Crear ciudades verdes incorporando la horticultura garantiza mejor calidad de vida

Crear ciudades verdes incorporando la horticultura garantiza mejor calidad de vida

Un futuro mejor para las ciudades del mundo en desarrollo es obligatorio y posible, indica la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO por sus siglas en inglés).

En los países de bajos ingresos la urbanización se produce acompañada de elevados niveles de pobreza, desempleo e inseguridad alimentaria. Se estima que en todo el mundo hay 1 000 millones de personas hacinadas en barriadas, sin acceso a los servicios básicos de salud, agua y sanidad. Alrededor del 30% de la población urbana del mundo en desarrollo ‒770 millones de personas‒ está desempleada o son «trabajadores pobres» con ingresos inferiores al umbral oficial de pobreza.

Estos grupos urbanos pobres gastan la mayor parte de sus ingresos sólo para alimentarse, pero sus hijos presentan niveles de malnutrición a veces tan elevados como los que se observan en las zonas rurales.

Un punto de partida para crear ciudades más verdes es reconocer e incorporar en la política y la planificación urbana muchas de las soluciones creativas que la propia población urbana pobre ha desarrollado para fortalecer sus comunidades y mejorar su vida. Una de esas soluciones, y un rasgo esencial de la planificación de ciudades verdes en los países desarrollados y en un número cada vez mayor de países en desarrollo, es la horticultura urbana y periurbana.

El concepto de «ciudades verdes» ‒con capacidad de recuperación, autosuficiencia y sostenibilidad social, económica y ambiental‒ se suele asociar a la planificación urbana en los países más desarrolladas.

Consumo de frutas y hortalizas

Pocos países en el mundo en desarrollo han incorporado una política donde los ciudadanos puedan cultivar sus propias hortalizas para su consumo e incluso para la venta. Las hortalizas urbanas garantizan mejor calidad de vida a los ciudadanos, mejor alimentación y menos pobreza.

La seguridad alimentaria es cuando las personas pueden producir suficientes alimentos, o comprarlos, para satisfacer sus necesidades diarias a fin de llevar una vida activa y sana. En muchas de las ciudades en desarrollo del siglo XXI todas estas condiciones de la seguridad alimentaria están amenazadas.

La horticultura urbana y periurbana ayuda a las ciudades en desarrollo a subsanar todos esos problemas. Primero, contribuye al suministro de productos frescos, nutritivos, disponibles durante todo el año. Segundo, mejora el acceso económico de los sectores urbanos pobres a los alimentos cuando la producción familiar de fruta y hortalizas reduce sus gastos en alimentos, y cuando los productores obtienen ingresos de la venta.

La Organización Internacional del Trabajo estima que 180 millones de personas del mundo en desarrollo carecen de empleo, y otros 550 millones apenas ganan apenas suficiente para sobrevivir en la economía informal. En los próximos 10 años, casi 500 millones de personas, muchas de las zonas rurales, ingresarán en el mercado de trabajo. A menos que los países en desarrollo creen más oportunidades de trabajo
productivo digno, el número de desempleados y de trabajadores pobres podría llegar al 45% de sus poblaciones urbanas para 2020.

La horticultura urbana y periurbana ofrece una vía de salida de la pobreza. Tiene costos bajos de inicio, ciclos de producción cortos y un gran rendimiento por unidad de tiempo y unidad de tierra y agua. Su producción tiene un elevado valor comercial. Como requiere mucha mano de obra, la horticultura crea empleos para los desempleados, en particular para las personas recién llegadas de las zonas rurales.

Para ayudar a los países en desarrollo a afrontar los retos de la urbanización inmensa y acelerada, la FAO puso en marcha en 2001 una iniciativa multidisciplinaria, «Alimentos para las ciudades», que tiene como finalidad garantizar el acceso de la población urbana a alimentos sanos y a un medio ambiente saludable y seguro. El Programa de la FAO para la horticultura urbana y periurbana es un elemento clave de esta iniciativa. Ayuda a los gobiernos y la administración de las ciudades a optimizar las políticas, los marcos institucionales y los servicios de apoyo para la HUP, y a mejorar los sistemas de producción y mercadeo y la cadena de valor de la horticultura.

Informe completo: CREAR CIUDADES VERDES