Minería: Comarca Gnäbe Bügle en pie de lucha con el gobierno

INDIGENAS AVANZAN HACIA UNA GRAN MANIFESTACIÓN ANTIMINERA EN SUS TERRITORIOS

Desde muy temprano los indígenas se trasladaron a San Félix. Foto: Mauricio Valenzuela (Epasa)

Cerca de 2,500 indígenas de la comarca Ngäbe Buglé, llegaron hace escasos minutos a la carretera panamericana a la altura de San Félix y obstaculizan la circulación vehicular, en protesta por la aprobación y sanción de la ley que introduce reformas al Código Minero.

Según los resportes, el pueblo Ngäbe Buglé ejecuta bajo el candente sol, las danzas (Jegui) como símbolo de unidad en la lucha.

Se informó que los indígenas mantendrán el cierre de la vía hasta las tres de la tarde.

Rogelio Montezuma, de la Coordinadora Comarcal contra la explotación Minera, indicó a EPASA que el cierre que realizaran es de manera indefinida. «El pueblo indigena exige que el Gobierno Nacional derogue inmediatamente la Ley 8 que reforma el Código Minero», manifestó.

Agregó que una vez se reúnan con las autoridades del gobierno le entregaran unas peticiones.

Se conoció que los sectores de Chorcha en San Lorenzo, en el Viguí en el distrito de Tole, David y en las provincias de Bocas del Toro y Veraguas se efectuaran cierres de calles.

Los comercios en San Félix se encuentran cerrados tras el anuncio de la protesta en diferentes puntos en la provincia de Chiriquí.

En tanto, las autoriadades se mantienen en estado de alerta y no se descarta que las unidades del control de multitudes intervengan para reestablecer la circulación de los vehículos.

También en Santiago, provincia de Veraguas, indígenas realizaron esta mañana piqueteos y cierre de calles en protesta por la ley 277, que es la que hace cambios al Código Minero.

Fuente: El Panamá América–15 de febrero de 2011
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MILES DE INDIGENAS GNÄBE BUGLE SE MANIFIESTAN EN PANAMÁ

12:37 p.m. – SAN FÉLIX, Chiriquí.- Unos 2 mil indígenas de la comarca Ngäbe Buglé empezaron a marchar desde el corregimiento de San Félix hasta el cruce de la Panamericana, en donde cerrarán esta importante vía.

Desde las 11:37 a.m. de hoy, 15 de febrero, comenzó el desplazamiento de los originarios de la comarca. Vestidos con la indumentaria propia de su etnia, los indígenas avanzaron cargando pancartas e instrumentos musicales.

Rogelio Montezuma, coordinador de la lucha contra la minería, dijo que la marcha se hace para solicitar la derogación “inmediata” de la Ley 8 del 11 de febrero de 2011 que reforma el Código de Recursos Minerales. «Esa es nuestra propuesta», dijo.

Montezuma indicó que después de 528 años de historia y lucha los indígenas no aceptarán que destruyan sus tierras.

El dirigente agregó que el viceministro de Trabajo, Luis Ernesto Carles, no es la persona indicada para dialogar sobre la minería a cielo abierto. Debieron enviar el ministro de Comercio e Industrias, Roberto Henríquez, acotó.

De acuerdo con Montezuma, “toda la comarca está apoyando la lucha contra la explotación minera” y desmintió cualquier rumor sobre supuestas divisiones internas. “No estamos divididos”, recalcó.

Fuente: La Prensa – 16 de febrero de 2011

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CONCENTRACIÓN DE CIUDADANOS DE LA COMARCA NGOBE EN SAN FELIX, PARA RECHAZAR NUEVA LEY MINERA

Paco Gómez -HREV

A los casi 3.000 manifestantes concentrados en el cruce de San Felix se unen numerosas protestas por el resto de país, con una masiva presencia de ciudadanos que dicen NO a la minería a cielo abierto y No a la reforma del Cófigo Minero aprobda por el Gobierno de Ricardo Martinelli.

En Ojo de Agua y el puente de Viguí hay un millar de personas concentradas que cortarçan la carretera y en Tolé mas de un millar de campesinos de indígenas se concentran para cerrar tambien uno de los paños de la vía.

Tambien hay protestas en Rio Cobre, Chorcha, y en Santiago de Veraguas. En Boca de Monte hay concentardas unas 200 personas y se registraron cortes en Puerto Armuelles y Changuinola. Esta tarde hay convocada una concentración frente a la iglesia de El Carmen, en ciudad de Panamá.

De momento todo transcurre con normalidad y de forma pacífica, y no se observan policías en los puntos de protesta. Sin embargo hay noticias de antimotines en zonas cercanas, a la espera.

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INDIGENAS Y CAMPESINOS PROTESTAN EN VERAGUAS

Las vías en Río Cobre, Ojo de Agua y Río Vigui , en la provincia de Veraguas, están cerradas por campesinos e indígenas que se unen a los movimientos contra la reforma minera.

Solo en Ojo de Agua hay cerca de 500 personas apostadas en las calles, hasta el momento no han dado señal de despejar el paso.

Mientras, en la provincia de Chiriquí miles de ngäbe buglés, con pancartas y gritando consignas, se mantienen en la vía Interamericana.

Fuente: La Estrella de Panamá – 16 de febrero de 2011

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LOS ANTIMOTINES NO ESTÁN LEJOS DE LOS SITIOS DE PROTESTAS

Paco Gómez, HREV

La Asociacion de Educadores Veraguenses (AEVE), que desde el primer momento ha respaldado las protestas contra el Código Minero, reporta que a las dos de la tarde había  unas de 2 mil prsonas en el cruce de San Félix donde está cerrada de hecho la Vía Interamericana, barricadas en El Prado, provincia de Veraguas, donde protestan cerca de 700 personas, más de 1000 ciudadanos protestan en Tolé, Viguí, Boca de Monte. Los antimotines, afirma AEVE, no están acuartelados, como dice el viceministro Carles, están cerca de las manifestaciones.

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Panamá: Panel de Inspección del Banco Mundial encuentra violación a derechos territoriales indígenas Ngäbe y Nasos

Panamá – Proyecto de Administración Territorial

Banco Mundial aprueba Plan de Acción luego de discutir informe del Panel de Inspección sobre violación a derechos territoriales indígenas

WASHINGTON, 4 de febrero de 2011 – El Directorio Ejecutivo del Banco Mundial abordo en la víspera el informe de la investigación independiente del Panel de Inspección relativo al Proyecto de Administración Territorial en Panamá,  conocido en Panamá como PRONAT, aprobando el Plan de Acción de la Gerencia contenido en la Respuesta de la Gerencia del Banco a las conclusiones del Panel.

Casa de la Familia Séptimo; Alto del Valle, Pa...

Vivienda Ngäbe en Comarca Ngäbe Bügle (Caribe) Fuente: Lon&Queta via Flickr

La investigación del Panel respondió a dos peticiones relacionadas al reconocimiento legal de las tierras habitadas por dos grupos indígenas, los Naso y los Ngäbe. La investigación del Panel se centró en determinar si se cumplió con la política del Banco en materia de la defensa de Grupos Indígenas, en particular respecto al respaldo del Proyecto a la creación de territorios indígenas y de consultas adecuadas con las comunidades afectadas, y si se cumplió con el papel del Banco de supervisar la correcta implementación por parte del gobierno de las actividades del proyecto.

Aprobado en enero de 2001 y finalizado en junio de 2010, la inversión total del proyecto llegó a US$58,6 millones, financiados parcialmente por un préstamo del Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF) de US$47,9 millones. El objetivo del proyecto era modernizar la administración territorial en Panamá mediante el establecimiento de procedimientos más simples para el otorgamiento de títulos de propiedad y el mejoramiento de la capacidad de las instituciones locales para mapear casi la mitad del país, estableciendo un sistema integrado de registro y catastro para certificar la propiedad y la correcta titulación, consolidando las áreas protegidas y los territorios de los Pueblos Indígenas.

Roberto Lenton, Presidente del Panel de Inspección, subrayó “la importancia crítica de los temas abordados por los Naso y los Ngäbe en sus Peticiones de Inspección, y del objetivo del Proyecto de asistirles a resguardar sus derechos territoriales como pueblos indígenas.” Indicó que “en ciertos asuntos, la Gerencia cumplió con la política pertinente del Banco, elogiando a la gerencia por haber jugado un papel clave a la hora de involucrarse en los derechos territoriales de los pueblos indígenas. Sin embargo, el Panel también halló instancias importantes de no cumplimiento con la política del Banco, algo que contribuyó en parte a la falta de progreso en el resguardo de los derechos territoriales de los Naso y los Ngäbe.”

La investigación del Panel subrayó dos lecciones importantes respecto al cumplimiento de la política, a saber el requisito de preparar un Plan para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas y la necesidad de supervisión adecuada para poder reaccionar inmediatamente ante cualquier problema emergente en el terreno. A nivel sistémico , el Informe corrobora la importancia crucial de la participación integral y el respeto por los derechos de los pueblos indígenas, cumpliendo con la política del Banco, en actividades que les afectan, incluyendo el mapeo y reconocimiento de sus tierras.

El Panel observó que una vez que los problemas fueron identificados, el personal del Banco se involucró de manera intensa y constructiva con las comunidades afectadas para comprender mejor y ayudar a resolver los problemas suscitados. Las personas afectadas le indicaron al Panel que si bien esperan la consolidación de sus derechos territoriales a estas tierras, valoran enormemente las acciones y el esfuerzo del Banco, esperando que éste siga involucrándose en este tema en el país.

Abordar asuntos no resueltos relacionados con el territorio de los Naso y las Áreas Anexadas de los Ngäbe en la provincia de Bocas del Toro requiere la atención inmediata de la recientemente creada Autoridad Territorial (ANATI) de Panamá.

Laura Frigenti, ex Directora del Banco Mundial para América Central

“Le damos la bienvenida a las conclusiones del Panel, esperando que el Plan de Acción aprobado hoy por el Directorio contribuya a resolver los asuntos pendientes de derecho territorial de los Pueblos Indígenas de Panamá.”

Más información:

http://www.inspectionpanel.org

Historia detrás de los intentos minería en territorios indígenas de Panamá

“Quien oprime al débil, ultraja a su Creador” (Prov 14:31)

Jorge Sarsaneda

CONAPI / 250111

Hace años…

En 1979 -¡hace casi 32 años!- Don Daniel Núñez, obispo de David dijo:

“Con caras sonrientes a pesar de las lombrices y de la desnutrición, los niños juegan fuera de la casa. La señora teje una chácara multicolor, mientras un niño desnudo, de meses, gatea junto a ella. La abuela trae agua y leña junto con dos niños; el señor y dos hijos han llegado de socolar y son recibidos con alegría. Corre el viento y la tranquilidad se siente. En medio de su pobreza, hay gran cariño entre ellos, hay amor. Unos son bautizados, otros no; pero el mensaje de liberación de Jesús empieza a despertar en sus corazones. Es una escena de una casa guaimí en cualquier lugar de la Comarca del Tabasará. No lo saben, pero están amenazados”.

Ha llovido mucho desde que se escribieron estas palabras[1]. Muchas cosas han cambiado, pero otras muchas, no.

Actualmente…

Ahora existe legalmente la Comarca llamada Ngäbe-Buglé, producto de una lucha larga y sangrienta. En ella habitan unos 110 mil indígenas de los pueblos ngäbe y buglé (como el 55% de una población 200 mil). Hay una Carta Orgánica, que recientemente cambiada por el gobierno sin el consenso de los afectados. Hay más escuelas, puestos de salud, algunas carreteras mal hechas, la presencia indígena se “siente” más en los medios, hay más indígenas en la universidad…

Sin embargo, el 95% de dicha población sigue en pobreza (un 75% en “pobreza extrema”), el 60% de ellos son llamados “analfabetas” del castellano y son tratados como parias por sus idiomas y el color de su piel. Anualmente tienen que migrar muchos de ellos para conseguir trabajos que les reditúen algo de dinero. Sin contar con los que migran a las ciudades de Panamá, David y Santiago a pasar más pobrezas y marginaciones[2].

Proyectos y más proyectos…

Por si fueran pocos problemas a los que se tienen que enfrentar estos pueblos, ahora se plantean proyectos y más proyectos “para el desarrollo del país”. Pero todo esto tiene una historia “detrás”, como siempre.  Y, como el que olvida, se condena a repetir errores, mejor recordar:

En 1977…

Hace 33 años, el proyecto de explotación de Cerro Colorado se cernía sobre la Comarca como un águila dispuesta a agarrar su presa. Hay estudios profundos y muy claros[3] que analizan objetivamente y denuncian el peligro de muerte en el que se encontraban y se encuentran los indígenas de toda la Comarca y las consecuencias, incluso para el país.

En ese momento se vio claro que una mina “a cielo abierto” en Cerro Colorado significaba la muerte real, ecológica y étnica de muchas comunidades. Hubo mucha solidaridad internacional y se logró que muchos se unieran para enfrentar al “monstruo”. Esto fue denunciado por múltiples grupos, especialmente el obispo Núñez (David) y luego por todos los obispos católicos del país.

¿Se logró detener esta muerte anunciada? No. Las compañías involucradas, Codemin (vuelve a la carga) y Río Tinto Zinc (de nefasta memoria) decidieron –luego de llevarse equis cantidad de oro- que no iban a explotar la mina… ¡porque el precio del cobre no era suficientemente alto! No importaron los efectos sociales, ecológicos, culturales, ni siquiera los políticos, lo que decidió fue el valor económico. Nos dieron un “respiro”, pero ahora vuelven a la carga.

Le toca a Veraguas…

“Dormido” Cerro Colorado, volvieron la vista a Veraguas, a la mina de oro en Cañazas. Ahí estuvieron diez años sacando oro y contaminando ríos, suelos y, sobre todo, personas. Se fueron y sólo nos quedó un paisaje lunar y muchos enfermos. El que quiera saber más, que se dé una vuelta por Cañazas.

¿Y los ríos?

Pero como todos estos proyectos necesitan energía posaron esta vez sus ojos “económicos” sobre los bellos, abundantes y caudalosos ríos que bañan nuestro pequeño país: el Cobre, el San Pablo, el Tabasará, el Viguí, el San Félix, el Changuinola, el Teribe y varios otros. Ya se habían aprovechado del Bayano y los hermanos kunas seguían y siguen esperando beneficios e indemnizaciones.

Los hermanos campesinos e indígenas del río Cobre llevan once años luchando para que no los desalojen. En Valle Riscó, los hermanos ngäbe han sufrido desalojos, despojos, pérdida de tierras y siembros, arrinconamiento de comunidades, destrucción de la ecología y del bosque Protector de Palo Seco. ¿Y el gobierno? Bien, gracias. Se le concedió tierra (reservada por ley) a la AES, pero a los indígenas no se les quiso reconocer sus tierras “porque era Parque Nacional” (????). Ya hay estudios sobre los caudales y posibilidades de los ríos Tabasará, Fonseca, Teribe y otros. Por esa razón no se les concede a los Naso su territorio…

Cerro Chorcha…

Con gran sigilo, como para que mucha gente no se enterara, en 2006 le fueron concedidas (¡sin estudio de impacto ambiental!) más de 24 mil hectáreas a una compañía minera para explotar un yacimiento de cobre, oro, plata y molibdeno, que está –léase bien- en medio de la Comarca Ngäbe-Buglé, la Reserva Forestal Fortuna y el Bosque Protector Palo Seco.

¿Dónde está la Anam, de qué sirven las leyes sobre Reservas y Comarcas?, más importante aún, ¿por qué no se les pregunta a los dueños de las tierras? Sí, dueños, no como dice una “doctora”: que los indios no son los dueños porque no han comprado las tierras (!!!!!!). En abril 2009, la Corte Suprema suspendió temporalmente las acciones de Dominion Minerals.  Por tanto, el “machete afilado” sigue colgando sobre las cabezas de los de Chorcha y de todos nosotros.

Minería “limpia”

Es el lema “bandera” de la explotación de entonces y de la actual en Coclé-Colón (con Petaquilla Gold y Minera Panamá). Sin embargo, hay que decirlo bien claro: NO hay –entiéndase-, NO HAY minería limpia, no existe tal cosa, es una contradicción en los términos. La Cámara minera dijo hace poco que “si no fuera buena la minería, no existirían tantas minas en Chile, Perú y Brasil”.

En los países mencionados es exactamente donde hay minería sucia y envenenadora. Lo único que se puede concluir del “argumento” de la Cámara Minera es que el daño de la minería es mayor en Chile, Perú y Brasil. Sólo tenemos que vernos en el “espejo envenenado” de la mina de Cañazas, de la mina de Cerro de Pasco (Perú), de la mina de Ixtahuacán (Guatemala), de la destrucción amazónica por causa de la minería de oro, por señalar sólo unos casos.

Las últimas “jugadas”

En vista de que los precios internacionales del cobre y del oro han aumentado, nuevamente se quiere explotar Cerro Colorado y otras minas. Para esto, el gobierno actual ha dado varios pasos: Uno ha sido plantear una reforma al Código Minero (de 1963) que ha suscitado la oposición de todos los grupos ambientalistas del país. ¡Por algo será!  El otro fue reformar (sin consulta y sin consenso) la Carta Orgánica de la Comarca Ngäbe-Buglé, de manera que se pueda tener más adelante la “autorización” de los congresos para las explotaciones pretendidas.

¿Qué hacer?

Ante todo, organización. Como dice un columnista: organizar la rabia. La rabia que produce el que se quiera explotar una riqueza pasando por encima de la gente, incluso matándola si es necesario. La rabia que produce que se quiera destruir el país por darle riqueza a unos pocos. La rabia que produce el que gente inocente como los niños indígenas, tengan que ver su futuro envenenado a causa de la riqueza sobre la cual viven. Esta organización se debe reflejar en grupos comunitarios, en autoridades tradicionales, en grupos solidarios, en la sociedad civil, en apoyos internacionales, en grupos pastorales…

En segundo lugar, concientización. Falta mucho todavía que decir a todo el país. Es increíble que todavía haya profesionales supuestamente bien formados (médicos, ingenieros, etc) que piensan que cultura es igual a atraso, que la tierra solo se posee por compra, que toda inversión es progreso. Nos sorprenden a cada rato las manifestaciones y justificaciones racistas de muchos panameños, que proceden de la ignorancia. Hay que trabajar por cambiar esto.

En tercer lugar, compromiso. La iglesia católica panameña ha hablado claramente: “No toda inversión es deseable. Es el caso de la minería. Ella se ha convertido, junto con la deforestación, en la mayor amenaza para la sostenibilidad ambiental en la región. En general, los países tienen leyes débiles ante la inversión extranjera y una laxa reglamentación que no garantiza que sustancias contaminantes como el cianuro, se manejen con seguridad para la salud de la población. Tampoco se han desarrollado mecanismos de consulta legítimamente reconocidos que permitan a las comunidades afectadas informarse verazmente y hacer valer sus demandas[4].

En numerosos encuentros zonales y nacionales de la Iglesia Católica, obispos y agentes de pastoral (sacerdotes, religiosas, laicos comprometidos) que trabajan en las zonas comarcales del país, hemos mostrado nuestra preocupación ante lo que se plantea aquí, puesto que a la secular situación de marginación y extrema pobreza se añade ahora la amenaza creciente de despojo y expolio de sus territorios ancestrales por concesiones mineras y proyectos hidroeléctricos, en nombre del “progreso nacional”.

Muchos relatos indígenas[5] apoyan esta lucha. Como iglesia tenemos que continuar al lado de estos pueblos aunque tengamos que pagar un alto precio. No es otra cosa la que nos exige el Evangelio de Jesucristo.


[1] Ver Núñez Núñez, Daniel, El Indígena Guaymí y Cerro Colorado, Carta Pastoral, 190479. Inicio de dicha carta.

[2] Hay ingente cantidad de estudios que denuncian y especifican esta situación. Sólo cito algunos:

Behmel, Ch. (1996). La Migración Ngöbe. Proyecto PAN-GTZ, Panamá. Jenkins, A. y Valderrama M., G. (2002) Estudio diagnóstico de la dimensión, naturaleza y entorno socioeconómico del trabajo infantil y de la adolescencia trabajadora en el sector del café en la provincia de Chiriquí. CIPSU, Universidad Santa María La Antigua , Panamá.

Loría B., R.; Alvarez, B; Alvarado, R.; Sáenz, R.; Partanen, T. Córdoba, L. (2008) Alcances de la gestión integral de la salud y el trabajo de recolectores de café, inmigrantes en la zona de Los Santos, Costa Rica. Periodo 2003-2008, Congreso Latinoamericano de Extensión Universitaria.

Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo –PNUD- (2008) Informe Nacional de Desarrollo Humano 2007-2008.

Quintero S., B. y Hughes O., W. (2005) Migración Indígena en Panamá. Investigación, CoNaPI, Panamá.

Sarsaneda, J. (2010) La ruta de la desolación, Consultoría sobre migración ngäbe-buglé a Costa Rica.

[3] Gjording, sj, C. (1982) “Cerro Colorado: Conflictos y contradicciones entre Panamá, corporaciones transnacionales y el indígena guaymí”, Foro Guaymí y Ceaspa (eds), El pueblo Guaymí y su futuro, 225-300, Panamá.

Hughes, W. (1998) Minería ¿Desarrollo o destrucción? PS-Cáritas Panama.

Vakis, R. y Lindert, K. (1999) “Pobreza de la población indígena en Panamá: Estudio basado en la información de la ENV , 1997” , Anexo 6, Banco Mundial, Panamá. Estudio sobre pobreza. Prioridades y Estrategias para la reducción de la pobreza.

Young, P. (2009) “Witnessing change in a small-scale society: A personal account”, Newsletter. Society for Applied Anthropology, 20 (3): 7-12.

[4] Ver Comunicado de la Conferencia Episcopal Panameña, 130111.

[5] Ver CONAPI (1992) Tierra, Autonomía, Cultura, IV Encuentro Nacional de Pastoral Indígena, Panamá.

LEA ADEMÁS

Noticias sobre minería en Panamá

Martinelli sí explotara mina de cobre de Cerro Colorado

Instantáneas de una marcha indígena y campesina

Instantáneas de una marcha indígena y campesina

(Jorge Ventocilla tuvo la oportunidad de participar tres días, en dos ocasiones, en la Marcha que recientemente llegó a la capital. Conversó con los caminantes, tomó alguna foto, anotó detalles. En sus palabras fue “un diplomado en gallardía y dignidad, dictado por indígenas y campesinos”. Aquí sus reflexiones)

Toribio Jiménez nació en 1954 y desde hace añales es dirigente del pueblo ngäbe, el de mayor población entre las siete culturas indígenas nacionales. Durante largo tiempo ha sido jefe inmediato del corregimiento Alto de Jesús. Don Toribio es el decano de los caminantes: estuvo en la marcha de 1986, en la de 1996 y nuevamente camina ahora.

“La primera vez partimos desde Sitio Prado, en marzo de 1986” , me contó. “Los militares hicieron una Ley que dividió al Congreso General Ngobe. Estaba aprobado por nosotros reunirnos en Sitio Prado y el gobierno organizó otro Congreso General paralelo, en Buenos Aires. Después de reunirnos en Sitio Prado, partimos a la ciudad; yo no me quería quedar en la casa. Y tuvimos éxito: esa Ley que hicieron para dividirnos fue eliminada. La segunda marcha (1996) partió de Cerro Colorado a mediados de octubre y fue para demandar la creación de la Comarca. Lo logramos, aunque no fue todo lo que el pueblo quería. Quedaron fuera comunidades, como la mayoría de las comunidades del Calobevora. Por eso esta marchando ese compañero con su pancarta que dice ‘!Santa Fe, Presente!’. También lo logramos: la Ley 10 que crea la Comarca Ngobe-Bugle fue aprobada en tercer debate en 1997.

Ahora marcha hacia la esquiva capital, que parece que es sorda: no oye bien de lejos y hay que venir a hablarle de cerca y a gritos. “Como dirigente y voluntariamente lo hago”, me dice. “Los dirigentes que están aquí son los que defienden los intereses de la Comarca. Los otros se quedaron”. ¿Volvería usted a participar en una cuarta marcha don Toribio? pregunto. “Si es antes de 10 años, sí. Si es más, no lo puedo ofrecer con seguridad”, me responde sonriendo.

Para Ceferino Montezuma, también dirigente ngäbe, es su segunda marcha. Estuvo en la de 1996. Ayer se puso frío y se desmayó; pero hoy ya está bien y sigue marchando. Los que se enferman o les salen heridas insoportables en los pies, son asignados a labores como cuidar las mochilas en el sitio de destino del día o ayudar en la cocina.

Hoy al medio día le dieron atención a Samuel Pedrol, el infatigable locutor de la radio alternativa que se han montado dentro de la marcha. A través de un altoparlante lee las noticias del periódico del día en el almuerzo, repite grabaciones de entrevistas a dirigentes, manda mensajes de saludo – reales o imaginarios – a las delegaciones mientras marchan …todo con fino humor, que alienta y anima a los caminantes.

No podía creer que el mismo Samuel que estaba dale que dale todo el día con sus bromas en las emisiones “de la radio”, es el mismo que ahora sale cojeando después de que le vendaron una tremenda llaga en la planta del pie. “¡Estoy marchando de puro varón!” dice medio en serio medio en chacota, mientras pasa delante nuestro saltando en un solo pie.

La policía ha estado dando vueltas y sé que algo quieren saber. Finalmente se me acercan y preguntan por el dirigente de esta marcha. Ingenuamente doy un nombre y los mando adelante a buscar a la persona. Se acerca Ceferino y me da tremenda regañada: “¡No tienes porque dar nombres. ‘Aquí todos somos dirigentes’ debes contestar!” Aprendo las dos lecciones.

Martín Rodríguez, presidente de la Asociación Rey Quibién, de Coclé del Norte supo de la Marcha y bajó a darle encuentro en Penonomé. La empresa minera canadiense Petaquilla Gold les está envenenando sus aguas y pudriendo sus tierras y ya no aguantan más. Rey Quibién, me explica Martín, fue un cacique de los tiempos de antes que defendió a los ngäbes. En las noches veo a Martín escribir en un cuaderno. Así he visto a algunos otros, hombres y mujeres. ¡Cómo me gustaría poder leer lo que escriben al final de cada día!

Reynaldo González tiene 21 años. Es uno de los pocos indígenas naso que ha podido cursar estudios universitarios. Es técnico en enfermería por la Universidad de Panamá. Desde hace un año esta en la lucha de su pueblo: “Tenemos bosques, los cuidamos. Sin recursos naturales nos acabamos como cultura”. El padre de Reynaldo es botánico, su abuelo también. El tiene la opción de seguir medicina en Estados Unidos pero – insiste – su verdadera vocación es la biología. Va a hablar con los de la beca para ver de reorientarla. Menciona a su novia, con el mismo entusiasmo. Ella también es naso y así como él, está activa en la lucha.

Antes de volver a la ciudad le pase mi copia de “Temas de Nuestra América”, con los poemas de Benedetti. Le señalo el “Te quiero” (….en la calle codo a codo somos mucho más que dos… ), para que se lo lea a la novia. Le vuelven a brillar los ojos. Cuando vio la bandera de la Tierra que cargaba me dijo: “El mensaje esta clarito”.

Caminábamos entre Santiago y Divisa y vi que lo llamaban aparte para decirle algo; no se por qué me dio mala espina. Al día siguiente, ya en la Terminal de la ciudad, me enteré por un titular que los naso habían sido desalojados de la Plaza Catedral por los antimotines.

Ahí estuvieron más de dos lunas con todos sus días con el gobierno anterior y luego volvieron, para quedarse hasta que los botaron con el gobierno actual. Los estuvieron meciendo pero nadie quiso escucharles con seriedad. Reclaman su derecho a tierras ancestrales ocupadas por una ganadera.

De las tierras en manos ahora de la ganadera, en Bocas del Toro, también los habían desalojado los antimotines. Pero esa vez los sacaron en la madrugada de sus casas, ellos inermes, los otros armados como van los antimotines en las películas y en la realidad. Les tumbaron la escuela que ellos mismos construyeron y su casa de la cultura, les dispararon bombas lacrimógenas, una pala mecánica abrió un hueco y ahí depositó los materiales de las casas, la ropa, los cuadernos de los niños, el diccionario de su lengua que los naso y otra gente han ido reuniendo durante décadas. La pala tapó el hueco para que no aprovecharan ni las ruinas. Los naso reclaman un territorio oficialmente reconocido. Es decir, quieren un lugar en esta sociedad.

Larisa Duarte pertenece a una organización campesina de Río Cobre, Veraguas. Con ese nombre – ¡claro! – a su área ya le cayó encima la maldición de una mina o de cualquier proyecto de explotación y fecunda reproducción de ganancias. “La campesina” le dicen a Larisa sus compañeros indígenas de la marcha. Tiene una alegría desbordante y no para de gritar y animar a los demás. Un día dejó la marcha y se fue a la ciudad y se puso en huelga de hambre con tres de los nasos que habían desalojado de Plaza Catedral. La fui a visitar cuando regresé a la ciudad y la encontré en la Plaza sentada junto con los otros tres frente a la calle por donde alguna vez tendrá que pasar el automóvil del presidente, y verlos. Tenían 72 horas de huelga de hambre y los ojos de Larisa ya no eran los mismos de cuando la conocí en la marcha, y ese agotamiento y ese dolor de cabeza. No me los contó, yo se los vi.

Pero de ahí no la mueven. Blas Quintero me contó una hora después mientras recibíamos a la marcha, que el padre de Larisa tiene escrito en la entrada al patio de su casa en Río Cobre: “Los valientes no se rinde, luchan”.

Comité Pro-Cierre de Mina Petaquilla; Asociación Rey Quibién, Coordinadora Campesina por la Vida ; Asociación de Productores Agrícolas de La Pintada ; Coordinadora de Pobladores Colonenses por el Derecho a la Vida , la Tierra y la Dignidad ; Comité de Defensa de Colon; Coordinadora Nacional para la Defensa de Tierras y Aguas; Ambientalistas Chiricanos; MED Paz y Justicia, etc… Diecisiete comunidades afectadas por la minería y las hidroeléctricas caminaban cuando yo pude estar en la Marcha ; quién sabe cuántas otras, antes y después, habrán estado presentes.

Señor Presidente Martinelli: No se pierda usted la oportunidad de conocer y aprender de estos panameños y panameñas que aman su tierra como pocos y han caminado tantos días para que el gobierno los escuche. Sus maneras dignas y respetuosas serían lo mejor que le podría pasar a usted en una cita con dirigentes – se lo aseguro – dentro o fuera del país.

Santiago tiene 23 años y es dirigente de Charco La Pava. Está terminando el sexto año en Changuinola y le gustaría ser abogado, si pudiera -“Pero mis padres no trabajan” me dice. Pienso para mí que probablemente trabajen mucho más que un diputado. Pero aprendemos a decir cosas así por la educación y la costumbre. Tiene tres años, junto a su comunidad, pidiendo respeto a una hidroeléctrica que ha sacado a otros de esa lucha ofreciéndoles un trabajo con salario. El sigue. Toribio Jiménez tiene 32 años más que él y aún sigue. El Rey de los Nasos tendrá unos cuarentaitantos años más que Santiago, y también sigue.

He visto a dos o tres de los participantes tirar botellas de plástico. Pero he visto a más de ellos lavar, guardar y reusar los platos y cubiertos de plástico que vienen con la comida que en el camino les brinda gente y organizaciones solidarias. Hay algunos de la marcha que llevan consigo envases de totuma o coco y ahí reciben su ración y su café. Y he escuchado cientos de veces consignas con vivas a los ríos, a los bosques, a la naturaleza, a la tierra. Y hasta a los peces de los ríos.

Mientras caminan, a veces hay quien recoge algo tirado en la carretera que aun puede servir. Toribio Pito es un hombre ngäbe joven, de la comunidad de Buenos Aires. Lo vi recoger un pixba, sacarle la pepa y guardarla. Me acerco y confiesa sus planes: “Es para sembrarla (a su regreso), cuando la Luna esté baja: así la palma crece menos y da más”.

“Caminar tanto y tanto significa que ustedes quieren mucho a su tierra” dijo una señora cuyo nombre no logre apuntar – quizás la Corregidora – al darnos la bienvenida en el local de la Junta Comunal de El Higo, donde nos brindaron un sancocho con arroz y unas galletas con jugo.

Cuando la marcha se reanudó todavía tenia en la cabeza lo que ella dijo. “Caminar tanto y tanto significa que ustedes quieren mucho a su tierra”…

No son una tropa de boys scouts, ni es que están aburridos allá en sus casas. Alguien debió quedar cuidando a los niños – ¿No cree? – las siembras, las gallinas, los animales. Y había que dejar algo para la comida en la casa, en estos muchos días que van a estar fuera.

Además el sol pega duro ¿Sabe? Y si cae un aguacero y uno se resfría, uno queda todo jodido ¿Sabe? Y a veces da calambre y a veces salen llagas en los pies. Muy serias deben ser sus motivaciones para tirarse ese viajecito, ¿O no?

Si les prestásemos atención nos beneficiaríamos mucho también nosotros. De ahí esa consigna, que deben haber repetido unas 7,000 veces en estos días de marcha: “!Esta lucha no es de uno, esta lucha es de todos!”

Pero estamos dormidos. Mientras más dormidos mejor para quien lucra con ello.

O atónitos: pasmados mirando los edificiotes que se construyen en nuestra babilónica capital, creyendo que somos los más vivos de la región.

Al fin del día hay reunión. Para discutir noticias, afinar la redacción del pliego a presentar, diseñar estrategias para el almuerzo de mañana. Tomo estas notas de lo que un dirigente menciona: “Hay interés del gobierno actual de modificar la Ley 10 (de la Comarca Ngobe-Bugle ) y pasar de propiedad comunal a privada, cambiando la denominación de comarca a reserva. Y cambiar el régimen en los 1,000 metros desde la playa hacia dentro de las costas, para meter desarrollo turístico. Y cambiar la autoridad reconocida: de Cacique a Gobernador. Este no es momento para cambiar la Ley 10” , dice enfáticamente la persona y se despide. Solo esto seria suficiente razón para caminar hasta la ciudad. Pero hay más razones.

Quien esté realmente interesado/a en las razones de la Marcha Indígena y Campesina las conseguirá. Por ejemplo en www.caminatapanama.org Aquí solo quiero señalar otra razón, menos táctica pero más estratégica de esta marcha: despertarnos el cariño social, la solidaridad.

Con esta marcha los indígenas y los campesinos nos vienen a recordar los valores que todavía andan bajo la tierra panameña, haciéndola temblar, enorgulleciéndola, fertilizándola, dándole vitalidad. A ellos y ellas, los de la marcha, pero también a todos los que de alguna manera han sido y son solidarios – con un poco de agua, con un almuerzo para 70 personas cansadas, con un aplauso, un pulgar hacia arriba, un repique de la bocina del camión, o una mirada atenta y cómplice -, esta marcha ha enseñado cuánto somos capaces de hacer y ofrecer cuando nos miramos con dignidad y con respeto, a nosotros mismos y a nuestra ecología. Y nos incorporamos y nos echamos a andar.

Jorge Ventocilla
ventocilla.jorge@gmail.com

Publicado en Panamá Profundo el 09.10.2009

Indígenas caminarán 400 km para exigir derechos

La caminata se dirige hoy desde San Félix, Chiriquí a El Prado, en Veraguas.

Indígenas marchan contra concesiones

CHIRIQUÍ. Un grupo de indígenas y campesinos, inició ayer una marcha que salió de la Comarca Ngöbe Buglé hacia la ciudad capital. La marcha es un llamado de atención para que el gobierno frene las concesiones de hidroeléctricas y minas en el área comarcal.

La marcha de protesta, qu

CAMINATA ANTIHIDROELÉCTRICAS Y MINERAS
Contra viento y marea a la capital
Indígenas rechazan proyectos en la comarca

CHIRIQUÍ. Un centenar de indígenas partió ayer desde la 9:00 a. m, del distrito de San Félix, en la provincia de Chiriquí, con destino a la capital de la República de Panamá.

La iniciativa busca llamar la atención de las máximas esferas del Gobierno Nacional para que frenen la proliferación de los proyectos mineros, así como la construcción de hidroeléctricas dentro del área comarcal y que se respeten los derechos de los pueblos nativos.

Piden que también se deroguen todas las concesiones otorgadas en la pasada administración de Martín Torrijos, ex presidente de la República.

Aseguran que se autorizaron proyectos mineros, hidroeléctricos y turísticos dentro de la Comarca Ngöbe Buglé, sin realizar ningún tipo de consulta.

En el pliego de peticiones que llevan consigo, le solicitan al gobierno de Ricardo Martinellí que ratifique los convenios internacionales donde se consagran los derechos indígenas. También solicitan la creación de la Comarca Naso y la delimitación de las comunidades anexas a la Comarca Ngöbe Buglé.

La Asociación de Estudiantes Ngöbe de las Facultades de Derecho de la República, también participan de esta marcha.

Erick González, quien preside la misma, indica que les preocupa como se están afectando los recursos naturales por personas foráneas a la comarca. Se están haciendo negociados con nuestros recursos, aseguró.

LOGÍSTICA

La caminata tiene su hoja de ruta en la cual se contemplan los lugares donde se detendrán para descansar y dormir. Ayer, la marcha avanzó hasta el distrito de Tolé, mientras que para hoy se tiene contemplado llegar hasta El Prado, en la provincia de Veraguas.

César Salazar, presidente del Congreso Regional de Ñokribo, dijo que a medida que la marcha avance se irán integrando más personas. Indicó que a la ciudad de Panamá deberán llegar alrededor de 300 indígenas.

Calculan que el peregrinaje pudiese demorar hasta 25 días, mientras que otros dirigentes calculan que pudiesen llegar el próximo 30 del presente mes. Los manifestantes dicen estar organizados para lograr su cometido y para ello se han escogido diversas comisiones, como la de alimentación y la de salud.

Ahora volvemos a marchar para defender un territorio que ya nos ha sido otorgado por ley. En la Presidencia de la República, esperamos nos atenda el mandatario indicó Alberto Montezuma, coordinador de la caminata.