Grupos campesinos preparan marcha ambiental

8 de enero.

Grupos preparan marcha

Eduardo Espinosa
BELLA VISTA, Comarca Ngöbe Buglé

Organizaciones campesinas e indígenas de la provincia de Veraguas realizarán el próximo martes 8 de enero una marcha en la ciudad de Santiago, a fin de exigirle al gobernador Arturo Fábrega que dé respuesta a un documento de anulación de proyectos mineros e hidroeléctricos que le fuera entregado hace seis meses por varias organizaciones.

Pablo Miranda, morador de Calabazo, corregimiento de Cerro Casa de Veraguas, quien es el presidente de la Federación de las Organizaciones Campesinas e Indígenas de Veraguas y miembro del Movimiento por la Vida y la Defensa de la Naturaleza, se apersonó el pasado domingo a la comunidad de Tabasará, donde adelantó el porqué de esta actividad y de igual manera invitar a miembros de los grupos de oposición a los proyectos hidroeléctricos de Tabasará I y Tabasará II. Expresó que este año no solo ellos, sino todos los grupo similares al que encabeza realizarán muchas actividades con la idea de que en 2008 se suspendan definitivamente dichos proyectos, los que consideró son nefastos. Solicitó a los representantes del Gobierno que se sienten a analizar la verdadera situación del pueblo.

Minería a cielo abierto en auge

DESARROLLO INDUSTRIAL. SONÁ FUE DECLARADO ZONA DE EXCLUSIÓN MINERA.

Minería se abre paso

Hay 21 contratos vigentes para la exploración de minerales metálicos, y seis contratos de extracción.

En Veraguas se han aprobado cinco permisos para explotación de minerales metálicos.

 

Rafael E. Berrocal R.
rberrocal@prensa.com

La minería empieza a tomar forma en Panamá y el proyecto de Petaquilla Minerals, en Colón, parece ser solo el inicio de una fiebre minera.

Según la Dirección Nacional de Recursos Minerales, se encuentran vigentes 21 contratos para la exploración de minerales metálicos y seis contratos de extracción, incluyendo el de Petaquilla. Además, hay en trámite 176 solicitudes para la exploración de minerales metálicos como oro, cobre y plata.

Veraguas es la zona de mayor interés minero hasta la fecha. Cinco de los 10 puntos donde el Gobierno ha otorgado permisos para la explotación de minerales metálicos están allí.

Pero en Soná decidieron hacerle la batalla a la industria. El Consejo Municipal, con el apoyo de la población, emitió una resolución que declara el distrito zona de exclusión minera. La empresa Oro Gold, de Canadá, que tenía un permiso de exploración, suspendió los trabajos a la espera de que se aclare esta diferencia legal. Entre las seis concesiones y 10 áreas asignadas se afectarían 134 mil 148 panameños.

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MINERÍA. COMPAÑÍAS COMO ORO GOLD DETUVIERON LA EXPLORACIÓN.

176 solicitudes en trámite

Los concejales de Soná declararon al distrito zona de exclusión minera, poniendo en jaque varios contratos.

Los ambientalistas advierten sobre los daños que puede causar la minería a cielo abierto.

LA PRENSA/Víctor Arosemena
VIENTO EN POPA. Mina de explotación de oro de Petaquilla Minerals, la cual estará funcionado a principios de 2008 en el distrito de Donoso en Colón.

Rafael E. Berrocal R.
rberrocal@prensa.com

Panamá se ha convertido en un punto atractivo para las empresas dedicadas a la explotación de minerales metálicos con alta cotización en los mercados internacionales, entre ellos el oro y el cobre.

De acuerdo con información de la Dirección Nacional de Recursos Minerales, en este momento se encuentran en trámite 176 solicitudes para la exploración de minerales metálicos como oro, cobre y plata.

Además, se han presentado tres solicitudes para contratos de explotación de minas, lo que mantiene en pie de guerra a los grupos ambientalistas que han salido a advertir sobre los daños que puede causar la minería a cielo abierto.

Pero algunas compañías dedicadas a este negocio ya tienen adelantados sus planes mineros. Según la Dirección Nacional de Recursos Minerales se encuentran vigentes: 21 contratos para exploración de minerales metálicos y seis contratos de extracción que afectan a 10 puntos del territorio nacional.

Entre las áreas otorgadas en concesión a cuatro compañías para la explotación de minerales metálicos se encuentran zonas en Cañazas, La Mesa, Las Palmas y San Francisco, en Veraguas; Tolé, en Chiriquí; y Kankintú, en la Comarca Ngöbe Buglé.

La sociedad civil organizada ha decidido actuar, en lugar de quedarse solo en las denuncias de los daños ambientales que puede causar la explotación de minas de oro, plata y cobre.

Soná: exclusión minera

En el distrito de Soná, en la provincia de Veraguas, las autoridades municipales aprobaron una resolución prohibiendo la actividad y dando por terminado cualquier permiso otorgado por la dirección Nacional de Recursos Minerales del Ministerio de Comercio e Industrias.

El Consejo Municipal de ese distrito declaró a Soná territorio libre de exploración y explotación minera a cielo abierto de oro y otros metales. Los concejales del distrito sostienen que la minería en Soná es una actividad incompatible con la escala geológica de esta región, y peor aún porque se trata de un lugar declarado zona turística y área de amortiguamiento del Parque Nacional Coiba.

Aristides Ortíz, alcalde de Soná, señaló que esta resolución municipal deja sin efecto más de 10 proyectos que buscaban establecerse en el lugar, incluyendo el de la empresa canadiense Oro Gold.

«No sé hasta qué punto puede llegar una resolución municipal para que se cumpla, pero esperamos que la Dirección Nacional de Recursos Minerales y la Autoridad Nacional del Ambiente la acepten y la hagan respetar», dijo Ortíz.

Para formalizar esta resolución municipal también se presentó a la Asamblea Nacional un anteproyecto de ley que confirma el rechazo a la minería en Soná.

El Ministerio de Comercio e Industrias señaló que la resolución del Consejo Municipal de Soná será respetada. La institución también aclaró que el permiso de exploración de la empresa canadiense Oro Gold no fue refrendado por la Contraloría, lo que les impide realizar trabajos en el área.

Ana Méndez, geóloga de la empresa Oro Gold, señaló que esta concesión de exploración se encuentra amparada bajo la ley, pero dependerá de los ejecutivos de la empresa decidir si se continúa o no con la segunda etapa de exploración.

Sin embargo, aclaró que la empresa nunca utilizó químicos y procesos que pudieran afectar la salud humana en Soná.

La Asociación Nacional para la Conservación de la Naturaleza (ANCON) sostiene que es completamente viable declarar a Soná, zona de reserva minera. «No importa dónde se realice esta actividad, hay muchos riesgos. Solo hay que ver lo que está pasando en muchos proyectos mineros en Chile y Perú, donde en zonas casi de condiciones desérticas han contaminado las aguas y afectado a poblaciones in situ y aguas abajo», señaló Aida Spadafora, de ANCON.

También nueve organizaciones ambientalistas, entre ellas ANCON, el Centro de Estudio y Acción Social Panameño y el Centro de Incidencia Ambiental-Panamá, pidieron públicamente al presidente, Martín Torrijos, que establezca una moratoria en la actividad minera y en especial para la de cielo abierto de minerales metálicos.

Las organizaciones sostienen que la sociedad civil necesita un tiempo para definir si las condiciones bajo las cuales la minería se está realizando en el país son cónsonas con los mejores intereses del país.

Apuesta por el turismo

ANCON ha propuesto el desarrollo de la foresta comunitaria como una alternativa de desarrollo económico para los pueblos rurales del país, en lugar de impulsar la minería.

Esta actividad se basa en la extracción maderera de baja intensidad y rotación de las parcelas, permitiendo al bosque regenerarse naturalmente. «Con un valor agregado a la madera extraída es posible obtener ingresos para muchas familias que viven en extrema pobreza», dijo Aida Spadafora, de ANCON.

Para los empresarios de Soná, la minería no tiene cabida. «Es impensable que el turismo se desarrolle en Soná junto a una actividad minera», dijo Alberto Martinelli, empresario y agricultor.

Indicó que las inversiones turísticas ya están empezando a llegar y que en los próximos meses se construirá el primer hotel en el lugar. «No solo son inversionistas estadounidenses, sino también europeos», dijo Martinelli.

En el caso de la mina Petaquilla, los ambientalistas han advertido que este proyecto interrumpirá el corredor biológico mesoamericano. Los representantes de Petaquilla Minerals niegan que la explotación de la mina afecte el corredor y aseguran que su proyecto es sostenible ambientalmente. Además, resaltan que la ganadería de Donoso afecta más al ambiente que las repercusiones de su mina de oro y cobre.

Mientras tanto, la Autoridad Nacional del Ambiente sigue sustentando que la mina Petaquilla no tiene los permisos ambientales para haber iniciado la construcción de su planta refinadora.

En total, las concesiones mineras otorgadas pueden afectar a unas 134 mil 148 personas.

Minería que rompe el Corredor Biológico del Atlántico panameño

La minería hiere el corazón del gran Corredor Biológico

«No queremos morir. No queremos abandonar la tierra en donde vivimos y trabajamos desde siempre. Queremos que la mina salga de nuestras comunidades y se lleve su destrucción y su muerte».

BOSQUES. El proyecto intervendrá de manera 160 hectáreas para la mina de oro. Un 80% de esa superficie perderá la cobertura boscosa y el 100% no tendrá la capacidad de mantener la biodiversidad original.

Yelena Rodriguez

PA-DIGITAL

Aún no ha iniciado la extracción de minerales en Petaquilla y Molejón ( Colón) y las voces de los conservacionistas y las comunidades afectadas replican a las autoridades que se detenga este proyecto.

Al parecer, nada puede suspenderlos, ya que desde sus inicios el ambicioso proyecto se blindó con un Contrato Ley de la República que la empresa Petaquilla Minerals firmó con el Estado en 1997.

Paradójicamente, ese mismo año, mientras se le concedió a esta empresa el derecho a «extraer, explotar, beneficiar, procesar, refinar, transportar, vender y comercializar oro, cobre y otros minerales» los jefes de Estado de Centroamérica crearon, en junio, en una reunión realizada en Panamá, el Corredor Biológico Mesoamericano (CBM).

El CBM es un importante sistema de interconexión de las áreas protegidas que va desde la selva maya en México hasta Darién y el objetivo de este proyecto era frenar la pérdida de biodiversidad en la región. Sin embargo, Panamá cedió en alquiler 13 mil 600 hectáreas de esta zona para explotar y extraer minerales durante 20 años y hasta con derecho a una prórroga por 40 años.

¿A qué precio? Minera Petaquilla, S. A. pagaría al país los primeros años en concepto de alquiler por hectárea entre 50 centésimos y B/. 1.50. Además, Panamá recibirá alrededor del 2% en regalías de los metales extraídos.

Diez años después, se sienten los estragos de posturas contradictorias y hasta ambivalentes frente a lo que es el desarrollo y la conservación de la naturaleza.

Así lo plantea la Asociación Nacional por la Conservación de la Naturaleza (ANCON), que hoy junto a otras organizaciones dará a conocer, en conferencia de prensa, su posición sobre este proyecto minero que anunció que iniciará la fase de extracción de oro a finales de diciembre o principios de enero del 2008. Con estas extracciones llegará el cianuro, químico que ha causado estragos en donde ha llegado.

Alida Spadafora, directora ejecutiva de ANCON, recalcó a que «solicitarán que se detenga cualquier actividad minera en Panamá que afecte o cause daños ecológicos».

Agregó que luego de visitar la zona, en agosto, constató que lo que está pasando en Molejón / Petaquilla no tiene nombre y puede ser peor.

En este sentido, explicó que es grave «el gran daño ambiental que se les está produciendo a los bosques primarios mejor conservados del país».

Es una gran herida la que se le está abriendo al Corredor Biológico Mesoamericano, dijo.

En este aspecto, hay que resaltar que hasta el Banco Mundial ha financiado varios proyectos en apoyo al concepto del Corredor Biológico Mesoamericano (CBM).

En su página web se destaca la contribución que se hizo en 1999 con el Fondo Fiduciario Holandés (FFH 1) para consolidar el CBM.

El FFH 1 consistió en una donación de $ 4.4 millones. Más tarde en el año 2000 el apoyo del Gobierno Holandés al CBM fue ampliado mediante una renovación.

Con el FFH 2 se otorgaron $ 3.4 millones más para promover la conservación, aprovechamiento y manejo de la diversidad biológica en el Corredor.

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Voces que claman la suspensión del proyecto

La diversidad biológica peligra.

REDACCION

PA-DIGITAL

Así lo anuncian en su página web, en la cual recalcan que han sido afectadas negativamente las comunidades de La Nueva Lucha (antigua Petaquilla), San Benito, Nuevo Sinaí, Palmilla, Río Caimito, Nazareno, Coclesito, San Juan de Turbe, Tres Quebradas de Turbe, Calle Larga, Belén, Vista Alegre, San Lucas, Caño I, Caño II, Coclé del Norte y Molejones, Chiguirí Arriba, Cirí Grande, Río Indio Centro, Caño Sucio, Río Indio Lago, Coclé del Norte, Trinidad, Cirí Cabecera, Toabré, Urbano.

El comité acusa a la empresa minera de ser los autores de la devastación de selvas tropicales del Corredor Biológico Mesoamericano y de la biodiversidad panameña, única en el mundo, en violación de obligaciones nacionales e internacionales asumidas por el Estado panameño.

También reclaman por la destrucción, desviación y contaminación de suelos, ríos, riachuelos, quebradas, balnearios naturales y otras fuentes hídricas, que han ocasionado daños irreparables en los ecosistemas de la región.

Otros aspectos a resaltar, de una larga lista, son que acusan a la minera por contaminar las aguas superficiales y freáticas.

En cuanto a la flora y fauna silvestre, los moradores también denuncian que la empresa ha provocado, además, la aniquilación y desplazamiento masivo de numerosas especies de animales. Además, denunciaron que han sido amenazados por el personal de la mina.

Mina, a toda marcha, fuera de las leyes ambientales

PETAQUILLA. LA MINERA INTERPUSO UN RECURSO LEGAL PARA EVITAR UNA SANCIÓN.

Mina, a toda marcha

La Anam sostiene que la empresa no tiene los permisos para haber empezado la construcción.

La compañía recurre a su contrato y sostiene que no está obligada a cumplir con las nuevas normas.

LA PRENSA/Víctor Arosemena

MAQUINARIA. Personal de Petaquilla durante la construcción de las tinas y sistemas de refinación de los minerales que saldrán de la mina de oro.

Rafael E. Berrocal R.
rberrocal@prensa.com

La Autoridad Nacional del Ambiente (Anam) afirma que Petaquilla Minerals no tiene los permisos para construir su mina de oro y la planta de refinación del metal; pero eso no ha evitado que la empresa continúe las obras en medio del bosque del distrito de Donoso, en Colón.

Anam intentó frenar la construcción de las obras, levantando un proceso por daños ambientales, pero Petaquilla se le adelantó interponiendo un recurso de ilegalidad ante la Corte Suprema de Justicia, lo que paró por el momento cualquier acción en su contra. Le corresponde al magistrado Adán Arnulfo Arjona procesar esta polémica ambientalista.

Natalia Young, directora de Calidad Ambiental de la entidad, señaló que Petaquilla ni siquiera cuenta con los permisos para la construcción de la carretera que une al distrito de La Pintada, en Coclé, con el área de la mina de oro en Colón. Sin embargo, el representante legal de Petaquilla dijo que la empresa está amparada en un contrato ley que le permite realizar esta construcción, a pesar de la nuevas normas ambientales.

MEDIO AMBIENTE. LAS ACTIVIDADES DE LA EMPRESA MINERA AFECTARÁN UNAS 3 MIL 100 HECTÁREAS DE BOSQUE nativo.

Petaquilla: casi todo por un dólar

La firma pagará un dólar de canon anual –por cada hectárea– en los primeros años de la concesión.

Petaquilla admitió que el material residual que dejará en el área, tendrá restos de cianuro.

La empresa ya construye –a orillas del río Molejón– la piscina de relave donde irá a parar todo el material procesado con cianuro.

Rafael E. Berrocal R.
rberrocal@prensa.com

Petaquilla Minerals firmó un contrato con el Estado que por sí solo es un gran negocio: la empresa tiene el aval legal para hacer y deshacer en las 13 mil 600 hectáreas que le otorgaron para la explotación y extracción de materiales metálicos como oro, plata y cobre. Tiempo le sobra: la concesión es por 20 años, con derecho a una prórroga por 40 años más.

El Estado de Panamá recibirá, por la explotación de la tierra, un dólar anual por hectárea durante los primeros años del contrato.

Pero, para la compañía, se trata de un negocio que les dejará altos dividendos a sus principales accionistas, las empresas canadienses Mining Corporation y Teck Cominco.

La propia Petaquilla Minerals informó que espera extraer en 12 años unas 893 mil onzas de oro como mínimo de la mina de Molejón, ubicada en el distrito de Donoso (Colón).

Si se toma como referencia el el precio actual del oro en el mercado internacional, el valor del metal que extraerá la empresa sería de 536 millones de dólares.

Para Petaquilla Minerals, empresa presidida por Richard Fifer, la mina de oro solo representa el 20% de su negocio. La mina de cobre es el «fuerte» del negocio y su explotación está programada para iniciarse en mayo próximo.

En total, la empresa proyecta que tendrá que intervenir y afectar unas 3 mil 100 hectáreas de bosque nativo.

Pero el atractivo negocio para los accionistas no se refleja en los dividendos que recibirá Panamá. El acuerdo –Ley 9 de febrero de 1997– establece que el Estado empezará a recibir en concepto de cánones superficiales un dólar por cada hectárea dada en concesión, un monto que subirá gradualmente hasta llegar a 3 dólares con 50 centésimos. Pero la empresa tiene la potestad de deducir de estos pagos, los gastos que tenga en exploraciones.

En los impuestos que debe pagar la empresa también se establecieron topes. En el impuesto de inmuebles, Petaquilla Minerals no pagará más de 100 mil dólares al año, al igual que en los impuestos municipales. Si se sobrepasa en el tope de los impuestos municipales, la empresa recibirá créditos fiscales contra el pago de impuesto sobre la renta.

La empresa se defendió: aseguró que su proyecto está basado en un «modelo de minería sostenible» que incluye la activación económica de lugares cercanos al proyecto, como los distritos de Donoso y La Pintada. Esto abarca la construcción de escuelas, carreteras, centros de salud, infraestructura gubernamental, electrificación, apoyo al sector agropecuario del país, becas estudiantiles, y la generación de más de mil 600 empleos solo en su primer proyecto, la mina de oro.

José Gabriel Carrizo –representante legal de Petaquilla Minerals– sostuvo que la empresa ha tenido fuertes gastos en estudios de impacto ambiental, viabilidad y contratación de fianzas que ascienden a 7 millones de dólares.

DEFORESTADO Este cerro, ubicado en medio del bosque, será ‘rebanado’ para extraer el material que contiene pequeñas partículas de oro y plata.

El Ministerio de Comercio e Industrias (Mici), ente regulador de la actividad minera en el país, conoce de las grandes ventajas dadas a Petaquilla, pero actualmente no analiza renegociar el contrato. «Todas las ventajas, exoneraciones y beneficios que tiene esta concesión están descritas en una ley aprobada en 1997 y no en esta administración. En ningún momento se han otorgado nuevos beneficios», explicó la institución que está a cargo de Alejandro Ferrer.

A través de un comunicado, el Mici indicó que solo intervino para garantizar que la empresa se sometiera a la supervisión de la Autoridad Nacional del Ambiente (Anam) y se estableciera, además, una fianza ambiental por 3 millones de dólares. «Esto no limita la compensación por daño ambiental, si lo hubiese. Es solo una garantía de pago para cubrir gastos inmediatos», afirmó el Mici. Sin embargo, Petaquilla se ha resistido a la supervisión de la Anam.

Impacto ambiental

El estudio ambiental que presentó Petaquilla confirmó que con el desarrollo del proyecto minero se darán cambios en la composición de la fauna del lugar y se darán desvíos de quebradas. En total, se intervendrán de manera «directa y drástica» 160 hectáreas para la mina de oro. De esa superficie, un 80% perderá la cobertura boscosa y el 100% no tendrá la capacidad de mantener la biodiversidad original.

Ahora la empresa dijo que afectará 100 hectáreas como máximo en el primer proyecto (oro) y 3 mil más para la mina de cobre. La empresa ya deforestó el cerro de donde extraerá todo el material para refinarlo y sacar el oro. Por cada tonelada de tierra y piedra que se extraiga, quedarán 2.48 gramos de oro.

La empresa aceptó, en una entrevista con este diario, que se trata de una mina de cielo abierto como una cantera de tosca, pero aclaró que su sistema de procesamiento es cerrado y además contempla un proceso para neutralizar los efectos del cianuro.

El problema está en las tinas de relave: allí, al final de la refinación, se deposita todo el material de descarte junto con restos de cianuro producto de la actividad minera.

Los propios técnicos de la compañía admitieron que es imposible evitar el 100% de la salida del cianuro, una sustancia altamente contaminante.

Petaquilla Minerals aseguró, no obstante, que su planta de procesamiento de oro utiliza la tecnología más avanzada que hay en el mundo, y que el impacto al medio ambiente es mínimo.

Pero la relación entre la minera y la Anam no es la mejor. Natalia Young, directora de Calidad Ambiental del organismo, informó que se le inició a Petaquilla un proceso por daños a las aguas superficiales, suelos y vegetación. La Anam también acusó a la firma de empezar la construcción de una carretera y la planta de oro sin los permisos ambientales. Por ello, la empresa interpuso un recurso ante la Corte Suprema que logró frenar, por el momento, el proceso que adelanta la Anam (el caso lo tiene el magistrado Adán Arjona). Mientras tanto, la construcción del proyecto continúa.

Por su parte, Ramón Alvarado, consultor externo de Petaquilla, indicó que el plan de mitigación ambiental contempla un proyecto de cierre de la mina para dejar el área lo menos afectada posible. Agregó que en el futuro se contempla hacer un lago artificial en el cerro que explorarán.

Mina de Petaquilla usa a ministro como escudo protector ante abusos

PINTADA DE VERDE

PETAQUILLA. No tengo alternativa. Debo continuar con el «Fifer-negocio». Resulta que mientras la Autoridad Nacional del Ambiente (Anam) le sigue un proceso administrativo (detenido por un truco legal en manos de la Corte) por violación a la normativa ambiental vigente y el Ministerio Público analiza al menos cuatro denuncias, el Ministerio de Trabajo utiliza dinero de los contribuyentes para pagar anuncios que alaban sin pudor a la empresa. «Armónicas relaciones obrero-patronal y satisfactorias medidas de seguridad», es el titular del anuncio aparecido esta semana en varios diarios del país y que lleva el sello del citado ministerio y del Gobierno Nacional.

 

El ministro Edwin Salamín no se corta ni un pelo para alabar «el esfuerzo de la empresa por proporcionar medidas de seguridad, higiene y salud, incluso la alimentación de los obreros»… ¡Recórcholis! ¿El esfuerzo de la empresa por proporcionar medidas de seguridad? ¿Cuándo la seguridad dejó de ser una obligación para convertirse en cosa de «esfuerzo»? Pero la cosa sigue: «El programa de responsabilidad social de Petaquilla beneficia a una veintena de comunidades en la construcción de carreteras, escuelas, puentes y el programa comida caliente…». ¡Qué les parece! Si yo fuera empresario y tuviera un programa social, exigiría al Ministerio de Trabajo un trato igualitario al logrado por don Richard. Habrá que ver cómo se comporta el ministerio (que también es de bienestar social), con el más que seguro desastre ecológico y de salud pública en que se convertirá el área después de que le saquen todo el oro y cobre posible.

Por lo pronto, recomiendo al ministro Salamín informarse de lo sucedido en la mina de oro de Bellavista en Miramar (Costa Rica), donde las condiciones del terreno y del clima son similares a las de Panamá. Que no tengamos que hacer nuevos monumentos a los muertos y enfermos incurables, por ignorar las advertencias sobre los peligros de llevar a cabo un proyecto de minería a cielo abierto en el trópico. ¡Pobre Petaquilla!

Lina Vega Abad
lina@prensa.com