Tiburones amos y guardianes del mar

ESPECIES.  EQUILIBRIO NATURAL EN LOS OCÉANOS.

Guardianes del mar

Los tiburones tardan entre cinco y siete años en llegar a su madurez sexual y estar listos para su reproducción.Pueden producir desde uno hasta 100 organismos por camada, y el índice de mortalidad es de 50%.

CORTESÍA/Fundación Mar Viva
Tiburón martillo

Crisly Florez
cflorez@prensa.com

Aunque los tiburones tienen una mala reputación, porque en ocasiones han causado la muerte de seres humanos, son parte importante de la cadena alimenticia.

Además, son animales que contribuyen en gran medida con el equilibrio natural de los océanos, eliminando a los peces u otros animales viejos, enfermos o heridos; de esta manera, los que sobreviven son animales en plenitud y pueden reproducirse manteniendo la fuerza genética de las especies, explica el biólogo marino de la Universidad de Panamá, Aramís Averza.

Los tiburones existen hace 400 millones de años. Hay unas 340 especies de distintas formas y hábitos. Los hay tan grandes, como el tiburón ballena, que puede medir hasta 15 metros, y otros tan pequeños que llegan a medir solo medio metro.

Son animales de hábitos alimenticios nocturnos, y principalmente comen peces, moluscos y crustáceos; un grupo minoritario se alimenta de mamíferos, tortugas y aves marinas e, incluso, de otros tiburones, cuenta Gabriela Etchelecu, directora ejecutiva de la Fundación Mar Viva.

Tienen un ciclo de reproducción lento. Tardan de cinco a siete años en llegar a su madurez sexual para su reproducción. Pueden producir de uno a 100 organismos por camada, y el índice de mortalidad es de 50%, dice el biólogo marino.

Averza añade que algunos de los tiburones presentan lo que se conoce como canibalismo intrauterino (el primer animal en formarse dentro del útero de la madre se alimenta de los demás, dando como resultado un solo bebé, muy fuerte). Otros ponen huevos y algunos, que se consideran los más evolucionados, tienen una especie de cordón umbilical.

La mayoría de las especies se reproduce una vez al año, pero hay algunas que deben esperar hasta dos años para ello.

El biólogo hace referencia al explorador y científico Jaques Cousteau quien decía, según un artículo publicado en la revista Selecciones en 1977, que los grandes depredadores sobre la tierra habían sucumbido ante el hombre, menos el tiburón. Pero esto ha cambiado en los últimos años.

Etchelecu afirma que los tiburones contribuyen a mantener estables las poblaciones de determinadas especies, que si llegaran a sobrepoblar los mares causarían un desequilibro tremendo en el ecosistema. Esto ocurrió en Australia, cuando al disminuir las poblaciones de tiburones, también disminuyeron las de langostas debido a que eran depredadas por los pulpos. Estudios determinaron que los tiburones contribuían a mantener las poblaciones de pulpo equilibradas, de manera tal que estas no depredaran excesivamente las langostas.

En el caso de Panamá, dice Averza, en la isla Taboga hay un incremento en la población del pez globo, también llamado puercoespín de mar, cuyo nombre científico es Arothron meleagris, el cual depreda todos los organismos que tienen conchas, como almejas y caracoles, entre otros.

Este pez normalmente sirve de alimento a los tiburones, pero ha habido una disminución de tiburones por el aumento del consumo de productos hechos a base de su aleta.

Actualmente, algunas especies se encuentran bajo la categoría de la lista roja de la Unión Mundial para la Naturaleza como «especie vulnerable» o «especie próxima a ser amenazada», lo cual da una alerta sobre el descenso en algunas de sus poblaciones.

DATOS CLAVES

PROBLEMÁTICA – Los pescadores industriales y artesanales cortan las aletas del animal y luego lo tiran vivo al mar, dejando al tiburón sufriendo y desperdiciando el resto del cuerpo.

PRODUCTOS – No solo la aleta del tiburón es un producto consumible, también lo es el cuero y la carne, que puede ser usada para hacer ceviche, explican los expertos.

Protección de especies

En Panamá se prohíbe la descarga de aletas que no estén pegadas parcialmente al cuerpo del animal.

CORTESÍA/Fundación Mar Viva
ESPECIES. En el país los tiburones más capturados son el punta negra, azul, oceánico, sierra, toro, tigre y el zorro ojón.

Crisly Florez
cflorez@prensa.com

El aumento del consumo de aleta de tiburón mantiene a estos animales en peligro y amenaza con hacerlos desaparecer. Algunas especies ya se encuentran en listas rojas.

En el mercado, la aleta de tiburón se vende como un afrodisíaco, sin embargo, esto no funciona como tal, explica el biólogo marino Aramís Averza. El especialista afirma que esos «son cuentos, la aleta no sirve para eso, pero con esa falsedad es que la venden».

Explica que como consecuencia, cada vez se ven menos especies donde antes eran abundantes, como por ejemplo, en Taboga, Taboguilla y Las Perlas, entre otros sitios. Además, sus tallas han disminuido, ahora los tiburones son más pequeños.

Las principales actividades de pesca que están impactando negativamente en algunas poblaciones son: el aleteo (cortar la aleta y desechar el cuerpo), la captura incidental (cuando un arte de pesca no selectiva captura especies no objetivos que luego son desechados) y la pesca de juveniles (cuando aún no se han reproducido ni una sola vez), explica Gabriela Etchelecu, bióloga marina y directora ejecutiva de la Fundación Mar Viva.

Por su parte, Leyka Martínez, directora general de ordenación y manejo integral de la Autoridad de los Recursos Acuáticos de Panamá (ARAP), explica que en el país se está capacitando con talleres a los cerca de mil 500 pescadores industriales y a casi 13 mil 060 pescadores artesanales para que se conciencien sobre la pesca adecuada y aprovechamiento del animal.

Además, afirma la funcionaria que se está informando sobre la llamada ley del aleteo, que es la Ley 9 de 16 de marzo de 2006, por medio de la cual se prohíbe la práctica del aleteo de tiburones y se incentiva a utilizar el resto del producto.

Además, prohíbe la descarga de aletas que no estén pegadas parcialmente al cuerpo del animal. Tampoco se están dando nuevas licencias de pesca de tiburón.

Según un informe de la Fundación Mar Viva, en Panamá las especies de tiburón más capturadas son: punta negra, azul, oceánico, sierra, toro, tigre, zorro ojón, y tres especies de tiburones martillo, la mayoría de ellos aparecen en la lista roja 2007 de la Unión Mundial para la Naturaleza, bajo las categorías de especies vulnerables o como especies con bajo riesgo de amenaza. «Lo que indica que si no tomamos acciones preventivas ahora para mantener sus poblaciones, en unos años pudieran ubicarse en otras categorías más críticas, como es la de especie amenazada o especie críticamente amenazada (disminución del 80% de su población)».

El informe agrega: «basados en los datos de exportación de carne de tiburón, suministrados por la Contraloría General de la República y los datos de oferta y demanda registrados por el Mercado de Marisco, en Panamá, para 1997 el 72% de la producción de carne de tiburón fue absorbida por el mercado nacional (este dato no incluye las ventas de otros mercados, supermercados y pescaderías ni plantas procesadoras a lo largo y ancho de la República)».

Ambientalistas condenan negligencia en el Parque Nacional Volcán Barú

¿QUÉ PASÓ CON…? investigan delito ecológico

La delimitación del Parque Volcán Barú

En 2007 la comunidad y grupos ambientalistas denunciaron ante la Fiscalía Ambiental que la empresa Hemmsa Tecnologies Inc. demarcó, supuestamente por error, 300 hectáreas que eran parte de la reserva natural.

ESPECIAL PARA LA PRENSA/B. Gómez
CREACIÓN. El Parque Nacional Volcán Barú fue creado en el año 1976, con una superficie de 14 mil 325 hectáreas. 

Boris Gómez
CERRO PUNTA, Chiriquí

Mientras que los ambientalistas esperan que a la empresa Hemmsa Tecnologies Inc. y que a los funcionarios de la Autoridad Nacional del Ambiente (Anam) les caiga todo el peso de la ley, la directora de esa institución, Ligia Castro, promueve el discurso de «borrón y cuenta nueva».

Hemmsa Technologies Inc., firma contratada por el Estado para delimitar el Parque Nacional Volcán Barú (PNVB), fue denunciada ante la Fiscalía Ambiental por grupos ambientalistas y la comunidad por supuesto delito ambiental en el mes de junio de 2007.

Se le acusa de abrir una trocha de seis metros de ancho interviniendo en la cordillera de Talamanca y desconectando el PNVB (14 mil 325 hectáreas) con su vecino Parque Internacional La Amistad (PILA) que tiene territorios en Panamá y Costa Rica (207 mil hectáreas).

Los daños, según el tesorero de la Fundación para el Desarrollo Integral Comunitario y la Conservación de los Sistemas Ecológicos (Fundiccep), David Samudio, fueron terribles.

Los helechos arbóreos que están en la zona desde hace cientos de miles de años tampoco fueron respetados, y eso que la Anam tenía funcionarios supervisando», denunció Samudio.

Como si esto fuera poco, señala Samudio, la delimitación cometía el craso error de dejar fuera de los linderos del PNVB más de 300 hectáreas que siempre fueron parte de la reserva.

«Le damos el beneficio de la duda a la empresa de que fue un error el dejar esas hectáreas fuera de la delimitación, pero propietarios vecinos del parque se beneficiarían. Eso demuestra que la empresa no estaba técnicamente calificada», opinó Samudio.

La versión de Castro

A pesar de que hay una denuncia por delito ecológico contra Hemmsa, Castro considera que en este caso sería peor el remedio que la enfermedad.

«Si rescindimos el contrato, tendríamos que esperar a que se lleve a cabo un proceso de licitación, y no sería hasta 2009 para que se delimitara el PNVB», dijo.

Hay gente metiéndose en el parque, sin título de propiedad ni derecho posesorio, que está talando, alterando la naturaleza y haciendo cosas indebidas, por eso es urgente la zonificación. Sin ella no podemos aplicar un plan de manejo de la reserva y lo que nosotros queremos es proteger la reserva, dijo Castro. «Corremos un riesgo si suspendemos el contrato».

Castro dijo que Hemmsa tendrá que pagar una multa, pues se le abrió un proceso administrativo en Anam; y podría seguir delimitando el PNVB si se compromete a hacer bien el trabajo, y si además la comunidad y la Anam lo supervisan.

ASÍ SUCEDIERON LOS HECHOS

INICIOS: La empresa Hemmsa Technologies Inc. recibió la orden de proceder en el mes de febrero de 2007 para llevar a cabo la delimitación del Parque Nacional Volcán Barú.

DELIMITACIÓN: Hemmsa empezó a mediados de 2007 la delimitación, y la población denunció que alguien estaba talando árboles y abriendo una trocha en la zona boscosa.

CONFLICTO: En agosto, funcionarios de la Anam fueron trasladados. Fundiccep denuncia que personal de Anam estuvo presente durante la devastación y ni siquiera tuvo cuidado en que no se derribaran helechos milenarios.

CONTRATO: La Anam considera mantener el contrato a Hemmsa Technologies Inc., y los grupos ambientalistas se oponen.

Ambientalistas condenan negligencia

David Samudio y Damaris Sánchez, de la Fundación Integral del Corregimiento de Cerro Punta, no solo condenan la «negligencia» de los funcionarios de la empresa Hemmsa, sino de los inspectores de la Autoridad Nacional del Ambiente.

Según Samudio, se derribaron especies que datan de mucho tiempo y que se encuentran en peligro de extinción.

La comercialización internacional de estos helechos está reglamentada, explicó.

Por ejemplo, un helecho arbóreo de 100 años de edad puede tener un tamaño de solo un metro con 60 centímetros y nos parece un crimen imperdonable que se haya permitido derribarlos, explicó.

Samudio y Sánchez rechazan la insinuación de Castro de que Hemmsa siga haciendo la delimitación. «La denuncia la hizo la comunidad, y nosotros como grupo organizado presentamos la querella formal ante la Fiscalía Ambiental», dijo.

El Ministerio Público nos dice que siguen las investigaciones, aunque no nos han llamado a ninguna diligencia judicial, señaló Samudio.

«Nosotros esperamos que este caso no sea uno de aquellos en que hay borrón y cuenta nueva; esperamos que no sea un delito ambiental que quede impune».