22 de marzo – Día Mundial del Agua promoviendo la cooperación

22 de marzo – Día Mundial del Agua

El agua, recurso vital para los seres humanos, es un bien único. Es también un recurso que no conoce fronteras. Al menos 148 países poseen al menos una cuenca transfronteriza. La cooperación en la esfera del agua es crucial para la seguridad, la lucha contra la pobreza, la justicia social y la igualdad de género. Además, la cooperación en la esfera del agua crea beneficios económicos, es fundamental para la preservación de los recursos hídricos, protege el medio ambiente y construye la paz. En un contexto marcado por la creciente presión sobre los recursos de agua dulce, nutrida por la necesidad de alimentos, la rápida urbanización y el cambio climático, la meta de este año es atraer la atención hacia los beneficios de la cooperación en la gestión del agua. La celebración de este Año coicide con el 20° aniversario de la proclamación del Día Mundial del Agua (leer abajo).

HECHOS Y DATOS

  • 800 millones de personas no tienen acceso al agua potable y cerca de 2500 millones no poseen servicios de saneamiento adecuado.
  • De 6 a 8 millones de personas mueren anualmente a causa de catástrofes y enfermedades ligadas al agua.
  • Diversos estudios muestran que si nada cambia serán necesarios 3,5 planetas para cubrir las necesidades de una población mundial cuyo estilo de vida fuera comparable al de los europeos o norteamericanos.
  • En los próximos 40 años, la población mundial aumentará en dos o tres mil millones de personas. Este fenómeno vendrá acompañado de una evolución de los hábitos alimentarios que se traducirá en un incremento de 70% en la demanda de alimentos de aquí a 2050.
  • Más de la mitad de la población es urbana. En ocasiones, las zonas urbanas, donde el acceso al agua y a las instalaciones sanitarias es mejor que en las zonas rurales, tendrán problemas para hacer frente a este aumento demográfico. (OMS/UNICEF, 2010).
  • La demanda de alimentos aumentará en 50% de aquí a 2030 (70% para 2050), en tanto que las necesidades de energía hidroeléctrica y otras energías renovables aumentarán el 60% (WWAP, 2009). Ambas problemáticas están relacionadas: la creciente producción agrícola hará que aumente el consumo de agua y de energía, lo que provocará una demanda de agua mayor.
  • La disponibilidad de agua va a disminuir en numerosas regiones y, sin embargo, el consumo mundial de agua para fines agrícolas aumentará un 19% de aquí a 2050. Sin progresos tecnológicos o intervención política, la demanda aumentará más todavía.
  • 85% de la población mundial vive en la mitad más seca del planeta.
  • El riego y la producción de alimentos son las actividades que más agua precisan. La agricultura consume casi el 70% del agua, una cantidad que en las economías emergentes alcanza el 90%.
  • El consumo creciente de productos cárnicos es desde hace 30 añoslo que más impacto tiene en el consumo de agua, un fenómeno que se prolongará durante toda la primera mitad del siglo XXI, según la FAO. Son necesarios 3.500 litros de agua para producir un kilo de arroz, en tanto que para producir un kilo de carne de vacuno se precisan 15.000 litros de agua. (Hoekstra y Chapagain, 2008).
  • Casi el 66% de la superficie de África es árida o semiárida. De los 800 millones de habitantes del África subsahariana, casi 300 millones disponen de escasos recursos hídricos, es decir, menos de 1.000 metros cúbicos por habitante (NEPAD, 2006).
  • Al menos doce países de la región árabe y de Asia Occidental sufren graves carencias de agua, con menos de 500 m3 de agua procedente de fuentes renovables por habitante.
Dia Mundial del Agua 2013

El 22 de marzo de cada año se celebra a nivel global el Día Mundial del Agua.

La ONU lidera esta campaña, que este año tiene como lema: Año Internacional de la Cooperación en la Esfera del Agua.

 

«Una de cada tres personas vive en un país con escasez de agua entre moderada y alta, y es posible que para 2030 la escasez afecte a casi la mitad de la población mundial, ya que la demanda podría superar en un 40% a la oferta. Cada vez hay más competencia entre agricultores y ganaderos; entre el sector industrial y el agropecuario; entre la ciudad y el campo; entre las cuencas hidrológicas altas y las bajas; y entre quienes viven a uno u otro lado de las fronteras. El cambio climático y las necesidades de la población, que sigue creciendo y prosperando, significan que debemos trabajar para proteger y administrar este recurso frágil y limitado.»

Mensaje del Secretario General en el Día Mundial del Agua,
22 de marzo de 2013

Mensaje del Secretario General de la ONU
con ocasión del Día Mundial del Agua
22 de marzo de 2013

El agua es la clave del desarrollo sostenible. La necesitamos para la atención de la salud, para la seguridad alimentaria y para el progreso económico. Sin embargo, año tras año va aumentando la presión sobre este recurso. Una de cada tres personas vive en un país con escasez de agua entre moderada y alta, y es posible que para 2030 la escasez afecte a casi la mitad de la población mundial, ya que la demanda podría superar en un 40% a la oferta. Cada vez hay más competencia entre agricultores y ganaderos; entre el sector industrial y el agropecuario; entre la ciudad y el campo; entre las cuencas hidrológicas altas y las bajas; y entre quienes viven a uno u otro lado de las fronteras. El cambio climático y las necesidades de la población, que sigue creciendo y prosperando, significan que debemos trabajar de consuno para proteger y administrar este recurso frágil y limitado.

Este es el Año Internacional de la Cooperación en la Esfera del Agua. El Día Mundial del Agua de 2013 está dedicado a destacar los esfuerzos concertados que necesitamos para lograr un reparto equitativo entre las personas y el planeta. El sistema de las Naciones Unidas, por medio de ONU-Agua, sus 30 miembros y sus 25 asociados internacionales, promueve la colaboración a todos los niveles, desde el plano mundial hasta las comunidades de base. Por ejemplo, la Alianza por las Aguas Compartidas del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) apoya los acuerdos políticos relativos a las aguas compartidas, como en el caso de la cuenca del Nilo. La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) respalda la gestión equitativa de los recursos hídricos transfronterizos para evitar los conflictos, y pronto estará disponible para todos los Estados Miembros de las Naciones Unidas el Convenio sobre la Protección y Utilización de los Cursos de Agua Transfronterizos y de los Lagos Internacionales, de la Comisión Económica para Europa (CEPE). Insto a los países que no son miembros de la CEPE a que se sumen al Convenio y lo sigan desarrollando.

La agricultura es, con diferencia, el mayor consumidor de agua dulce, y cada vez es más urgente conciliar las demandas de este sector con las necesidades de uso doméstico e industrial, en particular la producción de energía. El cambio climático también plantea una amenaza cada vez mayor a la productividad agrícola y la seguridad alimentaria. Mi Reto del Hambre Cero promueve la agricultura sostenible mediante el intercambio de las mejores prácticas y el aprovechamiento de las tecnologías más convenientes, a fin de que tanto los pequeños agricultores como las grandes empresas agroindustriales puedan incrementar el rendimiento de sus cosechas.

En ningún mensaje sobre el agua debe omitirse el saneamiento. En el marco de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, ya se ha alcanzado la meta de proporcionar acceso a mejores fuentes de abastecimiento de agua, pero las carencias en materia de saneamiento son lamentables. Unos 2.500 millones de personas viven sin la dignidad y la higiene que puede brindar un inodoro, y sin protección ante las aguas residuales no tratadas. El costo de esa situación se calcula en vidas humanas (4.500 niños al día) y afecta a la productividad económica. Sin embargo, sabemos que cada dólar invertido en saneamiento puede aportar beneficios que quintuplican su valor. Por este motivo, esta semana el Vicesecretario General ha hecho un llamamiento mundial a la acción para acelerar la labor en pro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio relacionados con el saneamiento. La inversión en saneamiento es la cuota inicial de un futuro sostenible.

Nos quedan poco más de 1.000 días para llegar a la fecha límite de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, pero con un esfuerzo renovado podemos culminar la labor que pusimos en marcha al inicio del nuevo milenio. El año 2015 no es la línea de meta, sino más bien un hito en un trayecto largo y difícil. Al elaborar la agenda para el desarrollo para después de 2015, nuestro objetivo es erradicar la pobreza extrema y el hambre y crear un mundo equitativo con oportunidades para todos. Para ello, debemos dar la misma consideración a la dimensión ambiental del desarrollo sostenible. No podemos prosperar sin agua dulce limpia y abundante. En este Día Mundial del Agua, hago un llamamiento a intensificar la cooperación. El agua es un recurso compartido. Debemos utilizarlo con más inteligencia y reducir el despilfarro para que el reparto pueda ser equitativo y llegue a todos.

Fuente:

Portal de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para el Día del Agua – http://www.un.org/es/events/waterday/

63 proyectos hidroeléctricos en la Provincia de Chiriquí

Hidroeléctricas

Ríos de Chiriquí con 63 proyectos

Ambientalistas alertan sobre la explotación, por la construcción de hidroeléctricas, de los ríos de Chiriquí. De los 63 proyectos, 17 ya se encuentran en obras.

Leonardo Flores
UNIDAD DE INVESTIGACIÓN

lflores@prensa.com

De acuerdo con un informe de la Autoridad Nacional de los Servicios Públicos (Asep), en los ríos de la provincia de Chiriquí se levantarán 63 proyectos hidroeléctricos. De ese total, 17 ya están en construcción, otros 11 están en la fase de diseño final, y los restantes 35 esperan su aprobación.

La cantidad de proyectos en solo cuatro cuencas de esa provincia –río Chiriquí Viejo, Chiriquí, Chico y Tabasará– generó la alarma de grupos ambientalistas y residentes de la zona.

Por ejemplo, en los próximos cuatro años el río Chiriquí Viejo –que nace en las faldas del volcán Barú y tiene una extensión de 161 kilómetros– tendrá sobre su cauce 24 proyectos hidroeléctricos. Un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) elaborado en 2008 determinó que el 98% del agua que corre por ese río fue concesionada para el uso de hidroeléctricas. Solo el 2% quedará libre para otros usos.

La sobreexplotación de los ríos ya comenzó a afectar el medio ambiente: contaminación de las aguas con restos de cemento, y la remoción de la capa vegetal, de arena y de piedra que provoca la erosión y la sedimentación, son algunos de los daños que ya se perciben, según grupos ambientalistas.

El hecho fue constatado en un viaje de dos días que realizó este diario por el área.

La Autoridad Nacional del Ambiente (Anam), por su parte, no encontró reparos en aprobar los estudios de impacto ambiental de los proyectos.

En el río Chiriquí Viejo, el 98% de las aguas ha sido concesionadO para el uso de hidroeléctricas, según un estudio del BANCO INTERAMERICANO DE DESARROLLO realizado en 2008

Hidroeléctricas: 63 proyectos en cuatro cuencas

Se estima que en la provincia de Chiriquí se realizarán 63 proyectos hidroeléctricos en los próximos años. 28 proyectos ya se están en construcción y diseño final. En algunas regiones ya se empiezan a sentir los efectos por la desviación de los cauces de los ríos a través de túneles o canales, la construcción de las represas y los sitios de embalse.

PROYECTO Prudencia. Los daños más evidentes son la remoción de capa vegetal y la tala de árboles. La erosión, sedimentación y contaminación de las aguas con cemento se nota corriente abajo. LA PRENSA/ Eric Batista

Leonardo Flores
UNIDAD DE INVESTIGACIÓN

lflores@prensa.com

A pesar de que la generación de energía hídrica es considerada como una de las producciones menos contaminantes, en la provincia de Chiriquí la sobreexplotación de los ríos por la construcción de hidroeléctricas comienza a generar efectos negativos en los ecosistemas, en la producción agrícola y en la calidad de vida de los habitantes.

Los problemas que está generando el auge hidroeléctrico son similares en los 17 lugares donde ya se empezaron a desviar los cauces de los ríos a través de túneles o canales, a construir represas y a preparar sitios de embalse.

Otros 11 proyectos se encuentran en la fase de diseño final.

Y aunque las consecuencias ya son significativas sobre las cuatros cuencas hidrográficas de la provincia de Chiriquí –que alimentan los ríos Chiriquí Viejo, Chico, Chiriquí y Tasabará–, otras 35 concesiones esperan el aval de la Autoridad Nacional de Ambiente (Anam) y de la Autoridad Nacional de los Servicios Públicos (Asep).

En total, serán 63 los proyectos que se instalarán en la provincia de Chiriquí en los próximos años.

El perjuicio por la construcción de los proyectos no solo se reduce al impacto ambiental que dejarán estas obras y su posterior funcionamiento. A futuro, tanto ambientalistas como moradores del área vislumbran una batalla por el uso del agua y el acceso a los ríos. Ya hay un precedente.

La ambientalista Yaritza Espinosa, de Colibrí-Asociación Ambientalista de Panamá, recordó que la empresa Saltos de Francoli –promotora del proyecto Los Planetas I– negó al Instituto de Acueductos y Alcantarillados Nacionales parte del uso del agua para la planta potabilizadora de Los Algarrobos, que provee de agua potable al distrito de David, la capital de la provincia de Chiriquí.

En Cerro Punta, los agricultores son los más preocupados por el uso del agua de los ríos. A Virgilio Saldaña, vocero de los productores, le inquieta el hecho de que las hidroeléctricas tengan en la zona de sus proyectos el derecho al uso del 90% del agua del río para incluir en su construcción, y solo tengan la obligación de dejar un 10% para otros usos.

Pero el problema no solo se limita al uso del agua, sino además a las riberas de los ríos: a raíz de la construcción de las infraestructuras para la generación de energía, familias enteras han tenido que abandonar sus viviendas, que han ocupado por generaciones. Además, se han registrado cambios en los patrones de subsistencia, como la caza y la pesca, por la tala y la inaccesibilidad a los ríos.

Una de las zonas más afectadas por estas construcciones es la cuenca del río Chiriquí Viejo. Sus cristalinas aguas, que nacen en las faldas del volcán Barú, se han convertido en las más codiciadas del país. No por la pureza y frescura del líquido, sino porque a lo largo de sus 161 kilómetros se instalarán cerca de 24 hidroeléctricas. En otras palabras: a lo largo del río habrá un proyecto cada 6.7 kilómetros.

La mayor preocupación, a pesar de los cambios en las costas, radica en el uso del agua. La mirada de los detractores de las obras, sobre todo los de Cerro Punta, está puesta en los resultados de un estudio realizado en octubre de 2008 por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la Anam.

En el informe se determinó que el 98% del agua que corre anualmente por el río Chiriquí Viejo fue concesionada para el uso de hidroeléctricas, y el otro 2% para uso agrícola, turístico, doméstico, industrial y de consumo humano, entre otros.

El resultado cayó como un balde de agua fría a los miembros de la Fundación para el Desarrollo Integral del Corregimiento del Cerro Punta (Fundiccep), que preside Ángel Aguirre Sánchez.

Los ambientalistas aseguran que se concedió el agua de los ríos a su máxima capacidad, sin considerar los otros usos y la demanda futura.

El organismo internacional, que pagó el estudio, también financió ciertos proyectos hidroeléctricos. Se trata de los proyectos de Pando y Monte Lirio, para los cuales el BID desembolsó en concepto de préstamo 40 millones de dólares.

Por otro lado, los miembros de Fundiccep denunciaron que el actual director de Gestión de Cuencas Hidrográficas de la Anam, Silvano Vergara, realizó –antes de asumir su cargo– estudios de impacto ambiental para proyectos hidroeléctricos. El funcionario negó cualquier conflicto de interés.

DAÑO ECOLÓGICO

Más allá de la lucha por el uso del agua, los efectos ambientales ya se notan en la zona. Eso se pudo constatar durante un viaje de dos días que realizó este diario (por aire y por tierra) por los diferentes proyectos que se ejecutan en la provincia de Chiriquí.

Para la construcción de la línea de trasmisión del Proyecto Hidroeléctrico Bajo Mina y Baitún, datos extraoficiales que logró recabar Fundiccep revelan que se han talado cerca de 2 mil 600 árboles. La cantidad de árboles cortados no se justifica para el tamaño de la torre donde será colocado el tendido eléctrico, aseguró la organización ambientalista.

La tala de estos árboles también ha tenido consecuencia directa sobre pequeños afluentes que abastecen de agua al río Chiriquí Viejo. Fundiceep mostró –con imágenes tomadas a lo largo de los años– cómo un ojo de agua se está secando debido a la poca retención de líquido por la pérdida de la cubierta vegetal.

“Aquí no se ha pensado en garantizar el agua para un sistema de riego o para el crecimiento demográfico, que está impactado por el aumento de los residentes extranjeros. No se pensó en una fuente alterna”, aseguró el ambientalista David Samudio, activista de Fundiccep.

El problema en este cauce se agrava por la contaminación de las aguas con restos de cemento que son vertidos al cauce del río durante la construcción de los muros de la represa y los túneles; la remoción de la capa vegetal, de arena y de piedra que provoca la erosión y la sedimentación.

DISPUTA LEGAL

Pero las acciones en contra de los proyectos hidroeléctricos no solo provienen de los grupos ambientalistas. Los residentes del área de Volcán denunciaron ante el Consejo Nacional de Transparencia contra la Corrupción, que el funcionario de la oficina del Cuerpo de Bomberos de Bugaba que firmó el plano del proyecto Paso Ancho (ubicado entre Cerro Punta y Volcán) no tiene idoneidad.

Como prueba presentaron una certificación que expidió la Junta Técnica de Ingenieros y Arquitectos, el pasado 9 de marzo, en la que se hace constar que el señor Neri Saldaña, funcionario que firmó los planos, no está registrado en los libros de esa organización.

A pesar de los escritos enviados al BID por los ambientalistas y vecinos, y las quejas presentadas ante la Anam y la Asep, los proyectos que se construyen en el cauce del río Chiriquí Viejo continúan viento en popa.

PUEBLO PARTIDO EN DOS

Sitio Lázaro es un poblado ubicado a 20 kilómetros de David, en la ribera del río Chico. Hace dos meses quedó dividido en dos. La construcción de un canal que desvía el 90% de las aguas del río Chico a las turbinas del proyecto hidroeléctrico Pedregalito fracturó a la comunidad en la que residen cerca de 75 familias. Incluso, bloqueó el acueducto del pueblo.

Pero las consecuencias por la construcción de este proyecto no solo tienen efectos directos sobre el pueblo de Sitio Lázaro. Los caminos que eran paso obligado para llegar a la vía Interamericana de las comunidades de Varital y Mata Gorda fueron cerrados. Los pocos caminos que quedan abiertos son intransitables, debido al mal estado en que los dejaron los camiones y el equipo pesado que saca material del río para la obra.

El rosario de quejas que los moradores de estos lugares han presentado a las diferentes instituciones, entre ellas al Sistema Nacional de Protección Civil, no han tenido respuesta. La losa que protege las bases del puente sobre el río Chico, que fue reconstruida hace pocos meses, está quebrada. Los moradores lo atribuyen a las crecidas del río que han socavado alrededor de tres metros las columnas de ambos puentes, debido a las excavaciones realizadas aguas abajo, donde está el proyecto Pedregalito y Pedregalito II.

¿PLAGIO DE EIA?

Los estudios de impacto ambiental que se han presentado ante la Anam para varios proyectos, tienen sospechosas coincidencias. Y no solo en el aspecto técnico y ambiental, sino también en la descripción de los proyectos.

Este diario revisó cerca de 25 estudios y las consecuencias ambientales, así como la valorización de los efectos de las construcciones, eran prácticamente los mismos en varios documentos de diferentes proyectos.

Por ejemplo, en los documentos del estudio de impacto ambiental del proyecto final de la hidroeléctrica Pedregalito, se hace mención a los criterios del proyecto Hidroeléctrico Concepción, ubicado en otra área.

En los documentos también se puede comprobar que en el estudio de impacto ambiental del proyecto hidroeléctrico Pedregalito, se incluyeron datos sobre la entrega de becas a estudiantes de escuelas que estaban en Gualaca, una comunidad situada a 40 kilómetros del proyecto.

Una situación similar se presentó con el estudio de impacto ambiental del proyecto San Andrés II, que se proyecta construir sobre el río Gariché.

El dirigente comunitario y ambientalista Javier Grajales encontró que dicho estudio era similar al del proyecto hidroeléctrico de Gualaquita, en Gualaca, y el de Macho de Monte, en Bugaba.

Entre las “curiosidades” encontradas en los estudios está que pusieron la misma producción de energía del proyecto de Gualaquita, que es de 4 megavatios, en el estudio del proyecto Macho de Monte, cuando en realidad la producción de este último es de 10 megavatios.

Aunque los moradores manifestaron que no hay fiscalización de parte de la Anam, el director de Gestión Integrada de Cuencas Hidrográficas, Silvano Vergara, aseguró que “a todos los proyectos se les da seguimiento a través de la Dirección de Protección Ambiental”.

Vergara, el mismo que antes de ocupar un puesto en la Anam confeccionaba estudios ambientales para las empresas, aseguró que la utilización del agua para consumo humano es prioritaria, por lo que si en algún momento llega a faltar, los proyectos hidroeléctricos la deben ceder.

Detrás de los daños ecológicos, las prioridades energéticas del país y la sobreexplotación de los ríos más importantes de Chiriquí se esconde una historia de contratos directos, política y escasos controles.

¿Quiénes son los dueños de los proyectos? ¿Cuánto pagaron por el derecho de llave? Dicho de otro modo: ¿quiénes son los dueños del agua?

Auditarán proyectos hidroeléctricos

Leonardo Flores
Unidad de Investigación

lflores@prensa.com

El administrador de la Autoridad Nacional del Ambiente, Javier Arias, anunció ayer que realizará una auditoría a los proyectos hidroeléctricos de Chiriquí para determinar si están cumpliendo con el plan de manejo ambiental. El anuncio se da en medio de la petición de ambientalistas para que se realice un estudio acumulativo para conocer el efecto de todos los proyectos.

POLÉMICA POR LA SOBREEXPLOTACIÓN DE LOS RECURSOS HíDRICOS EN LA PROVINCIA DE CHIRIQUÍ

Exigen estudio acumulativo

La Autoridad Nacional del Ambiente aprobó, a partir de 2006, los estudios de impacto ambiental de los proyectos hidroeléctricos sin contar con un estudio acumulativo de todos los proyectos. El administrador de esa institución, Javier Arias, confirmó que la entidad que preside hará una revisión de todos los proyectos hidroeléctricos aprobados.

Proyecto Bajo de Mina. La tala de árboles y la remoción de piedra y arena son algunos de los daños causados al medio ambiente. LA PRENSA/ Eric Batista

Leonardo Flores
Unidad de Investigación

lflores@prensa.com

La construcción de los proyectos hidroeléctricos en la provincia de Chiriquí marcha viento en popa. Sin embargo, nadie sabe a ciencia cierta cuáles serán los efectos negativos, a nivel macro, que causarán estos proyectos sobre los ríos de la región.

La razón: no existe un estudio de impacto ambiental acumulativo que determine el daño ecológico de todos los proyectos sobre las cuatro cuencas hidrográficas de la provincia de Chiriquí. Por el momento solo se mide el impacto ambiental que causará individualmente cada proyecto, en determinada área. Pero aún, por ejemplo, se desconoce cuál será el daño acumulativo sobre el río Chiriquí Viejo si se llegaran a concretar los 24 proyectos destinados a esa zona.

En total son 63 los proyectos hidroeléctricos que se pretenden construir en la provincia de Chiriquí, de los cuales 17 ya están en construcción y otros 11, en la etapa de diseño final. El resto –35– espera el visto bueno de la Autoridad Nacional de los Servicios Públicos (Asep) y de la Autoridad Nacional del Ambiente (Anam).

La falta de un estudio integral que establezca los efectos en materia ambiental de las construcciones en la región se convirtió en uno de los reclamos de los grupos ambientalistas.

Para la directora ejecutiva de la Asociación Nacional para la Conservación de la Naturaleza (Ancon), Alida Spadafora, “es evidente que no ha existido una planificación regional” para los proyectos hidroeléctricos que se han aprobados y los que están en trámite para ser construidos en Chiriquí. Además –añadió– cada proyecto ha sido evaluado de forma aislada sin considerar los impactos acumulativos que se registrarán sobre la zona.

“Ancon apoya y promueve las energías renovables. Sin embargo, cuestionamos el hecho de que se abuse del ambiente, de la gente y de la propia capacidad de las cuencas”, dijo.

Durante sus investigaciones, los miembros de Ancon también identificaron algunas “coincidencias” en la redacción de los estudios de impacto ambiental de distintos proyectos, tal cual lo denunciaron algunos habitantes de Chiriquí.

Por su parte, la directora ejecutiva del Centro de Incidencia Ambiental (Ciam), Raisa Banfield, también cuestionó que no haya una planificación y gestión del recurso, lo que está llevando –según su opinión– al colapso de los ríos más importantes del oriente del país bajo la falsa ilusión de una generación energética más barata.

“Falsa, porque esta [la energía más barata] no será posible mientras la referencia para el establecimiento de los precios sea la generación térmica”, dijo.

Según Banfield, la generación de energía hídrica y de termoeléctricas, entre los proyectos aprobados y en construcción, alcanzará los3 mil 521 megavatios, el triple de lo que actualmente consume el país.

“¿Toda esta generación está planificada para qué tiempo? ¿Para quiénes? ¿A qué ritmo de crecimiento estimado? ¿Existen evaluaciones ambientales estratégicas como lo determina la ley, para ver el impacto sumado de cada uno de los proyectos que se desarrollan?”, se preguntó Banfield.

Estas son los mismas interrogantes que se plantearon grupos ambientalistas del área de Cerro Punta, quienes ya han empezado a sentir los efectos negativos por las construcciones que se levantan en los ríos de la zona.

REALIZARÁN AUDITORÍA

El administrador de la Anam, Javier Arias, anunció ayer que hará una auditoría de todos los proyectos hidroeléctricos que se construyen en la provincia de Chiriquí para determinar si están cumpliendo con el plan de manejo ambiental.

Para ello, informó que aumentará el personal que se encarga de hacer las auditorías ambientales, para lo que solicitó un crédito extraordinario al Ministerio de Economía y Finanzas.

Según Arias, el problema es que “ no existe una base de datos para poder establecer, de acuerdo al impacto ambiental acumulativo, qué proyectos deben ser o no aprobados”.

“Estamos lanzando una licitación para hacer un estudio hidrológico sobre el nivel de las cuencas y hasta dónde se pueden sostener”, agregó el funcionario.

En tanto, el director de Gestión Integrada de Cuencas Hidrográficas de la Anam, Silvano Vergara, anunció que ya no se aprobarán más proyectos hidroeléctricos sobre cuenca del río Chiriquí Viejo.

ASEP DEFIENDE HIDROELÉCTRICAS

El administrador de la Autoridad Nacional de los Servicios Públicos (Asep), Denis Moreno, salió ayer en defensa de los proyectos hidroeléctricos que se construyen en el país. Según Moreno, dichos proyectos respetan a las comunidades, al medio ambiente y generan empleos desde su construcción hasta su fase final.

“Esta actividad se traduce en crecimiento económico, tanto en las zonas donde se construyen las hidroeléctricas como en las ciudades donde se levantan centros comerciales que requieren de energía, como la que requerirá el Metro, sistema de transporte masivo que mejorará la vida de todos los panameños”, detalló el funcionario mediante un comunicado de prensa.

Las declaraciones de Moreno se dan como respuesta a las críticas de grupos ambientalistas y habitantes de Chiriquí a raíz de la gran cantidad de proyectos que se aprobaron en esa provincia y que están afectando al medio ambiente.

Frente a las quejas por el uso del 90% de las aguas de los ríos para los proyectos hidroeléctricos y el 10% restante para otros fines, Moreno aclaró que la prioridad la tiene el uso del agua destinada para consumo humano.

A nivel nacional existen 19 proyectos hidroeléctricos en construcción, 14 en diseño final y 52 en trámite, según la Asep.

Organizaciones civiles exigen al gobierno panameño respeto al pueblo Naso

COMUNICADO A LA OPINIÓN PÚBLICA PANAMEÑA
E INTERNACIONAL

Las organizaciones abajo firmantes mostramos nuestra solidaridad con las comunidades del pueblo originario Naso de San San Drui y San San y exigimos al Gobierno Nacional el respeto de sus derechos territoriales, culturales, económicos y políticos que han sido violentados durante los últimos ocho meses. Deploramos el desalojo violento y sin las adecuadas garantías realizado el pasado 19 de noviembre y pedimos que de forma urgente se abra una mesa de diálogo con capacidad de decisión que encuentre una solución consensuada tal y como ha instado el Relator Especial de Naciones Unidas, James Anaya.

CONSIDERANDO:

  1. Que el pueblo originario Naso está en riesgo de extinción dada la agresión permanente a sus territorios, la falta de reconocimiento de su Comarca y la ausencia de una educación bilingüe y respetuosa de sus particularidades culturales.
  2. Que el pueblo originario Naso es, como lo reconoce la UNESCO, garante del Parque Internacional La Amistad (PILA) y del Bosque Protector Palo Seco, ecosistemas claves para Panamá y que se encuentran seriamente amenazados por los megaproyectos en ejecución o propuestos y por la política que fomenta la economía extractiva en lugar de la sostenibilidad ambiental, humana y económica.
  3. Que la Declaración sobre Derechos de Pueblos Indígenas de las Naciones Unidas (Septiembre 2007) que suscribió el Estado de Panamá, reconoce los derechos a su propio territorio y autogobierno de los pueblos originarios, y que por ende es responsabilidad del Estado buscar una solución a la desprotección territorial del pueblo.
  4. Que durante los últimos ocho meses, desde el primer desalojo violento de estas comunidades (30 de marzo de 2009), los representantes de la comunidad Naso han mostrado toda la disposición a negociar y han dado muestra de buena fe, mientras que los representantes del Gobierno han sido inconsistentes e irrespetuosos de los pocos acuerdos alcanzados.
  5. Que se está priorizando los intereses privados de una empresa frente al interés colectivo de un pueblo originario que acumula parte del patrimonio intangible de Panamá.
  6. Que se ha puesto en riesgo la integridad física, mental y espiritual de dos comunidades, incluyendo un gran número de menores de edad y adultos mayores.
  7. Que se han incumplido los procedimientos recogidos en la ley y que se dio un uso excesivo de la fuerza (tal y como lo expresó la Defensoría del Pueblo).
  8. Que persiste la amenaza policial, así como una crisis humanitaria en la zona (particularmente está en riesgo la seguridad alimentaria de la población desalojada la cual no ha podido sembrar ni recoger el fruto de su trabajo ya que se destruyeron sus cultivos desde marzo).

EXIGIMOS

  1. El inmediato cese de los hostigamientos a la población civil de San San Drui y San San, así como la salida de las unidades policiales que permanecen en San San Drui y en el punto conocido como el Zarzo en el camino de Guabito a las comunidades.
  2. Garantizar la libre movilización de personas y mercancías y cesar las requisas y las intimidaciones.
  3. Atender urgentemente las necesidades alimentarias y de cobijo de las familias afectadas por el desalojo del 19 de noviembre.
  4. Instalar a la mayor brevedad una comisión de negociación en la que exista una amplia representación de los líderes Naso de San San y San San Drui y todas las condiciones necesarias para su efectiva participación.
  5. Establecer medidas de reparación para los daños económicos, morales y culturales ocasionados a las comunidades de San San y San San Drui.
  6. Acelerar la discusión en la Asamblea Nacional del proyecto de creación de la Comarca Naso y descartar cualquier otra fórmula territorial que no suponga el pleno reconocimiento de la propia determinación de los pueblos originarios.
  7. Incluir en la agenda de negociación la discusión del papel que juegan los Naso en la protección del PILA y del Bosque Protector Palo Seco; y revisar todos los procedimientos y Estudios de Impacto Ambiental del proyecto Hidroeléctrico Bonyic dado el riesgo de daño irreparable en el Bosque Protector.

Firmado en Panamá el 26 de noviembre por las siguientes organizaciones:

Centro de Incidencia Ambiental de Panamá (CIAM)
Pastoral Indígena Arquidiocesana
Pastoral Social de la Arquidiocesana
Movimiento de la Juventud Kuna (MJK)
Acción Cultural Ngobe (ACUN)
Human Rights Everywhere / Comuna Sur (HREV)
Comunidades Religiosas Insertas en Medios Populares (CRIMPO)
Alianza para la Conservación y el Desarrollo (ACD)

El agua se agota

mientras el recurso se agota, la población aumenta

‘Se necesita producir más con menos agua’

Centroamérica deberá asumir una gran responsabilidad de producir para regiones sin agua, ya que tiene más dotaciones per cápita.

ayudas. El país no ha invertido suficiente en obras de riego, especialmente si se compara la situación con otros países del área, dijo Héctor Pérez. LA PRENSA / Archivo

na María Garzón
agarzón@prensa.com

El agua empieza a hacer notar su calidad de recurso no renovable, y sobre el sector agropecuario recae una gran responsabilidad de conservación, ya que acumula el 70% del líquido consumido en el mundo.

El ser humano necesita beber de 2 a 3 litros de agua diarios, pero se necesitan 3 mil litros para producir sus alimentos, dijo Jacques Diouf, director general de la Organización de las Naciones Unidas para la agricultura y la alimentación (FAO) en una nota de prensa.

En Panamá se consumen anualmente unos 644 millones de metros cúbicos, de los que el 58% va al agro, el 52% al subsector riego, y el 6% al uso pecuario.

El crecimiento demográfico agrava la situación. “Se estima que la población mundial pase de 6 mil 500 millones de personas a más de 9 mil millones en 2050; así que necesitamos producir cada vez más alimento con cada vez menos agua”, dijo Vera Boerger, oficial de Tierras y Aguas de la Oficina Subregional de la FAO para América Central.

Como si fuera poco, los países centroamericanos deberán asumir una responsabilidad “enorme” de producir para regiones sin agua, puesto que sus dotaciones por habitante son de unos 28 mil metros cúbicos anuales, frente al promedio mundial de 7 mil , dijo Boerger.

¿Qué hacer?

Es necesario que los gobiernos hagan inversiones bien dirigidas, den incentivos y desarrollen un marco político adecuado para la administración del recurso, porque en muchos países “la competencia ya comenzó”, dijo Boerger.

En los últimos años, el estado panameño ha invertido más de 100 millones de dólares en construcción, rehabilitación y equipamiento de obras de riego, dijo Héctor Elías Pérez, director nacional de ingeniería rural y riego.

Entre los métodos que promueve la FAO están la cosecha de aguas de lluvia, la agricultura de conservación (evitando mover mucho la tierra para no perder que su humedad no se evapore) y el uso de aguas no convencionales como las servidas tratadas.

Panamá dispone del Plan Nacional de Riego, formulado en 1997 y tiene unas 4 mil hectáreas de cultivos irrigados con sistemas por goteo, 15 mil irrigadas con sistemas de aspersión y unas 19 mil con riego superficial, explicó Pérez.

Tomando en cuenta el potencial de riego en el país y la superficie desarrollada con sistemas de riego, es evidente que en Panamá no se ha invertido lo suficiente en obras de riego, especialmente si se compara la situación con otros países del área.

Aun cuando un suministro adecuado —aplicación oportuna de agua en cantidad, calidad y con la frecuencia requerida— garantiza la humedad necesaria para la producción de cosechas rentables, la mayoría de los productores no manifiesta una clara conciencia de los beneficios de estas técnicas, dijo Pérez.

El Río Chico de Coclé sigue degradándose

CALESA ALEGA QUE TIENE PERMISO DE LA ANAM

El grave peligro al que se enfrenta el río Chico

De la fuente hídrica se benefician empresas privadas, productores y más de 48 mil personas residentes en Natá, Capellanía y Pocrí.

TALA. La Anam confirmó el derribo de 679 árboles en el sector de El Uveral. ESPECIAL PARA LA PRENSA/Zabdy Barría

ZABDY BARRíA
NATÁ, COCLÉ.

nacionales@prensa.com

“Era muy bonito y de agua transparente, hasta daban ganas de beberla”, es como recuerda Francisca Gutiérrez al caudaloso río Chico, cuando ella tenía tan solo 19 años de edad.

Ella ha visto con el paso de los años, el deterioro de la fuente de agua que no solo abastece a los que viven en Natá, sino también a los que residen en el distrito de Aguadulce.

Juan de Dios Berrocal Ramos es el esposo de Francisca, recordó que en las orillas del río existían muchos árboles, y sus alrededores eran el hábitat de muchas especies de animales, como la iguana, el venado y el conejo.

El DETERIORO

El río Chico de la actualidad no es ni la sombra de lo que era hace 50 años, ya que con el paso del tiempo se ha ido perdiendo su cobertura vegetal, debido a la deforestación.

Esta situación ha provocado el proceso acelerado de sedimentación, como lo dio a conocer el departamento de Recursos Hídricos de la Autoridad Nacional del Ambiente (Anam) de Coclé, en 2003.

Juan Jaén, del departamento de Gestión Integrada de Cuenca, de la misma entidad, dijo que el actual desvío del río hacia el mar se debe al deterioro de la cuenca, lo que trae como consecuencia que aumente su caudal durante el invierno y baje sus niveles en verano.

“Más que bajar su nivel, el río ha tenido fluctuaciones estacionarias y anuales asociadas a fenómenos globales, pero definitivamente hay que tomar en cuenta que la acción del hombre ha tenido un gran impacto”, sostuvo.

BENEFICIO

Además de los productores que utilizan el agua del río Chico, también empresas como la Compañía Azucarera La Estrella, S.A. (Calesa) y la Nestlé la usan.

El suministro de agua potable es a través de la toma de agua y la planta potabilizadora del Instituto de Acueducto y Alcantarillados Nacionales (Idaan).

Alrededor de 48 mil personas se benefician de ese sistema, según el director regional del Idaan, Félix Berrocal.

“La cantidad de agua que se saca de ese río es grande. Trabajamos con bombas que a mayor impulso, mayor cantidad de agua”, indicó.

Dijo que debido a la disminución del caudal del río, se han visto obligados a construir mini represas temporales. Con ello evitan que el sistema de bombeo de la toma se afecte por el sedimento del río, y que llegue el vital líquido a las áreas altas de la comunidad.

Para Berrocal, una de las soluciones al problema es dragar el río, además de construir una represa que beneficie a la comunidad durante el verano, que en el invierno se pueda abrir.

El funcionario consideró que las instituciones que tienen que ver con el medio ambiente regulen y normen la captación agua.

Por su parte, Sixto Rodríguez, ambientalista miembro de la Organización para el Desarrollo Sostenible y la Conservación del Ambiente (Odesca) es de la opinión de que el problema de la fuente de agua se soluciona con la reforestación.

Señaló que antes que llevar a cabo este proyecto es importante educar a la población sobre el problema que existe y cómo pueden ser parte de la solución.

LA ANAM

Gary Ábrego, administrador de la Anam de Coclé, confirmó que Calesa taló un total de 679 árboles, pero aclaró que 471 son árboles que crecen en las cercas y que 208 eran árboles grandes, pero ninguno centenario.

“Anam, como tal, tiene sus normas y ellos simplemente sacan sus permisos y los pagan”, expresó.

Sostuvo que como entidad recomendó a Calesa reforestar el área, principalmente las cercanas a las quebradas y los ríos.

“El permiso que están sacando para la tala, es porque la zona es agrícola y ellos la están volviendo a usar y los árboles van creciendo a través del tiempo”, sostuvo.

En cuanto al uso de bombas de succión, dijo que la compañía tiene permiso hasta cierta cantidad, la que no precisó. Sin embargo, se descubrió que tres estaban funcionando y no contaban con la autorización de la institución.

CONSEJO MUNICIPAL DE NATÁ EMPLAZA A LA ANAM

El Comité Cívico de Natá denunció ante la Defensoría del Pueblo de Coclé, a la Compañía Azucarera La Estrella, S.A. (Calesa) por realizar actividades que afectan al río Chico de Natá.

Julio Añino, miembro de la agrupación, se quejó de la tala indiscriminada de árboles para ampliar las áreas de cultivo de caña, en el sector de El Uveral.

El comité también se quejó de la escasez de agua que existe en la comunidad y alegan que se debe a que la empresa hace uso de bombas de succión.

Por su parte, Omar De León, vicepresidente de servicios corporativo de Calesa, indicó que si han efectuado la tala de árboles ha sido con la autorización de la Autoridad Nacional del Ambiente (Anam).

Abad Barrios, representante del corregimiento de Natá cabecera, aclaró que ni él ni alcalde del distrito dan el permiso para concesiones de agua y mucho menos para la tala de árboles, y que eso le corresponde a la Anam.

El Consejo Municipal de Natá citó en dos ocasiones al director de la Anam de Coclé para que explicara la situación que se registra en las cercanías de río Chico, lo que aún no ha hecho.

“Anam debe venir a rendir cuentas a la comunidad de Natá, ya que se ha incrementado la producción de caña. No estamos en contra de nadie, solo pedimos que las cosas se hagan bien”, expresó.