Ampliación del Canal, la gran estafa

AMPLIACIÓN DEL CANAL DE PANAMÁ
A UN AÑO DE LA GRAN ESTAFA

El Frente Nacional por la Defensa de la Derechos Económicos y Sociales (FRENADESO) desarrolló este sábado 20 de octubre el foro denominado «La Ampliación del Canal, a un año de la gran estafa», ya que este 22 de octubre se cumple un año del referéndum donde un tercio de la comunidad panameña votante dio luz verde al proyecto de ampliación del Canal de Panamá que propuso la Autoridad del Canal de Panamá y el Gobierno Nacional.

El programa incluyó la participación de figuras intelectuales que ilustraron al auditorio con los aspectos sociales y legales, aspectos ambientales y aspectos económicos y financieros del Proyecto de Ampliación del Canal de Panamá. Los expositores Marco Gandásegui, Miguel Antonio Bernal y Maribel Cuervo de Paredes hicieron fuertes críticas a lo que denominaron un proyecto ilegítimo, mentiroso y ajeno a un verdadero plan de desarrollo que requiere el país.

Los profesores Gandásegui y Bernal informaron que en Panamá la pobreza sigue campeando y sigue creciendo y la riqueza de una minoría sigue igualmente creciendo, lo cual en parte se debe al modelo económico que ha implementado para su beneficio la oligarquía panameña, que desea que los dineros del Canal se conviertan en dinero líquido de sus arcas a través de los jugosos contratos que están en juego con este proyecto de ampliación.

Maribel Cuervo de Paredes, destacó que la sociedad panameña sigue mediatizada con noticias y programas banales, impidiendo con ello percatarse de los reales problemas y las jugadas maestras de los poderes establecidos y los políticos, que justamente están festinando con el botín que les está aportando el Canal. El mensaje central de la Licenciada Cuervo se centró en las enseñanzas que encontró en la historia del Canal Francés en Panamá, que fue magistralmente resumido por un artículo de Patricia Pizzurno, denominado «Lecciones de la historia«, escrito posterior al referéndum.

Por su parte Ariel Rodríguez y Nicolás Danello expusieron los riesgos ambientales del proyecto, que aún con supuestos estudios de impacto ambiental aprobados y en proceso, los aspectos más críticos del Proyecto no han sido evaluados ambientalmente y todo indica que serán ignorados, igual que ocurrió previo al referéndum, donde simplemente los temas ambientales fueron minimizados o ignorados, pese a los datos científicos con que cuenta la propia ACP y la comunidad científica. El profesor Rodríguez indicó que el Estudio de Impacto Ambiental del Proyecto del Tercer Juego de Esclusas, simplemente ignora, sin argumentos científicos, los estudios previos que se tienen sobre los impactos esperados a la calidad y cantidad de agua, especialmente el tema de la salinización y la alta demanda para mitigaciones ambientales y de agua para consumo humano de todas ciudades y comunidades adyacentes a la región canalera. Destacó que ya la ACP sin desparpajo está indicando que la necesidad de una fuente adicional de agua como la de Río Indio es sólo un asunto de tiempo. Igualmente denunció la falta de flujo de información en la ACP, corrupción y egocentrismo en el manejo de la información clave para conocer la viabilidad completa del proyecto en todos sus aspectos.

Por su parte el ingeniero Danello, desnudó una vez las mentiras de dos científicos norteamericanos que vinieron a Panamá invitados por la ACP en el 2006 para ilustrar sobre el tema de deshielo en el Polo Norte, ya que trajeron a Panamá un informe totalmente distinto al que ellos mismos habían levantado en la Agencia del Gobierno de los Estados Unidos que investiga este fenómeno en el Ártico. Indicó que en un momento cuando se percató de estas irregularidades pensó de todo, menos que la ACP y los científicos habían confabulado para dar criterios absurdos como que el deshielo y las posibilidades de navegación por el ártico era algo absolutamente impensable o tal caso se daría en más de 100 años. Sin embargo, hoy el ingeniero no duda que efectivamente fue una confabulación más a la cual la ACP está utilizando por norma para engañar a la ingenua sociedad panameña.

En la etapa final de los expositores los economistas Julio Manduley y William Hughes expusieron sus consideraciones donde el primero destacó que los argumentos y propuestas formuladas previos al referéndum por el Grupo Illueca siguen igualmente vigentes y que nada ha cambiado esas objeciones y que los proyectos de desarrollo propuestos en esa propuesta siguen siendo imperiosamente necesarios. Criticó que el gobierno siga impulsando un estilo de economía neoliberal que sólo sirve a los intereses de las clases dominantes y depauperan al pueblo. Indicó además que el proceso como se ha llevado este proyecto no es legítimo y que la deuda contraída con este proyecto la cargará el pueblo panameño porque digan lo que digan, la deuda que contraiga ACP es deuda soberana. Por su lado, Hughes hizo una breve recopilación de los contratos asignados y listó varios de estos contratos que no estaban considerados en la propuesta planteada al país. Igualmente desnudó que muchas de las firmas internacionales que han ganado licitaciones para el proyecto, están representadas en Panamá por firmas de abogadas asociadas a allegados al Gobierno o la Junta Directiva de la ACP, lo cual indica tráfico de influencias y corrupción en estos procesos.

En el cierre del evento Saúl Méndez, coordinador de FRENADESO, indicó que la única forma de evitar que los poderes oligárquicos corruptos no se sigan robando el país y sus riquezas es a través de la construcción del poder popular, comenzando con la creación de un nuevo paradigma constitucional que le dé reales derechos a los ciudadanos a ejercer la real democracia, que en este momento no existe y le dé con ello todas las reivindicaciones sociales que requiere. Indicó que cualquier ciudadano u organización tiene el derecho, sin esconderse, a organizar a la gente como los líderes reales que requiere este país. Indicó que todos tenemos derecho a derrocar la maleantería que gobierna y domina a este país. Todo esto lo dijo en alusión a toda la corrupción y falta de transparencia de un proyecto de Ampliación del Canal de Panamá, que a como va parece ser lo que ellos temían: un fracaso monumental y un endeudamiento soberano muy peligroso para el país.

 

El programa también incluyó una breve plenaria entre todos los asistentes sobre acciones a tomar con respecto a este delicado tema.

Burica Press, 20 de octubre de 2007.

Un asesino de ranas en Panamá

EXTINCIÓN DE ANFIBIOS. ‘BATRACHOCHYTRIUM DENDROBATIDIS’.

Asesino microscópico

El hongo quíprido se mueve velozmente, y según la Anam ha llegado a Cerro Campana amenazando más especies.

CORTESÍA/Anam/Edgar Griffith

Rana Cristal

Crisly Florez
cflorez@prensa.com

La población mundial de anfibios está mermando a causa de un hongo llamado Batrachochytrium dendrobatidis.

Según estudios publicados en la revista Science, en 2006, un tercio de las 5 mil 743 especies de anfibios en el mundo están amenazadas.

La clase de los anfibios incluye ranas, sapos, salamandras y cecilias, especies que han habitado la tierra desde hace más de 300 millones de años, y que podrían desaparecer a causa de este hongo, también conocido como hongo quítrido, según un informe proporcionado por el Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales (STRI).

El Batrachochytrium dendrobatidis u hongo quítrido, es un organismo microscópico que pertenece a un grupo de descomponedores de materia orgánica del suelo y se reproduce por esporas que se transportan a través del agua.

«Tiene un movimiento de serpenteo similar al de los espermatozoides», explica el biólogo Edgardo Griffith, encargado del Centro de Conservación de Anfibios, en El Valle de Antón.

El también investigador del zoológico de Houston señala que la piel de los anfibios está conformada por queratina, y este hongo se alimenta de esa sustancia y además produce esporangios que se meten en la piel de la rana. Cuando la rana percibe este cambio, empieza a producir más queratina, lo que hace que su piel se ponga más gruesa, y esto reduce su capacidad de respirar. Así, la rana muere asfixiada o también pierde la capacidad de excretar y de deshacerse de sustancias tóxicas como la amonia, por lo que muere envenenada por los fluidos corporales. Otro efecto que causa el hongo quítrido es que el animal muere de hambre porque el estrés que causan las esporas en su organismo no le permite buscar alimentos, informa Griffith.

Sin embargo, el hongo puede ser asintomático, es decir, puede estar presente en la rana, más no causarle efectos, pues como vive en estos organismos, si los mata a todos no tendría dónde vivir, agrega Griffith.

El biólogo de la Autoridad Nacional del Ambiente (Anam), Jorge García, explica que este hongo proliferó porque en la década de 1930, se utilizaban ranas acuáticas sudafricanas, llamadas Xenopus laevis, para hacer pruebas de embarazo en las mujeres. Esta especie tiene el hongo en su piel y no les afecta. Como fueron exportadas para ser utilizadas en este experimento, el hongo se fue dispersando, causando gran cantidad de muertes en anfibios de todo el mundo.

Según un informe del STRI, el hongo se registró por primera vez en Panamá en el área de Fortuna y el oeste del país en 1998. La doctora Karen Lips, de la Universidad del sur de Illinois, en conjunto con su equipo de trabajo, documentaron la existencia de una progresión geográfica en la infección desplazándose desde Costa Rica hacia el occidente panameño a finales de la década pasada.

A principios de 2006 llegó a El Valle de Antón, amenazando la vida de varias especies endémicas que habitan en esta área, como la rana dorada (Atelopus zeteki) y otros anfibios, asegura García. Pero la preocupación aumenta, pues el hongo se está reproduciendo cada vez más rápido y ha llegado a Cerro Campana, donde será muy difícil su estudio debido a que es un área muy montañosa, agrega.

Ante esta amenaza, con la colaboración del zoológico de Houston, la Anam, la Asociación Americana de Zoológicos y Acuarios, se construyó el Centro de Conservación de Anfibios donde se realizan investigaciones sobre el hongo, y se mantienen varias especies en cautiverio para prevenir su extinción.

Minería a cielo abierto en el Corredor Biológico del Caribe Panameño

PINTADA DE VERDE

PARADOJA. En 1997 sucedieron dos cosas contradictorias. En febrero se aprobó un contrato ley entre el Estado y la sociedad Minera Petaquilla que concedió a la empresa el derecho a «extraer, explotar, beneficiar, procesar, refinar, transportar, vender y comercializar…», todos los minerales habidos y por haber. Además, podían construir toda clase de infraestructura –viviendas, plantas de generación de energía y hasta puertos en las vírgenes costas del norte del país– al tiempo que lograban unas exoneraciones de impuestos dignas de Alí Babá.

A cambio, Panamá recibirá alrededor del 2% en concepto de regalías por el metal extraído… Unos meses después, en julio, los jefes de Estado de Centroamérica decidían en Panamá la creación del Corredor Biológico Mesoamericano, un sistema de interconexión de las áreas protegidas, desde la selva maya en México hasta Darién. El objetivo: ponerle un freno a la creciente pérdida de biodiversidad en la región. Pues resulta que en medio de lo que se conoce como el Corredor Biológico Mesoamericano del Atlántico Panameño, está la maravillosa área boscosa de Donoso, justo donde la Minera Petaquilla, que lidera Richard Fifer, abrirá los tajos para realizar un proceso que, por contaminante y destructor, ha sido prohibido en Costa Rica y hoy es objeto de debate en todo el continente. Hablemos claro: la más moderna tecnología de la que hace alarde la empresa, no ha sido probada en el trópico húmedo, donde las lluvias, los deslizamientos de tierra y la consecuente contaminación son inevitables. Por ello, las alarmas están sonando fuertemente, a pesar de los comunicados absurdos de la Cámara Minera, que equipara la minería a cielo abierto con la extracción de piedra que se realizó en el cerro Ancón para la construcción del Canal.

La paradoja continúa: la Autoridad Nacional del Ambiente desarrolla, con fondos del Banco Mundial, un proyecto que está supuesto a promover la conservación, aprovechamiento y manejo de la diversidad biológica en el ya citado Corredor. Como van las cosas, pronto no habrá nada que proteger.

Lina Vega Abad
lina@prensa.com