Minería que rompe el Corredor Biológico del Atlántico panameño

La minería hiere el corazón del gran Corredor Biológico

«No queremos morir. No queremos abandonar la tierra en donde vivimos y trabajamos desde siempre. Queremos que la mina salga de nuestras comunidades y se lleve su destrucción y su muerte».

BOSQUES. El proyecto intervendrá de manera 160 hectáreas para la mina de oro. Un 80% de esa superficie perderá la cobertura boscosa y el 100% no tendrá la capacidad de mantener la biodiversidad original.

Yelena Rodriguez

PA-DIGITAL

Aún no ha iniciado la extracción de minerales en Petaquilla y Molejón ( Colón) y las voces de los conservacionistas y las comunidades afectadas replican a las autoridades que se detenga este proyecto.

Al parecer, nada puede suspenderlos, ya que desde sus inicios el ambicioso proyecto se blindó con un Contrato Ley de la República que la empresa Petaquilla Minerals firmó con el Estado en 1997.

Paradójicamente, ese mismo año, mientras se le concedió a esta empresa el derecho a «extraer, explotar, beneficiar, procesar, refinar, transportar, vender y comercializar oro, cobre y otros minerales» los jefes de Estado de Centroamérica crearon, en junio, en una reunión realizada en Panamá, el Corredor Biológico Mesoamericano (CBM).

El CBM es un importante sistema de interconexión de las áreas protegidas que va desde la selva maya en México hasta Darién y el objetivo de este proyecto era frenar la pérdida de biodiversidad en la región. Sin embargo, Panamá cedió en alquiler 13 mil 600 hectáreas de esta zona para explotar y extraer minerales durante 20 años y hasta con derecho a una prórroga por 40 años.

¿A qué precio? Minera Petaquilla, S. A. pagaría al país los primeros años en concepto de alquiler por hectárea entre 50 centésimos y B/. 1.50. Además, Panamá recibirá alrededor del 2% en regalías de los metales extraídos.

Diez años después, se sienten los estragos de posturas contradictorias y hasta ambivalentes frente a lo que es el desarrollo y la conservación de la naturaleza.

Así lo plantea la Asociación Nacional por la Conservación de la Naturaleza (ANCON), que hoy junto a otras organizaciones dará a conocer, en conferencia de prensa, su posición sobre este proyecto minero que anunció que iniciará la fase de extracción de oro a finales de diciembre o principios de enero del 2008. Con estas extracciones llegará el cianuro, químico que ha causado estragos en donde ha llegado.

Alida Spadafora, directora ejecutiva de ANCON, recalcó a que «solicitarán que se detenga cualquier actividad minera en Panamá que afecte o cause daños ecológicos».

Agregó que luego de visitar la zona, en agosto, constató que lo que está pasando en Molejón / Petaquilla no tiene nombre y puede ser peor.

En este sentido, explicó que es grave «el gran daño ambiental que se les está produciendo a los bosques primarios mejor conservados del país».

Es una gran herida la que se le está abriendo al Corredor Biológico Mesoamericano, dijo.

En este aspecto, hay que resaltar que hasta el Banco Mundial ha financiado varios proyectos en apoyo al concepto del Corredor Biológico Mesoamericano (CBM).

En su página web se destaca la contribución que se hizo en 1999 con el Fondo Fiduciario Holandés (FFH 1) para consolidar el CBM.

El FFH 1 consistió en una donación de $ 4.4 millones. Más tarde en el año 2000 el apoyo del Gobierno Holandés al CBM fue ampliado mediante una renovación.

Con el FFH 2 se otorgaron $ 3.4 millones más para promover la conservación, aprovechamiento y manejo de la diversidad biológica en el Corredor.

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Voces que claman la suspensión del proyecto

La diversidad biológica peligra.

REDACCION

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Así lo anuncian en su página web, en la cual recalcan que han sido afectadas negativamente las comunidades de La Nueva Lucha (antigua Petaquilla), San Benito, Nuevo Sinaí, Palmilla, Río Caimito, Nazareno, Coclesito, San Juan de Turbe, Tres Quebradas de Turbe, Calle Larga, Belén, Vista Alegre, San Lucas, Caño I, Caño II, Coclé del Norte y Molejones, Chiguirí Arriba, Cirí Grande, Río Indio Centro, Caño Sucio, Río Indio Lago, Coclé del Norte, Trinidad, Cirí Cabecera, Toabré, Urbano.

El comité acusa a la empresa minera de ser los autores de la devastación de selvas tropicales del Corredor Biológico Mesoamericano y de la biodiversidad panameña, única en el mundo, en violación de obligaciones nacionales e internacionales asumidas por el Estado panameño.

También reclaman por la destrucción, desviación y contaminación de suelos, ríos, riachuelos, quebradas, balnearios naturales y otras fuentes hídricas, que han ocasionado daños irreparables en los ecosistemas de la región.

Otros aspectos a resaltar, de una larga lista, son que acusan a la minera por contaminar las aguas superficiales y freáticas.

En cuanto a la flora y fauna silvestre, los moradores también denuncian que la empresa ha provocado, además, la aniquilación y desplazamiento masivo de numerosas especies de animales. Además, denunciaron que han sido amenazados por el personal de la mina.