Comentarios al Estudio de Impacto Ambiental – Proyecto Hidroeléctrico Bonyic en la Comarca Naso Teribe
William O. McLarney, Ph. D.
Asociacion ANAI
INTRODUCCION:
Mis comentarios sobre el Estudio de Impacto Ambiental del propuesto Proyecto Hidroeléctrico Bonyic, redactado por PLANETA Panamá Consultores, S.A., serán limitados a los efectos biológicos y ecológicos, en la parte acuática. En ese aspecto, el EIA es deficiente, especialmente si comparamos la parte biológica con el tratamiento de los aspectos culturales, sociales y económicos. Aquí no refiero a la calidad del trabajo hecho por los consultores, pero al alcance del trabajo.
Respecto a los aspectos no biológicos el estudio toma en cuenta toda la población y cultura Naso, mas efectos a nivel distrital, provincial y hasta nacional. Sin embargo, el alcance de los estudios y, mas importante, conclusiones ecológicas no llega más allá de la Quebrada Bonyic[i] y sus principales tributarios.
Tanto en lo biológico/ecológico como en los otros aspectos, tiene sentido de diferenciar entre efectos directas («aquellas donde se ubicaran los componentes propios del proyecto, sino también otras áreas que seguramente serian intervenidas porque constituyen requerimientos auxiliares pero importantes en alguna etapa del proyecto, sea durante la construcción o en la operación.») y indirectas. Lo que no es aceptable es tratar de los efectos indirectas biológicos como si fueron de menos importancia.
El problema no es sólo que el EIA trata brevemente y someramente de los efectos ecológicos en la cuenca arriba de los limites del embalse. (La discusión es limitado a admitir que el patrón migratorio de algunos especies acuáticas será interrumpido, con la desaparición de algunas especies). Peor, el estudio ni menciona efectos ecológicos fuera de la cuenca Bonyic – es decir en el Río Teribe, Río Changuinola y el estuario del último, cuando es cierto que tales efectos ocurrirían.
Reconociendo esa limitación conceptual, los logros del equipo biológico son para admirar. Como conocedor del área, soy testigo a lo difícil que tiene que ser, logísticamente y físicamente, muestrear en la Q. Bonyic – especialmente faltando acceso a la tecnología de electropesca, necesaria (a menos que uno utilice venenos) para efectuar un muestreo completo y cuantitativo de peces. La finalidad de este comentario es de dar seguimiento al EIA por medio de definir las preguntas que no fueron puestos en el estudio y citar estudios que ayudaran en contestar estas preguntas.
PECES DE LA CUENCA QUEBRADA BONYIC:
No resta méritos al equipo de PLANETA Panamá mencionar que la lista de peces de la cuenca Bonyic tiene que ser más largo que lo incluido en el EIA. El cuadro indica todos los especies de peces conocidos de la cuenca Bonyic/Teribe en el EIA existente, más los encontrados en otros estudios no publicados (García, comunicación personal; Mafla, comunicación personal), y una lista de las demás especies esperadas en la cuenca basado en las distribuciones citados por Bussing (1998) y las investigaciones de la Asociación ANAI en la vecina cuenca del Río Sixaola (McLarney, et al. 2003, 2004).
PLANETA Panamá encontró 26 especies de peces en la cuenca Bonyic, 8 de ellos diádromos (obligados a migrar entre aguas dulces y marinas para poder completar su ciclo de vida), incluyendo 9 no reportados por Garcia o Mafla. No es de sorprender que el equipo EIA encontró mas especies que el total logrado por demás investigadores, porque fue el único estudio intensivo que se ha llevado a campo en la cuenca. Lo interesante es que los 19 especies reportados por Garcia y Mafla, en conjunto, incluyen 3 no reportados por PLANETA Panamá, de los cuales 2 son diádromos. Un total de 8 especies mas (incluyendo 2 diádromos) son de esperar. De estos ocho, 3 son confirmados de otras partes de la Cuenca Changuinola.
En total, entre especies confirmados y esperados para la cuenca, suman 37, con 12 diádromos. Como es siempre de esperar en áreas poco estudiados, hay la esperanza de hallar aun mas especies, especialmente si fuera posible de emplear métodos de captura mas eficientes.
El EIA no da una fiel representación de la abundancia relativa de los varios peces. Casi sin dudas, los chupapiedras (Sicydium) son los peces mas abundantes en cualquiera parte de la cuenca Bonyic, pero son difícil de capturar sin electropesca. En cambio, las sardinas, que mas abundaban en las muestras de PLANETA Panamá, son de los mas fácil para capturar con redes.
El EIA nota la falta de especies oficialmente reconocidas como en vias de extinción, o «especies protegidas por las leyes panameñas». (Aunque la iniciativa de ANAM para conseguir tal estatus para la bocachica, Joturus pichardi, merece apoyo. Basada simplemente en la sugerencia, J. pichardi merece consideracion especial mientras que determinan su estatus.) En cuanto a especies endémicas, no se conocen especies endémicas a la Cuenca Changuinola/Teribe, pero si mencionan especies endémicas a la región Bocas del Toro/Talamanca. (A esta lista deben agregar la mojarra Astatheros rhytisma, descrito por Lopez, 1983, como endémico a Costa Rica/cuenca Sixaola, pero posteriormente conocido de Bocas del Toro.)
LOS ANIMALES DIÁDROMOS, EL PILA Y LA CUENCA CHANGUINOLA
El EIA subestima la importancia de la cuenca Bonyic en proteger el patrimonio natural Naso, panameño y mundial precisamente por su alcance geográfico limitado. Mas allá de los daños locales obvios y inevitables ocasionados por la infraestructura y las actividades de construcción necesarias para instalarla (efectos directas), el EIA reconoce el efecto indirecto de una barrera triple (represa, embalse y tubería) aguas arriba en la cuenca Bonyic. Admiten que el proyecto resultara en la eliminación de especies migratorios de peces y camarones, pero falta poner esta información en contexto:
1. El EIA apenas menciona que la parte arriba de la cuenca Bonyic se encuentre en una área (La Amistad) la cual es a la vez Parque Nacional/Internacional, Reserva de la Biosfera y Sitio de Patrimonio Mundial. Como tal merece atención especial. Tampoco discute los probables efectos ecológicos de la eliminación de varias especies del ecosistema en la área protegida – mas allá de la perdida de las especies en si.
2. El EIA no reconoce el papel de la Quebrada y cuenca Bonyic en mantener los ecosistemas del resto de la cuenca Changuinola aguas abajo, incluyendo el Río Teribe, y hasta el estero del Changuinola.
El papel del Parque Internacional La Amistad (PILA) parece ser de importancia especial en cuanto a si deben permitir o no la construcción de la represa. Sin negar que uno de las razones por la existencia de las varias áreas protegidas en la parte alta de Bocas del Toro es para proteger los recursos hidroeléctricos, la primera justificación para la declaración del PILA era lo siguiente (Alvarado, 1989).
«Proteger una muestra significativa de la diversidad biológica de una de las zonas mas ricas en fauna y flora que aun permanecen poco alteradas en la República de Panamá»
Es difícil, pues, ver como justificar que el gobierno de Panama permite una actividad (ya sea hidroeléctrica o de otro índole) que eliminaría varias especies de una porción del PILA. Va directamente en contra del objetivo principal en declarar el PILA. A nivel internacional, parece que varias entidades, tal como UNESCO, sentirán obligadas a oponer a tal actividad en cierto momento.
PECES DIÁDROMOS DE VALOR ECONÓMICO
No es de sorprenderse que, durante el proceso de consultora publica con la gente Naso, las preguntas sobre el efecto de la represa sobre la migración de peces fueron enfocadas casi exclusivamente en los especies más aprovechados para el consumo humano (ronco, Pomadasys crocro, lisa, tepemechin o sartén, Agonostomus monticola y bocachica o bobo, Joturus pichardi).
En el EIA admiten que, al lograr construir la represa, estas especies desaparecerán de la cuenca Bonyic de la represa para arriba. Aparentemente proponen «mitigar» esta pérdida por medio de cuidar el ambiente para estas especies en el cauce de la Q. Bonyic por debajo de la represa. Pasando, por el momento, por encima de las dificultades relacionados con cantidad y calidad de agua en ese trecho, omiten de mencionar que un resultado de la represa será menos de estas especies – en ese trecho y en el Río Teribe – aun con el mejor manejo.
En cuanto a la bocachica, el EIA dice que «Los Nasos creen que estos peces desovan en el nacimiento». Segun los mejores estudios disponibles (Cruz, 1987), es más probable que la bocachica desove en el mar o los estuarios y ocupa los riachuelos en las partes altas de las cuencas como criaderos. Lo mas significativo es que los 3 especies mencionadas tienen un patrón de migración diádroma; necesitan el libre acceso entre los estuarios y las cabeceras de los rios y quebradas. Prohibirles acceso a las cabeceras de cualquiera subcuenca del sistema Changuinola/Teribe es reducir la población a nivel de la cuenca entera.
Otro fallo en el EIA es que no menciona que, además de estas 3 especies de reconocido valor para los Nasos, y los seres humanos en general, hay muchas otras especies diádromas que forman parte esencial de los ecosistemas de los estuarios, ríos, quebradas y riachuelos de Bocas del Toro. Algunos de estas especies son consumido por la gente de vez en cuando, pero mas importante, todos contribuyen al bienestar de los Nasos y otros Bocatoreños como parte del sistema que sostiene a las bocachicas, roncos y sartenes. Sigue una discusión de dos grupos importantísimos en este sentido.
PAPEL DE LAS CHUPAPIEDRAS (SICYDIUM SPP.) Y LOS CAMARONES DIÁDROMOS EN LOS RIOS ARRIBA DE REPRESAS:
El daño ecológico previsible en la cuenca Bonyic arriba de la propuesta represa va mas allá de la extirpación inevitable de especies acuáticos migratorios. En este sentido, y a seguir, quiero llamar la atención a dos componentes del grupo de animales diádromos – los camarones y los gobios del genero Sicydium*, los cuales juegan papeles claves en los ecosistemas de las quebradas y riachuelos de las partes altas de la cuencas de Meso América.
En el EIA, mencionan la presencia de una cascada 2.4 km. arriba del sitio propuesto para la represa, la cual se ha observado funcionar como una barrera para Joturus pichardi. Puesto que J. pichardi es de los peces mas grandes, fuertes y adaptadas a aguas torrenciales, es de suponer que esta catarata tambien es barrera para demas especies. Sin embargo, tanto los camarones de las familias Palaemonidae y Atyidae como Sicydium spp. tienen la facilidad de trepar tales barreras; es común encontrar estos animales en grandes números en quebradas y riachuelos arriba de cataratas, donde escapan de la depredación por otros peces.
Depende el tamaño y diseño de la represa, pero estos mismos animales a veces logran trepar tales barreras artificiales, también. Sin embargo, típicamente no pueden pasar la siguiente barrera, el embalse. Algunos especies dependen sobre la corriente para orientarse, así que no llegan a trechos del río arriba de la represa o, con suerte, llegan en números muy reducidos. Pero aun superando ese obstáculo, el embalse es fatal para los huevos o estadios larvales de animales amphidromos (los que vuelvan al mar en los primeros estadios de la vida, y no como adultos). En la naturaleza, estos animales, en sus estados de huevo o larva, son arrastrados por los corrientes, hasta llegar al estero o el mar, donde se siguen desarrollando, para luego volver a subir.
Es por esto que la idea de construir «escaleras», o otros tipos de infraestructura para que animales migratorios pueden subir la represa no es válida. La dificultad básica con esta práctica es que los requerimientos de los diferentes especies difieren; lo que es escalera para un pez grande y vigoroso como J. pichardi puede constituir una barrera para un camarón. El camarón, en torno, puede utilizar facilidades que no son aprovechables por un pez béntico, como Sicydium. Aunque fuera posible diseñar una facilidad aprovechable por todos los diversos especies diádromos que tienen que navegar la Q. Bonyic, no existe un mecanismo para que los huevos, larvas y juveniles bajen con éxito.
Orsborn (1987) y McDowall (1998), en su trabajo clásico sobre el fenómeno de diadromía, han resumido los esfuerzos para superar el problema que representan las represas para animales diádromos. Solo una pequeña parte de estos esfuerzos han sido hechos en el trópico, donde la gran variabilidad en niveles de flujo presentan problemas especiales de diseño.
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En el estudio mencionan solo Sicydium altum. Sin embargo, es probable la presencia tambien de Sicydium adelum (Bussing, 1996), la cual no se puede distinguir a simple vista.
En la isla de Guadaloupe, en Las Antillas, donde un complejo de camarones de las mismas familias conocidas de Bocas del Toro (Palaemonidae y Atyidae) tiene importancia comercial, han hecho intentos de incluir escaleras en la construcción de represas hidroelectricas, pero con poco éxito (Fievet, 2000.) La situación se complica más, si toman en cuenta los Sicydium de los mismos ríos. (Fievet y Le Guennec, 1998).
Donde más han aplicado el concepto de escaleras es en el Pacifico Noroeste de los Estados Unidos, donde los salmones Pacificos (Oncorhyncus spp.) enfrenten muchos obstáculos de este tipo. Aun en los ríos donde han tenido éxito parcial en hacer subir a los adultos, los juveniles típicamente no pueden navegar en los embalses. Donde este sistema medio funciona es en sitios donde logran atrapar a los juveniles en el Río y bajarles en camiones. Es difícil justificar esta medida aun en un país prospero, con buena infraestructura, y con peces de gran importancia económica como el salmón. Imagine lo difícil de poder bajar gran diversidad de especies – desde camaroncitos hasta lisas juveniles – bajo las condiciones económicos, geográficas y infraestructurales de Bocas del Toro/Bonyic.
Benstead, et al. (1999) and Holmquist et al. (1998) encontraron una ausencia total o casi total de peces diádromos en ríos arriba de represas en Puerto Rico. Los camarones estuvieron ausentes de ríos con represas sin renvalses («spillways, en Inglés) y muy reducido en números arriba de represas con renvalses. Fievet, et al. (2001a y 2001b) observaron efectos parecidos en Guadeloupe. Fuera del trópico se han notado extirpaciones de camarones por represas en lugares tan diversos como Texas (Horne and Beisser, 1977) y Japon (Miya and Hamano, 1988).
En las cabeceras de ríos tropicales es típico que camarones cuentan por la mayor parte de la producción secundaria (Bright, 1982) y tienen un efecto profundo sobre procesos ecológicos (March, et al. 2001; March and Pringle, 2003; Pringle, 1996; Pringle and Blake, 1994; Pringle et al. 1993, 1999). Pringle et al. (1999) y March et al (1998, 2002, 2003) mostraron que la eliminación de camarones y peces de las cabeceras de ríos resultó en incrementos en sedimentación, cambios en la composición del ensamblaje de insectos y incrementos en la biomasa de algas.
Por eso ese exceso de optimismo asumir que los peces primarios de agua dulce y demás animales sobrevivirán en la cuenca Bonyic a construir la represa propuesta. Lo menos que se puede esperar como consecuencia de eliminar a los dos grupos de animales que contribuyen la mayoría de la biomasa es una alteración fuerte en el ecosistema, con efectos de cascada trófica que no se puede prever, no solamente en el sistema acuático, sino también en los sistemas terrestres adyacentes.
EFECTOS AGUAS ABAJO DE LAS REPRESAS
El EIA casi no toma en cuenta los efectos de la propuesta represa aguas abajo. Aunque logran la recomendación de regular el flujo de agua debajo de la represa de manera que «permita que dichas especies sobrevivan» hay que tomar en cuenta factores tal como temperatura y oxigeno disuelto. Según el diseño, la Represa Bonyic descargaría de fondo. Quiere decir que el agua que sale sería mas fría que lo que entra al embalse de arriba. Tal vez más importante, el agua del fondo de embalses artificiales típicamente es muy bajo en oxigeno disuelto (y esta condición tiende a ser más extrema en el trópico). El EIA es incompleto hasta que toma en cuenta estos efectos, ofreciendo cálculos sobre los cambios previstos.
Aunque logran mitigar el efecto de la descarga de fondo, o comprueben que no es significativo en este caso, en el EIA falta aun mencionar aspectos mas importantes en cuanto a los ecosistemas aguas abajo. Arriba he mencionado la importancia de los camarones y gobios en las cabeceras, y el hecho de que la construcción de una barrera tal como la propuesta Represa Bonyic eliminaría a estos animales de las cabeceras. Esto implica perdidas aguas abajo también.
En la cuenca Bonyic, según los mapas topográficos, existen aproximadamente 160 km. de cursos de agua, desde el cauce principal de la Q. Bonyic, hasta riachuelos torrenciales y intermitentes. La gran mayoría de estos 160 km. deben ser aprovechables por gobios y especialmente camarones. Esto representa una biomasa desconocida pero considerable. No se puede eliminar esta biomasa de los ríos Teribe y Changuinola sin efecto en dichos ríos.
Uno de los fenómenos naturales mas impresionantes de los ríos de la costa Caribe de Centroamérica es el «tismiche», la migración, en forma masiva, de juveniles de Sicydium («titi») junto con juveniles de camarones. (Gilbert y Kelso, 1971) Comparado con tiempos pasados, el tismiche se ve muy reducido, gracias a la contaminacion y alteracion de los sistemas fluviales y estuarinos por las muchas actividades del ser humano. Aun así, a veces se puede observar nubes de pescaditos y camaroncitos subiendo en los ríos y quebradas, donde forman una fuente de comida de mucha importancia para los peces más grandes y demás depredadores.
Una vez en los riachuelos, donde son relativamente seguro de la depredación, forman la mayor parte de la biomasa. Parece paradójico, pero entre más arriba y mas pequeña la quebrada, más significativa el componente de origen marino. Los peces primarios de agua dulce son más abundantes en la cuenca media, mientras que en nuestras investigaciones en Talamanca, Costa Rica (McLarney, et al. in prep.) hemos encontrado que en riachuelos pequeños, peces diádromos forman 80-100% de la captura. Si tomamos en consideración también a las camarones, la gran mayoría de la biomasa está compuesta de animales obligados a pasar parte de su vida en el ambiente marino.
EL MONITOREO:
El EIA ofrece monitorear la comunidad acuática en la Quebrada Bonyic por debajo de la represa, en el embalse y arriba durante y después de la construcción. Con el «caveat» de que, siendo disponible la electropesca, tanto la eficiencia como la confiabilidad de las muestras de peces seria mejor, es de suponer que la calidad del monitoreo seria muy buena.
Sin embargo, uno tiene que preguntar para que serviría. Es casi cierto que el resultado mas llamativo de un esfuerzo intensivo de biomonitoreo en la cuenca Bonyic después de la construcción de una represa seria comprobar los daños previstos en este documento. Tal vez serviría para fines de monitoreos, ocasionando que otros pueblos en otras cuencas cuestionan los efectos de represas o otras barreras en ríos, pero el beneficio local parecería ser mínimo.
Se podría decir que faltan pruebas en cuanto a los efectos de una represa Bonyic sobre las comunidades acuáticas. Y, aun tomando en cuenta los estudios citadas aqui, es cierto que no hay pruebas. Es mas, aunque sabemos que existen las varias especies diádromos en la cuenca Bonyic, falta información sobre su importancia relativa, a nivel local y de cuenca. Al parecer, seria prudente, antes de permitir trabajos de infraestructura masiva, llevar a cabo un estudio de biomonitoreo mucho más intensivo de los que se ha podido hacer hasta la fecha. No se puede calcular la importancia de la cuenca Bonyic al mantenimiento de biodiversidad en el PILA, al sostenimiento al pueblo Naso, o a la sostenbilidad del sistema acuática de la cuenca Teribe/Changuinola sin estudios igual en alcance a los que llevaron a campo en cuanto, por ejemplo, a los riesgos de movimientos sísmicos.
CONCLUSIÓN:
En resumen, encontramos poco a criticar en la parte biológica del Estudio de Impacto Ambiental del propuesto Proyecto Hidroeléctrico Bonyic en si. En cuanto a los aspectos técnicos, representa buen trabajo, y una muy valiosa contribución a nuestro conocimiento de un sistema poco estudiado, logrado bajo condiciones difíciles.
Sin embargo, consideramos que el estudio es inadecuado a razón de lo que no incluye. Las deficiencias son tres:
No toma en cuenta la importancia del PILA como área de patrimonio Naso, nacional y mundial.
Trata someramente a los efectos ecológicos en el Río, quebradas y riachuelos aguas arriba del embalse, dentro y fuera del PILA.
Ni siquiera reconoce los daños a los peces diádromos e inevitables a los ecosistemas fluviales y estuarinos en la cuenca Changuinola/Teribe fuera de la Quebrada Bonyic.
Sin desarrollar y analizar información biológica relacionada con estos tres puntos, no existe una base adecuada para considerar si deben permitir la infraestructura propuesta del Proyecto Hidroeléctrico Bonyic.
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Comentarios por: William O. McLarney, Ph. D.
Director, Proyecto de Biomonitoreo de ríos y Quebradas de Talamanca
Asociacion ANAI
Apdo. 170-2070
Sabanilla de Montes de Oca
Costa Rica
anaital@racsa.co.cr
anaiinc@dnet.net
(506) 224-3570
28 Junio, 2005
[i] Los Nasos hablan del Rio (no Quebrada) Bon, no «Bonyic». En Naso, el sufixo «yic» o «llic» indica «boca». Aplican Bonllic» al poblado ubicado cerca a lo bocana del Rio Bon y, ahora, al proyecto hidroeléctrico.
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