Hacia una economía verde: PNUMA

Hacia una economía verde como guía para el desarrollo sostenible

Invertir tan solo el 2% del PIB mundial en diez sectores clave puede impulsar la transición a una economía baja en carbono y con un uso más eficiente de los recursos. El nuevo informe del PNUMA demuestra que la transición a una economía verde es posible invirtiendo el 2% del PIB mundial (actualmente en torno a 1,3 billones de dólares) anualmente, a partir de ahora hasta 2050, para enverdecer sectores fundamentales como la agricultura, la construcción, la energía, la pesca, la silvicultura, la industria, el turismo, el transporte, el agua y la gestión de residuos. Sin embargo, estas inversiones deben ser estimuladas, a través de reformas en las políticas nacionales e internacionales.

Este oportuno informe, elaborado por especialistas a nivel mundial e instituciones de países desarrollados y en desarrollo, confirma que, en una economía verde, el crecimiento económico y la sostenibilidad ambiental no son incompatibles. Por el contrario, una economía verde fomenta el empleo y el progreso económico evitando al mismo tiempo riesgos significativos como los efectos del cambio climático, la escasez de agua y la pérdida de servicios de los ecosistemas.

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Paneles solares son una opción para reducir la dependencia de energía sucia.

Enverdecer la economía no sólo genera crecimiento, especialmente en términos de capital natural, sino que también implica un crecimiento más elevado del PIB y del PIB per capita. En la simulación realizada para el informe sobre economía verde, bajo un escenario de inversión verde se alcanzan tasas de crecimiento anual más elevadas que el modelo actual en un plazo de 5-10 años.

Dicho crecimiento económico se caracteriza por un evidente desacoplamiento de los impactos ambientales . Según las previsiones, la relación entre huella ecológica mundial y biocapacidad disminuirá del 1,5 actual a menos de 1,2 en 2050 (acercándose mucho al limite de sostenibilidad, situado en 1), en contraposición al incremento más allá de un nivel de 2 bajo el escenario del modelo vigente.

Si bien la demanda mundial de energía ascendería en cierta manera, esta recuperaría los niveles actuales en 2050, lo cual significa un 40% menos del modelo vigente, gracias a avances notables en la eficiencia energética. Según las previsiones, bajo un escenario de inversiones verdes se reducirían de aproximadamente un tercio las emisiones de CO2 relacionadas con el consumo energético para 2050, tomando como referencia los niveles actuales. La concentración de las emisiones en la atmósfera debe mantenerse por debajo de 450 ppm en 2050 para tener alguna posibilidad de limitar el calentamiento global a un máximo de 2°C.

Una economía verde valora e invierte en el capital natural. Una cuarta parte de las inversiones verdes analizadas – el 0,5% del PIB (325 miles de millones de dólares) – se destina a sectores relacionados con el capital natural: silvicultura, agricultura, agua dulce y pesca. El valor añadido en el sector forestal será, en 2050, un 20% superior al obtenido con el modelo actual. Las inversiones en agricultura verde, que oscilarán entre los 100.000 y los 300.000 millones de dólares anuales en el periodo 2010-2050, permitirían mejorar la calidad del suelo e incrementar los rendimientos de los principales cultivos en todo el mundo, con lo que se obtendría un aumento del 10% respecto a lo que pueden ofrecer las estrategias de inversión actuales. La mayor eficiencia de los sectores agrícola, industrial y municipal implicaría una reducción de aproximadamente una quinta parte de la demanda de agua para 2050, en comparación con la tendencia actual. De ese modo se reduciría la presión sobre el agua subterránea y las aguas superficiales tanto a corto como a largo plazo.

Una economía verde contribuye a aliviar –la pobreza. El alivio a la pobreza está inevitablemente ligado a una gestión racional de los recursos naturales y los ecosistemas, ya que los flujos de beneficios del capital natural llegan directamente a los más desfavorecidos. Este enfoque se hace especialmente necesario en los países de renta baja, en los que los bienes y servicios de los
ecosistemas constituyen un componente significativo en el sustento de las comunidades rurales pobres, a las que protegen de los desastres naturales y de las crisis económicas.

En la transición a una economía verde se crearán nuevos puestos de trabajo que, a la larga, superarán la pérdida de empleo asociada a la «economía marrón». La creación de empleo es especialmente evidente en los sectores de la agricultura, construcción, energía, silvicultura y transporte. No obstante, en aquellos sectores cuyo capital se encuentre gravemente agotado, como el de la pesca, el enverdecimiento acarreará una pérdida de puestos de trabajo e ingresos en el corto y mediano plazo, con el fin de recuperar las reservas naturales y evitar que se pierdan para siempre ingresos y puestos de trabajo. Es posible que también haya que invertir en el desarrollo de nuevas capacidades y la re-educación de la fuerza de trabajo.

Es indispensable dar prioridad a la inversión y a los gastos estatales en áreas que impulsen el enverdecimiento de los sectores económicos. Reformar los subsidios costosos y perjudiciales en todos los sectores permitirá disponer de un margen fiscal y de recursos para la transición a una economía verde. Con la sola eliminación de los subsidios a los sectores de energía, agua, pesca y agricultura se ahorraría cada año el 1-2% del PIB mundial. Los susidios al sector pesquero, por ejemplo, que se estima alcanzan los 27mil millones de dólares anuales, resultan a largo plazo más perjudiciales que beneficiosos para las economías nacionales y el bienestar social. Los subsidios a los precios y a la producción de combustibles fósiles alcanzaron, en conjunto, más de 650 mil millones de dólares en 2008; semejante estímulo desalienta la transición a las energías renovables.

El uso de instrumentos como las medidas fiscales, los incentivos y las cuotas de emisión para promover la inversión y la innovación verdes es muy importante, pero también lo es invertir en el desarrollo de capacidades, formación y educación, así como en fortalecer la gobernanza internacional y los mecanismos de apoyo a la transición a nivel mundial. La Conferencia de las Naciones Unidas sobre Desarrollo Sostenible de 2012, también llamada Río+20, será una buena oportunidad para establecer un nuevo rumbo hacia un mundo más sostenible, seguro y justo.

La transición a una economía verde requiere una escala de financiamiento considerable, pero inferior de un orden de magnitud a la inversión anual mundial. En este sentido, merece la pena señalar que el 2% del PIB mundial que se menciona en la modelización de este informe corresponde a una pequeña parte de la formación bruta de capital (alrededor del 22% del PIB mundial en 2009). Esa suma puede movilizarse poniendo en marcha políticas públicas racionales y mecanismos de financiación innovadores. El rápido crecimiento de los mercados de capital, el creciente interés del mercado por las iniciativas verdes y la evolución de instrumentos alternativos como la financiación y la microfinanciación del carbono, están creando las condiciones propicias para el financiamiento a gran escala de una transformación económica mundial. Sin embargo, las cifras siguen siendo pequeñas respecto al volumen total necesario, por lo que es necesario aumentarlas lo antes posible.

El cambio hacia una economía verde está sucediendo a una escala y a una velocidad sin precedentes. Para 2010, se esperaba que las nuevas inversiones en energías limpias alcanzasen la cifra récord de 180.000-200.000 millones de dólares, superando los 162.000 millones de 2009 y los 173.000 millones de 2008. El crecimiento está siendo impulsado cada vez más por los países fuera de la OCDE, cuya participación en la inversión mundial en energías renovables pasó del 29% en 2007 al
40% en 2008. Brasil, China y la India son responsables de la mayor parte.

Se prevé que la inversión verde generará tanto crecimiento y empleo, si no más, que los generados por el modelo actual, y las proyecciones económicas son mejores a mediano y largo plazo, ofreciendo al mismo tiempo mayores beneficios ambientales y sociales. Sin embargo, la transición a una economía verde no está libre de riesgos ni de dificultades – desde el enverdecimiento
de sectores «marrones» tradicionales hasta la satisfacción de la rápidamente cambiante demanda de mercado en un mundo que debe limitar sus emisiones de carbono. Así pues, es necesario que los líderes mundiales, la sociedad civil y las principales empresas trabajen conjuntamente para replantearse y redefinir las formas tradicionales de medir la riqueza, la prosperidad y el bienestar. Lo que está claro es que el mayor riesgo de todos sería continuar con el statu quo.

Actual modelo económico amenaza al ambiente, dice jefe de la ONU

Modelo económico actual amenaza el ambiente

DAVOS, Suiza (AP) – El titular de la Organización de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, exhortó el viernes a los jefes de estado o de gobierno, así como a los líderes empresariales de diversos países, a que emprendan una revolución económica para salvar al mundo.

Ante el Foro Económico Mundial de Davos, Ban Ki-moon afirmó en un discurso que el modelo económico actual supone un «pacto suicida global» que de persistir, sin una reforma, acarreará un desastre.

La humanidad con su sistema económica insostenible se están devorando la tierra y sus recursos naturales. Los ecosistemas y la biodiversidad están gravemente amenazados en este escenario dantesco.

«Necesitamos una revolución», expresó el jefe de la ONU. «El cambio climático también nos muestra que el modelo antiguo es más que obsoleto». Ban Ki-Moon emitió sus palabras ante un panel para el análisis de alternativas tendentes a lograr una economía global sustentable.

El jefe del ente mundial describió al modelo económico actual como la receta para un «desastre nacional». «Se nos agota el tiempo. Es hora de afrontar el cambio climático, de garantizar la sustentabilidad… el crecimiento», apuntó.

El discurso de Ban Ki-moon tuvo una recepción mixta entre sus colegas del panel, entre ellos los presidentes Felipe Calderón, de México, y Susilo Bambang Yudhoyono, de Indonesia, así como el director general de Walmart, Mike Duke, y el ejecutivo de Microsoft, Bill Gates.

La jornada del viernes en el Foro Económico Mundial será meramente política.

Primeras víctimas económicas del cambio climático

PRODUCTORES LUCHAN CONTRA EL CAMBIO CLIMÁTICO

FRENTE FRÍO

MELISSA NOVOA Y SANDRA RIVERA
mf@prensa.com

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EVALUACIÓN. Informe de pérdidas sin finalizar.LA PRENSA/Sandra Rivera

Las condiciones climáticas de los primeros meses del año tienen a los productores en corredera.

A la temporada seca, que algunos agricultores esperan con ansias para cosechar y para vender sus productos en el mercado local o exportarlos al  internacional, ya le llegaron los efectos del calentamiento global y no hay vuelta atrás. Al menos en el corto plazo.

Chiriquí, Veraguas, Bocas del Toro y Herrera han sido las provincias más afectadas por lluvias inusuales, fuertes vientos e inundaciones que se han registrado en esta época provocados por un frente frío, y los productos que presentan más daños fueron el  plátano, café, melón y sandía.

Ni las autoridades ni los productores tienen aún la cifra precisa de cuántas han sido las hectáreas perjudicadas, pero aseguran que solo a orillas del río Santa María se estima que 150 hectáreas se inundaron.

“Los cultivos de esas áreas fueron arrasados por el río, sobre todo los de melón y sandía, que estaban destinados para la exportación. Algunos estaban por salir al extranjero esta semana y otros a finales del mes de marzo”, asegura el presidente de la Gremial de Agroexportadores No Tradicionales de Panamá (Gantrap), Edwin Pérez.

Admite que algunos agricultores podrán resembrar, pero otros no tendrán una segunda oportunidad.

En cada provincia la situación varía.

Heofilio González perdió el 60% de su producción de plátano y café en Renacimiento- Chiriquí y se estima que la pérdida podría ascender a 180 mil dólares.

Él espera poder tumbar todas las plantaciones para resembrar y esperar un periodo de dos años para que el producto crezca.

Mientras que en Volcán la destrucción del vado que accede a algunas fincas del área impide que los productores de café especial puedan sacar su cosecha al mercado local e internacional.

Amadiz Jiménez, de la finca Los Cantares, exporta seis contenedores de café especial, y le preocupa no cumplir con sus compromisos por esta situación.

Se estima que en Chiriquí los productores de plátano, sobre todo los de tierras altas en Renacimiento, han perdido en promedio el 40% de sus siembros. Pero esto es tan solo el resultado de una primera gira que hizo el Ministerio de Desarrollo Agropecuario (Mida).

“En estos momentos estamos levantando la información en el campo, visitando finca por finca del área para determinar cuál fue el grado de afectación, si la hubo, y el tipo de producto que ha sido perjudicado”, expresa.

Aunque Henry Ledezma, director regional del Mida en esa provincia, señala que estas lluvias fuera de temporada están ayudando a algunos productores porque están minimizando el uso de sistemas de riego y de pastoreo de fincas ganaderas.

En Veraguas, el director regional del Mida, Agustín Barría, estima que en el área ha habido daños considerables y comenta el caso de un agricultor que perdió la totalidad de la parcela, “casi 40 hectáreas de sandía”.

“Le llevó parte de la fruta que ya estaba cosechada y los sistemas de riego”, dice Barría.

En Bocas del Toro las autoridades no han podido llegar a todas las áreas afectadas en la provincia, por lo que aún no pueden dar cifras precisas de las pérdidas que ha habido en el lugar.

Hasta el momento solo se conoce de pérdidas en la producción de plátano y se ha informado de la muerte de ganado en las poblaciones ubicadas en el cordón fronterizo con Costa Rica.

En estos tiempos es mejor asegurarse

Para protegerse los productores deben asegurar todos los frentes, aplicando medidas de mitigación y cubriendo sus cultivos a través de seguros.

En el último año agrícola (1 de mayo de 2008 a 30 de abril de 2009), que aún no ha terminado y que se ha visto afectado por dos frentes fríos, el Instituto de Seguro Agropecuario (ISA) estima que tendrá que pagar indemnizaciones por el orden del millón y medio de dólares.

Los productores están asegurando sus siembros cada vez más, pero aún hay terreno por cubrir. Según Cayetano Guzmán, gerente del ISA, en 2004 se colocaron primas por medio millón de dólares y se aseguraron 15 mil hectáreas, y en la actualidad se está vendiendo alrededor de 3 millones y medio de dólares en primas y se están cubriendo 35 mil hectáreas.

Dos líderes ambientales en Clayton

Milly y Rosemary en portada

Milly y Rosemary, ángeles contra la basura

Desde noviembre del año antepasado dos mujeres residentes en Clayton recogen de manera voluntaria la basura del área.
Roxana Muñoz.
 
 
 
La idea de usar palos para recoger la basura fue de Milly.
 
Caminan juntas de lunes a sábado.
 
Con un solo toque pinchan la basura. Los desperdicios más frecuentes son los envoltorios de comida.
Como muchos, a Rosemary Baily y a Milly Nieves les disgusta ver basura en la calle. Como pocos, ellas decidieron actuar. A las 6:00 a.m. salen a caminar por su vecindario, y a su paso por Clayton no hay papel, vaso o cartucho de empanada que se salve. Sus herramientas son bolsas para basura, guantes y un chuzo hecho con un palo de escoba y hierro.

Estas entusiastas mujeres retiradas forman tan buen equipo que es difícil imaginar que hace año y medio no se conocían. Se encontraron caminando una mañana; Rosemary iba agachándose para recoger basura. Cuando Milly la vio, simpatizó con su tarea y le recomendó usar un palo con clavo para no agacharse tanto.

Desde entonces son aliadas a favor de la limpieza. En estos días de marzo empiezan aún antes de que salga el sol. En la penumbra divisan con claridad las envolturas tiradas.

“Esta hora es mágica”, dice Rosemary sonriente. Hace fresco, casi no pasan carros y el único griterío es el de las aves y otros seres del bosque que rodean el lugar.

— ¿Por qué inician esta tarea?

— Milly: Todos los días leemos lo que está pasando en el mundo: el descongelamiento de los polos y tantos problemas. Nosotros tal vez no podemos hacer un cambio a nivel mundial, pero podemos hacerlo aquí. Y sí, hemos tenido cambios; cuando comenzamos, en noviembre del año antepasado, eran montones de bolsas las que recogíamos.

Hemos notado un aumento en la conciencia ciudadana. Cuando mi amiga se va de vacaciones yo sigo haciéndolo sola y viceversa. Si un día dejamos de hacerlo se nota. [Se oyen unos perros ladrar.]

— Rosemary: Si algo está mal hay que actuar para cambiarlo. No sé si has escuchado sobre el síndrome de la ventana rota, según éste, cuando un edificio está abandonado y tiene una ventana rota, las personas rompen las otras, porque es obvio que en ese edificio no hay nadie o a nadie le importa. Lo mismo pasa con la basura en la calle. Nosotras creemos que si los demás ven que nos importa, a ellos también les va a importar.

Rosemary me da un palo, guantes y una bolsa. Usar el palo para trinchar la basura parece fácil. No lo es. Los billetes de lotería son difíciles porque tienen como una cerita. Los cajetitas de chicle y las colillas de cigarrillo también se resisten, igual que las tarjetas de teléfono celular, que abundan en el camino. Fáciles de trinchar son las vasijas de foam, y hay bastantes. Me dejan uno para que lo agarre “facilito”, dicen, y se ríen. Me demoro y las atraso.

No recogen todas las colillas de cigarrillo, si lo hicieran no acabarían nunca. La mayoría de esta basura pertenece a gente que camina o maneja por allí, comen una pastilla y tiran el envoltorio. Algunos conductores aprovechan las señales de alto y los semáforos para arrojar basura.

— Veo que tienen un sistema de trabajo.

— Milly: Mira, yo estoy equipada [me enseña las bolsas que tiene dobladas en la cintura] Rosemary las lleva en la mano. Estos palos me los fabricó el jardinero, uno de sus compromisos es mantenerlos afilados. Hacemos diferentes recorridos. Cuando me toca el área donde vivo, ella deja su carro cerca de mi casa y yo hago lo mismo cuando caminamos por el área donde vive Rosemary.

— ¿En qué lugares ven más basura?

— Rosemary: Donde hay construcciones siempre hay mucha basura porque los obreros dejan allí todas las envolturas de lo que comen. Cuando se estaba construyendo la Embajada de Estados Unidos llamamos allá por ese problema, de allí sacábamos montones de cartuchos. [Pasamos por un rastro donde hay otro proyecto en construcción y se pueden ver los vasos de soda, empaques de papas fritas, carrizos y latas]. Cuando hay una nueva construcción ya sabemos lo que nos espera.

Clayton, que antes fuera base militar, es denominada ahora ciudad jardín, donde los edificios no pueden sobrepasar la altura de los árboles. En nuestro recorrido vemos media docena de proyectos de casas y edificios.

Milly y Rosemary ven con satisfacción que se ha retirado un anuncio de construcción de un proyecto de apartamentos de 26 pisos. Proyectos como ese están aún por ser aprobados por ley, pero mientras ya está cercado, se han tumbado árboles y hay presencia de maquinaria.

En un tramo apesta, parece una tubería dañada. “Quieren seguir haciendo más construcciones, pero no se arregla el sistema de aguas”, comenta Rosemary.

“Te vamos a contar una anécdota —dice Milly—, un día encontramos que en uno de estos proyectos había una pestilencia enorme, salían aguas negras. Llamamos y llamamos a diferentes lugares. Nadie nos hacía caso, así que en un poste cerca del lugar pusimos un letrero que decía más o menos así: ‘señores que compran, ¿ustedes quieren vivir en esta área en medio de la fetidez y las aguas negras?…’, al día siguiente, y no te exagero, estaban los mismos de la compañía arreglando ese problema”.

“Ella es de armas tomar”, advierte Rosemary. En la Ciudad del Saber Milly advirtió a los vendedores de chicha de que si no recogían su basura, no podían vender más allí. Le hicieron caso. En un local de la Ciudad del Saber había un árbol rodeado de basura; ellas la recogieron en cartuchos y Milly dijo “vamos a ponérsela en la puerta”. Ahora el árbol está muy cuidado y hasta rodeado de florecitas. También pusieron en bolsas la basura que recogieron en un proyecto inmobiliario y la colocaron bajo el anuncio publicitario de la promotora. Ellos empezaron a limpiar su área.

Milly es famosa entre los señores que recogen la basura. Les ofrece agua y tiene su basura dividida en dos tanques: uno para desperdicios orgánicos y otro para latas, botellas y plástico.

A estas alturas del recorrido, en las bolsas llevamos: latas de soda (primero hay que aplastarlas y luego chuzarlas), lo que quedó de una muestra de perfume, un empaque de sopa instantánea, cajetitas de chicles, un desodorante de carro en forma de coco y una tarjeta de celular. Encontramos un recibo picoteado. Pedacito por pedacito, como si fuera un rompecabezas, lo vamos recogiendo. Ninguna de las dos se queja.

Para recoger botellas de agua y colillas toca agacharse. Milly recuerda que eso es malo porque por pereza nos agachamos mal, lastimando la cintura.

Ellas han puesto algunos tanques pequeños en las paradas de buses con bolsas para que la gente eche la basura. Amigos de lo ajeno se llevaron los primeros tanques que pusieron. Eran nuevos y bonitos. Ahora colocaron unos con huecos, a los que le ponen una bolsa. Nadie manifiesta interés en llevárselos.

Algunos conductores les pitan a manera de saludo, ellas responden con la mano o levantan el palo.

— Rosemary, ¿mucha gente las conoce?

— Creo que hay bastantes personas que gustan de ver todo limpio. La gente que nos toca la bocina aprueba lo que hacemos, son madres de familia, personas ocupadas por la mañana y que no tienen tiempo para esto. Aunque uno también puede hacerlo frente a la casa. Si tú limpias tu patio, qué te cuesta limpiar ese pedacito de allá.

Milly es una panameña casada con un militar puertorriqueño, por un tiempo residieron en Clayton. Se fueron a Estados Unidos, vivieron en Nueva York donde ella ejerció como histopatóloga, y al retirarse decidieron venir a Panamá “Mi esposo ama Panamá”, cuenta.

Rosemary es angloperuana. Actualmente es secretaria ejecutiva de la Fundación para el Desarrollo y la Cultura, que promueve la educación en áreas de extrema pobreza. Llegó a Panamá con su esposo, quien vino por razones de trabajo. Ella obtuvo empleo en la embajada británica en Panamá. “Nos quedamos y nos quedamos”. Ya son 28 años. Criaron dos hijas, una vive aquí. Hasta hace un par de años residían en Dos Mares y decidieron mudarse a Clayton en busca de tranquilidad y verde; ahora temen que esto no sea así por mucho tiempo.

El runrún de los autos ya casi apaga el murmullo de los animales. Ahora sí hace sol.

Caminan en una dirección y luego regresan por la mano contraria.

— A veces cuando damos la vuelta ya han tirado otro papel—. En la voz de Rosemary no hay resentimiento.

Cruzan la calle con mucho cuidado. El sol recrudece y el tráfico también. “Los policías (todos los del área las conocen) me han dicho: ‘Sra. Milly, no camine tan cerca de la orilla, que los carros pasan volando”, dice sonriendo.

Rosemary se acerca a una tinaquera donde el carro de la basura pasó, pero los desperdicios están todavía allí.

— Se entiende que a veces los señores de la basura abran los cartuchos porque no ganan mucho tal vez si les sacáramos las latas aparte sería maravilloso, una forma también de apoyarlos.

Más tarde Rosemary dice: “por favor, ponga en su artículo el trabajo valioso de los que recogen la basura, ellos hacen una tarea enorme, no les pagan bien ni ven el resultado. Nunca ven todo limpio, siempre hay más basura”.

En la tinaquera reúnen las bolsas llenas, Rosemary las ata con una cinta que le “regalaron” (se refiere a que la encontró en el suelo). Y dejan la basura allí recogida en bolsas amarradas.

Más adelante, una señora en un carro le pregunta cómo llegar a la Embajada de Estados Unidos. Llegamos a la embajada y nos saludan los señores que cuidan los carros estacionados.

Un hombre con curiosidad nos mira. Al se sale con: “ese es un buen ejercicio, ah”. “Sí, señor”, responde Rosemary, cortés. Un vecino que pasea un perro y las conoce me advierte “ellas hacen eso todos los días, son ángeles”.

— ¿Nadie les ha dicho que están locas, por ponerse en esta tarea?

— Milly: Alguien me llegó a comentar que si

acaso estábamos trabajando para el alcalde y queríamos los uniformes de las personas que recogen la basura. Lamentablemente para el panameño de clase media alta hacer esto es denigrarse.

— Rosemary: Las reacciones de la gente son muy distintas. Unos simpatizan con lo que hacemos, otros se quedan como si no pudieran entender que nos pongamos en esto.

— ¿Cómo mantienen el ánimo?

— Rosemary: Te queda la satisfacción de ver qué bien queda todo. Creo que podemos canalizar de otra manera esas frases de “ama a tu patria” y no haces nada por ella. Hay tantas cosas buenas y a veces es fácil mirar las malas, Panamá nos ha acogido, esto es un poquito de agradecimiento por lo que hemos recibido, 28 años de vivir en Panamá.

— Milly: Hay días en que estoy acostada y no me quiero levantar temprano, pero la conciencia no me deja.

Día Mundial del Agua: Saneamiento (2008)

Mensaje del Director General de la UNESCO,
Sr. Koichiro Matsuura,
con motivo del
Día Mundial del Agua: Saneamiento
22 de marzo de 2008
Este año, en el contexto del Año Internacional del Saneamiento proclamado por as Naciones Unidas, el Día Mundial del Agua se centra precisamente en esa crítica cuestión. Deseo aprovechar esta oportunidad para renovar el compromiso de la UNESCO de promover la ciencia y el conocimiento con miras al uso sostenible de los recursos de agua dulce del mundo y para reiterar la importancia fundamental del suministro de agua potable y de saneamiento a todos.
Uno de los mayores retos que afronta la humanidad es mejorar el bienestar de los 2.600 millones de seres humanos –el equivalente a la mitad de la población del mundo en desarrollo– que carecen de acceso a saneamiento básico. A pesar de que en todo el mundo crecen los índices de difusión del saneamiento y a pesar de los notables esfuerzos de los gobiernos y la comunidad internacional, el ritmo de avance hacia el objetivo de desarrollo del Milenio de reducir a la mitad el porcentaje de la población que carece de acceso sostenible a agua potable y saneamiento básico, ha sido lento y desigual. Según el Informe sobre los objetivos de desarrollo del Milenio de 2007, se calcula que 1.600 millones de
personas deberían lograr acceso a mejores instalaciones sanitarias en el periodo de 2005-2015 para que se alcanzase la meta de este objetivo en lo referente a saneamiento. Si se mantienen las tendencias vigentes desde 1990, es probable que el mundo no llegue a ella por un margen de casi 600 millones de personas.
El acceso a agua potable y servicios básicos de saneamiento es un requisito sine qua non para alcanzar los objetivos de desarrollo del Milenio relativos a la pobreza, la salud, el género y la sostenibilidad medioambiental. La mejora del saneamiento tendrá repercusiones positivas tanto en la salud humana como en el medio ambiente. Entre los beneficios más importantes que comporta están la mejora de la salud pública, una considerable disminución de las enfermedades que se transmiten por el agua, al desactivar sus vectores, y, gracias a lo anterior, la evitación del fallecimiento prematuro de millones de seres humanos.
La mejora del saneamiento también se traduce en un incremento del desarrollo humano, la dignidad, la intimidad y la seguridad, en especial de las mujeres y las niñas, así como en el avance de la igualdad de género.
A menudo se pasan por alto los beneficios medioambientales del saneamiento. La eliminación directa de ingentes volúmenes de aguas de albañal y de desechos humanos representa una amenaza considerable para la salud y la función de los ecosistemas acuáticos. Una mejor gestión de las aguas residuales  del saneamiento acarreará enormes beneficios al proteger los recursos hídricos de la contaminación de gérmenes patógenos y otros elementos nocivos.
En la actualidad, hay una necesidad perentoria de abordar la cuestión del saneamiento de manera sostenible, con la participación de todos los interesados –lo más importante de todo–, de los gobiernos y las comunidades locales, las familias y los inversores. Se han obtenido adelantos significativos en la elaboración de tecnologías sanitarias de bajo costo, lo que ha permitido superar el obstáculo tecnológico que antes se consideraba que era la causa fundamental de la lentitud en difundir el saneamiento universalmente. La generalización del saneamiento en los países y su incorporación como prioridad en las políticas y estrategias nacionales constituye un punto de partida para acelerar ese
adelanto. El fortalecimiento de las alianzas internacionales en la materia contribuirá a obtener inversiones y dará lugar a nuevas opciones tecnológicas.
A través de sus programas y actividades relativos a los recursos hídricos, la UNESCO contribuye activamente a la consecución de las metas sobre agua y saneamiento de los objetivos de desarrollo del Milenio. El Programa Hidrológico Internacional de la UNESCO aborda la cuestión del saneamiento en el contexto más amplio de la gestión sostenible del agua en las zonas urbanas, mediante la adopción de una estrategia global para la gestión del ciclo del agua en las ciudades y el examen de las repercusiones que podrían tener los nuevos enfoques en materia de saneamiento. La UNESCO apoya la investigación y la creación de capacidades en las esferas relacionadas con el saneamiento mediante programas de formación e investigación de posgrado que tienen lugar en el Instituto UNESCO-IHE para la Educación relativa al Agua.
En el marco Internacional del Saneamiento, la UNESCO reitera su compromiso de multiplicar sus esfuerzos para resolver los problemas de saneamiento vinculados al agua mediante la promoción, la difusión y el intercambio de conocimientos e información y la creación de capacidades humanas e institucionales. En apoyo de las iniciativas que lleva a cabo el sistema de las Naciones Unidas, tales como ONU-Agua, el Día Mundial del Agua
y el Año Internacional del Saneamiento, la UNESCO mantiene su disposición a reforzar los lazos de colaboración con sus Estados Miembros y la comunidad internacional en los ámbitos relacionados con el tema.
En este Día Mundial del Agua, quiero exhortar a todos los interesados a que mancomunen sus esfuerzos con el fin de alcanzar las metas esenciales de los objetivos de desarrollo del Milenio en lo referente al agua y al saneamiento.
Abrigo la firme convicción de que en esta esfera sólo se lograrán más avances mediante el decidido empeño y la acción concertada de todos los copartícipes y en todos los ámbitos.Koichiro Matsuura

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Mensaje original tomado del sitio: http://unesdoc.unesco.org/images/0015/001584/158456s.pdf