Humanidad sigue agotando recursos del planeta

Se necesitarán dos planetas para la humanidad en 2030, dice WWF

PARIS (AFP) – Al ritmo de su consumo actual, la humanidad, para satisfacer sus necesidades a comienzos de la década de 2030, necesitará tener a su disposición dos planetas, afirma el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF).

La huella ecológica de la humanidad, que evalúa su consumo de recursos naturales, ha superado ya el 30% de las capacidades del planeta para regenerarse, señala el WWF en su informe Planeta Vivo 2008.

La presión de la humanidad sobre el planeta se ha duplicado en los últimos 45 años por dos razones, por el crecimiento demográfico y por el aumento del consumo individual, explica el informe.

Esta sobrexplotación está agotando los ecosistemas y los desperdicios se acumulan en el aire, la tierra y el agua, indica.

Como resultado, la deforestación, la escasez de agua, el declive de la biodiversidad y el desorden climático, provocado por la emisión de gases con efecto invernadero, «ponen cada vez más en peligro el bienestar y el desarrollo de todas las naciones», explica el WWF.

El «Indice Planeta Vivo», un instrumento calibrado para medir la evolución de la biodiversidad mundial y que abarca 1.686 especies de vertebrados en todas las regiones del mundo, ha disminudo casi en un 30% en los últimos 35 años, precisa el informe.

En vista del declive de esta índice, «parece cada vez más improbable que alcancemos el objetivo, sin embargo modesto, a que apuntaba la Convención de Rio sobre la diversidad biológica: reducir la erosión de la biodiversidad mundial de aquí a 2010», infiere el WWF.

Además de la huella ecológica mundial y el Indice Planeta Vivo, el informe presenta un tercer instrumento de medida, «la huella del agua», que evalúa la presión resultante del consumismo sobre los recursos hídricos a escala nacional, regional y mundial.

El problema es que el agua es un recurso distribuido muy desigualmente a través del mundo.

Así, unos 50 países se encuentran actualmente enfrentados a un estrés hídrico moderado o grave, subraya el WWF. Y el número de personas que sufren la penuria del agua, ya sea todo el año o por temporadas, aumentará debido al cambio climático, agrega.

La inquietante huella humana en los mares del Mundo

La inquietante huella humana en los mares del Mundo

  Andrew C. Revkin
New York Times, 9 de marzo de 2008 (versión internacional en Español)

Los científicos están en proceso de crear el primer retrato mundial del impacto humano en los océanos, que revela una combinación de recursos agotados, ecosistemas degradados y mezclas biológicas perjudiciales por todo el planeta, al tiempo que especies se trasladan, por accidente y a propósito, por todo el mundo.

Un estudio que aparece en el número del 15 de febrero de la revista Science, es el primer esfuerzo por trazar un mapa de 17 clases de impactos humanos en los mares como la contaminación orgánica, que incluye desechos agrícolas y aguas residuales; daños causados por la pesca de arrastre en el fondo del mar; y pesca tradicional intensiva a lo largo de arrecifes de coral.

 

Science front page february 15, 2007

Aproximadamente el 40 por ciento de las áreas oceánicas está fuertemente afectado y sólo el 4 por ciento está incólume, de acuerdo al estudio. Algunos impactos humanos son conocidos, como el daño a arrecifes de coral y manglares a través de acciones directas, como la construcción, y más sutiles, como la pérdida de ciertos peces que dan forma a los ecosistemas.

Contaminación de los oceanos por barcos

Otros fueron una sorpresa, dijo Benjamín S. Halpern, autor principal del estudio y científico en el Centro Nacional para el Análisis y Síntesis Ecológico, en Santa Bárbara, California. Dijo que las plataformas y taludes continentales demostraron ser las áreas más intensamente afectadas, en particular a lo largo de costas con mayor densidad poblacional.

La huella humana más generalizada es un lento descenso en el pH de las aguas superficiales de todo el mundo, a medida que una porción de los miles de millones de toneladas de dióxido de carbono añadidos a la atmósfera por la quema de combustible y bosques cada año es absorbida en el agua, donde forma ácido carbónico.

Ese cambio progresivo en la química oceánica podría trastornar con el tiempo al plancton que forma conchas, así como a especies que construyen arrecifes, particularmente donde otros impactos, entre ellos las temperaturas en aumento por el calentamiento global provocado por los humanos, crean estrés simultáneo, dicen muchos biólogos marinos.

El análisis brinda una línea de referencia necesaria para estudiar más cambios, dijo Halpern. Muchos biólogos marinos entrevistados afirmaron que desde hace muchos años debería de haberse realizado un análisis así. Las preocupaciones conservacionistas de la gente se han centrado principalmente en tierra firme, aún cuando los mares cubren dos terceras partes del planeta y son una fuente vital de alimentos y placer.

Un esfuerzo por separado de mapeo se centró en especies invasoras y halló que el 84 por ciento de las aguas costeras estaban afectadas, y que las aguas árticas son las siguientes en ser afectadas, al mismo tiempo que aumenta el transporte marítimo en dichas zonas, en un mundo más cálido.

Más de la mitad de las especies invasoras que se afianzan tienen efectos perjudiciales, dijo Jennifer Molnar, científica conservacionista en la organización Na-ture Conservancy, quien encabezó ese estudio.

El agua de lastre y los organismos que se adhieren a los cascos y anclas de los barcos han sido fuente de muchas costosas invasiones marinas.

Incluso cuando se intensifican los esfuerzos por medir los efectos humanos, otros científicos simplemente intentan hacer un sondeo de especies marinas grandes y pequeñas, tarea enorme en vista de lo poco que se sabe sobre los océanos.

El eje para este trabajo es el Censo de Vida Marina, proyecto de diez años de duración iniciado bajo los auspicios de la fundación Alfred P. Sloan, que está previsto produzca en 2010 un primer reporte sobre las especies marinas.

El proyecto ha descubierto más de 5300 especies desde 2003, dijo Michael Feldman, del Consortium of Ocean Leadership, grupo en Washington que dirige el proyecto internacional. «Sólo hemos podido describir formalmente unos cuantos centenares hasta el momento. Aún están en proceso de descubrir cosas a un ritmo al cual ni siquiera sabemos cómo manejar».

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Edición digital para dominio público: Centro de Estudios de Recursos Bióticos, Universidad de Panamá.