Camino de Cruces amenazado otra vez, en otro frente

AFRENTA A LA HISTORIA

El mercado y el camino colonial

Luis Puleio C.
opinion@prensa.com

La construcción del Mercado de Abastos en el sector del antiguo campo de antenas de Chivo Chivo marcará el principio del fin del Camino de Cruces.

El campo de antenas de Chivo Chivo, hasta la entrada en vigencia de los tratados Torrijos–Carter, era un importante centro de comunicaciones del ejército estadounidense acantonado en Panamá. Con una superficie de 150 hectáreas, el campo era parte del polígono de entrenamiento de la Brigada 193 de Fort Clayton y centro de escucha del sector pacífico del continente.

A pesar de ello, los estadounidenses respetaron el sendero empedrado del Camino de Cruces que, desde el Puente del Rey, construido sobre el río Hondo actualmente río Curundú, era la puerta para llegar o salir de la ciudad de Panamá, después de 1673.

Su eje de marcha, para detallarlo en la actualidad, va desde el cruce del río Curundú pasa por el terreno del museo Reyna Torres de Araúz en altos de Curundú, continúa en dirección al Colegio de Las Esclavas, servidumbre de la Embajada de Estados Unidos, traspatio del Colegio Javier, el Hospital de Clayton, los terrenos en litigio de la compañía Pazco, la calle de la Guanábana, unidad de viviendas de Clayton, internándose en el campo de antenas con destino a la carretera Madden y el poblado de Venta de Cruces en Gamboa, a orillas del río Chagres.

Para ahondar un poco más en la historiografía nacional, es en el campo de antenas donde se pretende construir el Mercado de Abastos de la ciudad, en donde existió el poblado colonial de Guayabal desde el cual el gobernador Pérez de Guzmán planeó la defensa de la ciudad de Panamá contra los piratas de Henry Morgan.

Guayabal fue uno de los tantos sitios de relevo con que contó el camino para el hospedaje y descanso de los viajeros. El explorador Enrique García y el profesor de historia Geovanni Duarte, han realizado la prospección en el área encontrando fragmentos de cerámica de la época.

Doblemente revelador es dar a conocer a la luz pública que, además del Camino de Cruces, en el sitio de Guayabal se entroncaba el camino de Gorgona, una construcción hecha de piedra de río, igual al de Cruces, por los españoles, como ruta directa a dicho poblado asentado algunos kilómetros más abajo del poblado de la Venta de Cruces.

El capitán e ingeniero español Nicolás Rodríguez, en 1735, fue comisionado por su majestad del reino de tierra firme para inspeccionar los caminos de Cruces, Gorgona y Real a solicitud de los comerciantes de Porto Bello y Chagres. El porqué respondía al hecho del peligro que representaba para los bongos, el vencer los rápidos del río Chagres que ocasionaban pérdidas en vidas y mercancías. Por ello se tenía en mente trasladar la Aduana de Venta de Cruces hacia la comunidad de Gorgona por estar ubicada, lejos de la impetuosa escorrentía del río (Informe de inspección del capitán Nicolás Rodríguez, Biblioteca del Smithsonian Institute).

Construir el Mercado de Abastos en el centro del Parque Camino de Cruces generaría el asentamiento paulatino de villas miseria en derredor del perímetro del mercado, donde los pepenadores y los precaristas de toda clase pulularían en el área.

Las aguas negras y la basura se deslizarían hacia los lagos de Miraflores, auxiliares del Canal, y los inversionistas impulsarían proyectos de viviendas, aniquilando el verdor del parque.

En hora buena, el diputado José Blandón adelanta el proyecto de declarar el Camino de Cruces y Camino Real en monumentos históricos de Panamá. La construcción del mercado en ese terral histórico será, a no dudar, una afrenta a la historia nacional que negaría a los panameños el disfrutar y conservar, para las generaciones presentes y por venir, una ruta que le dio la existencia al Panamá de hoy.

Talarán bosques protegidos de Camino de Cruces

PARQUE NACIONAL CAMINO DE CRUCES

Talarán bosque de área protegida

27.9 hectáreas de bosque empezaron a desvastarse para construir un proyecto residencial y comercial. La Anam aprobó el estudio de impacto ambiental.

JOSÉ ARCIA

jarcia@prensa.com

Las zonas boscosas del distrito capital siguen perdiendo terreno ante la industria inmobiliaria. La empresa Promotores de la Metrópoli, S.A., vinculada a la familia del ministro de Vivienda, Gabriel Diez, desarrolla el proyecto residencial y comercial Colinas de Versalles en un área de 27.9 hectáreas formada por bosque maduro.

Parte de los terrenos está dentro del Parque Nacional Camino de Cruces, según lo determinó la Alianza para la Conservación y Desarrollo (ACD), al trazar en un mapa los límites del parque, utilizando como referencia las coordenadas que aparecen en la Ley 30 de diciembre de 1992, que crea el área protegida.

La Autoridad Nacional del Ambiente (Anam) aprobó, en agosto de 2006, el Estudio de Impacto Ambiental, que señala que “el desarrollo del proyecto generará impactos significativos sobre la vegetación al destruir o eliminar 27.9 hectáreas”.

Gabriel Diez M., vicepresidente de la empresa, dijo que solo se afectarán 3.5 hectáreas, y alegó desconocer que parte del terreno está dentro del parque.

Ariel Rodríguez, presidente de ACD, presentó ante el Ministerio Público una denuncia para que se investigue un delito ecológico, ya que la empresa empezó a mediados de diciembre con la tala de árboles.

PARQUE NACIONAL CAMINO DE CRUCES

Se pierden bosques urbanos

Proyecto urbanístico afectará área protegida. Ambientalistas piden frenar el daño ecológico lo antes posible.

DAÑO. Los tractores entraron a la zona boscosa que, según los cálculos de un biólogo ambientalista, están dentro de Parque Nacional Camino de Cruces. La destrucción del área se hizo para marcar los márgenes de las calles de un proyecto inmobiliario. LA PRENSA/ David Mesa
Ariel Rodríguez, Presidente de Alianza para la Conservación y el Desarrollo, ACD

JOSÉ ARCIA

jarcia@prensa.com

Otra zona boscosa de la ciudad capital está a punto de desaparecer, como consecuencia de la industria inmobiliaria.

Esta vez se trata de 27.9 hectáreas de bosque maduro (con más de 100 años de edad), e incluso parte de ellas se encuentran dentro del Parque Nacional Camino de Cruces (PNCC), una reserva natural creada en 1992 para, entre otros objetivos, proteger la orilla este del Canal de Panamá y asegurar su funcionamiento.

En la salida del Corredor Norte, por la avenida de la Paz, a un costado de los terrenos de la Universidad Tecnológica de Panamá, se levanta el proyecto residencial y comercial Colinas de Versalles, que en agosto de 2006 recibió el aval de la Autoridad Nacional del Ambiente (Anam), cuando fue aprobado su Estudio de Impacto Ambiental (EIA).

La obra es desarrollada por Promotores de la Metrópoli, S.A., que pertenece a la familia del ministro de Vivienda, Gabriel Diez.

Tractores y camiones han entrado al lugar, desde mediados de diciembre, y las consecuencias ambientales empiezan a notarse: el bosque está siendo desmontado para abrir una trocha, que marca el comienzo de la tala de 5 mil 586 árboles, cifra que consta en el EIA.

Ariel Rodríguez, biólogo y presidente de la Alianza para la Conservación y el Desarrollo, opinó que la ciudad capital sigue perdiendo lo mejor que tiene, sus bosques, para dar paso a “aberraciones urbanísticas” que destruyen naturaleza para generar réditos particulares.

LÍMITES

La mayor preocupación de Rodríguez es que “evidentemente” parte del área está dentro del PNCC.

Así lo confirmó el biólogo al ubicar geográficamente los límites del parque, tomando como referencia las coordenadas que aparecen descritas en la Ley 30 de diciembre de 1992, que crea la reserva forestal.

La medición también determinó que los límites del parque atraviesan el estadio Rod Carew y otras zonas que ya han sido urbanizadas.

Incluso, dentro del parque funciona una concretera de la empresa M&S que está justamente al lado del proyecto Colinas de Versalles (Ver infografía).

Los límites del parque son materia de análisis en estos momentos por la Anam. En 1996 se hizo una medición de campo, pero no fue aprobada porque no coincidió con las coordenadas que se establecieron en la ley, señaló Edgar Araúz, jefe del Departamento de Manejo de Áreas Protegidas de la entidad.

Esto, añadió, explica en gran medida que surjan estos problemas de urbanizaciones dentro del parque, porque no se tiene una medición en campo de los límites.

Gabriel Diez M., vicepresidente de Promotores de la Metrópoli, S.A., afirmó que, a su entender, el terreno no está dentro del parque.

“Por primera vez me entero de que alguien alega que la propiedad en mención está ubicada en un área que, supuestamente, está en un parque natural”, adujo Diez M. Por eso prefirió no hacer más comentarios.

Sobre el proyecto, afirmó que no se urbanizarán las 27.9 hectáreas que señala el EIA, sino aproximadamente 3.5 hectáreas.

La cantidad de árboles que se menciona tampoco se talará, explicó, porque “de común acuerdo” con la Anam han dejado un área de 2.2 hectáreas.

FIDEICOMISO

Los terrenos donde se desarrolla Colinas de Versalles fueron dados por la Caja de Ahorros (CA), en fideicomiso, a la empresa en 2001.

La CA aparecía como propietaria, desde 1991, de un globo de terreno de 190 hectáreas que fue dividido y otorgado a varias empresas, a través de la figura de fideicomisos, para que estas lo desarrollaran bajo su riesgo, con el objetivo de que la CA obtuviera ganancias al momento de la venta de casas y espacios comerciales.

Para Rodríguez, se trata de una “repartición” de los terrenos del parque. Citó como ejemplo, la urbanización Camino de Cruces en la avenida de La Amistad.

Este diario contactó a la oficina de Relaciones Públicas de la CA, y a pesar de que esta solicitó las preguntas por correo electrónico, no respondió.

La Anam se reunió el pasado viernes 16 de enero con la Unidad Administrativa de Áreas Revertidas del Ministerio de Economía y Finanzas, con la idea de buscar una solución al problema.

Araúz dijo que se trata de un tema complicado porque hay que investigar los antecedentes de cómo los terrenos pasaron a manos privadas y cuándo.

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27 DE ENERO DE 2009

PARQUE CAMINO DE CRUCES

Anam verificará los límites

Conservacionistas denuncian que el proyecto residencial Colina de Versalles ocupará parte del parque Camino de Cruces.

OBRA. Para construir la urbanización talarán 27.9 hectáreas de bosques urbanos. LA PRENSA/David Mesa

JOSÉ ARCIA
jarcia@prensa.com

La Autoridad Nacional del Ambiente (Anam) realizará hoy una inspección al terreno donde se desarrolla el proyecto residencial Colinas de Versalles, a un lado de la Avenida de la Paz.

La medida busca determinar si el proyecto incluye o no áreas que pertenecen al Parque Nacional Camino de Cruces.

La Alianza para la Conservación y el Desarrollo determinó que parte del proyecto está dentro del área protegida, al ubicar geográficamente los límites del parque, tomando como referencia las coordenadas que aparecen descritas en la Ley 29 de junio de 1995 y no la ley 30 de 1992, como se informó el pasado domingo.

Edgar Araúz, jefe del Departamento de Manejo de Áreas Protegidas de la Anam, dijo que la inspección se hará para verificar si hay posibles afectaciones al área protegida.

Para esto, dijo, se examinará la información que aparece en el estudio de impacto ambiental del proyecto y se realizarán las mediciones en campo del límite del parque, que fue creado en 1992.

A pesar de que la Ley 29 de 1995 estableció las coordenadas de los límites del parque, la Anam –hasta la fecha– no ha hecho la medición en campo para establecer el área que ocupa el parque.

Desde agosto de 2008, grupos conservacionistas le han pedido a la Anam que haga las mediciones en campo. Para esa misma fecha, la entidad le pidió al Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) que le asignara al parque áreas boscosas que aún no han sido desarrolladas. Esto no se ha hecho.

Araúz dijo que con la inspección de hoy se empezará la medición y que en las próximas semanas se reunirá con funcionarios del MEF.

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Esta situación sólo indica una cosa: que Panamá es un país donde no se respeta la naturaleza y el ordenamiento ecológico de Panamá.

Burica Press

Intento de invasión del Parque Nacional Camino de Cruces

Precaristas intentan tomarse el Parque Camino de Camino de Cruces

En un patrullaje terrestre de funcionarios de la Autoridad Nacional del Ambiente (ANAM), por las riberas del Río Pedro Miguel en las áreas revertidas, se descubrió que personas inescrupulosas pretendían establecer viviendas en el lugar, además de tratar de devastar el territorio del lugar a fin de realizar actividades agrícolas.

Norma Ponce, directora del Parque Nacional Camino de Cruces (Área protegida), afirmó que en una acción de patrullaje en las riberas del río Pedro Miguel, al entrar por la ruta de los rieles del ferrocarril como a 600 metros hacia adentro del bosque, se encontró un lugar ya devastado por personas que pretendían hacer de esta área un lugar de vivienda y de labranza.

Estas personas cuyas acciones les convierten en precaristas o invasores oportunistas, de ser atrapados en estas prácticas serán puestas en manos de las autoridades competentes debido a que existen severas sanciones para el que sea sorprendido y atrapado en la comisión de este tipo de actividades dentro de las áreas protegidas.

Informó la funcionaria que la Policía Ecológica colaboró en la destrucción de las chozas para salvaguardar las áreas protegidas que es patrimonio de todos los panameños.

Los caminos transístmicos coloniales de Panamá

Los caminos transístmicos

Los caminos que se originaban en las poblaciones de Nombre de Dios y Portobelo (antes Fortuna), a los cuales hay que agregar las del otro puerto atlántico, el de Chagres. Eran el Camino Real (todo terrestre) y el Camino de Cruces (terrestre y fluvial).

Ellos estaban llenos de peligrosos enemigos para las valerosas personas que por un motivo u otro se atrevían a pasarlos, pero no parecía que estas le daban mayor importancia a lo anterior.

El calor, las torrenciales lluvias, las crecidas y desbordamiento de los ríos, los indígenas, los esclavos fugitivos, los asaltantes, los mosquitos y las enfermedades que trasmitían, otras peligrosas alimañas y reptiles, el tedio, a veces la desorientación, las vestimentas, la mayor parte de las veces inadecuadas, en fin que todo se transformaba en un reto más casi imposible de vencer.

¿Cuántos seres humanos cavaron en cierta forma sus tumbas por allí?

Los ataques de los piratas fueron otro desastroso factor que obligó a clausurar las rutas ya establecidas y hasta de cambiar el camino por el extremo sur de la América, así fuera más costoso y muchísimo más demorado.

Los caminos transístmicos Caribe – Pacífico en el Istmo de Panamá en la época colonial (siglos XVII y XVIII). Los dos principales caminos fueron El Camino Real y el Camino de Cruces

Por cada 200 a 300 libras de carga que fueran transportadas de un océano a otro (por tierra), llegaba a costar unos 45 pesos de la época. A lo cual había que añadir las constantes pérdidas de los valientes seres humanos y de sus valiosas mercancías, así como de los animales que tenían que utilizar.

Eran cuatro el mínimo de días necesarios para la travesía, si es que no se presentaban los peligros ya expuestos para trasladarse de un litoral al otro de …. Panamá.

Otra carga en metálico que se cobraba y esta vez por cuenta del Estado lo constituía las averías de los terrenos aledaños y del mismo piso, por este último por cada mula que transportaba deberían sus dueños pagar dos reales de la época.

Otro dato más para aportar era que el tránsito desde Portobelo a Panamá o viceversa duraba cuatro días por el Camino Real y casi dos semanas por el de Cruces.

Un segmento despejado del antiguo empedrado del Camino de Cruces, restos localizados al pie de la Colina del antiguo Hospital de Clayton en la Ciudad de Panamá

Un segmento despejado del antiguo empedrado del Camino de Cruces, restos localizados al pie de la Colina del antiguo Hospital de Clayton en la Ciudad de Panamá. Foto: http://www.caminodecrucespanama.blogspot.com/

Textos: Harry Castro Stanziola

La Prensa, 24 de agosto de 2008

Solicitan justicia para proteger bosques urbanos

FALLOS DE LA CORTE.

Queremos justicia

Rafael Spalding
opinión@prensa.com

¿Qué pasa cuando una mayoría de los magistrados de la Corte Suprema de Justicia se equivoca? En abril de 2008, el pleno de la Corte Suprema de Justicia falló que la Ley 12 de 2007 es constitucional. Las comunidades lo ven de otra forma.

Una demanda de inconstitucionalidad había sido presentada contra la Ley 12 por las modificaciones a la Ley 21 de 1997. Antes de dar su fallo, los magistrados recibieron la opinión de la Procuraduría General de la Nación y la opinión de un opositor. Es un derecho ciudadano de participar en demandas sobre temas de constitucionalidad.

La Procuradora General de la Nación encontró que la Ley 12 viola el artículo 46 de la Constitución. El opositor opinó que la Ley 12 no es inconstitucional. Alegó que los cambios urbanísticos realizados por el Ministerio de Vivienda (Mivi) entre 1997 y 2007 fueron de forma y no de fondo; consecuentemente, como no hubo afectados, no hubo violación.

La mayoría de los magistrados coincidió con el opositor. Ellos concluyeron que ningún acto administrativo realizado por el Mivi entre 1997 y 2007 había violado los derechos a terceros. Los cambios a la Ley 21, introducidos por la Ley 12, son hacia el futuro, a partir de su promulgación: no se había violado ni el artículo 46 ni ningún otro artículo de la Constitución.

Los magistrados se equivocaron. Para su lectura, presentamos extractos pertinentes de las leyes en cuestión. Gaceta Oficial No. 23323, Ley 21, artículo 13: “…el Ministerio de Vivienda… podrá variar las categorías de ordenamiento territorial contenidas en el plan regional y en el plan general, previa consulta con la Comisión de Asuntos del Canal de la Asamblea Legislativa, mediante ley que al efecto se dicte”.

Gaceta Oficial No. 25731, Ley 12, Artículo 2; donde modifica la Ley 21, artículo 13: “Parágrafo: Se exceptúa del cumplimiento de lo dispuesto en este artículo [el artículo 13 de la Ley 21] las resoluciones emitidas por el Ministerio de Vivienda en materia de desarrollo urbano para los sectores de la Región Interoceánica, en el periodo comprendido desde el mes de julio de 1997 hasta la fecha de promulgación de la ley que adiciona este parágrafo”. Lo parentético es nuestro. Está claro que la Ley 12 exime al Mivi de cumplir con el artículo 13 de la Ley 21 desde julio de 1997, hasta febrero de 2007, cuando la Ley 12 fue promulgada.

No hay ninguna otra modificación a la Ley 21. Por ende, el día después de la promulgación de la Ley 12, la Ley 21 guardaría su condición original de requerir la consulta del Mivi a la Asamblea Nacional para variar las categorías de ordenamiento territorial. Contrario a lo que alegan los magistrados, la Ley 12 modifica a la Ley 21 retroactivamente hacia el pasado y no hacia el futuro, y viola el artículo 46 de la Constitución, tal como opinó la Procuradora General de la Nación.

Además, contrario a lo dicho por el opositor y los magistrados, las comunidades de las áreas revertidas han demostrado que reiteradamente el Mivi ha violado el artículo 13 durante el periodo entre julio de 1997 y febrero de 2007, afectando su seguridad jurídica.

Solicitamos, respetuosamente, que los magistrados rectifiquen esta injusticia.

El autor es ingeniero mecánico