Día Mundial de los Humedales
(2 de Febrero de 2013)
Panamá, 1 de febrero de 2013
Mientras que globalmente se celebra el Día Mundial de los Humedales, su destrucción continúa en Panamá. Estas áreas cruciales para la economía local, la pesca y la biodiversidad, reservorios de agua dulce, asi como de agua limpia para el mantenimiento de nuestro recurso alimentario, tanto en tierra como en el mar, y proveedores de protección contra desastres como las inundaciones, son destruidas por la maquinaria pesada, por las malas prácticas productivas y por la contaminación industrial y doméstica cada día. Su degradación pone en peligro el bienestar de la nación en tanto las autoridades no asuman sus responsabilidades de protegerlas. Por otra parte es importante recordar que la protección de los humedales es una responsabilidad internacional, donde el país ha asumido compromisos de designar y proteger Sitios Ramsar, así como todos sus humedales, según establece la Convención Ramsar, de la cual Panamá es signataria.
Mediante este comunicado, una gran alianza de organizaciones no-gubernamentales nacionales e internacionales, hacemos un llamado al Estado panameño a que reconozca el valor de los múltiples beneficios y servicios ambientales, sociales y económicos que proveen los humedales y que a su vez tome acciones concretas para detener su destrucción y degradación. Es el deber de las diferentes instancias gubernamentales el hacer valer las normativas de conservación, evaluación de impacto ambiental y ordenamiento territorial para conservar y proteger el patrimonio nacional, sin olvidar que pertenece y además protege a todos sus habitantes.
Restablecer la protección de los humedales
La Autoridad Nacional del Ambiente (ANAM) y la Autoridad de los Recursos Acuáticos (ARAP) cuentan con las herramientas para restablecer la protección de los humedales en el país. Sólo deben tener la voluntad de tomar acción inmediata para hacer valer las regulaciones existentes de protección y sancionar las infracciones ambientales .
Ambas Autoridades tienen la oportunidad, en este Día Mundial de los Humedales, de enviar un mensaje fuerte y claro a la nación y a la comunidad internacional de su compromiso de proteger todos sus humedales, como patrimonio natural invaluable.
Hacemos un llamado al Estado panameño para que restituya la protección de los humedales y detenga su destrucción.
Grupos Ambientalistas de Panamá
Caso 1: Bahía de Panamá
Uno de los casos más ilustrativos de la situación crítica de los humedales en Panamá es Bahía de Panamá. Este humedal emblemático ha venido obteniendo reconocimiento por sus extraordinarias características, cuando desde 1980 fue designado como un área restringida para el desarrollo urbano metropolitano y posteriormente otras normas ratificaron la necesidad de su protección. En 2003 la República de Panamá reconoce su valor ante el mundo y lo propone como un humedal de importancia internacional, siendo así aceptado mediante su designación como Sitio Ramsar por los 160 países que son parte de la Convención Ramsar. Y aún más, en 2005, se designa a estos humedales como un sitio de importancia hemisférica, por la Red Hemisférica de Reservas para Aves Playeras, reconociéndose así el rol fundamental que tienen para garantizar migraciones exitosas de muchas especies de aves en el hemisferio.
De este modo, los panameños hemos reconocido con mucho orgullo su importancia ecológica y sus valores culturales, sociales y económicos en el contexto no solo nacional sino internacional; y el país adquirió compromisos tanto en su legislación nacional, como en el marco de tratados internacionales ambientales y comerciales para conservar las extensiones de manglares y fangales que componen la Bahía.
Sin embargo, la suspensión provisional por parte de la Sala Tercera de la Corte Suprema de Justicia, del estatus de área protegida del Refugio de Vida Silvestre Humedal Bahía de Panamá (Sitio Ramsar No. 1319) y la Resolución de la ARAP que redujo tanto las tarifas de multas por tala ilegal como los permisos de corte de manglares, han abierto las puertas para la destrucción y tala de los manglares, propiciando la proliferación de nuevos rellenos sobre áreas inundables. Esto aumentará la vulnerabilidad y el riesgo de desastres en buena parte de la Ciudad de Panamá y particularmente en el Corregimiento de Juan Díaz y causara un desequilibrio hídrico y hábitat que afectara los ciclos de vida de las especies que dependen de estos humedales, entre estas las que conforman el recurso pesquero alimentario para nuestro país. Este hecho no solo atenta contra la seguridad humana, sino también contra la seguridad jurídica, ecológica, alimentaria y económica del país. La función de ‘barrera natural’ se pierde por completo, poniendo de esta forma en peligro a numerosas comunidades de la Ciudad de Panamá. Asimismo, se pone en riesgo millones de dólares de inversión en infraestructura privada y pública, tales como el Aeropuerto Internacional Tocumen, el Corredor Sur y la Planta de Tratamiento de Aguas Servidas.
¡La destrucción de los humedales pone en peligro el bienestar de la nación!

Panamá no protege adecuadamente los humedales. La declaratoria como áreas protegidas no ha sido suficiente para disminuir la presión destructiva sobre los mismos. Muchos humedales de gran extensión e importancia no tienen protección oficial. La sociedad civil le recuerda al Estado la obligación de proteger los bienes naturales que dan protección a la biodiversidad y que protegen el recurso agua. Un evento central conmemorará este día internacional en Panamá.
Caso 2: Laguna de Matusagaratí
La laguna Matusagaratí está registrada como el humedal más grande de la República de Panamá. Abarca 49 mil 422 hectáreas, en los distritos de Chepigana y Pinogana, provincia de Darién. Sólo una pequeña parte de este humedal forma parte del área protegida Reserva Forestal de Canglón, a partir del año 1984.
Este humedal ha sido ocupado durante mucho tiempo por campesinos, que practican actividades agrícolas de subsistencia. Las primeras denuncias ciudadanas sobre la intención de darle uso comercial privado a estas tierras datan de 2006. Esas denuncias fueron el primer paso en el proceso de organización comunitaria para la defensa del humedal. Así, quien interpone nuevas denuncias en 2009 ya es una organización constituida con el nombre de “Alianza por un Mejor Darién”.
Hoy, aquellos temores se han convertido en realidad. A la fecha, unas 9 mil hectáreas del Humedal ya están en manos de diferentes usuarios e intereses privados, que prevén utilizar esas tierras para la siembra de palma aceitera y otros cultivos.
Las amenazas que esto plantea para el humedal son graves. Desde hace 2 años, por ejemplo, el Humedal Laguna Matusagaratí está siendo afectado por profundas zanjas, de varios kilómetros de longitud, que construye la empresa Agse Panamá S.A. (Agricultura y Servicios S.A.), con un proyectod de siembra de 2 mil 7 héctareas de arroz bajo sistema de riego, cuya aprobación del respectivo EsIa se dio en 2009. Con dicho proyecto se realizan adicionalmente fumigaciones aéreas con agroquímicos, cuyas afectaciones deben ser identificadas e investigadas. Exijimos a la ANAM que supervise el cumplimiento del Programa de Adecuación y Manejo Ambiental de dicho proyecto y presente los resultados a la comunidad.
La enorme cantidad de peces muertos que han bajado por el río Tuira y el Balsa en determinados momentos, lo cual ha sido identificado por sus habitante y verificado por la ARAP, dan muestra que el humedal está siendo afectado.
Caso 3: Río San Pablo, Veraguas
Tres proyectos hidroeléctricos sobre el río San Pablo en la provincia de Veraguas amenazan el bienestar de los habitantes de las comunidades de San Bartolo y de Cañazas, quienes se han opuesto rotundamente a estos proyectos sin resultado alguno.
Los Estudios de Impacto Ambiental aprobados por la Autoridad Nacional del Ambiente (ANAM) omiten los impactos a los ríos y la sedimentación que impactará al Golfo de Montijo, el cual es un Humedal de Importancia Internacional (Sitio Ramsar). El Río San Pablo es uno de los principales afluentes de este Humedal, por lo que cualquier modificación a su régimen hidrológico puede afectar gravemente las características ecológicas del Sitio Ramsar, así como los servicios ambientales de los cuales depende la población local.
Las organizaciones y líderes de las comunidades de Veraguas han expresado sus preocupaciones al Comité Nacional de Humedales y solicitan a la Autoridad Nacional del Ambiente subsanar las fallas en la aprobación de los Estudios de Impacto Ambiental correspondientes.
Llamado a las autoridades nacionales
Por lo tanto las organizaciones no-gubernamentales nacionales e internacionales, exigimos que:
- La Autoridad de Recursos Acuáticos de Panamá (ARAP) restablezca las tarifas anteriores de multas y permisos por tala de manglares, que fueron fundamentadas sobre argumentos técnicos debidamente sustentados.
- La Corte Suprema restituya el estatus de área protegida del Sitio Ramsar Bahía de Panamá, para devolver a los ciudadanos la protección que estas áreas brindan para su seguridad y bienestar.
- El Ministerio Público brinde a través del debido proceso legal, la tutela judicial efectiva de los recursos naturales, en especial los manglares y otros humedales, en particular en el caso de la denuncia interpuesta contra la posible comisión de delitos contra el ambiente y el ordenamiento territorial en el área del Humedal Bahía de Panamá.
- La Autoridad Nacional del Ambiente (ANAM) mantenga la integridad del Sitio Ramsar Bahía de Panamá revocando su solicitud de disminuir los límites establecidos oficialmente ante la Convención de Ramsar en el año 2009.
- La ANAM vele y actúe para que todos los proyectos que pretendan destruir humedales no sean admitidos con una Categoría de Estudio de Impacto Ambiental inferior a Categoría III, considerando que los humedales son áreas críticas sobre las que se pueden producir impactos ambientales negativos directos e indirectos, acumulativos y sinérgicos, de significación cuantitativa y cualitativa, se generan impactos acumulativos y sinérgicos que ameritan un análisis más profundo.
- La ANAM contemple en el proceso de Evaluación de Impactos Ambientales medidas que exijan que se muestren efectivamente los alcances y amenazas de los proyectos sobre los humedales o en sus zonas de amortiguamiento, así como que se determinen los efectos sinérgicos y acumulativos de los proyectos como por ejemplo, el régimen hidrológico que afecta a los humedales en la cuenca baja, como en la Cuenca 118 del Río San Pablo, el cual aporta agua dulce al Sitio Ramsar Golfo de Montijo.
- La ANAM garantice que se realice adecuadamente la consulta ciudadana, y no se repitan casos como por ejemplo el de la construcción de dos (2) proyectos hidroeléctricos, cuyos EsIA omitieron la consulta a las comunidades de la provincia Veraguas.
- El Ministerio de Vivienda y Ordenamiento Territorial cumpla lo establecido en las normas existentes que protegen los humedales de la Bahía de Panamá y otros del territorio nacional, y no apruebe Esquemas de Ordenamiento Territorial que van en contra de las mismas ni aquellos que destruyen manglares y otros humedales.
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El Sistema Nacional de Protección Civil (SINAPROC) determine claramente y divulgue ampliamente los riesgos a los que se expone la población con la destrucción de los manglares y otros humedales y la construcción de proyectos urbanos sobre áreas inundables y que además, no dilate más la expedición de la Resolución que declara los humedales de Juan Díaz zona de alta vulnerabilidad a desastres por inundaciones. La Ciudad no espera menos de la institución que por ley debe proteger la vida de todos los residentes del país.
- La ANAM y ARAP coordinen el trabajo en documentar una lista de posibles nuevas designaciones de Áreas Protegidas de humedales costeros en Panamá.
- La Alcaldía de Panamá actúe con coherencia luego de un largo período de consultas y análisis realizado de junio a septiembre de 2012 en conjunto con organizaciones no gubernamentales, Sociedad Panameña de Ingenieros y Arquitectos (SPIA), Universidad de Panamá, Asociación Panameña de Ejecutivos de Empresa (APEDE) y otras instituciones del gobierno. La Sra. Alcaldesa emitió un decreto en junio de 2012 que prohíbe efectuar trabajos de movimiento de tierra, rellenos o construcción, dentro del área que conforma el humedal Bahía de Panamá. Además, se comprometió a ‘fortalecer las acciones de conservación, protección, uso racional y manejo de ecosistemas a efecto de evitar daños ecológicos que se pudiesen causar con la construcción en el área de humedal en la Bahía de Panamá‘. A pesar de que la Sra. Alcaldesa pudo comprobar los riesgos a desastres que se exponen las poblaciones vecinas al humedal Bahía de Panamá de continuar la construcción de rellenos y que se comprometió en establecer una zona de protección, los grupos que atendieron su llamado de consultas aún esperan que la propuesta de conservación del humedal que se le presentó sea elevada a una declaratoria de protección. Hasta el día de hoy el Municipio de Panamá ha permitido el avance de la destrucción desenfrenada de los humedales de Juan Díaz uniéndose así a la ya larga lista de autoridades que no han logrado hacer valer la autoridad que tienen de cumplir sus propias normas.
Esperamos que el Estado panameño – en este Día Mundial de los Humedales – asuma su responsabilidad internacional respetando la Convención Ramsar y la normativa nacional protegiendo adecuadamente y jurídicamente el patrimonio natural, que pertenece y protege a todos los panameños.
Este comunicado fue suscrito por más de una veintena organizaciones ambientalistas de todo Panamá:
Alianza para la Conservación y el Desarrollo (ACD) – Alianza por un Mejor Darién – Almanaque Azul – Amigos del Parque Internacional La Amistad (AMIPILA) – Asociación Agroecologista Macho de Monte – Asociación Agroecoturística La Amistad (ASAELA) – Asociación de Productores Agroecologista La Amistad (ADPAELA) – Asociación de Productores de Cultivos Exportables (APCE) – Asociación de Productores de Renacimiento (APRE) – Asociación de Derecho Ambiental – Asociación Ecologista Panameña – Asociación Ecologista de Productores Orgánicos de Rovira (ASEPOR) – Asociación Nacional para la Conservación de la Naturaleza (ANCON) – Centro de Estudios y Acción Social Panameña (CEASPA) – Centro de Incidencia Ambiental (CIAM) – Conservación Internacional (CI) – Fundación para el Desarrollo Sostenible de Panamá (FUNDESPA) – Fundación Marviva – Fundación Panamá Sostenible (PASOS) – Fundación para el Desarrollo Integral, Comunitario y Conservación de Ecosistemas en Panamá (FUNDICCEP) – Fundación para la Protección del Mar – Fundación Wetlands International – Grupo Ecologista para la Protección del PILA (GERPROPILA) – Grupo Orgánico de Productores Cerropunteños (GORACE) – REAL BOQUETE – Sociedad Audubon Panamá – WWF
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