Panamá en juicio ante Tribunal Latinoamericano del Agua

PANAMÁ SOMETIDA A JUICIO EN TRIBUNAL LATINOAMERICANO DEL AGUA

Burica Press. Antigua, Guatemala, 9 de septiembre de 2008. Según un comunicado oficial del Tribunal Latinoamericano del Agua (TLA) ha podido percibir que las controversias hídricas que afectan pueblos indígenas asumen características muy específicas. Por esa razón, requieren un tratamiento que contemple todas sus especificidades de manera integral. En virtud de todo lo anterior y amparados en las disposiciones contenidas en la Declaración Latinoamericana del Agua, el tribunal ético ha programado una audiencia especializada en juzgar problemáticas hídricas que afecten pueblos indígenas de Latinoamérica. Esta actividad se está llevando a cabo en el Hotel La Real Plaza, Antigua Guatemala, del 8 al 12 de septiembre del 2008 y paralelamente se realizan foros y talleres que aborden temas afines.

El primer caso presentado por sectores de la sociedad civil panameña es: Panamá -Proyectos Hidroeléctricos sobre los ríos Bonyic y Changuinola, Bosque Protector Palo Seco / Parque Internacional La Amistad, Provincia de Bocas del Toro, Comunidades Naso de Bonyic y Ngöbe de Charco La Pava.  Esta denuncia fue presentada por el consorcio de organizaciones Alianza Naso, Asociación para la Conservación de la Naturaleza y la Cultura Ngöbe, Alianza para la Conservación y el Desarrollo y Asociación para la Conservación de la Biósfera. En oposición a esta demanda estarán el Gobierno de Panamá, la Autoridad Nacional del Ambiente, la Empresa de Servicios Públicos de Medellín y la Empresa AES.

Naso Teribe en balsa tradicional Rio Teribe, Panama

Foto: S. Atencio (Cortesía de ACD). Un persona de la etnia naso Tjer Di, navegando en su balsa tradicional en el Río Teribe, Comarca Naso Teribe, en la Reserva de la Biosfera La Amistad Panamá, Noroccidente de Panamá.

Según la denuncia los proyectos de embalses inundarían una extensión superior a las 2500 hectáreas, distribuidas en los ríos Bonyic (1 embalse) y Changuinola (3 embalses). La principal causa del conflicto radica en que los embalses se construirían en tierras de las etnias Naso y Ngöbe respectivamente. Desde Octubre del 2007, se han presentado incidentes violentos en la comunidad Naso de Bonyic y en la comunidad Ngöbe de Charco La Pava.

De acuerdo con la información presentada, una población estimada en 5000 habitantes (1000 habitantes Naso y 4000 habitantes Ngöbe), se verían afectados por los citados emprendimientos. Los embalses propuestos se ubicarían en el Bosque Protector Palo Seco, área de amortiguamiento del Parque Internacional La Amistad.

Aunado a lo anterior, los denunciantes sostienen que dichos emprendimientos implican violación a los derechos humanos indígenas que tienen que aceptar de manera forzosa una decisión unilateral del gobierno panameño y una alteración irreversible de las condiciones ecológicas únicas del Parque Internacional La Amistad, en especial a lo que su flora y fauna acuáticas se refiere.

El segundo caso presentado por organizaciones civiles panameñas corresponde al caso: Panamá -Ley de Concesión para el aprovechamiento del agua en Panamá. Territorios de las comarcas indígenas panameñas: Ngöbe-Buglé, Madungandi, Kuna Yala, Wargandi y Emberá-Wounaan. Esta demanda fue interpuesta por los consumidores y usuarios en la mesa de debate de la Comisión de Ambiente, Población y Desarrollo, y Coordinadora Nacional de Mujeres Indígenas de Panamá (CONAMUIP). En oposición a la demanda estarán la Autoridad Nacional del Ambiente (ANAM) y la Comisión de Población, Ambiente y Desarrollo de la Asamblea Nacional.

En la Audiencia del Tribunal Latinoamericano del Agua en Antigua, Guatemala se someterá al gobierno panameño a la justicia por intento de enajenación del recurso hídrico y violación a los derechos humanos de pueblos indígenas asentados en la Reserva de la Biósfera La Amistad Panamá. Igualmente se le acusa de dar concesiones ilegales de aguas y ecosistemas de rica biodiversidad para construir represas.

Según los denunciantes el proyecto de Ley # 278 «Marco de Gestión del Recurso Hídrico», presentado ante la Comisión de Ambiente, Población y Desarrollo de la Asamblea Nacional de Diputados propicia el acaparamiento de aguas. A juicio de los denunciantes, este proyecto de ley iría a facilitar el otorgamiento de concesiones permanentes de agua en desmedro de la participación ciudadana.

En lo que a las poblaciones indígenas compete, este proyecto vulneraría la autonomía indígena sobre sus territorios, y consecuentemente, sobre sus fuentes de agua, en criterio de los actores del contradictorio.

Según el Tribunal Latinoamericano del Agua (TLA) las complejas estructuras legales creadas con el fin de proteger esta invaluable riqueza, frecuentemente, han demostrado sus limitaciones para llevar a cabo su cometido. Muy a menudo, estas tierras se ven enfrentadas a graves riesgos asociados a la expansión desmedida de los procesos de capitalización de recursos, con lo cual, se ven amenazados también los pueblos que las habitan. Tomando en cuenta la gran importancia estratégica que ha adquirido el agua en la actualidad, no es del todo ilícito suponer que los territorios indígenas (en tanto grandes reservorios de agua) pueden ser objeto de feroces disputas político-económicas. En América Latina no existen los instrumentos necesarios para el control y administración de los sistemas hídricos. Además, tampoco se han establecido procedimientos adecuados para el manejo de las controversias suscitadas por los usos de las aguas.

Susana Serracín, que defiende la primera de las dos demandas, indicó «queremos que un veredicto del TLA ayude a garantizar que se respete los Derechos Humanos, la seguridad jurídica ambiental y que se dé un alto a la modificación amañada de las leyes en perjuicio de las colectividades». Según la jurista también comentó que «es necesario impulsar la transferencia de tecnologías limpias y ambientalmente idóneas, fortaleciendo el respeto a una participación verdadera de la ciudadanía que garantice la Justicia Ambiental y la Justica Social para los panameños y los pueblos indígenas directamente afectados».

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La Prensa, 12 de septiembre de 2008

TRIBUNAL DEL AGUA.

Anam pide nulidad de demanda

José Arcia
jarcia@prensa.com

La Autoridad Nacional del Ambiente (Anam) solicitó al Tribunal Latinoamericano del Agua anular la demanda que presentaron los organismos no gubernamentales Alianza para la Conservación y el Desarrollo (ACD), y la Asociación Consumo Ético.

El director de Asesoría Legal de la Anam, Harley Mitchell, presentó la solicitud alegando incumplimiento al manual de procedimientos del Tribunal y a los principios elementales del debido proceso que “ han dejado en indefensión nuestra posición”.

ACD, en conjunto con las comunidades indígenas de Bocas del Toro –afectadas por proyectos hidroeléctricos sobre el río Changuinola y Bonyic– demandó al Estado ante el Tribunal de Agua por los posibles daños sociales y ambientales que padecerán por la construcción de las obras.

La Asociación Consumo Ético, que preside Yakarta Ríos, demandó al Estado por posibles peligros que enfrentarían los ríos si se aprueba un proyecto de ley sobre manejo integrado de recursos hídricos.

Mitchell, en su solicitud, solicita imparcialidad y establece que las pruebas presentadas no comprueban los daños ambientales que alegan.

Hoy termina la sesión del Tribunal –en Guatemala– y de allí debe salir un veredicto que solo tiene peso moral, porque el Estado no está obligado a cumplirlo.

Índigenas de Panamá y Costa Rica compartieron experiencias con hidroeléctricas

Para compartir experiencias sobre efectos de represas hidroeléctricas

ENCUENTRO ENTRE INDÍGENAS DE COSTA RICA Y PANAMÁ

El 1 de mayo del 2008, un grupo de 25 indígenas bribris, cabécares, teribes y bruncas del sur de Costa Rica, se desplazaron hasta el territorio indígena de los Naso (conocidos como Teribes), ubicados en la provincia de Bocas del Toro, Panamá; concretamente en los bosques que bordean el río Teribe.

La finalidad del encuentro fue compartir experiencias, acerca del tema de la construcción de represas hidroeléctricas.

En el lado de Costa Rica, los indígenas están ante la inminente construcción de la Hidroeléctrica El Dikes; mientras tanto, los indígenas Nasos desde hace un par de años, vienen haciendo una dura resistencia contra la construcción de la Hidroeléctrica Bonyic en el corazón de su territorio.

La población Naso está conformada por unos 3.000 habitantes, distribuidos en 11 comunidades: Bonyic, Dluy, Kuykin, La Tigra, Loma Bandera, San San, Santa Rosa, Sieyic, Sieykín, Solón y Sorí.
Esta represa que afectará a los Naso, estará ubicada a unos 8 km . de la desembocadura de la Quebrada Bonyic al río Teribe; será una estructura de 38 metros de altura por 165 de largo a nivel de la cresta, que estará en la cota de 245 metros sobre el nivel del mar. Para acceder al sitio de las obras será necesario construir una carretera que tendrá en total unos 17,7 Km . de longitud, comunicando los sitios de Charagre, Carbón, y río Teribe, incluye un puente de 120 m de luz para cruzar este río; comunicará también la casa de máquinas con el sitio de represa. También harán otros frentes de carreteras menores.

Según lo expresado por los Nasos, de construirse la represa proyectada, el medio ambiente y la cultura que hoy existen en su territorio cambiarán de forma radical. Consideran que la nueva carretera que se construirá y conectará al poblado de Changuinola con la represa, fomentará la emigración de los Naso y el ingreso de colonos. Aumentará también la deforestación, la cual a su vez provocará la destrucción de la tierra rica que han habitado durante siglos. Supondrá también una amenaza importante para la vecina Reserva de la Biosfera “La Amistad”.

Si este proyecto se ejecuta, podría significar el principio del fin de la cultura Naso. Mientras tanto, los indígenas del cantón de Buenos Aires en Costa Rica, se encuentran ante una realidad finalmente revelada, cuando el 6 de febrero del año en curso, el presidente de la República, Óscar Arias, firmó el decreto que declara de interés público el Proyecto Hidroeléctrico El Dikes, afirmando que en 11 meses deberá empezar la construcción, que tendrá un costo de $ 1,850 millones de dólares.

Ante esta amenaza, los territorios indígenas de China Kichá, Ujarrás, Salitre, Kabaköl, Yimba Cajc, Boruca y Térraba, han conformado Comisiones de Diálogo que les permita tener un constante monitoreo entre si, al tiempo que unifican criterios para presentar propuestas consolidadas ante el Instituto Costarricense de Electricidad, que impulsa este monumental proyecto; así como a otras instancias que participan del mismo.

Asimismo, los indígenas están en un proceso de capacitación en temas jurídicos, resolución de conflictos, derechos humanos indígenas -entre otros temas-, para efectuar una resistencia basado en conocimientos sólidos. Por ello, los indígenas solo quieren hablar de diálogo no de negociación.

Este Encuentro entre Hermanos Indígenas, significa apropiarse de una lucha que debe ser liderada exclusivamente por los indígenas y sus estructuras locales; aunque esto no impide la solidaridad de personas y organizaciones no indígenas, pero manteniendo un profundo respeto de las decisiones indígenas, dijeron los organizadores.

Este histórico encuentro fue auspiciado por la Unión Internacional para la Naturaleza (UICN), The Nature Conservancy (TNC), fondos propios de los indígenas y de la Asociación Regional Indígena del Dikes (ARADIKES), quien también es organizadora del evento.

Información cortesía de http://www.cedin.info

Chan 75 inundaría restos arqueológicos

yacimientos arqueológicos en bocas del toro.

Los efectos de un embalse

Arqueólogo Álvaro Brizuela pide que se realice un plan de rescate con suficiente tiempo de antelación.

José Arcia
jarcia@prensa.com

El embalse del proyecto hidroeléctrico Chan 75, ahora Changuinola I, causaría efectos irreversibles a los restos arqueológicos encontrados en el lugar, si antes no se hace un plan de rescate del área, concluyó el arqueólogo Álvaro Brizuela.

El arqueólogo propuso que AES Changuinola, responsable del proyecto, programe un plan de rescate de los yacimientos existentes.

«Es importante que el promotor considere la necesidad imperiosa de ejecutar el programa de arqueología con suficiente antelación…», revela el estudio hecho por Brizuela.

Esto, a juicio del arqueólogo, evita que el cronograma de la empresa se perjudique, porque los trabajos de investigación en los sitios arqueológicos suelen ser lentos y resulta difícil imponer un ritmo de trabajo acelerado.

En el documento, presentado en abril de 2007, se advierte que en las áreas de influencia directa e indirecta del proyecto no hay trabajos previos de investigación arqueológica.

La semana pasada, la Autoridad Nacional del Ambiente confirmó que hasta la fecha la empresa no había presentado un plan de rescate.

En las zonas que serán inundadas por el proyecto se hallaron 13 yacimientos arqueológicos de la época precolombina.

AES Changuinola, a través de la empresa de relaciones públicas Vox Comunicaciones, dijo que para el primer trimestre de 2008 seguirán los estudios en las zonas para determinar si es posible el rescate, o no perturban las áreas.

La Alianza para la Conservación y el Desarrollo denunció que la empresa empezó los trabajos sin contar con un plan de rescate.

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patrimony

Precolumbian sites at risk

GABRIEL RODRÍGUEZ/LA PRENSA
The Changuinola river in  Bosque Protector de Palo Seco

The hydroelectric project formerly known as Chan 75 and now called Changuinola I could cause irreversible damage to the archaeological remains known to exist in the area.

So concludes archaeologist Alvaro Brizuelas, should the project’s developer, Aes Changuinola, not implement a salvage plan.

«It is extremely important that the developer consider the urgent need to implement an archaeology program at an early stage,» Brizuelas noted in his study of the area. This would affect Aes Changuinola’s production schedule, he added, since archaeological work tends to progress slowly and cannot be rushed.

Brizuela’s report, presented in April 2007, warns that no archaeological research has been carrried out in the zone that will be directly or indirectly affected by the project. Last week, the Autoridad Nacional del Ambiente confirmed that the company had presented no salvage plan to date.

There are 13 precolumbian archaeological sites in the area, which will be inundated by the project.

Aes Changuinola, through its public relations firm, said that for the first trimester of 2008 it will continue to do studies in the area to determine if any salvage is possible or of the area can be left undistrubed.

La Alianza para la Conservación y el Desarrollo denounced the company for beginning work without having a plan.

 

 

Panamá: empresas eléctricas invaden áreas protegidas y tierras indígenas

Panamá

Empresas eléctricas invaden áreas protegidas y tierras indígenas

Se trata de la historia de una infamia hacia dos pueblos indígenas y la sociedad panameña en general y la corrupción instaurada en relación a la construcción de represas en el Río Changuinola, Bosque Protector de Palo Seco, en la Provincia de Bocas del Toro, República de Panamá.

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Burica Press, Panamá. 8 de diciembre de 2007

Privatizaciones y proyectos de generación eléctrica

En el año 2005, la Autoridad Nacional del Ambiente (ANAM), autorizó la construcción de tres represas hidroeléctricas en la cuenca del río Changuinola Provincia de Bocas del Toro a la empresa Hydroteribe (posteriormente adquirida por AES, una compañía norteamericana basada en Virginia). Los tres proyectos hidroeléctricos se designan con los nombres Chan 75, Chan 140 y Chan 220, respectivamente, que producirían en conjunto aproximadamente 411 megavatios. La empresa AES Corporation de Norteamérica tiene varias filiales en Panamá. La primera es AES Panamá que administra varias hidroeléctricas ya establecidas en el país, como la de Bayano en la Provincia de Panamá y Estrella-Los Valles en la Provincia de Chiriquí , luego de comprar al gobierno 49% de las acciones durante los procesos de privatización ocurridos a mediados de los años 90’s. También AES Panamá es dueña de la hidroeléctrica Estí en Chiriquí. Por su parte la nueva filial, AES Changuinola es la encargada de construir los proyectos hidroeléctricos en Bocas del Toro en el occidente de Panamá.

Cabe mencionar que con la privatización, la industria energética se divide en tres partes: generación, transmisión y distribución. Las empresas privadas pueden generar y distribuir energía, la transmisión sigue siendo responsabilidad del Estado.

La propuesta original es de 3 hidroeléctricas, y se tienen 3 concesiones otorgadas con sus 3 estudios de impacto ambiental aprobados. Sin embargo, se ha dado un cambio en el diseño del segundo proyecto, Chan 140, que mueve el sitio de presa aguas arriba del sitio original. De manera no oficial se habla de que ahora no serán tres represas, sino dos más grandes, pero no hay ningún documento que lo confirme. Según la Resolución DIEORA IA-127-06, para compensar la pérdida de generación, ANAM y la Autoridad Nacional de los Servicios Públicos autorizaron a AES a elevar la altura de la presa de Chan 75 de 152 a 165 msnm, lo que inundaría 250 Ha adicionales para la construcción el proyecto Chan 75.

El proyecto Chan 75 es el primer proyecto de construcción de una represa hidroeléctrica de mayor magnitud que realiza una empresa privada de principio a fin. La última represa de esta escala construida en el país, Estí, fue iniciada por el gobierno, quien realizó estudios y negociaciones con las comunidades afectadas. Al darse la privatización AES solo terminó la labor. Lo que suceda ahora con el proyecto Chan 75 sentará las bases para lo que ocurra con los próximos proyectos.

Más de cien proyectos hidroeléctricos propuestos

Para junio de 2007, 16 concesiones hidroeléctricas han sido otorgadas y aprobadas, 78 están en diferentes etapas del proceso de concesión y 13 concesiones están todavía disponibles. En total, el país intenta desarrollar 107 proyectos hidroeléctricos. Los proyectos de mayor magnitud ya existentes en Panamá son: Estí (ubicada en Guanaca, Chiriquí, Río Chiriquí), Bayano (ubicada en Chepo, Río Bayano), Estrella-Los Valles (ubicada en Chiriquí, Río Caldera), Fortuna (ubicada en Chiriquí, Río Chiriquí), Madden (ubicada en Panamá, Río Chagres), Gatún (ubicada en Panamá, Río Chagres).

Los proyectos hidroeléctricos se asientan sobre áreas protegidas

La cuenca baja y media del Río Changuinola donde se construirá las represas está localizada en el Bosque Protector Palo Seco (BPPS), un área contigua al Parque Internacional La Amistad, que es una zona protegida que pertenece a la Reserva de la Biosfera de La Amistad reconocida por la Oficina del Hombre y la Biósfera de la UNESCO) y al Corredor Biológico Mesoamericano del Atlántico Panameño. El Parque Internacional La Amistad es un Sitio de Patrimonio de la Humanidad, declarada por la UNESCO. Al final en la desembocadura del Río Changuinola se encuentra otra área protegida de connotación internacional: El Humedal Internacional Ramsar San San Pond Sak. Todo el área forma parte de un gran conjunto ecosistémico que va desde este humedal en el Caribe hasta las Lagunas de Volcán en las laderas del Volcán Barú en el sector Pacífico.

Situación de las poblaciones afectadas por la construcción de la represas

Cuando el Bosque Protector Palo Seco fue creado en 1983, la población Ngäbe ya residía en la zona como lo atestigua el hecho de que la agricultura de subsistencia de los moradores fuera contemplada en el primer Plan de Manejo del Parque. La creación del BPPS se hizo sin la participación activa de las comunidades indígenas residentes en el área, y su formación ha complicado el reconocimiento del derecho colectivo del pueblo Ngäbe de este territorio.

La construcción de las represas se estima que afectará a cerca de 3,500 personas pertenecientes a la etnia Ngobe, uno de los pueblos indígenas de Panamá. Existe una controversia acerca del número real de las personas que resultarán afectadas por los tres proyectos. La empresa AES, por ejemplo, sostiene que se trata de no más de 2,000 personas, mientras que representantes de las poblaciones afectadas los estiman en 4,000. La cifra de 3,500 ha sido estimada por grupos ecologistas que trabajan en el área, en base a un estudio socio-económico hecho el año pasado, donde los pobladores hicieron un censo. La diferencia en números es, en parte, resultado del hecho que la empresa AES no cuenta a la población de Nance del Riscó y Bajo la Esperanza (ubicadas a pie de represa propuesta), ni tampoco a Valle de Riscó, Nudobiti y Soledad de Riscó, como afectadas. Nosotros consideramos que deberían ser incluidas.

El principal efecto directo para las comunidades Ngobe asentadas en el territorio donde se construirán las represas es el desplazamiento debido a que con la construcción quedarán inundadas más de 3,000 hectáreas de terreno, especialmente bosques riberinos y áreas de cultivos tradicionales. Según la «Actualización Ambiental del Proyecto Chan-75 (Cota de 152 msnm a la cota 165 msnm)» elaborado para AES Changuinola por Consultores Ecológicos Panameños, S.A. (CEPSA) en noviembre de 2006 y aprobado por ANAM mediante la resolución DIEORA IA-127-06, en la actualidad el área del embalse del primer proyecto, Chan 75, es de aproxidamente 1,394.75 hectáreas. El diseño original que era más pequeño hablaba de un embalse de 1,145.23 hectáreas.

Los habitantes Ngöbe asentados en el territorio provienen de migraciones en los años 60’s, en su mayoría provenientes de lo que ahora es la Comarca Ngobe Bugle. En Panamá, la legislación reconoce ciertos derechos a los pueblos indígenas que viven en territorios denominados comarcas. El estatus de los pueblos indígenas que viven en territorios no comarcales no esta claramente definido en la legislación nacional. En el caso de la Comarca Ngobe-Bugle, se presume que estos habitantes de pueblos indígenas viven en tierras «anexas» a la Comarca pero los límites y las prerrogativas de este estatus no están claramente definidos. La ley No. 10 de 1997 que crea la comarca Ngobe-Bugle habla de las áreas anexas y su status. Pero, quien queda incluido o no, es todavía debatido. Recientemente ha salido a la luz un documento firmado por la Dirección Nacional de Política Indigenista de Ministerio de Gobierno y Justicia que dice que el área de las hidroeléctricas no está bajo la jurisdicción de la comarca. Este documento se hizo al momento que se evaluaba dar la concesión de un globo de terreno del Bosque Protector Palo Seco a AES Changuinola, como en efecto ocurrió. Si no es área anexa, el área tiene el mismo estatus que cualquier corregimiento del país, sin ninguna protección especial de zona indígena. En los próximos meses, se espera que el Programa Nacional de Administración de Tierras del Banco Mundial empiece la delimitación de las áreas anexas en la Provincia de Bocas del Toro.

Los habitantes de la etnia Ngobe que se han asentado en la cuenca del río Changuinola no han reclamado posesión legal sobre dichos terrenos debido a diferentes factores: tradición cultural de tierras colectivas, desconocimiento de los procesos legales y/o falta de recursos económicos para regularizar la posesión de tierra. También los pobladores han comentado que la solicitud de aquellos que buscaron derechos posesorios y titulación fue rechazada porque las tierras estaban en área protegida de la Reserva Forestal o Bosque Protector de Palo Seco y por lo tanto no podían ser tituladas.

Irregularidades ocurridas durante la ejecución de los proyectos hidroeléctricos en la cuenca del río Changuinola

La Autoridad Nacional del Ambiente por disposición de la Ley 41 General de Ambiente de 1998, exigió a la empresa concesionaria la realización de un Estudio de Impacto Ambiental como requisito previo a la autorización de la concesión. Según la opinión de ambientalistas tanto nacionales como internacionales el estudio de impacto ambiental adolece de tres defectos principales: a) no fue recopilada información arqueológica requerida por la oficina de Patrimonio Histórico; b) la línea base para el cálculo de los efectos ecológicos de la construcción de las represas presentaron anomalías, por ejemplo no se analizaron adecuadamente los efectos de la construcción de las represas sobre las especies de peces que constituyen una base para la alimentación de los habitantes del lugar y que como consecuencia de la construcción de las represas están amenazados de extinguirse debido a que son especies que periódicamente migran desde el río hacia el mar y viceversa; y c) según la legislación interna (Decreto Ejecutivo No. 209 del 5 de septiembre del 2006), como parte del estudio de impacto ambiental se requiere la realización de foros públicos en los que participe la población que se verá afectada. Estos foros se realizaron en la Ciudad de Almirante, distantes hasta 1 día de las comunidades, muchas personas no pudieron asistir y a los asistentes solo se les informó sobre los proyectos, pero no fueron consultados sobre su posición con relación a dichos proyectos.

A pesar que ANAM condicionó la iniciación de los trabajos de construcción de la represa Chan 75 a que la empresa presentara un nuevo estudio ecológico, un estudio arqueológico y un proyecto o estudio socioeconómico y sobre reubicación de las poblaciones afectadas, los trabajos de construcción de la represa Chan 75 se iniciaron a mediados del 2007. Los efectos de la construcción de obras preliminares, como tramos de carreteras y campamentos, ya se están visualizando en la erosión de los terrenos, la devastación de vegetación y la contaminación del río Changuinola, debido a la sedimentación, así como en la destrucción del tejido social y violación de los derechos humanos de las comunidades indígenas afectadas.

A pesar de que no se ha aprobado un plan de reasentamiento oficial o consensuado de las poblaciones afectadas, la empresa concesionaria ha procedido a concluir acuerdos con algunos de los habitantes a través de los cuales éstos han aceptado ser reubicados. Uno de los casos de mayor impacto en este contexto, es el de una mujer Ngobe, monolingüe en su idioma indígena Ngobere, que alega que fue presionada para firmar un contrato redactado en español y por el que cedía la propiedad de su tierra ubicada en el sitio de presa de Chan 75 y cedía su forma tradicional de vida, ya que fue trasladada a un suburbio semiurbano. Además, los habitantes han expresado su descontento, porque las negociaciones se han hecho de manera individual y no de manera colectiva, como lo contemplan sus usos y costumbres de tierras colectivas. Adicionalmente, no han existido criterios claramente definidos para las indemnizaciones de los terrenos y mejoras, ya que el proceso de «negociación» se ha basado en la presentación de propuestas por los afectados. Esto no garantiza una indemnización justa y equitativa según señala el artículo 10 de la Declaración Universal de los Pueblos Indígenas recientemente aprobado en la ONU.

Habitantes de las áreas que quedarán inundadas denuncian asimismo que la construcción de las represas no representan ningún tipo de beneficio para ellos.

Representantes de las comunidades afectadas han denunciado estos hecho ante la Autoridad Nacional del Ambiente, la Gobernación, la Defensoría del Pueblo y otros, sin que hayan recibido aparentemente ninguna respuesta. En junio de 2007, las comunidades, junto a otros pueblos indígenas, escribieron una nota a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos solicitando que dicha Comisión realizara una visita in-loco al lugar. Tampoco se conoce el resultado de esta gestión.

A pesar de que el EIA del 2005 que aprobaba la construcción de la hidroeléctrica incluía los caminos de acceso al sitio de presa, en el 2007 la empresa presenta un nuevo EIA para esta carretera. La diferencia es que el nuevo EIA se hizo con categoría I, la más baja posible, utilizada usualmente en zonas urbanas donde la construcción no causa cambios significativos. Al ser un EIA categoría I, la empresa y consultora no se vieron obligados por ley a realizar foro público, ni a medir, ni proponer medidas de mitigación de los fuertes impactos ambientales que genera este obras en espacios rurales bien conservados, por lo que las familias indígenas de la zona y los ecologistas no tuvieron oportunidad de opinar sobre la obra, su legalidad y sus efectos ambientales.

Recursos legales interpuestos

Denuncias Administrativas ante la ANAM: en agosto de este año, la organización denominada Alianza para la Conservación y el Desarrollo (ACD) interpone una denuncia administrativa por el inicio ilegal de obras antes de haber terminado los estudios pendientes que establecía la resolución que aprobaba el EIA del 2005. Ese mismo mes las comunidades denuncian la reubicación de personas dentro del Bosque Protector Palo Seco, lo cual estaba prohibido en el artículo 38 de esta misma resolución. Semanas después la ANAM realiza una nueva resolución cambiando este artículo y permitiendo la reubicación dentro de esta zona. Evidente corrupción del proceso y de las leyes que instauraron la reserva!

También se le realizó una denuncia penal ante la Policía Técnica Judicial en contra de funcionarios de ANAM que se han prestado a permitir en contra de la ley la sub-categorización del EIA (aprobado) de la carretera que llega al sitio de presa Chan 75, lo cual esta penalizado como delito ambiental. Esta denuncia se interpuso además contra AES Changuinola y la Consultora que se prestó a realizar esta violación a la ley penal.

Recientemente la Asociación de Derecho Ambiental (ADA) interpuso otra denuncia penal por la falsificación de información relacionada a los estudios arqueológicos hechos en el área de la carretera. Estos expedientes fueron unidos en un solo caso.

Igualmente ACD ha realizado dos denuncias ante la Defensoría del Pueblo: por violación de derechos humanos en el caso de la Sra. Isabel Becker. La Defensoría parece tener las manos atadas para actuar libremente en estos claros hechos de violación de los derechos humanos de personas que no tienen medios para defenderse por sí mismos.

Se espera que prontamente varias organizaciones interpongan recursos de nulidad ante la Corte Suprema y Amparos de Garantías Constitucionales por la violaciones e irregularidades realizadas en la concesión de un globo de terreno de 6 mil hectáreas a AES Changuinola sin la aprobación de las comunidades indígenas residentes dentro del área concedida.

Igualmente se alista una batería de denuncias por corrupción para todos los funcionarios del Estado que se han prestado por comisión u omisión en actos que atentan contra los valores colectivos de toda la sociedad panameña y que están tipificados como formas de corrupción, ya que han burlado sistemáticamente el debido proceso y están concediendo áreas protegidas, áreas indígenas y aguas con procedimientos al margen de la transparencia y aprovechándose de la posibilidad que la impunidad sea su mejor aliado.

Tema de las amenazas y coerciones

La población ha manifestado lo siguiente sobre la empresa:

– Que la empresa les informó que ellos no tienen derechos sobre las tierras, por ser del Bosque Protector Palo Seco, y que si no aceptan sus condiciones el Estado los sacaría forzosamente sin reconocerles nada.

– Que varias familias aceptaron pagos por indemnización de cultivos destruidos para trazar la trocha que marcaba la cota del embalse. La empresa AES les comunicó que ya a partir de ese momento no podían utilizar las tierras que estaban por debajo de la trocha, como si les hubieran vendido sus tierras.

– Que a ellos nos les convenía interponer denuncias al Estado porque si intervenía ellos saldrían obteniendo menos dinero.

– Que no les importaba negociar con las personas que estaban arriba del sitio de presa, porque ellos tendrían que salir del área de todas maneras al subir las aguas para la creación del embalse.

El caso de la señora Isabel Becker, que por ser dueña del área del sitio de presa Chan 75, estuvo bajo presión, acoso y coersión constante para que cediera sus tierras a la Empresa AES. En enero del 2007, mucho antes de que existiera siquiera un plan de reasentamiento como era lo legal, ya la empresa había firmado un contrato con esta señora donde ella otorgaba sus tierras. El problema está en que ella, mujer analfabeta que no habla español, nunca entendió el contrato, el cual firmó luego de haber pasado más de 10 horas contra su voluntad en la oficina de la empresa en la ciudad de Panamá. A pesar de que el método utilizado para la firma del contrato lo invalidaba, a partir de ese entonces hubo visitas constantes para hacerla salir de sus tierras hasta el punto que la familia de la señora se quejó con el corregidor para que les diera una orden de restricción contra miembros de la empresa. Esta orden nunca se otorgó. Es particularmente llamativo el hecho ocurrido el 21 de julio, con la participación de la Alcandía de Changuinola. Ese día maquinaria de la empresa entraron en el terreno de la Sra. Isabel, amenazando que se tenía que derrumbar la casa. Ante esto, la Sra. Isabel que se encontraba enferma se desmaya. La alcaldía se ofrece a sacarla de su hogar y llevarla al médico. Sin embargo, al terminar la cita médica, no la regresan a su comunidad, sino que la instalaron de facto en «su nueva casa» en los suburbios de Changuinola. La Sra. Isabel pasó la noche pidiendo que la dejaran regresar. Finalmente, luego de meses de presión, el 19 de octubre la empresa logra que la señora firme un segundo acuerdo por su finca, y el 25 de octubre, una semana después, unos 15 miembros armados de la policía acompañan a la maquinaria que tumbó su casa y la llevaron a un nuevo lugar. Los residentes de la comunidad no sabían bien a donde la llevaron y se quejaron de que no la dejaron recoger sus pertenencias.

Casa destruida de Isabel Becker en Proyecto Hidroeléctrico de AES Corporation

Foto: ACD. Ruinas de la casa de Isabel Becker, la cual fue trasladada de facto, desde este ambiente eminentemente rural a un suburbio en Changuinola.

Un caso relacionado es el de la familia de la Sra. Isabel Becker que ha sido reubicada temporalmente en viviendas unifamiliares en el suburbio de Changuinola. Ellos tienen quejas constantes sobre el acceso a agua limpia. Además, estas familias han quedado en un estado de completo desarraigo y anomia.

Existen múltiples quejas de los habitantes del área que está comprendida entre Almirante y el sitio de presa Chan 75 sobre los abusos de la empresa, en especial la negociación de las indemnizaciones y la afectación de cabeceras de ríos y quebradas. Hay que recordar que ninguna de las personas de estas áreas es considerada como afectada por la empresa. En varios de estos casos, existe la participación de intermediarios que negocian el alquiler y la venta de los terrenos y viviendas.

En junio del 2006, las comunidades tenían planeado realizar una convocatoria para discutir los problemas que estaban observando con la hidroeléctrica. El día anterior de la reunión miembros de la Policía Nacional cerraron todas las vías de acceso al lugar donde se daría el evento, procediendo a revisar a las personas que entraban al área. Durante ese operativo también comenzó la persecución de alguno de los dirigentes indígenas. La denuncia de este hecho fue presentada ante la Defensoría del Pueblo. Nunca quedó claro quién envió la orden de detención de los dirigentes, ni del bloqueo de la comunidad. En octubre siguiente, también se dio un incidente que todavía no ha sido esclarecido en el que unidades de la Policía Nacional siguieron al Sr. Félix Sánchez, dirigente indígena Naso hasta la comunidad de Bajo Culubre. Sobre este caso, existe un expediente relacionado que esta bajo investigación en la Policía Técnica Judicial sobre la muerte de un Pavón (Crax rubra), que fue cazado por una de las unidades policiales cuando regresaba de esta diligencia.

En territorio Naso no escampa

Si en territorio Ngobe de Changuinola llueve en el área Naso no escampa. Empresas Públicas de Medellín en contubernio con todas las autoridades locales y nacionales se plantea colocar de facto en mero corazón del territorio Naso Teribe una hidroeléctrica sobre la Quebrada Bonyic.

Batallones de policías acosan a los Nasos y los han apresado en más de una ocasión por que ellos no permiten la entrada de maquinarias y equipo pesado a su territorio. La lucha que libran cívicamente es difícil y los actos que cometen contra ellos son tan crueles como los del área Ngobe, ambos grupos residentes en el Bosque Protector de Palo Seco.

La urgencia y demanda energética no existe

Continuará…

Fotos

AES Corporation Panama

Foto: ACD. Equipo pesado en el Bosque Protector de Palo Seco, el Río Changuinola y el territorio Ngobe.

Foto: ACD. Bosque Protector de Palo Seco, Área de la Reserva de la Biósfera La Amistad Panamá. En este sitio se pretende hacer la primera de cinco represas propuestas en la cuenca Río Changuinola. Haga click en la foto para ver más fotos.

Energía, ambiente y políticas

La Primera Piedra de la Ignominia 

Cuando se violentan los procedimientos debidos, cuando se ignoran los comentarios de la ciudadanía, cuando se hacen negocios en base a la necesidad de la gente, y lo más importante, cuando se niegan los derechos de los más pobres de los pobres en nuestro país, el tema deja de ser el suministro energético y el calentamiento global…

Muy bien dice el adagio que una mentira si se repite muchas veces se convierte finalmente en verdad.  Solo queda preguntarnos que se esconde detrás de cada mentira y por qué motivo nos interesa tanto afirmar su veracidad.  Tal vez debiéramos empezar por aceptar que el suministro de energía eléctrica sí está acercándose a un nivel crítico, en el que los precios al consumidor podrían alcanzar niveles no deseados si no se toman las medidas adecuadas.  De allí podríamos conceder que el uso del petróleo contribuye al calentamiento de la atmósfera, y que no se espera que los precios del crudo vayan a disminuir en un futuro previsible, sino más bien queda esperar un aumento significativo en los próximos años.  El problema global del suministro energético exige del análisis de nuestras mejores mentes; y cualquiera que sea la propuesta, siempre se producirán impactos ambientales, y la misma no satisfará por completo las aspiraciones de todas las partes interesadas – Gobierno, productores, distribuidores y consumidores.

Hasta aquí creo que la mayoría de los panameños estamos de acuerdo. Lamentablemente, esto está muy distante de la política que esta llevando hacia delante el Gobierno Nacional.  Cuando se violentan los procedimientos debidos, cuando se ignoran los comentarios de la ciudadanía, cuando se hacen negocios en base a la necesidad de la gente, y lo más importante, cuando se niegan los derechos de los más pobres de los pobres en nuestro país, el tema deja de ser el suministro energético y el calentamiento global, y se convierte en el estado de derecho, la protección de los derechos ciudadanos y la visión de país que queremos construir.

Es difícil aceptar que los Estados Unidos haya lanzado una cruenta guerra en la que han muerto miles de personas con tal de saciar el apetito voraz de su economía del automóvil, pero mas difícil sería pensar que como panameños estaríamos dispuestos a permitir que un grupo de especuladores de la industria hidroeléctrica, en conjunto con autoridades corruptas e incapaces, maltraten a la población Ngäbe y Naso de la Provincia de Bocas del Toro, practicando la más abierta discriminación, engañando a quienes ni siquiera saben hablar bien español, para que nosotros los residentes de la Ciudad podamos refrescarnos todos los fines de semana paseando por nuestro centro comercial preferido.Como esta no es la clase de país que queremos ser, tenemos el deber de desenmascarar lo que se esconde detrás de los anuncios publicitarios y de la primera piedra que todavía nadie ha podido ver  ¡Y es que la misma debía colocarse en un sitio localizado a escasos kilómetros del lugar escogido!  ¿Que sería lo que se escondería en algún promontorio cercano para hacer que los invitados de honor, en vez de colocar una piedra para edificar, terminaran cavando un hoyo para sepultar el pasado de trabajo y dignidad de la población local?  Quisiéramos que alguien nos explicara lo que ha sucedido en la comunidad de Charco de La Pava, dentro de la Reserva de la Biosfera de La Amistad, tal vez la Gobernadora de Bocas del Toro, la Administradora General de la ANAM, o el Presidente de la Republica… ¿Sería necesario enviar a una decena de policías para desalojar a una viuda Ngäbe que solo quería terminar de recoger sus pertenencias (ver articulo del Miami Herald del 2 de octubre de 2007? Pero como no hay verdad que al final no salga a la luz publica, solo miremos con cuidado el rostro de los enterradores, y recordemos que así como en Bayano los difuntos siempre volverán a pedir cuentas, y allí ya no valdrán las excusas del calentamiento global ni del inminente colapso de nuestra infraestructura energética nacional. 

En esos momentos, una vez más volverá a resonar la voz decidida de la mujer Kuna que le preguntó al General, padre del actual Presidente: ¿Acaso Usted es Dios para prometer tanto? Osvaldo JordánAlianza para la Conservación y el Desarrollo (ACD)