. Esta situación, además de reducir la cobertura de bosque primario y deteriorar la calidad del hábitat para la flora y la fauna terrestres del Archipiélago, también aumenta la entrada de sedimentos a los arrecifes de coral y las lagunas costeras. Esto es evidente en algunos sitios como entre Punta Vieja y Cayo Coral donde las quebradas acarrean muchos sedimentos producidos en una cuenca muy deforestada. El efecto de los sedimentos se puede manifestar en la pérdida de cobertura de coral vivo y en el incremento de las poblaciones de macroalgas, especialmente Dictyota spp.

Turismo

Cabe destacar el notable crecimiento del turismo en el archipiélago, el cual ha sido impulsado con la declaración del IPAT del sector costero de Bastimentos como zona de desarrollo turístico. Indicativo de esta importancia ha sido el establecimiento del centro de información turística, CEFATI en Isla Colón.

Hace diez años atrás sólo existían 3 hoteles en el Archipiélago de Bocas del Toro. Actualmente hay más de 25 hospedajes que ofrecen diferentes niveles de comodidad a los visitantes que arriban a la región. La mayoría de estos centros se concentran en Isla Colón, sin embargo ya se han establecido algunos en Carenero e Isla Bastimentos. Incremento paralelo han sufrido los restaurantes que ofrecen toda clase de comida internacional y los centros de ventas de artesanías y artículos para turistas.

Mientras la población humana en el archipiélago fue pequeña, no se presentaron conflictos en el uso de los recursos, pero con el aumento en la población y el crecimiento del turismo, cada vez hay una mayor sobreexplotación de los recursos marinos y costeros, así como de los conflictos entre los diferentes usuarios de los recursos. Esto ha provocado que las poblaciones de algunas especies de importancia económica como el caracol, la langosta, el pulpo y varias especies de peces hayan sido sobrexplotadas a tal nivel que su explotación ya no es sustentable. Esta situación ha afectado el ingreso económico de los pescadores, quienes cada vez consiguen menos recursos en sus áreas de pesca tradicionales, por lo que cada vez tienen que ir más lejos y más profundo para conseguir un recurso escaso.

La migración de indígenas desde los poblados de la costa al Archipiélago, asociada al crecimiento natural de la población y al aumento del turismo, ha aumentado la presión sobre los recursos pesqueros, los arrecifes de coral, las praderas de hierbas marinas, los manglares y los bosques de las islas. El crecimiento del turismo, además de acrecentar la demanda de los productos del mar, está generando cambios en la tenencia y el valor de la tierra, situación que si no se maneja en forma apropiada, puede acentuar los problemas socioeconómicos de muchos de los habitantes del Archipiélago. Los jóvenes son los más afectados, pues ya no pueden continuar dedicándose a las actividades tradicionales de sus padres y el turismo no es capaz de absorber a toda la población económicamente activa, por lo que tienen que irse como peones a las plantaciones de banano en Changuinola y Almirante o migrar a las ciudades, donde generalmente no consiguen trabajos bien remunerados.

Fuente: ANAM. 2001. Plan de Manejo de Parque Nacional Marino de Isla Bastimentos.

Aspectos sociales y culturales del Parque Marino de Bastimentos

Caracteristicas sociales y culturales del Parque Marino de Bastimentos

Historia

Al momento del contacto con los españoles, dirigidos por el Almirante Cristóbal Colón en 1502, Bocas del Toro era una región habitada por grupos Amerindios que cultivaban maíz. Los grupos indígenas presentes al momento del contacto incluían a los Guaymíes (abarca Ngöbes y Bugles), Doraces o Dorasques, los Changuenas y los Térrabas o Teribes. Otros visitantes españoles posteriores fueron Diego de Nicuesa que estuvo en la Península Valiente; Hernán Sánchez de Bajadoz que recorrió las costas bocatoreñas y Luis Arguedas que realizó un reconocimiento del Archipiélago. Pero a pesar de contar con buenos puertos naturales, la región de Bocas del Toro no atrajo a los colonizadores españoles y pasó desapercibida durante los siglos XVI, XVII y XVIII siendo parte de la provincia de Veraguas. Como los españoles no mantuvieron presencia en la región durante la época colonial se facilitó el establecimiento de colonos ingleses, aventureros y esclavos. Constantes incursiones de los indígenas Miskitos de Nicaragua en las costas de Bocas del Toro entre 1730 y 1770 provocaron la desocupación de los indígenas locales de la zona costera e insular.

Después de haber sido esta región, en varias oportunidades, agregada al Departamento de Colón y a la provincia de Chiriquí, Bocas del Toro se convierte finalmente en provincia al inicio de la República de Panamá. El área ha recibido históricamente gente que migra de otras regiones del país y otros países por un gran número de razones que se fundamentan en la búsqueda de mejores oportunidades económicas. Las principales fuentes de empleo en la región han sido las plantaciones bananeras (durante más de 100 años) y el transporte de crudo de Alaska (de 1980 en adelante); pero, en los últimos años ni la operación bananera ni la petrolera han aumentando significativamente sus contrataciones. Las plantaciones de banano se establecieron primordialmente en la porción continental de la provincia, pero algunas de las islas como Bastimentos y Solarte también fueron plantadas con bananos.

Grupos humanos

La población de la provincia de Bocas del Toro se concentra principalmente hacia el oeste de la provincia en las ciudades de Changuinola, Almirante y la ciudad de Bocas del Toro (en la Isla Colón). En la actualidad, en Changuinola se encuentran la mayoría de las oficinas de la compañía bananera, lo que le ha dado gran impulso a la economía de esta ciudad. Cuatro de los siete grupos indígenas presentes en el país ocupan territorios dentro de Bocas del Toro y miembros de las otras etnias arriban a la provincia en busca de oportunidades de empleo.

La población del archipiélago de Bocas del Toro es principalmente rural, con núcleos aislados de población, la mayoría de ellos menores de 500 habitantes. Los principales grupos culturales en el área son: mestizos de origen campesino, llamados localmente “colonos interioranos”, indígenas Ngöbe y negros de ascendencia antillana. La migración desde el istmo y entre las islas es muy intensa, especialmente motivada por la falta de oportunidades económicas en otras regiones. Dada la fuerte influencia histórica del sistema de plantación bananera en la región, durante más de 100 años, la previa ocupación por afroantillanos o afrocaribeños de ciertos lugares en el archipiélago y parte de la zona costera, se refleja en que aún se conocen muchos lugares principalmente por sus nombres en inglés.

En la Isla Bastimentos, donde se ubica el PNMIB se encuentran 5 poblados que son los de Bastimentos (Old Bank), Bahía Honda, Segunda Playa (Second Beach), Punta Vieja (Old Point). Quebrada Sal (Salt Creek). Al sur del Parque está Isla Popa, donde se encuentran otros 5 poblados, siendo estos Punta Laurel, Tigre, Buena Vista, Popa 1 y Popa 2, con habitantes principalmente de la etnia Ngöbe. Isla Solarte (Nancy), también está ocupada principalmente por pobladores Ngöbe. La mayor parte de la población negra de ascendencia afroantillana vive en Ciudad Bocas en Isla Colón, Carenero y el poblado de Bastimentos.

A continuación se presenta una breve descripción de los principales grupos culturales de la provincia de Bocas del Toro que incluyen cuatro grupos indígenas, los negros de ascendencia afroantillana o afrocaribeña y los mestizos campesinos de ascendencia latina.

Indígenas Ngöbe

Los principales asentamientos Ngöbe en Bocas del Toro se encuentran en la porción continental de la provincia en el curso superior del Río Cricamola, el valle del Río Cañas, la península de Valiente y el Valle de Riscó. A lo largo de la reciente ruta vial Almirante-Punta Peña, la población es también principalmente Ngöbe. Atraídos por los recursos marinos, en los últimos 50 años grupos emparentados de Ngöbes se han establecido en las islas del Archipiélago, especialmente en Popa, Bastimentos, San Cristóbal, Cayo Agua, Isla Tigre y Solarte. Este es el grupo autóctono más grande y de más rápido crecimiento en la región abarcando territorios en esta y otras dos provincias, ocupación territorial respaldada mediante la recientemente establecida comarca Ngöbe-Bugle (Ley N° 10 del 7 de marzo de 1997). Los pobladores de Riscó habitan en una zona limítrofe y hasta parcialmente traslapada con el BPPS mientras que la población de Quebrada Sal es limítrofe al PNMIB. Más de 123,000 Ngöbes fueron censados en 1990 en el país (ver Sinclair, 1993). La expansión Ngöbe actualmente rebasa la frontera con Costa Rica, atravesando territorios Tlorio y Bri-Bri.

Indígenas Bugle

Los Bugle o Bokota habitan actualmente en sus asentamientos tradicionales en las provincias de Bocas del Toro y Veraguas. En Bocas del Toro, están ubicados especialmente a lo largo de los tributarios del lado oeste del Río Calovébora. Un número reducido de Bugles se ubican en el distrito de Changuinola como empleados de las fincas bananeras; igualmente la presencia Bugle en el archipiélago es mínima. Tanto el lenguaje de los Ngöbe (conocido como Ngöbere) y los Bugle (conocido como Buglere) están fundamentados en el lenguaje Chibcha y también los rasgos físicos son similares entre estos dos grupos. Casi 4,000 Bugles fueron censados en el país en 1990.

Indígenas Naso-Teribe

Este grupo, también conocido como Tlorio o Térraba, vive en las márgenes del Río Teribe, cerca de la Frontera con Costa Rica. Están concentrados dentro del distrito de Changuinola en poblados como Bonyic, Druy, Flap-So y La Tigra. Los censos de 1990 documentaron la presencia de 2,194 Teribes en el país. La mayoría de los Teribes son bilingües (español y lenguaje Teribe) y han adoptado nombres españoles. Dado cierto nivel de mestizaje con otros grupos indígenas, también hay Teribes que hablan además, por ejemplo, el lenguaje Ngöbe. Los Teribes han presentado una propuesta para el establecimiento de una Comarca Naso Teribe al gobierno de Panamá; el territorio que ocupan actualmente y que han previsto para la comarca se sobrepone parcialmente con el PILA.

Indígenas Bri-bri

Estos indígenas pertenecientes al grupo de los Talamanca, viven principalmente en Costa Rica, pero unos 500 Bri-bris viven en Panamá muy cerca de la frontera entre ambos países, especialmente cerca de las márgenes del Río Yorkín. A finales de la década de los 80 los Bri-bri solicitaron propiedad colectiva de las tierras de 11 poblados de los cuales solo uno está en territorio panameño, este es: Guabo de Yorkín.

Negros de Ascendencia Afroantillana

Gordon (1982) define a este grupo como negros de religiones protestantes con apellidos Británicos cuya lengua materna es el inglés o “wari-wari” que es un dialecto local con elementos del inglés, español, francés y Ngöbere. Las generaciones más jóvenes de Afroantillanos han estado aprendiendo más español en las escuelas locales. Hay cierto nivel de mestizaje de los pobladores de Ascendencia Afroantillana con diferentes grupos Amerindios de Bocas del Toro. Han estado presentes en la provincia durante más de cien años y los lugares de origen de sus ancestros incluyen la Islas de San Andrés y Providencia en Colombia así como Jamaica y Barbados. Aunque arribaron a la provincia en busca de empleo y con propósitos de permanecer en la región temporalmente, luego de habitar durante varias generaciones en esta zona se han identificado con la misma como suya y se consideran ‘creoles’ o criollos Afroantillanos. En años recientes la presencia Afroantillana ha disminuido significativamente en la zona costera continental de la provincia; esta cultura sigue viva, sin embargo, en ciudad Bocas del Toro y el poblado de Bastimentos.

Mestizos Campesinos de Ascendencia Latina

Este grupo cultural abarca a los ‘criollos’ definidos como los descendientes de familias españolas residentes en la región desde la época en que Panamá era un Departamento de Colombia. También este grupo incluye a inmigrantes más recientes (de 1 a 35 años) a la provincia provenientes principalmente de Chiriquí, Los Santos, Herrera, Veraguas y Coclé. Cabe aclarar que el término mestizo se aplica aquí en sentido amplio para abarcar todas las variedades y proporciones de mezcla racial, sin considerar la medida en cualquiera de estos elementos aparente dominar en un individuo. El término campesino por su parte se refiere a gente rural de ascendencia latina que hablan español y son mayoritariamente católicos. Muchos campesinos han arribado al área por las oportunidades de trabajo en las bananeras y otros siguieron el proyecto de ‘Conquista del Atlántico’ que el gobierno de Omar Torrijos promovió a principios de la década de 1970. Este grupo cultural está ubicado tanto en la parte continental como en el archipiélago.

Demografía y distribución espacial

La población de la provincia de Bocas del Toro representaba, en 1990, sólo 4% de la población total del país, sin embargo, cerca de 60% de esta población se concentraba geográficamente en un sector: el distrito de Changuinola.

La población provincial experimentó un acelerado aumento entre 1980 y 1990 representando un crecimiento anual promedio de 6%. Ese rápido crecimiento se concentró en el distrito de Chiriquí Grande donde el incremento fue cerca de 90%. Recientemente, Rambala y Punta Peña –sobre la carretera Gualaca-Chiriquí Grande y dentro del distrito de Chiriquí Grande– han estado aumentando su población y se están expandiendo de tal manera que los límites entre estos dos poblados están cada vez más cercanos. En el archipiélago, la ciudad de Bocas del Toro –capital provincial– en Isla Colón, más los poblados de Bastimento y Carenero representan los principales sitios poblados.

Tenencia de la Tierra

Existe una variedad de formas de propiedad de la tierra en la provincia: hay tierras con título de propiedad, arrendadas, arrendadas para explotación, con derechos posesorios, ocupadas sin ningún documento de apoyo, tierras comunales y territorios colectivos. Según el Atlas Nacional el porcentaje de tierras ocupadas con título de propiedad es muy bajo, aproximadamente 10%; sin embargo, con el proceso de construcción de la Carretera Almirante-Punta Peña esta condición debe haber variado significativamente.

En particular en el caso de la Isla Bastimentos, no se cuenta con un estudio de tenencia. Sin embargo, existe una variedad de formas de propiedad de la tierra en esta isla consiste en: títulos de propiedad, derechos posesorios, tierras nacionales sin ocupar y el terreno del PNMIB. Los dos únicos títulos de propiedad confirmados en la isla Bastimentos abarcan unas 360 ha.

De acuerdo a los artículos IV y VI de la Resolución de Junta Directiva 022-88, que crea el área protegida, los terrenos del PNMIB son inadjudicables y los ocupantes existentes al momento de establecerse el parque deben ajustarse al régimen de uso de la tierra que establezca ANAM. Sin embargo, la realidad es que hay moradores locales y de otras islas que cuentan con parcelas sembradas principalmente con maíz, guineos y arroz dentro de las márgenes del PNMIB. Adicionalmente, hay algún ganado vacuno y porcino dentro de la unidad de conservación en terrenos con y sin derecho posesorio. En la actualidad se estima que los ocupantes en el PNMIB ascienden a unas 16 familias. En particular en los Cayos Zapatilla, existe un conflicto de uso de los cocotales, los cuales son reclamados por tres familias indígenas que ocupan la zona estacionalmente (ver Tovar, 1998).

El tratamiento de la tenencia de la tierra es un problema urgente y complejo que está siendo agravado por el turismo no regulado y que requiere de trabajo coordinado entre la ANAM y la Reforma Agraria del MIDA para generar un registro actualizado de todas las personas con derechos de propiedad sean estos títulos o derechos posesorios. En el caso de sobreposición de territorios, entonces se debe ventilar y solucionar el conflicto entre los afectados. Un programa reciente cuyos técnicos pueden ofrecer insumos en cuanto a procedimientos, métodos y técnicas aplicables es el Programa Nacional de Administración de Tierras (PRONAT).

Servicios Básicos e Infraestructura

Fuera de los principales centros de población, los servicios básicos no son ampliamente accesibles en la provincia de Bocas del Toro. En 1990, poco más de 60% de la población de la provincia contaba con agua potable; el resto de la población se abastecía de agua utilizando fuentes superficiales o subterráneas. Menos de 60% de la población en 1990 tenía acceso a alumbrado eléctrico.

El acceso a los servicios de salud es muy limitado: se cuenta con dos hospitales, uno en Changuinola y otro en Isla Colón, más dos centros de salud y cuatro puestos de salud. Giras médicas esporádicas procuran alcanzar al resto de la población. En cuanto a servicios educativos, la situación general es bastante precaria; la mayoría de las aulas disponibles para educación primaria han sido construidas por esfuerzos de los moradores locales quienes seguidamente solicitan al Ministerio de Educación la asignación de docentes multigrados.

La principal forma de transporte dentro de la región es por vía acuática empleando taxis acuáticos, botes con motores fuera de borda o con remos, sistema que se apoya en una variedad de puertos, muelles y sitios menores para apear estas embarcaciones. Sin embargo, la incipiente red vial de 234 km en 1995, se ha visto reforzada con la construcción y puesta en operación de la carretera Almirante-Punta Peña en el período 1997-1999 lo que incrementa en 68 km o casi 30% la red. En el archipiélago, exceptuando los pocos caminos de Isla Colón, la transportación es exclusivamente acuática.

Referencia: ANAM. 2001. Plan de Manejo del Parque Nacional Marino Isla de Bastimentos.

Edición para dominio público: Centro de Estudios de Recursos Bióticos, Universidad de Panamá.

Versión completa de esta información en la biblioteca de la ANAM en Albrook.

Escaramuzas por delfinario

IRREGULARIDAD. LA EMPRESA OCEAN EMBASSY SOLICITA CAPTURA DE DELFINES.

Sorpresiva reunión en San Carlos

La junta del Corredor Marino fue convocada con un día de anticipación y el reglamento establece 10 días.

Gabriela Etchelecu, vocera de la sociedad civil, cuestiona la convocatoria y alega que es ‘totalmente ilegal’.

José Arcia
jarcia@prensa.com

El delfinario sigue generando reacciones. Representantes del Corredor Marino mostraron ayer su sorpresa por la invitación –con un solo día de anticipación– para discutir hoy en el Municipio de San Carlos la petición de Ocean Embassy para capturar delfines.

Esto, a pesar de que el reglamento interno del comité directivo del Corredor Marino de Panamá establece que la convocatoria a las reuniones se harán por escrito, con 10 días hábiles de antelación a la fecha de la cita.

Gabriela Etchelecu, representante de la sociedad civil ante el Comité del Corredor Marino, acusó ayer a la Autoridad de los Recursos Acuáticos de Panamá (Arap), presidida por Richard Pretto, de querer «aprobar ese documento a tambor batiente y hasta incumpliendo las normas del comité».

Pretto dijo que se trata de una reunión extraordinaria solo para conocer el protocolo de captura y para recibir las recomendaciones de los comisionados. «No se prevé que se adopte o que se apruebe el proyecto de Ocean Embassy», explicó.

Etchelecu también cuestionó que la solicitud de la empresa haya sido entregada en sus oficinas este martes con fecha del lunes 7 de mayo. «Es imposible que en tres días se pueda hacer un análisis serio y justo de una documentación de 114 páginas», dijo Etchelecu.

La convocatoria a la reunión la realizó Alexis Soto, representante de la Asociación de Productores, Procesadores y Exportadores de Productos del Mar ante el comité, mediante un correo electrónico, cuando el reglamento establece que debe ser convocada por el presidente, en este caso Pretto, o por solicitud de tres comisionados.

La Prensa, 10 de mayo de 2007

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El señor Richard Pretto está haciendo muchas irregularidades obvias, que indican conflicto de intereses para permitir de todas maneras el delfinario.

Ocean Embassy está engañando a los panameños

DELFINARIO.

Los números sencillamente no cuadran

Álvaro González Clare

La controversia que existe en la opinión pública sobre la instalación de un delfinario en Chame por Ocean Embassy (O.E.) y la política permisiva de ARAP para la captura, manejo y exportación de mamíferos marinos, tiene detractores que argumentan diariamente a través de todos los medios con el propósito de lograr que la fuerza de la masa crítica de los ciudadanos en contra de los delfinarios obligue a las autoridades a cambiar lo aprobado.

Estimo que en gran medida la razón del porqué no se logra el nivel de convencimiento crítico, es debido al peso del argumento económico que presenta O.E. A través de los medios hemos conocido que la inversión que están proponiendo es del orden de 400 millones de dólares, supuestamente generando miles de puestos de trabajo. En contra, la fuerza de los argumentos que sustentan los detractores de O.E. es humanitaria, ambientalista y esencialmente emocional, basada en el respeto por la vida y libertad de los maravillosos mamíferos marinos identificados por el inteligente Flipper. Es verdaderamente trágico que los argumentos económicos sean más importantes que los éticos y morales, por lo que resulta que la lucha en los medios de opinión entre estas dos fuerzas es disímil y dispar.

Indistintamentem si O.E. usó otra razón social para incursionar en Haití, Honduras o Guatemala, o si fue otra empresa la que intentó instalar delfinarios, es evidente que el peso gravitatorio que genera la parte económica con la supuesta inversión multimillonaria, no parece haber tenido parangón en esos países con niveles de desarrollo más bajos que Panamá. Esto me hace pensar que la propuesta económica para instalar delfinarios no es convincente y que las posturas que adoptaron las comunidades en esos países sobre la captura, cautiverio y exportación de delfines, logró una alta valoración ética y moral durante el debate público que sostuvieron en su momento, logrando la masa crítica necesaria para que las autoridades competentes no aprobaran la instalación de los delfinarios. Los panameños debemos conocer más sobre estos casos e imitar las acciones y estrategias que se utilizaron en esos países para comprometer a las autoridades y hacer prevalecer la conservación del patrimonio natural sobre los intereses económicos y el sentimiento humanitario y compasivo sobre la explotación y mortandad de los delfines, únicamente para la recreación de los seres humanos.

Para cualquier inversionista es una regla de oro que una inversión para ser rentable debe tener una utilidad neta de 20% mínimo anual sobre el capital invertido. Esto indica que O.E. debe tener una ganancia anual de 80 millones de dólares netos, o sea, el equivalente a $220,000 neta diaria. ¿Cómo va a producir esta utilidad? ¿ Cuánto va a cobrar por entrada al delfinario? ¿Cuántas personas deben visitarlo al día para generar la utilidad neta? Para atender la visita de un millón de turistas al año (además de los panameños), como nos hacen creer con la publicidad en las páginas pagadas en los medios escritos, es necesario que el delfinario atienda a 2,739 extranjeros (equivalente a 21 vuelos de COPA al día), más 260 panameños (asumidos), para redondear 3 mil visitas diarias. Esta cifra está totalmente fuera de contexto porque Panamá no tiene ni tendrá a corto plazo una infraestructura turística que pueda soportar eficientemente semejante movimiento turístico diario. Aun si esto fuera posible, 3 mil visitas a un precio de entrada de $50 promedio (cifra que está fuera de toda posibilidad para más del 75% de los panameños) apenas lograrían una recaudación de $150,000 bruta diaria. Los números sencillamente no cuadran, aunque le adicionen los ingresos hoteleros y hay gato encerrado en la propuesta económica de O.E. como lo han manifestado previamente otros articulistas.

Es evidente que O.E. está engañando a los panameños. Nos han escogido como cuarto plato, porque nos consideran los mejores incautos, y porque reconocieron que nuestros gobernantes son más codiciosos.

 

El autor es arquitecto

La Prensa, 10 de mayo de 2007