Un millón de aves viajeras pasaron por Panamá

Conteo de aves

Este año se han contado un millón 760 mil 702 aves migratorias desde el cerro Ancón. La Fundación Avifauna, por su parte, ha contado 252 mil 931 más en la torre del Rainforest Discovery Center.

En 2004, cuando empezó el programa ‘De océano a océano’, había nueve sitios de conteo, a través de toda la cuenca del Canal de Panamá, que es la parte más estrecha del istmo.

CRISLY FLOREZ
cflorez@prensa.com

CORTESÍA/Karl Kaufmann/Audubon Panamá

Las aves migratorias cruzan cada año el país de océano a océano. Cuando en el hemisferio norte empieza el invierno y el alimento es escaso, ellas emprenden el viaje hacia el sur, donde el ambiente está más cálido y hay muchas provisiones.

Estas migraciones, en particular la de las rapaces y playeras, son una muestra de cómo una parte de un hemisferio depende del ambiente de otro.

“La protección de los ambientes debe ser vista de una forma global”, dice Karl Kaufmann, director científico de Audubon Panamá.

En su paso por el istmo, las aves aprovechan para alimentarse y descansar. Es por esta razón que Panamá debe ser un sitio seguro para las migraciones. “Con la destrucción de manglares o la creación de parques eólicos en las montañas, esas migraciones no serían posibles, causando una desviación en el recorrido de las aves o incluso la muerte de muchas de ellas”, señala Kaufmann.

Este año hasta el 16 de noviembre se había contabilizado un millón 760 mil 702 aves migratorias desde el cerro Ancón, que ha sido sede del conteo de aves migratorias desde 2004, cuando comenzó el proyecto “De océano a océano”, que organiza la Sociedad Audubon.

En esa época había nueve sitios de conteo a lo largo del Canal de Panamá, Gunn Hill, cerro Luisa, Gold Hill, cerro Semáforo, la isla de Barro Colorado, Gamboa Rainforest Resort, Escobal y Achiote. En 2004, se contaron más de 3 millones de aves, afirma Rosabel Miró, directora ejecutiva de la Audubon Panamá.

Sin embargo, con el tiempo, por falta de recursos y de gente para contar solo quedó un solo sitio de conteo: el cerro Ancón.

En 2008, ingresó al programa “De océano a océano” el Panama Rainforest Discovery Center, de la Fundación Avifauna Eugene Eisenmann, que tiene como misión proteger las aves y hábitats de Panamá.

Carmela Luciano, de esa fundación, dice que entraron en el programa porque consideran importante el poder documentar datos sobre especies, cuántos ejemplares de cada especie hay y momentos del año en que están pasando sobre un sitio en particular.

En las instalaciones del Panama Rainforest Discovery Center hay una torre de más de 40 metros de altura, desde la cual se pudo contabilizar 252 mil 931 aves.