Aclaran datos sobre reportaje de Camino de Cruces

Aclaran datos de reportaje

25 DE ENERO.

Por este medio me permito aclarar que la ley que creó el Parque Nacional Camino de Cruces es la Ley 30 de 1992, la que redefinió sus límites es la Ley 29 de junio de 1995 y la Ley 21 de 1997, que ordena la incorporación como parte del parque de los bosques de rica biodiversidad de lo que fue la antigua base militar de Clayton. La Ley 29 definió los límites del Parque Camino de Cruces utilizando coordenadas geográficas y puntos referenciales en campo, que permite con nuevas tecnologías ubicar los límites de una manera más certera.

Gallinazos en el Parque Nacional Camino de Cruces

Gallinazos en el Parque Nacional Camino de Cruces. Foto: A. Rodríguez

La información contenida en el reportaje del domingo 25 de enero de 2009 titulado: “Se pierden bosques urbanos”, indicó erróneamente que los límites mostrados en la infografía fueron definidos con la Ley 30 de 1992. Igualmente, indica que nosotros [Alianza para la Conservación y el Desarrollo] interpusimos una denuncia por delito ambiental ante el Ministerio Público, cuando lo que pedimos es una investigación que deslinde las responsabilidades del porqué estas tierras, que tienen bosques del Parque Camino de Cruces, pueden ser utilizadas para hacer urbanizaciones, cuando el área es forestal y debe estar protegida con la Ley Forestal, y bajo qué figuras estas tierras han quedado en manos privadas.

Con la noticia se aclara un poco quién detenta la titularidad de la tierra en disputa, mas eso no exime a la Caja de Ahorros o a sus “fideicomitantes” de la responsabilidad de proteger el estatus jurídico y ecológico del área, dado que esta parte del parque y la zona contigua es de amortiguamiento, donde una urbanización que desnaturaliza el área es contraria a estos fines supremos de conservación.

El Gobierno y sus funcionarios están obligados a cumplir el régimen ecológico de la Constitución Nacional, la Ley Forestal, las leyes que configuran el Parque Nacional Camino de Cruces, el Código Penal, de lo contrario se atienen a ser demandados administrativa y penalmente. La seguridad jurídica debe ser para la defensa del patrimonio nacional como lo son estos bosques urbanos y los que están dentro de los linderos del parque. Debe buscarse a todos los funcionarios responsables que han incumplido u omitido las leyes para permitir la enajenación y mal uso de estas tierras en los últimos 13 años.

Ariel Rodríguez Vargas
Alianza para la Conservación y el Desarrollo


Promotor inmobiliario demanda al Estado por impedirle urbanizar un bosque

DEMANDA. PARQUE NACIONAL CAMINO DE CRUCES.

Pasco reclama reparo por daños y perjuicios

La indemnización por 10.5 millones –admitida en la Sala Tercera– fue apelada por el procurador, Oscar Ceville.

Ambientalistas dicen que uno de los dos lotes adjudicado a Inmobiliaria P & P está dentro del Parque Camino de Cruces y corresponde a la categoría de Área Verde Urbana no desarrollable.

LA PRENSA/Archivo

OBRA. La Inmobiliaria P&P obtuvo, en una licitación, el lote CL 35 en Clayton, donde busca desarrollar un protecto.

Rafael Pérez G.
rperez@prensa.com

La historia de la Inmobilaria P & P, propiedad de Carlos Eduardo Pasco Henríquez, y su proyecto habitacional –rechazado por grupos ambientalistas que aseguran afecta el Parque Nacional Camino de Cruces– tiene otro capítulo.

El empresario demandó al Estado por daños y perjuicios ocasionados, tras el accidentado recorrido luego de que la antigua Autoridad de la Región Interoceánica (Ari) le adjudicara el lote CL 35 en Clayton, después de haberse alzado con la licitación.

El reclamo, de 10 millones 542 mil 226 dólares con 23 centésimos, fue admitido por la Sala Tercera de la Corte, bajo la ponencia unitaria del magistrado Víctor Benavides, pero esa medida fue apelada por la Procuraduría de la Administración.

La Sala acogió el recurso de la Procuraduría que debe pasar a manos del resto de los dos magistrados de esta, que decidirán el futuro del reclamo.

LABERINTO

En agosto pasado, la Sala Tercera había levantado la suspensión provisional que pesaba contra una resolución del Ministerio de Vivienda (Mivi) en materia de desarrollo urbano en las áreas revertidas, lo que permitirá a P & P continuar con su proyecto.

La suspensión había sido dictada por la misma Sala III, en respuesta a una demanda de nulidad presentada por la Alianza para la Conservación y el Desarrollo, en contra de una resolución de 2000 del Mivi que cambió el uso de suelo de ocho lotes –entre ellos, aquel en el que P & P pretende construir– de «áreas verdes urbanas» a «áreas desarrollables».

Agua y naturaleza en el negocio petrolero

PROYECTOS EN LA MIRA.

Agua y naturaleza, nuestra reserva estratégica

Jorge G. Conte B.

Desde que la venta de un globo de terreno ubicado en la zona costera de la provincia de Colón –por 10 millones de dólares, al consorcio que pretende invertir en la construcción de un oleoducto que recorra nuestra zona canalera– hiciera noticia, este infortunio ha corrido en los medios de comunicación como una mancha de petróleo en el océano.

 

El pretendido proyecto que forma parte de la mal llamada zona libre de petróleo (libre tan solo de impuestos al mismo) ha sido ya rechazado en su recorrido por la Autoridad del Canal de Panamá (ACP), por considerarlo lesivo para sus operaciones. Ahora, este anteproyecto pretende cambiar su recorrido y adentrarse en zonas pertenecientes a los parques nacionales Portobelo, Soberanía, Camino de Cruces y las zonas residenciales de Rodman y Veracruz, terminando en una plataforma gigantesca a 3 kilómetros de las islas de Taboguilla y Taboga (esta última de inigualable riqueza natural y paisajística), por lo que ha sido nuevamente rechazado por las organizaciones civiles, ambientales y científicas, con el apoyo de algunos medios de comunicación y otros inversionistas.

 

El nuevo trayecto acabará de un tajo con 700 hectáreas de bosques prístinos, fuentes agua y de recursos naturales, que requiere el Canal de Panamá para su operación diaria y donde la ACP y la Fundación Natura han hecho grandes inversiones en la creación de cultura de conservación entre las comunidades que allí habitan y protegen su entorno natural en beneficio del Canal y del abastecimiento de agua para el consumo humano y la agricultura.

 

Igualmente afectaría de forma permanente, la integridad biológica de estas áreas protegidas y desplazaría grandes cantidades de animales, afectando su composición biológica, el naciente turismo ecológico y las futuras inversiones en el área canalera.

 

Los pobladores de las zonas aledañas al proyecto vivirían con la incertidumbre de estallidos, incendios forestales y contaminación de sus fuentes naturales a causa de probables accidentes o ataques a estas instalaciones, como ya se han visto en Colombia, México, Nigeria e Irak, convirtiendo nuestra ciudad, con una población estimada en 1.2 millón de personas, en un nuevo objetivo de ladrones y terroristas, amén de la seguridad del Canal de Panamá y nuestras operaciones comerciales globales.

 

Con la sola intención de proponer este proyecto en esta área poblada y de alto valor natural, por salvaguardar los intereses de unas familias adineradas y de algunos pocos inversionistas extranjeros, se viola la Constitución Nacional al olvidar proteger el bienestar de los ciudadanos y la calidad del medioambiente y no aplicar el principio precautorio ni los estudios estratégicos ambientales para un proyecto de esta magnitud.

 

Si bien es cierto, la realidad económica del petróleo es hoy día una fuente importante de ingresos para algunas naciones, nuestro país, ubicado lejos de los centros de producción, tiene en el agua, sus bosques y su biodiversidad, los recursos estratégicos más importantes para su futuro y el de las futuras generaciones. Actualmente con el boom de la construcción y la ampliación del Canal de Panamá, son muchos los requerimientos de recursos naturales que se están haciendo al medioambiente, que cada día reduce su capacidad de regenerarse por la demanda y la destrucción de los mismos por parte del nivel y tipo de crecimiento económico que han implementado este y anteriores gobiernos.

 

Por lo anterior, el pretendido anteproyecto de la zona libre de impuestos a la operación con petróleo, nombre correcto, debería ser analizado bajo los principios precautorio y estratégico ambiental, para evaluar su impacto en nuestra sociedad, medioambiente y economía, y verificar si tiene las condiciones y la ubicación propia de un proyecto orientado al desarrollo sostenible de nuestro país o, por el contrario, no será más que una mancha negra que recorrerá el lago Gatún.

El autor es miembro del Grupo Parques Nacionales Panamá

Asamblea solicitará permuta de sus terrenos en parque nacional

Asamblea insiste en nuevo edificio

Aún existen diferencias por el terreno donde se haría la edificación.

Camino de Cruces

ANAM ha certificado que el bosque de la Asamblea está en el área protegida de Camino de Cruces.

Gustavo Aparicio

PA-DIGITAL

Autoridades de la Asamblea Nacional insistirán en concretar la construcción de un nuevo edificio para este órgano del Estado, luego que se superen las diferencias legales con los grupos ambientalistas que se oponen a la venta de 15 hectáreas de tierras, ubicadas en el Parque Camino de Cruces.

Según el presidente de la Asamblea Nacional, Pedro Miguel González, aunque en el presupuesto asignado para la entidad en la vigencia fiscal 2008 no se ha destinado partida alguna para la construcción de este edificio, no se descarta pedir para el próximo año un crédito extraordinario para la construcción de la estructura.

Tampoco se descarta iniciar conversaciones con el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) para considerar una permuta de las tierras de la Asamblea por otras en donde no existan conflictos, para poder así vender los terrenos y obtener los fondos para construir el nuevo edificio.

El costo del nuevo edificio se estima en unos 10 millones de balboas, monto que se esperaba obtener con la venta de las tierras ubicadas en el Parque Camino de Cruces, proceso que fue suspendido por el MEF, tras ser advertido de qué parte de estas tierras están en área protegida.

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Burica Press ve con buenos ojos que la Asamblea Nacional y el Ejecutivo ejecuten una permuta del terreno el Parque Nacional Camino de Cruces por otro que esté mejor ubicado y que no afecte valores patrimoniales ni culturale, ni naturales como es el caso actual.

Burica Press

Importancia de los bosques urbanos de Panamá

Importancia de los bosques urbanos de Panamá

Ariel R. Rodríguez V.
Biólogo y Ecologista

Los bosques urbanos de Panamá lo comprenden las áreas forestales ricas en biodiversidad que estuvieron cerca o en la periferia de las instalaciones civiles, residenciales y militares de las bases militares estadounidenses en Panamá. También corresponde a bosques incluidos dentro de las áreas de operación del Canal de Panamá, cercanos a la ciudad de Panamá y Colón.

Los bosques urbanos en el sector Pacífico de la antigua Zona del Canal corresponden a los bosques localizados en el Cerro Ancón, Farfán, Rodman, Punta Bruja, Kobe, Howard, Albrook, Los Ríos, Cárdenas, Corozal, Clayton, Llanos de Curundú, Parque Natural Metropolitano y los bosques periféricos del Parque Nacional Camino de Cruces. En el sector Atlántico corresponde a los bosques de Galeta, Davis, Espinar, Sherman. Incluyen también los bosques de mangle del sector de Colón y Bahía Limón.

Estos bosques tienen edades que oscilan entre 85 y 150 años de edad y forman parte del corredor biológico Atlántico-Pacífico en el sector del área del Canal. Estos bosques tienen características ecológicas muy particulares por su ubicación geográfica dentro del Istmo de Panamá. Los bosques de la región atlántica (o Caribe) son bosques más húmedos que los del Pacífico.

Los bosques del Pacífico se consideran bosques semideciduos de tierras bajas. Estos bosques contienen una riqueza avifaunística insuperable en proporción a su tamaño con relación a cualquier otra parte del mundo. Hoy estos bosques en Panamá están en peligro de extinción dado que han sido erradicados en la mayor parte de su existencia y los remanentes presentes en la antigua Zona del Canal en el sector Pacífico están siendo codiciados para ser transformados o desnaturalizados con proyectos urbanísticos, carreteras de acceso y otras infraestructuras de «desarrollo». También los bosques urbanos de las áreas revertidas de Colón están amenazados, ya que actualmente es evidente la masacre de bosques de mangle para construcciones civiles. Muchos otros sectores de bosque se han vendido o están en venta para crear infraestructuras urbanas, muchas no planificadas. El panorama peligroso que se observa es que los planes de «desarrollo» a costa de estos incomparables áreas verdes continúa y no parece haber forma de detener el «desarrollo» y por ende la destrucción de estos hermosos bosques.

Bosque semideciduo de Kobbe

Bosque urbano, semideciduo de Fuerte Kobbe, áreas revertidas. Foto: www.almanaqueazul.org

Estos bosques especialmente los del Pacífico también son sitios claves e importantes de convergencia de aves rapaces migratorias. A estos bosques llegan desde Norteamérica en los meses de septiembre y octubre grandes bandadas de gavilanes aludos, gavilanes de Swainson y los gallinazos cabecirrojos de Norteamérica. Igualmente estos bosques son hábitat de mamíferos grandes y pequeños, incluyendo especies amenazadas.

La ley 21 de julio de 1997 que aprueba el Plan Regional y el Plan General para el desarrollo, uso, conservación de las áreas revertidas en la región interoceánica y que estableció el marco normativo para la incorporación de los bienes revertidos al desarrollo nacional es la única ley que protege estos bosques urbanos, sin embargo, su destrucción lenta y continua amenaza la existencia a largo plazo la existencia de estos.

Pocas ciudades, tienen el privilegio de la Ciudad de Panamá o la de Colón de contar con hermosos y ricos bosques naturales en su periferia, que le dan gran atractivo, belleza incalculable y valor agregado para todas las actividades que se desarrollan dentro de éstas, especialmente el turismo, la recreación, la contemplación y los beneficios propios de los bosques como es la riqueza biológica, el clima local, la belleza escénica, la regulación de las aguas de los ríos que drenan al canal de Panamá y áreas cercanas, entre otras cosas.

Mientras el país no vea a estos bosques urbanos como riqueza del país, promoverá o avalará su destrucción. Hoy estamos a tiempo de salvar estos bosques. Súmate a los esfuerzos de grupos u organizaciones que velan este noble fin. El beneficio de ello será para todos nosotros.