
El ambiente panameño está en el desamparo
22 DE ENERO. En el “Hoy por hoy” de La Prena se hace alusión [una noticia publicada en la] primera plana de esta misma edición [21 de enero de 2008] en la que se denuncia una violación de las normas ambientales por parte de la Empresa Viveros Development. (“Arrasan con isla”, firmada por Rafael E. Berrocal).Nos enteramos que al multimillonario proyecto, la Anam [Autoridad Nacional del Ambiente] le impuso una multa de “solo” 9 mil 214 dólares por destruir áreas boscosas y de manglares sin autorización. También nos enteramos que esta es la segunda vez que se incurre en este delito. Anteriormente se le había impuesto una multa de 40 mil dólares. Apunto aquí que es curioso que, en la reincidencia del delito, se baje el monto de la sanción, cuando lo usual es que en estos casos la sanción sea mayor que la anterior.Como dice el editorialista: “Resulta que para ellos es más rentable pagar una multa por destruir un manglar o una zona boscosa…
En otras palabras, sale más caro acatar la ley que pagar la ridícula sanción pecuniaria por violarla.”Por este y otros muchos hechos innegables, tal parece que lo que existe es un “mercado de permisos” para destruir nuestro ambiente. El mejor postor siempre se sale con la suya.Podemos citar como ejemplos infames el de la porqueriza gigante en la cuenca del Canal, o de la cementera canalera suburbana, o del negocio de los delfines, de la destrucción de los manglares, la deforestación y potrerización de Darién, de la contaminación minera con cianuro y mercurio, o de la destrucción de cuencas, pueblos, flora y fauna por las hidroeléctricas, entre otros.Ya desde hace tiempo venimos advirtiendo de la impotencia, por omisión o comisión, de las autoridades responsables por la ley de nuestro ambiente.
De hecho, la legislación ambiental vigente parece insuficiente para prevenir y castigar efectivamente los delitos en contra del ambiente.Un aporte importante es la creación de un tribunal ambiental, como existe en países más desarrollados. Aparte de hacer más severas las sanciones a los que falten a las normas ambientales, no solo con sanciones pecuniarias (multas), sino con el cierre y la suspensión definitiva de estos proyectos, aparte de la obligación de mitigar el daño hecho en la medida posible. También se debe legislar para que el dinero recaudado por la Anam sea obligatoriamente depositado en la cuenta del Tesoro Nacional, y no en cuentas institucionales, para suprimir cualquier posibilidad de acciones impropias.Un avance importante en este sentido sería la consulta pública efectiva. Sería importante legislar para que en los foros públicos de los estudios de impacto ambiental categorías II y III, la comunidad afectada y los grupos ambientalistas tengan voz y voto, y nieguen o le den la aprobación final al proyecto. Esta decisión sería ya inapelable y definitiva.
Eduardo A. Esquivel R. Ingeniero,
Consultor Agroforestal y Ambiental
Filed under: ANAM, Conservación, Deforestación, Delito ambiental, Derecho ambiental, Estudios de Impacto Ambiental, Evaluación Ambiental Estratégica, Evaluación de Impacto Ambiental, Isla Viveros, Islas y Costas, Medio ambiente, Ordenamiento territorial, Recursos Naturales | Tagged: Autoridad Nacional del Ambiente, delitos ambientales, delitos contra el ambiente |
hola y les felicito por sus articulos y les invoco a que sigan en la lucha
por mi parte les escribo desde peru ,con la finalidad de recibir informacion acerca de como evitar la creacion de un camal ) matadero de reses= en lugares publicos ,como cerca de escuelas ,etc
ayudnme pues quiero salvar en un porcentaje a mi planeta
espero respuesta
lala