Reserva de la Biósfera La Amistad Panamá en manos de AES Corporation

Las siguientes imágenes corresponden a fotos tomadas por Fernando Serrano de la Asociación Ambientalista de Chiriquí, quien se desplazó a Charco La Pava y Valle del Rey a inicios de mayo de 2008 para ver parcialmente la destrucción del Bosque Protector de Palo Seco, Reserva de la Biósfera La Amistad y la zozobra en la que viven miles de personas Ngbes, que deben ser desalojadas por la inundación de miles de hectáreas que involucra la primera de tres represas grandes planteadas para la cuenca media del Río Changuinola.


Foto: Fernando Serrano, Asoc. Ambientalista de Chiriquí. Mayo 2008

Agradecemos a los ecologistas de Chiriquí por el envío de este material y también agradecemos al profesor Rodríguez por hacernos llegar su artículo que por contenido encajaba bien dentro del entorno de las fotos aquí presentadas de Charco La Pava y la construcción de la Represa Chan 75

Burica Press

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Energía: monopolios, abusos y robos en Panamá

Por Ariel R. Rodríguez Vargas
Biólogo, académico y ecologista

Nadie en Panamá sabría quién es Francisco Santos e Isabel Becker si no fuera porque han sido líderes comunales de Charco La Pava en las áreas anexas de la Comarca Ngobe que han luchado contra un monstruo grande que pisa fuerte denominado AES Corporation, que en Panamá está representada por la Corporación AES Panamá y la nueva subsidiaria AES Changuinola. Empresa que genera el 34% de la energía eléctrica en Panamá y que pretende generar por lo menos un 25% adicional, o sea, cinco más cuatro igual nueve, tres más dos igual cinco, que resulta en un 59% de la generación eléctrica del país. Quizás llegue a ser un poco menos pero no menos del 50% cuando entren en funcionamiento otras nuevas plantas térmicas e hídricas que ya se construyen por aquí y por allá.

En un país civilizado con un estado de derecho real se le llamaría monopolio u oligopolio puro y duro, pero aquí los funcionarios nos dicen sin sonrojarse que simplemente ellos no pueden ser monopolio debido a que si bien técnicamente son monopolio, las reglas establecidas de operaciones y mercadeo se lo impiden! Advertimos que en Panamá por la Ley 6 de 1997 que privatizó los servicios públicos de electricidad y un Decreto Ejecutivo del 2005 una compañía generadora no puede rebasar la friolera de 35% de la capacidad instalada de generación eléctrica total, que es la capacidad máxima que impuso el gabinete de turno, justo cuando AES entraría en oligopolio al inaugurar la Hidroeléctrica de Estí en Chiriquí! Por otro lado y con un cinismo propio de AES indican que como ellos invierten cientos de millones en el país como ninguna otra compañía eléctrica, por lo que ellos tienen derecho a superar la barrera de 35% y el gobierno por supuesto que le ha dicho que sí se puede, a pesar que la ley lo impide, pero la leyes están para ser cambiadas y un raudo decreto ejecutivo que se negocie solucionará todo los berrinches que invocan los ingenuos ambientalistas apegados a la ley de este país!

El problema de Francisco y de Isabel y sus familias y de más de mil personas de esas comunidades indígenas Ngobes a ser inundadas por los maravillosos proyectos insostenibles de AES, que a primera vista no parecen ser las víctimas del monopolio de esta empresa en Panamá no se dan cuenta que justo es la violación a las leyes nacionales de libre competencia, de áreas protegidas y de derechos humanos lo que los tiene en serios problemas de ser desalojados a la fuerza de la comunidad donde han vivido casi toda su vida y han criado a sus hijos y nietos, ya que la única promesa en firme que le han hecho tanto el gobierno como AES es que si no salen a la buena de sus tierras, tendrán que salir en cayuco cuando las aguas inunden sus casas y sin derecho a nada, porque ellos no tienen ningún derecho y sólo pretenden tenerlo como dice un documento de ANAM!

Hoy todos los Ngobes del Valle del Changuinola se debaten entre su futuro personal y familiar y su futuro como pueblo Ngobe lleno de valores incomprendidos por el mundo panameño occidentalizado y citadino que nunca supo de ellos, ni les importó su suerte hasta cuando les interesó tomarse sus tierras y aguas para alimentar a los insaciables aires acondicionados ineficientes de las miles de oficinas refrigeradas del gobierno y el despilfarro de la empresa privada. Ahora AES y los funcionarios del gobierno ven con horror que los Ngobes de Charco La Pava comen pescados frescos del río, camarones y los cocinan juntos en una olla con ñame o yuca en un fogón levantado a un metro del piso de tambo de las residencias del sector. Todos viven juntitos en familia y a menos de cinco minutos de la escuela primaria. Pobre gente de Charco La Pava! Sólo AES les puede aliviar de la pobreza, ya que como gobiernos somos incapaces! Hay que arrebatarles este estilo de vida y volverlos dependientes igual que sus paisanos de la ciudad de Changuinola. Sin advertir, producto de su ignorancia que los indígenas en Changuinola bananera sí están realmente en problemas, ya que sufren racismo, mal nutrición, viven rodeados de canales de aguas negras y bebiendo agua «potable» contaminada y muchos niños pidiendo limosnas en la calle o haciendo trabajos para poder comer ya que son totalmente dependientes de una economía bananera que sólo les ha dado recursos para que no se mueran de hambre y no para vivir decentemente.

Francisco e Isabel y el resto de las mujeres Ngobes de Charco La Pava, héroes anónimos, merecen que el pueblo panameño les apoye e impida que el Gobierno y AES Corporation se tomen a la fuerza las tierras Ngobes del Valle del Changuinola y el área protegida del Bosque Protector de Palo Seco para proyectos hidroeléctricos que sólo tienen por afán el exportar superávit de energía al resto de Centroamérica, apropiarse de las aguas del Río Changuinola, destruir la ecología del río, destruir el ecosistema terrestre de una enorme área bien conservada, destruir el humedal de San San Pond Sak, acapar para sí el negociado junto con ANAM de los créditos perversos del mercado internacional de captura de carbono entre otras bellezas, donde mucha gente tiene que dar explicaciones de hasta dónde se puede violar los derechos humanos de los Ngobes y los derechos difusos de todos los panameños, sin consecuencias penales! Alto a venta de lo mejor del país para beneficio ajeno a los intereses nacionales. Alto al oligopolio de AES y alto a la violación a los derechos humanos de estas hermosas personas. Gracias Francisco e Isabel por dar un ejemplo de valor y tenacidad que si bien muchos hoy no lo comprenden, no significa que no están haciendo lo correcto.

Panamá, 14 de junio de 2008