Peligros en proyecto de ley de aguas

Comité de usuarios, advierte de peligros en proyecto de la Anam de recursos hídricos

Alexis Charris Palacios
acharris@estrelladepanama.com

Lo que para los usuarios de los servicios públicos es la “privatización” de las fuentes de agua, para la Autoridad Nacional del Ambiente (Anam) es una fórmula para “garantizar” la disponibilidad de los recursos para el consumo humano. Esas son las dos caras del proyecto de ley, que es el “marco regulatorio para la gestión integrada de los recursos hídricos”.
El proyecto establece que “la concesión de uso de aguas es un acto administrativo a favor del solicitante, mediante el cual se le garantiza el derecho al uso con carácter transitorio o permanente…”. Las aguas que se pueden dar en concesión son las llamadas “superficiales”, es decir aquellas que se encuentran circulando o en reposo sobre la superficie de la tierra, como ríos, lagos, lagunas, pantanos, charcas, humedales, y otros similares, sean naturales o artificiales.

R�o Caldera, aguas que no has de beber dejalas correr
Entre las facultades que el proyecto otorga a la Anam está el de planificar todo lo relativo a la “apropiación” de las aguas y otorgar las “concesiones” y “permisos para el uso” de este recurso.
Un boletín oficial de la Anam sostiene que esa entidad propone el proyecto porque tiene la obligación de que haya agua para la población, la producción y generación de energía.
Para la Anam, es necesario hacer una adecuación de la legislación en concordancia con la Política Nacional de Recursos Hídricos.
Pero para la organización Consumo Ético, el proyecto no es más que la entrega de las fuentes de agua a manos privadas y en consecuencia una afectación a “la vida de los ciudadanos”.
Yakarta Ríos, presidenta del comité, dice que el proyecto desde su génesis está politizado.
La asociación encuentra en su argumento en el artículo 2 del proyecto de ley, que establece la posibilidad de que los recursos hídricos, puedan estar en manos de particulares.

Anam evita el tema

En la Anam no se dieron muchos detalles sobre el tema de este anteproyecto que se encuentra ya en la Asamblea Nacional, esperando ser discutido en primer debate.
La ingeniera Hilda de Candanedo, directora de Recursos Hídricos de la Anam, se limitó a explicar que esta facultad pasa del Ministerio de Desarrollo Agropecuario a la Anam donde se está tratando el recurso, no sólo como un bien del sector agropecuario, sino del sector salud, “llámese agua potable o el sector energético”.

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Proyecto de Ley de Aguas en la República de Panamá

Biocombustible o reforestación

Biocombustibles o reforestación

Se consideran biocombustibles, al biodiésel, bioetanol y biogas, producidos a partir de materias primas de origen agropecuario, agroindustrial o desechos orgánicos.
Los biocombustibles usan la biomasa vegetal sirviendo de fuente de energía renovable para los motores empleados. Su uso, supuestamente genera una menor contaminación ambiental y se derivan de un  número plural de productos agropecuarios y forestales.
En Estados Unidos y Europa, son considerados como una alternativa viable al agotamiento ya sensible de energías fósiles, como el gas y el petróleo, donde ya se observa incremento sostenible en sus precios. Mientras que otros, los consideran una tragedia, particularmente para los países pobres, por cuanto se estarían reasignando recursos alimentarios y forestales para producir combustibles.
Reforestar es establecer vegetación arbórea en terrenos con aptitud forestal, consiste en plantar árboles donde ya no existen o quedan pocos, así como garantizar su cuidado para que se desarrollen adecuadamente. Contrariamente,  la deforestación  radica en  la eliminación de la vegetación  natural. Las causas principales de la deforestación son, entre otras: La tala inmoderada para extraer la madera,  generación de mayores extensiones de tierra para agricultura y  ganadería,  incendios, construcción de más espacios urbanos y rurales,  plagas y enfermedades de los árboles.
Las consecuencias  de la deforestación son la erosión del suelo y desestabilización de las capas freáticas, lo que a su vez provoca las inundaciones o sequías; las acciones climáticas; la reducción de la biodiversidad de las diferentes especies de plantas y animales; y el  calentamiento global de la Tierra, ya que al estar deforestados los bosques no pueden eliminar el exceso de dióxido de carbono en la atmósfera.
De allí que siendo los recursos  finitos, estamos obligados a  convertir el consumo lineal en un consumo cíclico, implementando el reciclaje, la renovación, la restauración, re-uso y recuperación.
Debemos pensar en el desarrollo sostenible de una manera integral, en todos sus aspectos: El económico, el político, el ecológico y sobre todo, debemos saber que lo más importante es la persona humana. De manera que el uso racional y sostenible de los recursos naturales a fin de conservar este nuestro hábitat global, nos obliga a plantearnos la siguiente interrogante: ¿Biocombustibles o reforestación? O si es posible establecer una relación armoniosa entre los biocombustibles, la necesidad de reforestar y el cuidado de nuestro hábitat.
Se reconoce científicamente –Renton Righelato co-autor del estudio publicado en la revista Science- que los bosques pueden absorber 9 veces más dióxido de carbono que la producción de biocombustible en la misma cantidad de tierra, que el crecimiento de la producción de biocombustibles conduce a una mayor deforestación y que la razón principal para el uso de fuentes renovables es la de mitigar las emisiones de carbono. De allí que el factor clave es la cantidad de CO2 que deja de liberarse utilizando biocombustibles.
A partir de estas consideraciones este grupo de investigadores compararon las emisiones netas de carbono que no fueron liberados, con la cantidad de CO2 que habría sido absorbido si los bosques hubieran sido replantados en la tierra. Las conclusiones fueron las siguientes: En todos los casos la cantidad de CO2 capturado por los bosques en un período de 30 años es considerablemente mayor,  que la cantidad de “emisiones evitadas” a través del uso de biocombustibles.
Si todo esto es así, resulta incongruente con la evidencia científica y contraria a la seguridad alimentaria, que el Presidente de la República, a raíz de su más reciente visita a Brasil anunciara que Panamá disponía de 25 mil hectáreas de forma inmediata y en el mediano plazo hasta 200 mil hectáreas, para la producción de etanol a partir del cultivo de caña de azúcar. Cuando de lo que se trata es suspender y controlar  la irracional tala de bosques en el Darién y promover un plan nacional de reforestación, como vía más sostenible de desarrollo y  unívoco camino para preservar nuestro hábitat.

Vladimir Herrera
Diputado de la República.

Sociedad civil se organiza para defender el agua

Organismos crean frente para la defensa del agua

Isidro Rodríguez

PANAMA AMERICA

LA ORGANIZACION Consumo Ético realizó una convocatoria en la que participaron 15 organizaciones populares, con el fin de crear «un frente común para la defensa del agua».

Yacarta Ríos, presidenta de la organización señaló que esto nace a raíz de que en la Asamblea Nacional se discute un proyecto de ley para la privatización de las fuentes de agua, ríos, quebradas, lagos y aguas subterráneas.

Ríos indicó que esto traerá consigo que empresas transnacionales se apoderen del vital líquido y le pongan precio.

Señaló que como organización presentarán una propuesta de ley alternativa que refuerza las instituciones existentes, pero que no se privaticen estos afluentes.

Dijo que las autoridades deben hacer que la comunidad participe, pues la Comisión de Ambiente de la Asamblea está discutiendo esta ley «a espaldas a la población». Tienen más de ocho discusiones y no han invitado a ninguna organización social.

Desorden y rapiña en tierras costeras de interés turístico

Proyectos.Foro de turismo de APEDE.

Desorden en las tierras afecta desarrollo turístico

Muchas de las tierras con potencial turístico están controladas por derechos posesorios.

Carlos Barletta
cbarletta@prensa.com

El ministro de Turismo Rubén Blades reiteró ayer, durante el Foro de Turismo (Fotur), la importancia de designar tierras de la República para el desarrollo turístico, basándose en la Ley No. 2 de 7 de enero de 2006, por la cual se regula concesiones para la inversión turística y la enajenación de territorio insular y costas.

Blades mencionó la importancia de respetarla y designar aquellos territorios en la costa para hoteles u otros tipos de desarrollos turísticos, y no para «casas personales».

En el Artículo 4 de dicha Ley, se le designa al Instituto Panameño de Turismo (IPAT), precedido por Blades, otorgar los certificados para el desarrollo turístico.

Para Clarita y Ralph Smith, de la Fundación para el Desarrollo Turístico del Caribe (Fudetca), el proceso no es tan simple como conseguir permisos del Ipat.

Diferentes autoridades del gobierno participan en el manejo de tierras, como la Dirección de Catastro y Bienes Patrimoniales, el Ministerio de Economía y Finanzas, el Ministerio de Vivienda, el Ipat, el Programa Nacional de Tierras (Pronat), la Reforma Agraria, entre otras, lo que complica el proceso tanto para el individuo como para el gobierno, explicó Smith.

Muchas de las tierras de interés turístico son actualmente controladas por derechos posesorios. En respuesta a esto, Pronat y Catastro están en el proceso de marcar y titular respectivamente las tierras en el ámbito nacional para saber qué es qué, qué es de quién, y así poder tener más orden en el desarrollo, afirmó Blades.

Por su parte, Alberto Quirós, del Cluster de Turismo de Coclé, hizo un llamado a descentralizar el turismo y el manejo de tierras, ya que «cada región es diferente». De esta forma, se puede lograr un mejor manejo de tierras y, a su vez, un desarrollo turístico más ordenado.

Los miembros de Fudetca apoyan esta descentralización, pues consideran que hay áreas más «delicadas» en el país donde existen manglares y arrecifes, tal es el caso de Costa Arriba, Colón, que no se prestan para ‘megaproyectos’ turísticos como los de Farallón.