Reportaje: Nasos son desalojados de San San

COMUNIDADES INDIGENAS NASO SON DESALOJADOS POR GANADERA BOCAS

Los indígenas Naso están siendo vulnerados reiterativamente de sus derechos como pueblo debido a que el gobierno nacional no admite la reivindicación de su territorio ancestral para la creación de la Comarca Naso Tjër-Di.

La amenaza de ser desplazados y que su ambiente sea afectado de manera negativa se torna cada vez más grave. Las comunidades de San San Druy y San San se encuentran bajo la presión de una supuesta orden de lanzamiento y desalojo promovida por la Empresa Ganadera Bocas, S. A, ante la Corregiduría de Teribe y la Alcaldía de Changuinola.

Una casa de la comunidad de San San se salvó porque unas mujeres naso la defendieron

Una casa de la comunidad de San San se salvó porque unas mujeres naso la defendieron

Ante esta situación critica, los hermanos Naso manifiestan en la Resolución No, 8 de 23 de diciembre de 2008 dirigida al presidente de Panamá, Martín Torrijos, que «éstas dos comunidades están ubicadas en tierras que forma parte del territorio original del pueblo Naso y que venimos solicitándole desde hace muchos años al gobierno panameño.»

Sin embargo el pasado viernes 16 de enero, a tempranas horas de la mañana maquinaria pesada operada por empleados de la empresa Ganadera Bocas (GB) cruzo el río San San, deteriorando a su paso el ambiente y los caminos comunitarios. La Señora América Aguirre nos cuenta que una cuchilla entró a la comunidad San San para destruir alrededor de 6 casas de familia y un rancho comunal. «Mi casa no la tumbaron porque mi familia y yo nos pusimos al frente para detener el paso de la cuchilla. Solo escuchamos que el señor que manejaba la máquina nos dijo que teníamos hasta el lunes para salir, porque van a venir a tumbar mi casa. Todo esto se dio sin presencia de autoridad alguna».

Los Naso responsabilizan directamente al gobierno panameño por los abusos, hostigamiento y violaciones a sus derechos en las comunidades de San San y San San Druy por parte de la empresa Ganadera Bocas S. A., ya que si tuvieran definidos los límites de su propuesta de Ley Comarca Naso, no existiera hoy día esta problemática de tierra, límite y camino de acceso entre estas comunidades y la empresa. A raíz de la poca voluntad para responder a las necesidades y solicitudes que han presentado durante los últimos años la situación se polariza y las medidas de protesta se intensificaran.

Indígenas Nasos en pie de guerra por sus tierras

Indígenas se pintan de guerra en Bocas


Los Nasos Teribes tienen una población que se distribuye desde las riberas del Río San San hasta la cuenca media del Rio Teribe.

HORACIO TROTTMAN
htrotman@elsiglo.com

Los nasos están molestos porque afirman que sus derechos no están siendo respetados

Los indígenas Nasos de la comunidad de San San en el corregimiento del Teribe, están pintados de guerra, porque supuestamente trabajadores de la empresa ganadera Bocas le destruyeron seis viviendas.

Armado con machetes, flechas, lanzas e incluso bombas molotov, los indígenas bocatoreños juraron defender sus terrenos y no permitir, según ellos, que sigan violando sus derechos y desalojándolos y destruyendo sus viviendas.

Eliseo Vargas, dirigente naso, denunció que los diferentes gobiernos jamás han tenido la voluntad de solucionar el problema que han afrontado por más de cincuenta años, unos mil quinientos indígenas de tres comunidades colindantes con la empresa Ganadera Bocas.

Agregó que ellos son víctimas de violaciones de sus derechos porque son agredidos, situación que ha motivado que quieran tomar la justicia por sus propias manos.

Enrique Smith, de 44 años, quien nació y creció en la comunidad de San San, reveló que el administrador de la empresa ganadera Bocas, Ricardo Saldaña, en compañía de sus trabajadores, quienes iban a bordo de tractores, aprovecharon la ausencia de los dueños de las viviendas y entraron a la comunidad, dejando a su paso solo escombros.

A juicio de Enrique Smith, los agresores están actuando bajo el paraguas de las autoridades, ya que aducen tener una supuesta orden de desalojo.

Lupita Vargas, de 46 años, residente en la comunidad de San San Druy, indicó estar cansada de esperar que las autoridades hagan justicia.

«Estoy dispuesta a intercambiar sangre por tierra, solo muerta, saldré de estos terrenos» , enfatizó con mucho enojo Lupita Vargas.

Este medio intento conocer la versión de los encargados de la empresa ganadera Bocas, pero fue infructuoso.