Exploración minera en cerro Chorcha no tiene EIA

Exploración en cerro Chorcha no tiene EIA

Manuel Paredes LA PRENSA/Archivo

Mónica Palm
UNIDAD DE INVESTIGACIÓN
mpalm@prensa.com

Cuprum Resources Corporation realiza exploraciones mineras en cerro Chorcha, sin contar con un estudio de impacto ambiental (EIA) aprobado.

Algunas de estas exploraciones afectan dos áreas protegidas y de gran biodiversidad: el Bosque Protector de Palo Seco y la reserva forestal de Fortuna.

La Dirección de Evaluación y Ordenamiento Ambiental de la Autoridad Nacional del Ambiente (Anam) indicó ayer que el EIA categoría I –el más laxo de todos, puesto que no exige consulta ciudadana– que Cuprum presentó en diciembre de 2008, está pendiente de aprobación.

Cuprum recién presentó el EIA, a pesar de que su concesión minera está vigente desde el 4 de abril de 2006. La concesión para explorar 24.2 hectáreas es por cuatro años, renovables.

La Alianza para la Conservación y el Desarrollo denunció ante la Anam que los trabajos de exploración los realiza la empresa Dominion Minerals Corporation, quien tiene un “acuerdo” privado con Cuprum para adquirir hasta el 75% del proyecto en cerro Chorcha.

El ejecutivo principal (CEO) de Dominion es Manuel José Paredes, quien, como viceministro de Comercio, entregó la concesión a Cuprum en 2006.

Trabajos en cerro Chorcha son ilegales

Mónica Palm
mpalm@prensa.com

La Alianza para la Conservación y el Desarrollo ha requerido a la Autoridad Nacional del Ambiente, que dirige la ministra Ligia Castro, que investigue las “exploraciones ilegales” que desarrollan Dominion Minerals y Cuprum Resources Corporation –una subsidiaria de Bellahaven Copper & Gold–, en la provincia de Chiriquí, y la comarca Ngöbe Buglé, específicamente, en el área de cerro Chorcha.

Estos trabajos de exploración mineral se dan en un área en la que confluyen el Bosque Protector de Palo Seco y la Reserva Forestal de Fortuna, detalló Ariel Rodríguez, secretario de asuntos ambientales de la Alianza.

“¿Cómo es posible que se realicen concesiones mineras en áreas prístinas, protegidas y frágiles en cerro Chorcha, sin haber realizado una evaluación estratégica de la política minera en Panamá, como lo manda la legislación ambiental vigente”, se preguntó Rodríguez.

En diciembre, Cuprum presentó un estudio de impacto ambiental, que Anam todavía no ha aprobado.

Hace un mes, Rodríguez solicitó a Castro que multara a los responsables de estos trabajos, que suspendiera cualquier actividad en el área y que solicitara una investigación por delitos ambientales al Ministerio Público. El biólogo no ha obtenido respuesta alguna por parte de Castro. Este diario tampoco pudo hablar con la ministra, pese a que se le dejaron dos mensajes.

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ADEMÁS:  Revise los planes mineros en Cerro Chorcha

http://www.bellhavencg.com/inc/projects/cerro-chorcha/94-maps-cerro-chorcha.html
http://www.dominionminerals.com/Projects/Cerro/

Entrevista con Relator Especial de la ONU sobre pueblos indígenas y su visita a Panamá

ENTREVISTA: JAMES ANAYA Relator especial de la ONU

«La lucha indígena es la última que implica cambios sociales profundos»

BEGOÑA ZEGRÍ – Madrid – 11/02/2009

El País.

Panamá. Bosque Protector de Palo Seco, zona de amortiguamiento del Parque Nacional La Amistad, reserva de la biosfera y patrimonio mundial de la humanidad. No era un viaje turístico, pero a finales de enero, James Anaya visitó el lugar. La comunidad ngobe le invitó para que mediara en el conflicto que se les plantea. El Estado panameño ha otorgado la concesión a la empresa AES Corporation para la construcción de tres hidroeléctricas en el río Changuinola. Sólo la construcción de la primera prevé la inundación de cuatro comunidades indígenas.

Y allí llegó James Anaya (China Lake, California, 1958), relator especial de la ONU sobre la situación de los derechos humanos y las libertades fundamentales de los indígenas, para realizar su trabajo.

«Claro que sería ideal que estas cosas no se hicieran. Yo sólo puedo intervenir para orientar, ayudar, levantar acta de algo que está pasando y no es conocido. Al fin y al cabo, lo que hace falta, lo necesario, es la voluntad política de los que están en el poder para cambiar, o al menos mejorar, sus actuaciones, sus relaciones con los pueblos indígenas, y llevar a cabo estos cambios que permitan poner en marcha los derechos recogidos en la declaración de la ONU».

Fue elegido el 27 de marzo de 2008. Abogado, titular de una cátedra de Derecho y Políticas de los Derechos Humanos en la Universidad de Arizona, donde realiza sus investigaciones en amplias ramas del derecho, especialmente del indígena. Es un referente de la doctrina jurídica respecto a los pueblos indígenas, donde se ha volcado en la teoría y en la práctica.

Ampliar  James Anaya posa en la sede de AECID, junto al Museo de América, en un descanso de las jornadas de trabajo de la ONU en Madrid.- BERNARDO PÉREZ

Dr. James Anaya posa en la sede de AECID, junto al Museo de América, en un descanso de las jornadas de trabajo de la ONU en Madrid.- BERNARDO PÉREZ

Consiguió el primer pronunciamiento de un tribunal internacional a favor del reconocimiento de los derechos colectivos indígenas sobre sus tierras y recursos. La sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en el caso de la comunidad awas tingni contra la República de Nicaragua ha supuesto una revolución, y es estudiado y reproducido por diferentes escuelas y facultades de leyes.

La pasada semana recaló en Madrid para participar en una sesión de trabajo de la ONU patrocinada por la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID).

Pregunta. La Asamblea General de la ONU tardó más de dos décadas de negociaciones para aprobar la Declaración de Derechos de los Pueblos Indígenas en 2007. ¿Son suficientes las leyes existentes para la defensa de estas comunidades?

Respuesta. Es bueno que los países incorporen a sus Constituciones los derechos fundamentales de los tratados. Está muy bien. El camino a recorrer es menor. Pero aun así, hay que tomar medidas específicas para hacer reales estas leyes. Veo expresiones en todo el mundo de voluntad política. De buena voluntad política. Eso es casi casi unánime. Pero… no es verdad. Falta ver esa buena voluntad en la práctica. Aunque también reconozco que toma su tiempo a los Estados adoptar una política. Puede ser complejo y lento reajustar las prácticas administrativas, adoptar las leyes necesarias, porque muchas veces, la mayoría, lo que implica este reconocimiento eficaz son cambios en las estructuras.

P. ¿Cómo ve entonces el movimiento indígena hoy?

R. La reivindicación de los derechos de los pueblos indígenas ha llevado un largo proceso. Pero no es único. Están los procesos de descolonización, de liberación de la mujer, contra la esclavitud… Todas esas luchas implican un cambio fundamental en las estructuras políticas y sociales dominantes. Y la lucha indígena es, tal vez, la última de estas luchas que implican cambios profundos en las estructuras sociales, políticas y económicas dominantes.

P. Este año se cumplen los 25 años del Movimiento de los Sin Tierra (MST). Han tenido un recorrido singular, con altibajos, y recibido críticas desde todos los bandos. Este movimiento, que nació en Brasil, está en auge, y crece en toda América Latina: en Argentina, Paraguay, Guatemala, Bolivia. ¿Hay una relación especial indígena-tierra?

R. Sí, en general. Es una relación en varios aspectos, económicos, también culturales y sociales, en el sentido de círculos familiares, comunales, de la misma organización de todo un pueblo. Está muy relacionado con las actividades en el territorio. Romper esos lazos significa un choque brutal en todos los aspectos de la vida de los indígenas. Pero todos los sectores de la humanidad tienen relación con algún lugar. Todos tienen una expectativa de que sus derechos a la propiedad, al lugar en que viven, van a ser protegidos y respetados.

P. Actualmente, parece que aumenta el intento de empresas privadas o multinacionales de desplazar a algunas comunidades de los lugares donde viven.

R. El problema a veces es el desconocimiento en los planes de los Estados para el desarrollo de los recursos naturales, como el petróleo o la minería. Pero muchas veces se avanza en esos planes sin conocimiento de la ubicación de los pueblos indígenas. En las cercanías de estas operaciones mineras o petroleras hay un desconocimiento sobre los efectos que estas actividades tienen frente a ellos.

P. En el último Foro Social Mundial, al que ha asistido una representación importante del movimiento indígena se ha planteado emprender batallas al lado de países rupturistas con el capitalismo, como Venezuela, Bolivia y Ecuador. ¿Cree que es posible?

R. Es un movimiento que tiene su propio origen, sus propios protagonistas. Claro que van a hacer alianzas. Es un movimiento social de cambio, y hará alianzas con los movimientos sociales de cambio. Pero no hay que identificarlo siempre con tendencias mayores o con políticas antiglobalización.

P. Sin embargo, el proceso de estos movimientos parece que han seguido caminos diferentes. En Estados Unidos, por ejemplo.

R. Entre los mismos indígenas hay diversidad. En Estados Unidos hay indígenas demócratas y republicanos, los hay que quieren tener empresas y grupos que van en otra onda. Pero lo que une al movimiento es ese reclamo a la igualdad y el respeto a la diversidad, el respeto a la libre determinación de los pueblos. Lo importante es que puedan tomar las decisiones en pie de igualdad con los demás. Y que sean respetadas sus propias formas y maneras de vivir. Lo que no significa necesariamente que vayan a implicarse en política, aunque hagan alianzas en cada momento para promover ese cambio.

P. Se repiten los estudios que muestran en los indígenas una mayor incidencia de la pobreza, y menores ingresos, escolaridad y esperanza de vida; la mortalidad infantil es mayor y menor el acceso a la salud e incluso al agua potable. ¿No significa todo esto que defender sus derechos les cuesta más que al resto?

R. Más… de otra forma. Hay que evitar pensar en ellos como comunidades aisladas. No es el planteamiento de los pueblos indígenas. El planteamiento es de igualdad, de respeto a sus formas de vida. Quieren igualdad clara. Que se entienda que tienen su forma de vida, su propia cultura. Pero eso es lo que nos une a los pueblos indígenas: la diversidad cultural.

P. ¿Qué importancia tiene la educación en su desarrollo?

R. Existe una falta de reconocimiento como pueblo en los sistemas de educación para los indígenas. No se tienen en cuenta la lengua, el idioma, los idiomas indígenas, las maneras, las perspectivas, las filosofías. Hay un gran desconocimiento de su cultura dentro del diseño de los programas de educación. Para mí es importante, primero, la educación de la sociedad, porque lo que hacen los gobernantes, los políticos, es un reflejo de la sociedad en general. Hay que lograr que la sociedad se sensibilice a la existencia de los pueblos indígenas.

P. ¿Cómo lograrlo?

R. Se requiere tiempo. Podemos hacer una comparación con la Transición española. Ha sido un cambio a nivel constitucional y todo un cambio estructural en la creación de las autonomías. El pueblo indígena está en un cambio similar, que requiere voluntad política, atención y comprensión social entre todos los sectores de la sociedad.

P. A los pueblos indígenas hasta los éxitos se les eternizan en apelaciones. Y las celebraciones no llegan a pesar de los casos que van ganando en los tribunales. En Brasil, en Guatemala, contra la esclavitud, la expropiación de fincas… ¿No es frustrante?

R. Todo toma su tiempo. Es frustrante, sí, pero así son las cosas. Lo importante es que en algún momento haya una voluntad política entre los que están en el poder para hacer realmente estos cambios.

Peces en peligro en el Río Changuinola, Bocas del Toro

Peces en peligro en el Río Changuinola, Bocas del Toro

Mucho se discute en estos momentos la factibilidad ambiental de un conjunto de proyectos hidroeléctricos planteados en la Reserva de la Biósfera La Amistad Panamá en Bocas del Toro. Esta reserva contiene áreas protegidas claves como lo son el Parque Internacional La Amistad, el Parque Nacional Volcán Barú, el Bosque Protector de Palo Seco y la Reserva Forestal de Fortuna. Incluye además el Humedal de San San Pond Sak, el Parque Nacional de Isla Bastimentos e incluso las Lagunas de Volcán.

Bosque Protector de Palo Seco, área de amortiguamiento del Parque Internacional La Amistad (ambas áreas protegidas son Reserva de la Biósfera)

Bosque Protector de Palo Seco, área de amortiguamiento del Parque Internacional La Amistad (ambas áreas protegidas son Reserva de la Biósfera). Al centro de la foto se observan los inicios de la construcción de la primera de las represas planteadas para el área protegida. Foto: A. Rodríguez

La mayor discusión se centra en varios puntos claves donde se indica la afectación grave de manera directa, indirecta o sinérgica que los proyectos hidroeléctricos Bonyic, Chan 75, Chan 220 y Chan 500 planteados producen sobre un área protegida con categoría internacional tanto como reserva de la Biosfera como Sitio de Patrimonio Mundial de la Humanidad de rica biodiversidad terrestre y acuática y que además es un área indígena de la etnia Ngöbe Bugle en la cuenca media del Río Changuinola y Naso Tjer Di en la cuenca del Río Teribe.

La biomasa de estos peces se perdería en todo este ecosistema y las consecuencias ecológicas no han sido determinadas ni aguas arriba ni aguas abajo de las megaestructuras planteadas.

De todos los impactos ambientales determinados se espera que el recurso biológico sea uno de los más fuertemente impactados, ya que en conjunto dichos proyectos destruirían alrededor de cinco mil hectáreas de bosques y crearían un poderoso efecto borde y un efecto barrera en medio del Bosque Protector de Palo Seco que afectaría a las especies terrestres que se desplazan entre estas áreas protegidas.

A nivel de la fauna acuática se espera un efecto directo de extirpación de la población de peces diádromos en la mayor parte de la cuenca del Río Changuinola y por ende de una gran extensión territorial en las áreas protegidas directamente afectadas: Bosque Protector de Palo Seco y Parque Internacional La Amistad. Igualmente se espera un fuerte impacto en la dinámica hídrica del Humedal San San Pond Sak que como sitio Ramsar de Importancia Internacional es el ecosistema receptor y beneficiario de las aguas de esta gran cuenca del Río Changuinola que evidentemente disminuirá la cantidad y calidad de las aguas en relación a su condición actual. Ninguno de estos impactos han sido dimensionados, ni podrán ser mitigados.

Cauce del Rio Changuinola en la Reserva de la Biósfera La Amistad Panamá, provincia de Bocas del Toro

Cauce del Río Changuinola en la Reserva de la Biósfera La Amistad Panamá, Provincia de Bocas del Toro. Foto: Florencio Quintero.

Según estudios realizados por la Asociación ANAI de Costa Rica, el río Changuinola contiene por lo menos ocho especies de peces diádromos que realizan viajes desde el estuario y humedal de San San Pond Sak hasta la cuenca alta del Río Changuinola-Teribe y viceversa. La mayoría de estos peces pueden ser considerados catádromos, o sea son peces diádromos que pasan la mayor parte de su vida en las aguas dulces, pero van al mar a reproducirse. Como parte de su mayor alimentación y crecimiento tiene lugar en el río también se les denomina potamotrofos.

Fernando Serrano, Asociación Ambientalista de Chiriqui

Infante de Charco La Pava, con peces boca chica capturados en el Río Changuinola para el desayuno del día. Foto: Fernando Serrano, Asociación Ambientalista de Chiriquí

Entre las poblaciones de peces diádromos a ser afectados con estos proyectos tenemos los siguientes: boca chica –Joturus pichardi –Orden Mugiliformes, Familia Mugilidae; sartén –Agonostomus monticola –Orden Mugiliformes, Familia Mugilidae; anguila –Anguilla rostrata –Orden Anguilliformes, Familia Anguillidae; Ronco –Pomadasis crocro –Orden Perciformes, Familia Haemulidae; guabina –Gobiomorus dormitor –Orden Perciformes, Familia Eleotridae; chupapiedras –Sycidium spp. -Orden Perciformes, Familia Goobidae; chuparenas –Awuaous banana – Orden Perciformes, Familia Goobidae; chupapiedras cabezón –Gobiesox nudus –Orden Gobiesociformes, Familia Gobiesocidae.

La biomasa de estos peces se perdería en todo este ecosistema y las consecuencias ecológicas no han sido determinadas ni aguas arriba ni aguas abajo de las megaestructuras planteadas.

Ojalá la lucidez alumbre a nuestras autoridades para evitar que se invadan y desnaturalicen estas magníficas áreas protegidas, patrimonio de todos los panameños y del mundo.

Autor: Ariel R. Rodríguez Vargas
Universidad de Panamá
Publicado en la Revista Harpyja No.2 de 2008
Patronato del Águila Harpia

Están destruyendo la mejor reserva biológica del país

El artículo denominado Los destructores del Ambiente escrito por Carlos Gonzalez, quien es uno de los abogados del buffete de la compañía de AES Changuinola, y que como abogados que son están tratando de defender lo indefendible.  Hablemos claro: los proyectos hidroeléctricos que defiende este señor están dentro de la Reserva de la Biósfera La Amistad y áreas anexas de la Comarca Ngobe Buglé.  Esta área es de rica biodiversidad y de gran valor estratégico para el país para la conservación de su diversidad biológica y pureza de sus aguas dulces.

El artículo abajo desplegado debe leerlo de manera inversa a como está escrito.  Ha sido un buen intento de confundir a los que no conocen el detalle de lo que están devastando en el Valle del Río Changuinola y otras áreas del país sometidos a este estalinismo hidroeléctrico en nombre de la especulación y la codicia que es ciega a los daños ambientales que estos proyectos causan, tal y como lo plasma el señor Gonzalez en su artículo.

AES a 30% de avances de obras, según declaraciones de ellos mismos, aún no presentan ni siquiera los resultados de la riqueza biológica que sería afectada si el proyecto se concreta.  Además y lo que es grave, se están violando los derechos humanos de los pobladores indígenas, ya que por coacción los están haciendo firmar para ceder sus tierras para el proyecto.  El proceso de evaluación ambiental ha sido totalmente corrupto y el de fiscalización aún peor.  El gobierno de Panamá es juez y parte en este proyecto.

Burica Press

DESARROLLO.

Los destructores del ambiente

Carlos Ernesto González Ramírez
opinion@prensa.com

Hay personas que se oponen a la construcción de hidroeléctricas en Panamá. Alegan oponerse por la protección al medio ambiente o sostienen que el uso del agua por las hidroeléctricas destruye su calidad y limita su uso. Los hay, también, que se oponen alegando destrucción del nacimiento de los ríos, o por el impacto en las poblaciones adyacentes.

Yo me atrevo a asegurarles a estas personas que se equivocan. No es cierto que las hidroeléctricas sean inversiones destructoras de la naturaleza (si se llevan a cabo en apego a las normas vigentes para la protección del medio ambiente). Tampoco destruyen el acceso y la calidad del agua de los ciudadanos. Y no afectan los ecosistemas de forma negativa.

El impacto que estas inversiones tienen es perfectamente mitigable en términos ecológicos. En términos humanos, en aquellos casos en donde hay afectados por los embalses, es indispensable que estas personas sean debidamente compensadas, porque asumen un sacrificio para beneficio de todos los demás panameños.

Reserva de la Biósfera donde AES pretende construir dos represas grandes Chan 75 y Chan 220. Otro grupo promotor promueve el tercer proyecto denominado Chan 500/4. El espejo de agua continuo a lo largo de toda la cuenca media del Río Changuinola serían de alto impacto ambiental sin duda alguna.

Estas afirmaciones no las hago como técnico ni experto. Me baso en la experiencia que tenemos todos los panameños de convivir con una obra de infraestructura entre las más grandes del mundo y de ver que, a lo largo de casi 100 años, su construcción ha significado una bendición para los ecosistemas que le son circundantes. Claro, me refiero al Canal de Panamá.

Cuando se construyó el Canal, se removieron 204.9 millones de metros cúbicos de tierra y piedras, murieron alrededor de 25 mil personas (según cálculos de Gorgas) y se construyó un lago artificial de 423 Km2. Por si fuera esto poco, se desplazaron cuarenta y tres sitios poblados, entre los que se encontraban: Gatún, con 8 mil 887 habitantes; Emperador, con 7 mil 152 personas; Gorgona (mudado completamente al lugar en donde está ubicado hoy), con 3 mil 444; y así, una larga lista de poblaciones que quedaron ya sea inundadas o movilizadas por decisión del Gobierno de Estados Unidos. Es decir, se causó un impacto impresionante en el medio ambiente y, en términos humanos. Si comparamos las cifras de desplazados con la población total del país en la época, nos daremos cuenta que fue de una magnitud inimaginable hoy en día.

Estos datos demuestran el absurdo de la oposición, de algunos grupos organizados, a la construcción y desarrollo de hidroeléctricas. Bajo los criterios que ellos utilizan para oponerse a las mismas, el canal no se hubiese construido. Sin embargo, hoy podemos ver que esa obra también ha servido para preservar ecosistemas. Ha servido para proteger el agua, porque sin ella no funcionaría el Canal (al igual que las hidroeléctricas) y ha mejorado la calidad de vida de los panameños en su conjunto.

Si el Canal no se hubiese construido, probablemente hoy en día gran parte del área inundada serían pueblos y áreas de cultivo extensivo. Sin duda, gran parte de la biodiversidad que allí vemos habría desaparecido y, tal vez, la ciudad de Panamá tendría dificultades en el suministro de agua potable. Es más, es muy posible que las fuentes de agua estuvieran todas contaminadas.

A lo anterior habría que sumarle el impacto económico negativo de la no construcción del canal. Seríamos un país pobre, con infraestructura pobre y sin las opciones que tenemos hoy en día. Esta realidad es similar a lo que significaría, guardadas las proporciones, que detuviéramos la construcción de hidroeléctricas: un tope energético que implicaría un tope de crecimiento económico.

Peor aún, desde el punto de vista de aquellos conservacionistas que se oponen a cualquier tipo de inversión (los cuales, es preciso destacar, no son todos los conservacionistas), su propósito se desvirtuaría, ya que todos los otros tipos de generación de energía son más contaminantes. Generarían más contaminación o afectarían más la vegetación (leña, como en Haití) o destruiría más medio ambiente.

Podemos añadir a lo dicho, el incremento desmesurado del costo energético, la escasez del mismo y lo negativo que representa, para el desarrollo económico en su conjunto, la falta de certeza del suministro energético. Solo pregúntenle a un nica o a un californiano lo que significó o significa vivir con apagones diarios. Cuántos trabajos se perdieron y cuánto ha caído la productividad del ciudadano en conjunto.

Es innegable que Panamá es uno de los países más privilegiados del mundo en biodiversidad y riqueza natural. Esta biodiversidad debemos conservarla. Pero esta conservación no puede darse sin tomar en cuenta el desarrollo humano, el cual requiere de inversión de capital, de mecanismos que incrementen nuestra productividad y de infraestructura. Por tanto, el secreto está en mantener nuestro desarrollo a la vez que conservamos nuestra biodiversidad. Es, simplemente, el desarrollo sostenible.

La inversión en generación hidroeléctrica, por empresas serias y responsables, es uno de los mejores ejemplos de desarrollo sostenible. Es generación de energía limpia y seguridad de conservación y progreso para la población. El que diga otra cosa, hay que mandarlo a que conozca el Canal de Panamá.

El autor es miembro de la Fundación Libertad

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RÍOS EN GALICIA HAN SUFRIDO IRREPARABLES DAÑOS.

Una salvajada ecológica

Juan B. Gómez
opinión@prensa.com

Dice el señor Carlos Ernesto González Ramírez, en un artículo publicado en La Prensa el 21 de julio pasado: “ Yo me atrevo a asegurarles a estas personas [las que nos oponemos a la construcción de hidroeléctricas] que se equivocan. No es cierto que las hidroeléctricas sean inversiones destructoras de la naturaleza [si se llevan a cabo en apego a las normas vigentes para la protección del medio ambiente…]. Y no afectan los ecosistemas de forma negativa”

Vamos a ver todas estas cosas con calma, señor González Ramírez. Tengo en mi poder una caudalosa información que nos ha entregado un amigo español en la que se expresa todo lo contrario.

En esta valiosa documentación van enumerando, uno a uno, cómo se han destruido los ríos en Galicia, luego de instaladas las hidroeléctricas. Leamos:

“En pleno río Limia, un río histórico, Energía Orensana S.A. mete una minicentral que es una auténtica salvajada. No respeta nada, ni el caudal ecológico, ni tiene escalas ni nada que se le parezca… es la explotación a costa de todo. Una vergüenza…”

Y lo mismo ha ocurrido en todos los ríos en que se han construido hidroeléctricas. El río Tuño (“da pena verlo, ha quedado inservible”); el Edo, “esta minicentral es penosa. Las escalas son una burla al ciudadano”. El Cerves. El Deva. El Barbantiño…

Sería muy largo enumerar todos los desastres ecológicos, turísticos y sociales que trajo a la región de Galicia la instalación de las hidroeléctricas. Pero ahora los gallegos quieren salvar la situación y dicen:

“El Ministerio de Medio Ambiente frena 4 minicentrales hidroeléctricas en Burgos y Orense” (viernes, 18 de enero, 2008).

“El Ministerio de Medio Ambiente frena dos minicentrales hidroeléctricas en la demarcación del Ebro”.

“Fenosa renuncia a minicentrales en el Ulla por la presión social”.

“La Xunta frena nueve minicentrales concedidas por el PP en el río Ulla”.

“La Xunta revisa el Plan Hidroeléctrico y pone en jaque 71 minicentrales”.

“Los ríos gallegos, en general, no soportan ninguno el impacto ambiental de las minicentrales, debiera pararse su construcción y desmantelar la mayoría de las que hay construidas, aunque el mal sea ya irreversible”.

“Las minicentrales que se construyen son la mayoría privadas y por lo tanto sujetas a obtener el máximo lucro”.

“El número de minicentrales, de momento 300 en Galicia, es de locos. Son todas subvencionadas, por lo tanto es un auténtico negocio y por el contrario el control, al menos de las de Orense, es nulo. Son los amos y hacen lo que les viene en ganas con el río. No hay vigilancia de ningún tipo y producen la muerte del río en muchos kilómetros”.

“Desaparece la trucha y otras especies”.

“El lugar queda desgraciado turísticamente e incluso las orillas se vuelven lugares peligrosos”.

“Ultimamente empieza uno a enterarse de que las construcciones producen mortandad en muchos kilómetros, por ejemplo fallos con el cemento”.

“El 10% del caudal ecológico, generalmente es de vergüenza y no permite vivir ni a las ramas”.

“Inunda los cauces de arena por los desmontes, y dejan el río inservible en varios kilómetros”.

“Podredumbre es todo lo que queda debajo”.

“Las especies migratorias, truchas, salmón, anguilas, se les corta el ciclo, además muchas mueren en las turbinas de la central”.

“Las desgracias están preparadas en cualquier río que tenga una presa”.

A propósito de esto último, decía Carmencita Tedman (líder del movimiento por la conservación del medio ambiente) que ella retaba a que le señalaran un solo río en donde hubieran construido una hidroeléctrica que no hubieran destruido su curso. Todos quedan destruidos.

Podría seguir argumentando sobre lo peligroso que es, para nosotros los chiricanos y todos los panameños, que se construyan hidroeléctricas por todas partes. En Chiriquí ya se han otorgado 56 concesiones.

Y lo más peligroso es que vengan millonarios como Carlos Slim a comprar la energía para llevarla a otros países.

Para terminar, me permito decirle al señor González Ramírez, que no veo la relación que puede tener el temor que se destruyan nuestros ríos y la construcción del Canal de Panamá, o las torres gemelas o las pirámides de Egipto.

En los primeros tiempos de la historia la prescripción de crecery multiplicarse era buena. Hoy es nefasta y obedecerla sería desastroso.

El humorista español Julio Canba dijo en su obra Los perros de mister crutz: “Todos sabemos que la propiedad privada, por unas razones o por otras, es en nuestros días punto menos que intransmisible en casi todo el mundo, y que de padres a hijos solo se transmiten ya el bosio, la tuberculosis, el cretinismo, el genio y demás taras fisiológicas de la triste humanidad”.

Y Mark Van Doren decía en La profesión de Don Quijote: “Lo que realmente importa en últimos términos es manifestar grandeza de ánimo”.

De lo anterior se saca la siguiente conclusión: es muy importante pensar bien las decisiones que se toman, sobre cosas tan importante como es el caso de la construcción de hidroeléctricas, que sin duda destruirían los ríos chiricanos.

El autor es periodista

Indígenas Nasos atacados por Empresas Públicas de Medellín

INCURSIÓN ARMADA DE EMPRESARIOS EN RESERVA INDÍGENA

Burica Press, Bocas del Toro, 20 de mayo de 2008.

El dirigente indígena y varios informante adicionales han denunciado de manera formal ante la Autoridad Nacional del Ambiente de Bocas del Toro (región noroccidental del Istmo de Panamá) a la Empresas Públicas de Medellín (EPM) por estar patrocinando una intervención armada y poner en conflicto la comunidad Naso que se mantiene firme en «una lucha en contra de la hidroléctrica en Bonyic» sic.
El dirigente ha denunciado que el día 18 de mayo en horas de la noche un grupo de aproximadamente 100 personas invadieron el lugar denominado –la trinchera– que no es más que un campamento de vigilia permanente que lleva varios meses de operación para evitar que trabajadores de la empresa EPM no ingresen a la fuerza a territorio Naso a realizar trabajos de construir de vías de acceso al proyecto hidroeléctrico Bonyic en el sector sureste del la Reserva Indígena Naso Tjer Di.

Rey Valent�n Santa

Rey Naso Teribe, Valentín Santana. Imagen editada del video Mother Earth publicado por el Miami Herald

En la carta de denuncia ante la ANAM se indica que los invasores del campamento trinchera hicieron varias detonaciones con tal de amedrentar a los Nasos que en ese momento se encontraban en el lugar, quienes en efecto tuvieron que huir hacia otro sector de la selva que custodian ante la amenaza a sus vidas por este contingente de empleados enviado por la empresa EPM para desmembrar el movimiento de resistencia al ingreso ilegal de esta empresa a esta área que además de ser tierras indígenas, es parte del área protegida denominada el Bosque Protector de Palo Seco.
«No debemos permitir que esta empresa arruine y destruya nuestra naturaleza y nuestra cultura del Pueblo Naso» indicó el dirigente Naso.
Los Nasos están solicitando que la ANAM tome control de esta situación para que custodie el parque (área protegida) que los Nasos por centenios han sabido conservar.

Además los Nasos acusan a la empresa EPM de no contar con los requerimientos necesarios para lo que pretenden y que con ello están violando la Ley General de Ambiente. La ANAM hasta el momento no se ha pronunciado de manera oficial con respecto a esta denuncia.