Panamá: Panel de Inspección del Banco Mundial encuentra violación a derechos territoriales indígenas Ngäbe y Nasos

Panamá – Proyecto de Administración Territorial

Banco Mundial aprueba Plan de Acción luego de discutir informe del Panel de Inspección sobre violación a derechos territoriales indígenas

WASHINGTON, 4 de febrero de 2011 – El Directorio Ejecutivo del Banco Mundial abordo en la víspera el informe de la investigación independiente del Panel de Inspección relativo al Proyecto de Administración Territorial en Panamá,  conocido en Panamá como PRONAT, aprobando el Plan de Acción de la Gerencia contenido en la Respuesta de la Gerencia del Banco a las conclusiones del Panel.

Casa de la Familia Séptimo; Alto del Valle, Pa...

Vivienda Ngäbe en Comarca Ngäbe Bügle (Caribe) Fuente: Lon&Queta via Flickr

La investigación del Panel respondió a dos peticiones relacionadas al reconocimiento legal de las tierras habitadas por dos grupos indígenas, los Naso y los Ngäbe. La investigación del Panel se centró en determinar si se cumplió con la política del Banco en materia de la defensa de Grupos Indígenas, en particular respecto al respaldo del Proyecto a la creación de territorios indígenas y de consultas adecuadas con las comunidades afectadas, y si se cumplió con el papel del Banco de supervisar la correcta implementación por parte del gobierno de las actividades del proyecto.

Aprobado en enero de 2001 y finalizado en junio de 2010, la inversión total del proyecto llegó a US$58,6 millones, financiados parcialmente por un préstamo del Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF) de US$47,9 millones. El objetivo del proyecto era modernizar la administración territorial en Panamá mediante el establecimiento de procedimientos más simples para el otorgamiento de títulos de propiedad y el mejoramiento de la capacidad de las instituciones locales para mapear casi la mitad del país, estableciendo un sistema integrado de registro y catastro para certificar la propiedad y la correcta titulación, consolidando las áreas protegidas y los territorios de los Pueblos Indígenas.

Roberto Lenton, Presidente del Panel de Inspección, subrayó “la importancia crítica de los temas abordados por los Naso y los Ngäbe en sus Peticiones de Inspección, y del objetivo del Proyecto de asistirles a resguardar sus derechos territoriales como pueblos indígenas.” Indicó que “en ciertos asuntos, la Gerencia cumplió con la política pertinente del Banco, elogiando a la gerencia por haber jugado un papel clave a la hora de involucrarse en los derechos territoriales de los pueblos indígenas. Sin embargo, el Panel también halló instancias importantes de no cumplimiento con la política del Banco, algo que contribuyó en parte a la falta de progreso en el resguardo de los derechos territoriales de los Naso y los Ngäbe.”

La investigación del Panel subrayó dos lecciones importantes respecto al cumplimiento de la política, a saber el requisito de preparar un Plan para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas y la necesidad de supervisión adecuada para poder reaccionar inmediatamente ante cualquier problema emergente en el terreno. A nivel sistémico , el Informe corrobora la importancia crucial de la participación integral y el respeto por los derechos de los pueblos indígenas, cumpliendo con la política del Banco, en actividades que les afectan, incluyendo el mapeo y reconocimiento de sus tierras.

El Panel observó que una vez que los problemas fueron identificados, el personal del Banco se involucró de manera intensa y constructiva con las comunidades afectadas para comprender mejor y ayudar a resolver los problemas suscitados. Las personas afectadas le indicaron al Panel que si bien esperan la consolidación de sus derechos territoriales a estas tierras, valoran enormemente las acciones y el esfuerzo del Banco, esperando que éste siga involucrándose en este tema en el país.

Abordar asuntos no resueltos relacionados con el territorio de los Naso y las Áreas Anexadas de los Ngäbe en la provincia de Bocas del Toro requiere la atención inmediata de la recientemente creada Autoridad Territorial (ANATI) de Panamá.

Laura Frigenti, ex Directora del Banco Mundial para América Central

“Le damos la bienvenida a las conclusiones del Panel, esperando que el Plan de Acción aprobado hoy por el Directorio contribuya a resolver los asuntos pendientes de derecho territorial de los Pueblos Indígenas de Panamá.”

Más información:

http://www.inspectionpanel.org

Relator de los pueblos indígenas de la ONU condena ataque a Nasos en Panamá

Relator de los pueblos indígenas de la ONU condena ataque a Nasos en Panamá

25 Noviembre 2009

GINEBRA — El Relator Especial de las Naciones Unidas sobre la situación de los derechos humanos y las libertades fundamentales de los pueblos indígenas, James Anaya, expresa su «extrema preocupación por los desalojos forzados y la destrucción de viviendas sufridos el 20 de noviembre de 2009 por las comunidades Naso de San San y San San Druy, en Changuinola, provincia Bocas del Toro, Panamá.»

Según informes fiables, el 20 de noviembre de 2009, aproximadamente 150 policías antimotines desalojaron con bombas de gases lacrimógenos, a más de 200 indígenas Naso que habitan en las comunidades de San San y San San Druy. Después de que las personas fueron sacadas, empleados de la empresa Ganadera Bocas entraron al área con maquinaria y procedieron a derribar las viviendas de los indígenas.

La empresa reclama el área del desalojo para sus actividades comerciales ganaderas, con base en un supuesto título otorgado por el Estado, mientras que las comunidades Naso que han vivido allí reclaman derechos anteriores con base en su tenencia de tierra tradicional. Los Naso han llevado un proceso de reivindicación de tierras desde los años setenta, en el que solicitan, en particular, la creación de su propia comarca sobre sus tierras tradicionales. Pese al tiempo transcurrido, a la fecha, los Naso no cuentan con el reconocimiento legal de sus tierras tradicionales.

«Hago un llamamiento a las autoridades panameñas y del pueblo Naso a buscar vías de diálogo y de entendimiento sobre la base de respeto a los derechos humanos,» expresó el experto de la ONU. «En particular, insto al Gobierno que se retome de inmediato un proceso de diálogo con los indígenas Naso afectados para llegar a una solución pacífica a esta situación.»

Asimismo, el Relator Especial insta a las autoridades judiciales competentes para que adopten medidas para esclarecer los hechos del desalojo, sancionar a los responsables de cualquiera violación a los derechos de las comunidades afectadas, y reparar el daño causado a las víctimas, incluyendo indemnización.

En este respecto, el Relator Especial enfatiza que el artículo 10 de la Declaración sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas de la ONU establece que «[l]os pueblos indígenas no serán desplazados por la fuerza de sus tierras o territorios. No se procederá a ningún traslado sin el consentimiento libre, previo e informado de los pueblos indígenas interesados, ni sin un acuerdo previo sobre una indemnización justa y equitativa y, siempre que sea posible, la opción del regreso.»

A la presente situación se suma el anterior desalojo de los miembros de las comunidades San San y San San Druy en marzo y abril de este año. El 23 de abril de 2009 el Relator Especial envió un llamamiento urgente al Gobierno de Panamá, pidiendo aclaración sobre las circunstancias de los desalojos y el reclamo territorial de los Naso. Lamenta no haber recibido una respuesta del Gobierno de Panamá.

Respeto al pueblo Naso!

Respeto al pueblo Naso!.

Raisa Banfield*

Terminó la primera jornada del regreso de los Naso a la Catedral, su aire hacía falta en la plaza.  El aplomo, rebeldía y suavidad al tiempo de este pueblo maravilloso, enriquecen una plaza que solo puede narrar historias de luchas, derrotas y victorias.

Actos heroicos como el de hoy día, son de aquellos por los que quisiera vivir lo suficiente,  para poder narrarlos incontables veces.  Luego de 10 horas de viaje, nuestro pueblo Naso se emplaza frente a los portones, de los portones, del portón de la puerta de la presidencia; primero a puro pulmón, luego ayudados por megáfono recitan sus derechos, gritan sus agravios y  exigen que se les respete.

La dignidad de un pueblo y la humillación que experimentan, se fundieron en un solo acto:  Encadenados y parados en una pila de estiércol, se bañaron con él mientras sus carteles gritaban:  “Nos tratan como a la mierda de vaca”, ¿quién vale más: las vacas de los Guardia o el pueblo Naso? “Nos sentimos presos de la indiferencia de los gobiernos”.

Entre vergüenza y orgullo, cual testigo mudo, presencié ese acto de indignación de un pueblo excluido y despojado de su tierra, pero no de su valor, ni de su dignidad.  Sin embargo, lo más hermoso estaba todavía por suceder, hermanos gnobes y kunas se sumaron a la vigilia nocturna, que entre cantos, oraciones, palabras de solidaridad espontáneas en todas las lenguas presentes, pero a una sola voz y como  un solo pueblo pedía:  Respeto al pueblo Naso!.

*Directora del CIAM de Panamá

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Campamento de indígenas vuelve a la plaza Catedral

Unos 15 nasos protestaron ayer frente a la Presidencia para exigir una solución al conflicto de tierras que tienen en Bocas del Toro.

RECLAMO. El grupo llegó de Bocas del Toro. LA PRENSA/Carlos Lemos

josé arcia
jarcia@prensa.com

Los indígenas nasos volvieron a la plaza de La Independencia (Catedral) en el Casco Antiguo de San Felipe. Desde ayer instalaron su campamento para demandar del Gobierno una solución al conflicto de tierras que tienen con la empresa Ganadera Bocas, en Changuinola, Bocas del Toro.

El grupo retomó sus protestas un día después de que el viceministro de Gobierno y Justicia, Jorge Ricardo Fábrega, manifestara que el Gobierno deberá tomar una decisión en este tema y que la solución no es invadir propiedad privada.

Ayer, frente a la Presidencia de la República, los nasos derramaron estiércol de vaca y se encadenaron. De esta manera, llegan a seis meses de protestas por los desalojos que el pasado gobierno realizó en las comunidades de San San y San San Druy y en los que los agentes antimotines destruyeron casas e infraestructura comunitaria.

Eliseo Vargas, dirigente de los nasos, dijo que no han visto voluntad de los gobiernos en resolver este conflicto que tiene cuatro décadas.

Los indígenas reclaman las tierras por considerarse dueños ancestrales, mientras que Ganadera Bocas tiene un título de propiedad desde 1962, por lo que pide el desalojo de los nasos.

El sacerdote Félix De Lama cuestionó el hecho de que en el país se hable mucho de seguridad jurídica, sin embargo, los pueblos indígenas nunca han tenido esa seguridad que garantice la tenencia de la tierra.

Los nasos enviaron ayer una carta al presidente de la República, Ricardo Martinelli, en la que le piden una reunión para plantearle los detalles del problema.

Se llamó a la oficina de Relaciones Públicas del ministerio para obtener una declaración y allí indicaron que debía llamarse al viceministro directamente. Se llamó dos veces a su celular, pero no contestó y el buzón no permitía dejar mensajes.

Justicia para indígenas desde bufetes norteamericanos

JUSTICIA PARA LOS INDÍGENAS

Betty Brannan Jaén

La Prensa

WASHINGTON, D.C. –Cuando los abogados del bufete Akin, Gump Strauss, Hauer & Feld quieren reunirse con sus más atropellados clientes en Panamá, llegar a esos encuentros requiere viajar por avión, avioneta, 4 x 4, y, finalmente, cayuco. Allí, en un bosque bocatoreño que es un mundo aparte de la selva burocrática de Washington, los abogados de uno de los bufetes más prestigiosos de Estados Unidos se reúnen con los líderes de los nasos.

Akin Gump normalmente cobra unos mil dólares por hora, pero su representación de los nasos es “pro bono” –gratuita– de acuerdo a una gran tradición estadounidense en la que tanto bufetes como abogados individuales regalan de su tiempo y de su talento a personas y pueblos sin recursos. El estándar es que cada abogado haga 50 horas anuales de representación “pro bono” y los grandes bufetes reconocen el deber de aceptar gratis los casos que sean complejos, difíciles y lentos. Debiera avergonzarnos como panameños que Akin Gump esté defendiendo gratuitamente a los nasos cuando ningún bufete panameño lo ha hecho; y esa falta de representación legal en Panamá es crítica porque entiendo que las empresas interesadas en invadir las tierras naso siempre llegan a las reuniones con sus abogados. Frente a ellos, los indígenas quedan desprotegidos.

Eso es en Panamá, pero acá en Washington, por gestión de una ONG ambiental en Estados Unidos, Akin Gump aceptó representar a los nasos para ayudarlos con la demarcación de una comarca y hacer valer sus derechos bajo el derecho internacional. Su más reciente acción ha sido presentar una solicitud de medidas cautelares ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de la Organización de Estados Americanos (OEA), que ya había celebrado una audiencia sobre la situación de los indígenas panameños en octubre del año pasado. “… Cada día lo que vemos es más indígenas desalojados de sus tierras y de sus casas. Incluso hoy cuando duermen, no saben si van a amanecer con sus techos”, advirtió un representante de los wounaan en esa audiencia.

Eso exactamente es lo que está ocurriendo con los nasos, que llevan 38 años de estar pidiendo su comarca, y que viven hoy bajo gravísima amenaza de que poderosos intereses comerciales les arrebaten lo que queda de sus tierras ancestrales. A fines de marzo, alega la petición ante la CIDH, unos 150 policías llegaron a dos poblaciones naso para desalojarlos a la fuerza de sus viviendas. Se acusa que derribaron 30 casas, dejando a la intemperie a 150 adultos y 65 niños; estos han rehusado abandonar el lugar. Desde entonces, me dicen, el enfrentamiento entre los nasos y representantes de la empresa Ganadera Bocas, S.A. se ha vuelto más violento, y una delegación naso ha hecho campamento en la Plaza Catedral. Mientras tanto, los nasos también se encuentran amenazados por un proyecto de represa.

Si los nasos tuvieran su comarca, todos estos problemas se resolverían, enfatizó la abogada Faith Barter, de Akin Gump. Es decir, toda la “inseguridad jurídica” de los nasos parte del hecho de que el Gobierno rehúsa demarcarles la comarca. Según leo en La Prensa, ellos son la única comunidad indígena panameña que todavía no tiene comarca.

Pero un activista pro indígena me comentó privadamente que lo que pasa es que las otras comarcas fueron creadas cuando todavía no se comprendía el enorme valor comercial de esas tierras. Cuando hay importantes intereses comerciales de por medio, como ahora, observó ese activista estadounidense, “en estos enfrentamientos, la empresa siempre gana”.

No, no, no. Sabemos que Panamá, tristemente, es un lugar donde todo está a la venta y donde el billete pesa más que cualquiera otra consideración, pero no por eso debemos permitir el atropello premeditado de nuestros pueblos indígenas. Nuevo liderazgo político y nuevo compromiso social debiera motivarnos a garantizar justicia para todos, buscando la manera de avanzar como nación sin pisotear a los indefensos.

Importancia social y ecológica de defender a los Naso

Defender a los Naso es prevenir más desastres por inundaciones

He leído con enojo cómo a la etnia de los Naso se le deja sin las tierras donde han vivido en armonía con la naturaleza desde tiempos precolombinos solamente para dárselas a unos ganaderos que apenaz llegaron hace 60 años. El tema me recuerda al desalojo por la fuerza de los palestinos de unas tierras en las que por siglos vivieron en paz con los judíos, pero que ahora se les arrebata con métodos fascistas. Soy panameño, vivo en Alemania y lo que leo me recuerda a Hitler y sus granujas que desalojaban del mapa a un pueblo entero. Como Ecólogo dedico estas líneas a explicar por qué imponer el ganado “a lo vaquero” en Bocas del Toro y “La Comarca” es la peor decisión que puede tomarse desde el punto de vista de la conservación ambiental y la seguridad alimentaria, especialmente en estos tiempos en que el clima del mundo cambia para peor.

Ganadería en Bocas del Toro y la Comarca: peligro de más deslizamientos de tierra.

En los últimos meses vimos cómo las lluvias arrastraron grandes lodazales de las montañas hacia las tierras bajas en Bocas del Toro, Chiriquí y los Territorios comarcales. Mírese el mapa de la región, se verá que la topografía es muy quebrada, montañosa. Si no se dejan los árboles allí, los aguaceros torrenciales deslavan el terreno como ya está sucediendo. Deforestar amplios terrenos es desprotegerlos contra la lluvia. Las gotas de agua no son amortigüadas por la vegetación, las ramas y troncos de los árboles y las hojas secas. Las raíces de los árboles, ahora ausentes, ya no amarran al suelo evitando la erosión con ayuda de millones de hongos que viven entre ellas formando una red « pegajosa » que evita que el suelo se pierda. Los ganaderos dejan un peladero en las tierras altas, las lluvias deslavan el suelo, los habitantes de las tierras bajas reciben lodazales que afectan sus vidas y sus cultivos y nadie castiga a los responsables.

Decenas de expertos en recuperación de selvas indican que, en zonas como Bocas de Toro y aledañas, la selva recupera muchas de sus funciones –como la fertilidad del suelo, en escazos 15-20 años siempre y cuando se deje que la tierra « descanse » como lo hacen los indígenas. El ganado, en cambio, pisotea y vuelve a pisotear el suelo, evitando con ello que rebroten los árboles. A falta de la capa protectora arbórea, el suelo se sigue erosionando, trayendo lodazales hacia los ríos, cambiando su color a chocolate.

Alerta hoteleros, que perderán sus atractivos turísticos.

Si al Gobierno no le importa con los Naso y los Ngobere porque no tienen dinero, por lo menos debería pensar en los hoteleros. El agua llena de lodo baja por los ríos, llega al mar y allí mata a los arrecifes de coral que tanto gustan al turista. Equivocadamente, los “sabios” refrigerados de la Ciudad de Panamá están imponiendo hoteles sin el ordenamiento territorial que el propio Alcalde de Bocas del Toro (Eligio Brings) ha tratado de organizar. A esto se le suma la erosión, el peligro contra los arrecifes de coral. Los hoteleros deberían organizarse, poner una demanda contra la familia Guardia y ayudar a los Naso a vivir en paz en sus tierras, pues gracias a los indígenas y a su uso sostenible de los recursos forestales es que hay arrecifes y negocio turístico. Lo mismo vale para la Minera Petaquilla, la cual además envenena impunemente el agua.

¿Por qué lo más sabio es usar los recursos a la manera indígena?

A diferencia del Señor Guardia y sus hijos, los Naso y los Ngöbere llegaron a esas tierras hace alrededor de SIETE MIL AÑOS. Si no me lo creen, lean los trabajos de Olga Linares, Richard Cooke y sus colaboradores, que son arquélogos famosos en Panamá y muy respetados en todo el mundo. Estos pueblos entendieron la geografía del lugar, ahora analizada por los científicos y aprendida en nuestras escuelas primarias.

Desde el caribe soplan los vientos alisios arrastrando vapor de agua desde el mar. Las altas montañas evitan que esos vientos pasen al otro lado del istmo, en las alturas se condensa el agua formando nubes, las cuales luego caen en forma de aguaceros muy torrenciales. Desconozco las influencias que tengan los Guardia en el gobierno, pero no hay poder humano que pueda cambiar esa realidad: segruirá lloviendo con o sin ganado, máxime ahora con el cambio global. El planeta se calienta, se evapora más agua del mar, y más rápido, el calor hace que el viento sople más fuerte, el resultado son más aguaceros. Metan a los Guardia y su ganado y verán como esos aguaceros, potenciados por el cambio global, seguirán enlodando los ríos. Dejen a los Naso y sus árboles y cultivos de subsistencia y verán cómo el agua se mantiene limpia a pesar de los aguaceros.

Durante siete mil años viviendo en el lugar, los indígenas comprendieron cómo es mejor trabajar esas tierras. Donde llueve mucho, nada es mejor que el árbol, el arbusto y las plantas perennes en general. Lo siembras tomando semillas del monte, tus hijos comen de él cuando tú mueres, cuando una especie no produce la otra sí lo hace, evita que el suelo se erosione, te da sombra, mantiene el agua limpia, recicla los nutrientes del suelo manteniendo su fertilidad. Por eso los indígenas tienen aguacate, cacao, cítricos, Fruta de pan, plátano, banano, yuca, ñame, otoe, aguacate, cacao, arroz –pues llueve mucho, un poquito de maíz y muchas otras especies

Estas plantas también atraen a animales que puedes cazar para comértelos. Según la arqueóloga Olga Linares, los indígenas de lo que hoy llamamos Bocas del Toro y Comarca Ngöbe-Buglé no perdieron su tiempo inventando la ganadería: cuando los animales del monte se metían en sus sembradíos, los cazaban y se los comían. La práctica aún existe y ningúno de esos animales se ha extinguido. En cambio, la destrucción de la selva por los ganaderos sí que hará desaparecer a muchos animales silvestres a los que dejará sin hogar.

La familia Guardia, como muchas familias acaudaladas de Panamá, tal vez venga de España. En comparación con Bocas del Toro, en España caen unas cuantas gotitas de lluvia. Allá las tierras son secas, duras, semidesérticas, con pocos árboles y más pasto. Allá la ganadería parece una buena idea ; en Bocas del Toro y zonas aledañas es una estupidez. Parece que los Guardia deberían irse de Panamá y retornar a la España de donde vinieron. Vaticino que en la Real Península los van a discriminar del mismo modo que ellos discriminan a los indígenas. Mientras tanto, les toca confesar su ignorancia: Señores Guardia, ustedes son recién llegados, no saben cómo trabajar las tierras que ocupan los indígenas. Váyanse : déjen que el que sabe –El Naso, sea el que trabaje esas tierras que nunca serán aptas para la ganadería, mucho menos con el cambio global.

Las crisis en Bocas del Toro: consecuencia de las carreteras sin reforma agraria.

Y hablando de ganado, el “súper sabio” que dió inicio a los actuales problemas de Bocas del Toro, durante su período presidencial, fue el Dr. Ernesto Pérez-Balladares, a quien aparentemente le gusta que le llamen “El Toro”, cuyos vicepresidentes son reconocidos ganaderos. El Sr. Pérez-Balladares hizo campaña electoral ostentando el doctorado que obtuvo en la muy respetuosa Universidad de Harvard. Hay excelentes profesores allí, pero parece que el Dr. Balladares no asistió a la clase en que se dijo que la planificación es el antídoto de los problemas. El Dr. Pérez-Balladares impulsó y completó la construcción de carreteras en Bocas del Toro sin repartirle tierras a los campesinos pobres de Chiriquí, Azuero, Veraguas y otras provincias. Lógicamente, estos campesinos fueron colonizando Bocas del Toro; no culpo a los campesinos pobres, todos aspiramos a una vida descente y honrada, ganándonos la libertad con el machete y sin terratenientes que nos hostiguen. Pero lo malo es que, al no tener tierras en sus provincias de orígen, entraron demasiados campesinos y tumbaron el monte. El resultado son las inundaciones y pérdidas de tierra que hemos visto a fines de 2008 e inicios de 2009. Y lo peor es que ahora, con los Guardia allí, las cosas van a empeorar.

¿Cómo frenar la destrucción del pueblo Naso y de nuestros recursos naturales?

Como Ecólogo solamente puedo explicar técnicamente en qué consiste la erosión, por qué la ganadería la fomenta, por qué el estilo de vida de los Naso ayuda a conservar a los recursos naturales de todos los panameños, y por qué los árboles y el monte de los Naso nos ayudan a enfrentar las inundaciones y el cambio climático global. Eso, sin embargo, no cambia la triste realidad.

La única política indigenista de nuestros gobernantes de siempre proviene de las películas de vaqueros tipo John Wayne. No hay científico que pueda lograr que esos fascistas cambien de actitud. L Ciencia no es suficiente para cambiar esa situación: la solución es política. Puedo decir muchas cosas, pero si el Pueblo no realiza una intervención política seria y definitiva, no habrá solución. Por eso, pido a quienes publiquen este artículo que me permitan cerrar con dos propuestas políticas:

(a) que cada persona con corazón apoye a los Naso con todos los medios legítimos que tenga a su alcance. A la vez,

(b) (b) hay repudiar a los politiqueros que se empotran en el poder tales como los actuales candidatos presidenciales: son la lepra del país. Juan Jované ha dado claras muestras de que tiene la inteligencia, el coraje y el buen corazón para ayudar a todos los panameños. Le apoya el Partido Alternativa Popular, al cual se le niega el derecho a existir; con ellos hay que coordinar junto a los Congresos Generales Indígenas.

Si hoy erradican a los Naso, mañana erradicarán a las demás etnias que no tengan piel blanca. Ya llevan más de 500 años haciéndolo y –como indican los arqueólogos, a otras etnias del país ya las borraron del mapa. Campesinos pobres, indígenas y negros se entienden muy bien: bailan en los mismos toldos! Los ricos son los que lo están estropeando todo, desde la convivencia pacífica entre etnias hasta las selvas, los ríos y los arrecifes de coral.

Edgardo I. Garrido-Pérez
Doctor en Ecología
Universidad de Goettingen Alemania
edgardoga@hotmail.com