Calentamiento global y ampliación, mitos y realidades
Eduardo A. Esquivel R.
INGENIERO
CON EL anuncio de que la capa de hielo del Ártico se está derritiendo a una tasa más alta que la calculada, y que la «Ruta Ártica» o «Ruta Norte» posiblemente va a estar abierta al tránsito naval la mayor parte del año antes de 20 años, muchos han empezado a preocuparse y a preguntarse si la ampliación del Canal de Panamá será un negocio rentable. Y ante la evidencia irrefutable del deshielo, en el país ya han aparecido dos grupos opuestos: los que piensan que la ruta ártica va a dar al traste con el negocio del Canal ampliado, y los que le intentan restar importancia al asunto, resaltando los numerosos «inconvenientes» de la misma. Al respecto destaco un reciente artículo del Ing. Guillermo Quijano, miembro de su Junta Directiva de la ACP.
«El Calentamiento Global» (La Prensa, 1/10/07), pretende decirnos que la ruta ártica no se va a abrir hasta dentro de 30 años: «De poder abrirse.. la Ruta Ártica hacia el 2030 ó 2040.. es cuando los ingresos del Canal pudiesen verse afectados, pero no antes de esta fecha». Lo que es un avance con las declaraciones de hace un par de años cuando decía que esta ruta no se iba a abrir «Ni en cien años».
El Ing. Quijano confunde el deshielo ártico con el calentamiento global; es decir, confunde la causa con el efecto, lo que lo lleva irremediablemente a un error conceptual y a un análisis equivocado del problema. De hecho, ya la ruta ártica es navegable en verano para naves especiales, inclusive para Panamax con el casco reforzado como rompehielos, que ya están haciendo recorridos de prueba. También hay exhaustivos estudios de calado y señalización de esta ruta, que técnicamente está bajo jurisdicción de Canadá y Estados Unidos. La disputa territorial con Rusia se centra en los extensos yacimientos de petróleo, gas natural y minerales existentes en el Ártico. Lo que no es un punto negativo, pues la explotación de esos recursos facilitará la apertura de rutas navales.
En una conferencia reciente sobre el tema, me preguntaba un ingeniero que para qué se estaría haciendo la Cinta Costera si con el calentamiento global el nivel del mar subirá de 5 a 9 metros, y que esta obra podría desaparecer. Opino que esto no nos debía preocupar, pues el proceso de deshielo polar completo debe tomar de 200 a 300 años. Espero que en ese tiempo, nuestros descendientes tengan acceso a tecnologías para enfrentar esto.
Si, es indudable que el calentamiento global traerá consecuencias terribles para el clima, y es posible que esto sólo sea el preludio de otra Era Glacial.
La realidad del deshielo ártico y la apertura de la Ruta Norte nos ubican en una factibilidad de un funcionamiento práctico o viable de la Ruta para el 2020. El Ing. Quijano, en sus cifras bastante optimistas, dice que el Canal ampliado estará listo para el 2022, «aproximadamente». Lo que es discutible. Pero esta discusión se vuelve un poco bizantina si consideramos que las IFIS saben cuál es la verdad de las cosas, con detalles que ni imaginamos. Y poco les importa si el Canal ampliado será rentable o no en el 2022 ó 2032, ya que la deuda, si no la puede pagar la ACP, la pagará el Estado panameño, de una u otra forma, ya que es el dueño indiscutible del Canal.
(eesquivelriosgmail.com)
El Panamá América, 8 de octubre de 2007
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El Canal y la ruta del Ártico
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El Paso del Noroeste no ofrece confiabilidad por los peligros para la seguridad de los buques |
Jorge A. Espinosa
GERENTE DE METEOROLOGIA E HIDROLOGIA DE LA ACP.
EL DESHIELO de una zona del Ártico, conocida como el Paso del Noroeste, es un fenómeno cíclico que se ha pronunciado debido al calentamiento global. Este sólo ocurre durante unas semanas del verano entre julio y septiembre, ya que durante el resto del año las bajas temperaturas en el área promueven el congelamiento de las aguas. Una prueba es la noticia de la agencia Associated Press, que reporta que concluida la temporada de verano, los hielos del Ártico comenzaron a congelarse nuevamente.
Aunque durante el verano del 2007 se registró un alto nivel de deshielo, en la ruta permanecen témpanos que representan un peligro para la navegación, como lo comprueba el análisis de la NASA basado en la imagen del satélite TERRA del 15 de septiembre de 2007. La presencia de estos témpanos obliga a las naves a disminuir considerablemente su velocidad, lo cual reduce sustancialmente cualquiera ventaja como una ruta más corta.
El impacto de una posible ruta del Ártico en el Canal de Panamá disminuye en la medida que el Paso del Noroeste no ofrece confiabilidad por los peligros para la seguridad de los buques, la falta de señalización marítima y el desconocimiento de corrientes marinas, entre otros aspectos. Esto requerirá de multimillonarias inversiones en la señalización y su mantenimiento durante las heladas de 40 de las 52 semanas del año y la elaboración de cartas de navegación que incluyan las hidrografías de miles de kilómetros de cauces en el Ártico.
La operación de buques en esta zona es mucho más costosa porque necesitan invertir en el reforzamiento de sus cascos por el peligro de los hielos marinos. Esto hace las naves más pesadas y aumenta su consumo de combustible. Se requieren pólizas de seguro mucho más altas, equipo especializado para mantener la temperatura de las mercancías, lo que se traduciría en fletes marítimos más caros, aumentando así el costo de la ruta.
Además, al igual que otros canales o estrechos, esta ruta requerirá de pilotos o prácticos por aproximadamente 3, 000 kilómetros de la travesía. O sea, un practicaje de cinco días, lo que involucra tener al menos dos prácticos por buque, lo que elevaría aún más los costos de la operación del buque.
Tampoco ofrece rentabilidad para la industria marítima, porque en la ruta no hay puertos que sirvan a grandes mercados, algo que sí permite el Canal panameño, donde cada semana confluyen más de 144 rutas marítimas. La ruta del Ártico no tiene la conectividad que tiene Panamá. No le permite al naviero colocar servicios con itinerarios fijos debido a la limitación en los días navegables, lo cual, en el caso más probable serían de 90 a 100 días en el año 2050, sólo si llegar a ocurrir un rápido deshielo en el verano.
Una ruta con estas características crea incertidumbre en los itinerarios, no permite la certeza en la calidad de los servicios ni la máxima utilización del buque, ya que limita el trasbordo. El investigador noruego Claes Ragner indicó que «el más grande deseo para la navegación marítima son rutas eficientes y estables». (Associated Press, 15 de septiembre del 2007).
Muestra de la falta de interés de la industria por utilizar esta ruta es que no hay en operación, ni en construcción, un buque portacontenedor con casco rompehielos más grande de 650 TEU´s. A septiembre de 2007, la flota mundial de buques portacontenedores está compuesta por 4, 208 buques, de los cuales sólo cinco son de este tipo.
Las rutas más beneficiadas por la apertura parcial del Ártico serían principalmente entre algunos puntos del Norte de Asia y Europa, un mercado que no utiliza el Canal de Panamá.
Nuestro canal tiene como sus principales mercados las rutas entre Asia y el Este de Norteamérica y los puertos del Golfo de México, entre el Oeste de Suramérica y Europa, y entre el Oeste de Suramérica y la costa Este de Norte América y los puertos del Golfo de México.
Este fenómeno no afectaría al Canal de Panamá, porque se estima que los costos de inversión de la ampliación están programados para recuperarse en menos de 10 años a partir de la entrada en operación del tercer juego de esclusas. Una fecha bastante distante de cualquier pronóstico sobre un posible deshielo que haga comercialmente navegable la ruta del Ártico.
Sumado a los aspectos científico/técnicos y comerciales sobre la ruta por el Ártico deben considerarse los reclamos de jurisdicción que hacen países como Canadá, Estados Unidos, Rusia y Dinamarca a raíz del interés por los yacimientos de gas natural y petróleo que existen en la zona. (El País de España, 21 de septiembre del 2007). El subdirector de la Comisión de Estados Unidos para Investigación del Ártico, Lawson Brigham, ha señalado que «cualquier tráfico real por el Paso del Noroeste, si es que hay mucho, está todavía a décadas de distancia» y que la «Ruta del Ártico, como una ruta del comercio global, tiene muchas, muchas incertidumbres».
El Panamá América, 8 de octubre de 2007
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Burica Press, conoce que el deshielo no es el principal problema de la ampliación del Canal de Panamá por ahora, que en real problema es el costo real de la obra debido a que muchos aspectos claves no fueron considerados en los costos del proyecto y los diseños arrojarán tarde que temprano esta realidad.
El proyecto de ampliación no es rentable, ni tiene viabilidad ambiental y es negocio para los que ya comenzaron el negocio con este proyecto.
Burica Press
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