Panamá necesita apagones

Se necesitan apagones para crear responsabilidad

Ariel R. Rodríguez Vargas
Biólogo, académico y ecologista

Qué fácil es la vida para mucha gente, sobre todo si nacieron en una cuna con alto consumo energético y cero responsabilidades ambientales y sociales.

Hace unos días un abogado, que debe ser joven y de clase media escribió un artículo en La Prensa titulado –Apagones para el 2009–, donde como clarividente interesado veía espectros tenebrosos e indeseables de apagones para el próximo año y la primera frase que dice es que «no hay suficiente capacidad generadora instalada para hacer frente a la demanda que se proyecta para el próximo año». Lo interesante y confabulador de tal argumento es que no nos indica cuál será la demanda y cuánto será la capacidad instalada y cuánto será la capacidad disponible! Así se puede decir cualquier cosa y confundir al lector que desconoce el tema.

En contraparte, el día anterior una periodista de la revista Ellas de La Prensa, Maria del Pilar Méndez, también publicó un artículo que retrata el problema en Panamá con el magnífico título de su artículo: «Derroche de Energía» y luego en su segundo párrafo decía: «La crisis que hace poco vivió Panamá no tenía exactamente que ver con el hecho de que la energía no alcance, sino con que los embalses de Bayano y Fortuna, las principales hidroeléctricas, no contaban con el caudal suficiente para abastecer de energía a la población».

Lago Bayano, represa grande

Fig. 1. Lago Bayano que alimenta la hidroeléctrica de Bayano que inundó más de 40,000 hectáreas de selvas y tierras indígenas Kunas y Emberás. La cantidad  de metano, un poderoso gas causante del efecto de invernadero, emitida por este lago nunca ha sido estimada.

A continuación la periodista da el enfoque del gobierno que por supuesto no es un enfoque sabio, ya que advierte de un problema promoviendo más hidroeléctricas como solución: «Sin embargo, el secretario de Energía, Dani Kuzniecky, señala que un escenario similar podría repetirse aún con los embalses llenos, debido a la necesidad de ahorro energético, pues los costos de producción de energía se incrementan y para evitarlo es necesaria la construcción de nuevas hidroeléctricas para suplir la creciente demanda«, pero el siguiente párrafo del artículo de la periodista con mucha astucia comienza a desnudar dónde está el problema y a continuación escribe «Aún así, la naturaleza manda y fue ella quien dio las señales de que se debe buscar alternativas para la generación de energía, tal vez menos invasivas para el medio ambiente«.

Y es justo esta frase última de la periodista la que nos indica por donde andamos tabla. Primero, el país luego de las privatizaciones de 1997 quedó eunuco de una institución planificadora que diseñara de manera estratégica la política de energía eléctrica del país y es por eso que tenemos a un Ministro del Canal sin cartera en una Secretaría de Energía sin cartera con una pequeña oficina y una secretaria y fuente de agua! Magnífico escenario de planificación estratégica que nos ha llevado a que cada vez que sale de esa oficina lo único que se le ocurre decir es que se necesitan más hidroeléctricas y si los periodistas le indican que las hidros pueden fallar, entonces cambia la casetera y dice: bueno por eso es que también son necesarias las térmicas. Cuando los periodistas le cuestionan de otras fuentes de energía indica: pueden ser pero no son factibles en este país. Él y un pequeño grupo de la vieja escuela del IRHE enquistados en otras instituciones tienen secuestrado el discurso de lo que a este país le conviene en términos de energía sostenible, cuyo eje principal debe ser el ahorro y no la producción at infinitum de energía como si esto no tuviese ninguna consecuencia ambiental o social. ¡Craso error! Las privatizaciones han desangrado el país y ahora estas empresas y promotores amenazan seriamente con represar decenas y decenas de ríos del país e instalar decenas de plantas térmicas donde lo único que hay en mente es el lucro per se, sin importar los profundos daños colaterales, ambientales y sociales que causan con estas estructuras.

Pero como siempre hay una luz al final de túnel, todavía abrigamos esperanzas que el gobierno nacional se percate que el problema no es la capacidad instalada que actualmente es suficiente para varios años, más los aportes adicionales insostenibles que ya están en camino, el problema es el consumo desmedido de aire acondicionado en los comercios, oficinas privadas y públicas. Con sólo disminuir de manera obligatoria el consumo de aires acondicionados a dos tercios, el consumo de energía en Panamá caería radicalmente a picos máximos de 900 MW y si le sumamos una política de ahorro nacional real por compromisos ambientales generacionales este pico máximo pudiera caer aún más, mientras la capacidad instalada en el 2010 estaría por arriba de los 1700 MW y la capacidad disponible por el orden de los 1500 MW. En todo esto no olvidemos que el país está agregando una capacidad superior con el sacrificio de cuencas en áreas protegidas de Bocas del Toro y ríos de riqueza biológica y belleza invaluable de Chiriquí y Veraguas, hechos que serían inaceptables en un país civilizado!

Los apagones son necesarios si el ciudadano panameño citadino insiste en derrochar lo que con tanto sacrificio ambiental cuesta generar. El problema en Panamá no es la capacidad instalada, ni la capacidad disponible es el derroche, la falta planificación eléctrica de producción, uso y consumo sostenible y sobre todo la irresponsabilidad ciudadana, especialmente de los que deberían tener mayor conciencia por tener mayor acceso a educación y cultura.

Por favor, levántese de su silla, vea que cosas están gastando energía eléctrica en este momento y pregúntese con responsabilidad si debe estar encendidos o apagados. Además fíjese si gotea algún grifo y si es así capture un litro de esa pérdida y mida en qué tiempo se llenó , extrapole a una hora  y luego multiplique por 24. Esta será la cantidad de agua potable que se desperdicia diariamente de ese grifo que debe estar arreglado. Recuerde que para enviar el agua a su casa se consume mucha energía eléctrica y mucho dinero en potabilizarla.

Me robo un frase propia que a veces decimos por allí: «el ahorro energético es una prioridad en todos los países del mundo, independientemente de su capacidad de generación eléctrica, ya que al ritmo de consumo de energía en el mundo, nos estamos consumiendo rápidamente el planeta tierra y por defecto el futuro de todas las formas de vida que existen«.

Los recursos de planeta se agotan y somos nosotros los únicos responsables de ello. Termino esta reflexión con la siguiente pregunta ¿se necesitan apagones para crear responsabilidad ambiental?