En el caso de Red Frog Beach ANAM había ignorado el interés colectivo

ambientalistas ganan puntos con proyecto Red Frog Beach

Anam ignoró interés colectivo

La Sala Tercera de la Corte declaró ilegal una resolución de la Anam al considerar que se violaban normas ambientales y convenios internacionales sobre la protección del medio ambiente.

OBRA. Pillar Panamá, que desarrolla el proyecto Red Frog Beach, planeaba construir una marina que ahora queda prohibida por un fallo de la Corte Suprema. LA PRENSA/Gabriel Rodríguez

JOSÉ ARCIA
jarcia@prensa.com

La Autoridad Nacional del Ambiente (Anam) aprobó el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) del proyecto Red Frog Beach “desconociendo” no solo los intereses de la comunidad, sino también aspectos “trascendentales” de los impactos ecológicos a corto, mediano y largo plazo que ocasionaría la obra residencial y turística.

Este es parte de los argumentos que los tres magistrados de la Sala Tercera de la Corte Suprema de Justicia –Winston Spadafora, Adán Arnulfo Arjona y Víctor Benavides– presentaron para declarar ilegal la Resolución No. 1A-218-2007 de la Anam, mediante la cual se aprobó el EIA de la segunda fase del proyecto Red Frog Beach en Islas Bastimentos, provincia de Bocas del Toro.

La decisión de los magistrados obedece a una demanda de nulidad que presentó el Centro de Incidencia Ambiental (Ciam) en noviembre de 2007 –a nombre de Rutilo Milton y Delfino Hooker, vecinos del parque– en contra de la resolución.

La demanda se sustenta en que el Gobierno, a través de la Anam, violó legislaciones nacionales e internacionales sobre la protección del medio ambiente.

Entre las normas locales que se infringían se mencionó la Ley No. 41 de 1998, mejor conocida como Ley General de Ambiente, y la Ley No. 24 de 1995 sobre la Vida Silvestre en el país.

En cuanto a normas internacionales, Ciam estimó que la decisión de la Anam violó cuatro convenios ratificados por Panamá sobre la protección de ecosistemas marinos, biodiversidad y cambio climático.

El proyecto cuestionado consistía en la construcción de 700 casas, 7 condominios de apartamentos, un hotel de 4 pisos de hasta 100 habitaciones y 34 villas. Incluía además una marina con capacidad para 250 embarcaciones, estacionamientos y un centro de actividades de tres pisos.

Para Lina Vega, abogada de Ciam, no hay duda de que el proyecto sobrepasaba la capacidad de carga del Parque Nacional Marino Isla Bastimento, creado en 1988.

La demanda se sustentó también en que la Anam ya había sancionado con 130 mil dólares a la empresa Pillar Panamá, que desarrolla el proyecto, por incumplimiento de normas ambientales durante la construcción de la primera fase de la obra.

Otro de los aspectos que Ciam cuestionó era el hecho de que la Anam no tomó en consideración las opiniones de varios grupos sobre los daños ambientales que produciría el proyecto al momento de aprobar el EIA, un aspecto que los magistrados consideraron como parte del incumplimiento, por parte de la Anam, de normas ambientales “en beneficio de un interés particular y en detrimento del interés público”.

“Somos conscientes de que el progreso que involucra el desarrollo turístico de un lugar redunda… en beneficio de la comunidad y del país. No obstante, debe siempre considerarse, al momento de aprobar un EIA, si las repercusiones ambientales representan un peligro para la conservación de un área…”, señala el fallo.

Harley Mitchell, director de Asesoría Legal de la Anam, dijo que el fallo es una herramienta que puede ser utilizada por la entidad para mejorar su gestión ambiental.

A juicio de Mitchell, durante la actual administración de la entidad se han perfeccionado muchas gestiones ambientales relacionadas con las normas.

“Nosotros estamos analizando el fallo y de seguro será útil para las evaluaciones ambientales”, recalcó el funcionario.

Se llamó a la oficina de Pillar Panamá, la responsable del proyecto, en la ciudad de Panamá, pero desde allí se informó que se debería llamar a la oficina de Bocas del Toro para cualquier información sobre el proyecto.

Aunque se llamó al número telefónico proporcionado, la línea siempre estuvo ocupada.

Además se envió un correo electrónico a la jefa de Mercadeo y Relaciones Publicas de la empresa, Michelle Slough, pero no se obtuvo respuesta alguna.

decisión revierte aprobación de la anam

Corte Suprema anula EIA de Red Frog Beach

La Sala Tercera de la Corte Suprema declaró ilegal la resolución que aprobó el Estudio de Impacto Ambiental del proyecto residencial y turístico Red Frog Beach, ubicado en el Parque Nacional Marino Isla Bastimentos.

JOSÉ ARCIA
jarcia@prensa.com

Una decisión de la Sala Tercera de la Corte Suprema de Justicia tiene celebrando a los conservacionistas.

El pasado 27 de noviembre, los magistrados de la Sala Tercera declararon ilegal la Resolución 1A-218-2007 de la Autoridad Nacional del Ambiente (Anam), mediante la cual se había aprobado el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) de la segunda fase del proyecto Red Frog Beach.

El proyecto, que se desarrollaba dentro de la zona de amortiguamiento del Parque Nacional Marino Isla Bastimentos, en la provincia de Bocas del Toro, implicaba la construcción de residencias, un hotel, villas y una marina.

El fallo, el primero en contra de una resolución de este tipo, ahora deja prohibida la construcción de las obras, por el momento.

Ambientalistas, científicos y las comunidades aledañas rechazaron la obra por el impacto al ambiente que ocasionaría en el Parque, considerado como uno de los más importantes del Atlántico en Mesoamérica, y que forma parte de la reserva de la biósfera de La Amistad.

La decisión de la Sala Tercera, bajo la ponencia del magistrado Winston Spadafora, surge al resolver una demanda de nulidad que presentó el Centro de Incidencia Ambiental (Ciam) en contra de la resolución.

El proyecto es uno de los que pone en peligro las riquezas marino-costeras, según Ciam. La organización espera que el fallo se convierta en un precedente para obras que atenten contra el medio ambiente.

El director de Asesoría Legal de la Anam, Harley Mitchell, dijo que el fallo es “importante” para la gestión ambiental de la entidad.

Dijo que la empresa debe realizar otro EIA para evaluación, si desea continuar con el proyecto.

La decisión de la Corte Suprema de Justicia de anular la resolución de la Autoridad Nacional del Ambiente (Anam) mediante la cual se aprobó el Estudio de Impacto Ambiental a la segunda etapa del proyecto Red Frog en Bocas del Toro es una buena noticia, en especial por los desatinos que ha cometido con los proyectos mineros en la provincia de Colón.

Después de mucho tiempo, la Corte está dando muestra de estar recuperando la cordura y ciertamente el fallo es recibido con gran beneplácito, pues hace tiempo que no veíamos actuaciones tan firmes. Y más allá de ello, el mensaje está claro para la Anam, que parece más preocupada en proteger los intereses de seudoempresarios que los de la sociedad. Bocas del Toro tiene un enorme potencial que está en peligro por la desenfrenada codicia de personas que solo están interesadas en llenarse los bolsillos.

Lamentable es que los funcionarios de la Anam no se hayan dado cuenta de ello y hayan tenido que hacérselos ver los magistrados de la Corte Suprema y un grupo de ciudadanos interesados en mantener en buen estado nuestra herencia natural.

Corte Suprema detiene destrucción de Isla Bastimentos

Corte Suprema detiene Proyecto Red Frog Beach en Isla Bastimentos, Bocas del Toro

Burica Press. Panamá, 6 de diciembre de 2008. El pasado 27 de noviembre de 2008, la Sala Tercera de la Corte Suprema de Justicia declaró ilegal la Resolución DIEORA IA-218-2007 que aprobó la Autoridad Nacional del Ambiente (ANAM) sobre el Estudio de Impacto Ambiental para la realización de la segunda fase del proyecto residencial y turístico Red Frog Beach en la Isla de Bastimentos, en el Archipiélago de Bocas del Toro.

La segunda fase del citado proyecto consistía en 700 casas y apartamentos, incluyendo un hotel de 4 pisos y hasta cien habitaciones, 7 condominios con 517 apartamentos y 34 villas. Igualmente se pretendía construir una marina para 250 embarcaciones, estacionamientos, centros de actividades de tres pisos, lo que implicaba desbordar la capacidad de carga del delicado entorno natural que hace parte del área de amortiguamiento del Parque Marino Isla Bastimentos, sitio que preserva diversos ecosistemas frágiles como bosques maduros, manglares, corales y una rica fauna, que incluye especies amenazadas.

La ANAM aprobó la segunda fase del proyecto, a pesar de que durante la construcción de la primera fase que consta de 180 casas, la empresa produjo notables daños al ambiente.

El proceso que ahora culmina con la anulación de la actuación de la ANAM, se inició hace un año cuando el Centro de Incidencia Ambiental (CIAM) presentó una demanda de nulidad ante la Corte Suprema de Justicia, en representación de los residentes de la Isla Bastimentos, quienes venían peligrar las actividades turísticas de bajo impacto y la rica biodiversidad del lugar donde siempre han vivido.

Esta es la Bahia Honda, localizada entre la isla Solarte e Isla Bastimentos. Es un humedal marino único de la zona que iba a ser convertido en una marina de más de 250 embarcaciones del Proyecto Hotelero y Residencial denominado Red Frog Beach II

Esta es la Bahía Honda, localizada entre la isla Solarte e Isla Bastimentos. Es un humedal marino único de la zona que iba a ser convertido en una marina de más de 250 embarcaciones del Proyecto Hotelero y Residencial denominado Red Frog Beach II. Foto: Almanaque Azul

El proyecto Red Frog Beach, cuya segunda fase ha sido ahora prohibida, representa un caso de los muchos que están poniendo en peligro las riquezas marinos costeras de Panamá, por lo que los ecologistas esperan que el fallo suscrito por los tres magistrados de la Sala Tercera se convierta en un importante precedente para impedir la realización de proyectos que violan las leyes ambientales nacionales y los principios de sostenibilidad que deberían ser el norte del crecimiento y el desarrollo de Panamá.

El Parque Marino Isla de Bastimentos en conjunto con el sistema insular de Bocas del Toro es considerado un sistema biológico raro y es considerado como –las Galápagos de Mesoamérica.

Según registros recientes de científicos que han visitado la famosa playa de Red Frog Beach cuyo nombre se debe la famosa rana roja Dendrobates pumilio u Oophaga pumilio, indican que en menos de un año luego de la intensificación del turismo en la zona, la rana prácticamente ha desaparecido de la costa, debido al descontrol ambiental en la zona.

Ranas rojas de Bastimentos en peligro por proyectos inmobiliarios

Carta a Administrador General de ANAM, sobre futuro del área natural de Red Frog Beach en Isla Bastimentos Bocas del Toro

Dr. Martine E. Maan
University of Texas at Austin
Integrative Biology
1 University Station C0930
Austin TX 78712
USA

Austin, agosto 2007

A Quien Interese:

Estoy escribiendo esta carta para expresar mi preocupación por las construcciones que están surgiendo en la Isla Bastimentos, Bocas del Toro, Panamá.

Yo estoy colaborando con The Smithsonian Tropical Reserch Institute en Panamá, en mi programa de Post-Doctorado de la Universidad de Austín, Texas. Me dedico al estudio de la venenosa rana fresa, Dendrobates pumilio, en el archipiélago de Bocas del Toro. Yo he pasado los últimos cinco meses en el archipiélago y estoy muy preocupada con la destrucción del ambiente forestal de la zona. Me temo que la propuesta de desarrollo del Red Frog Beach Club tendrá nefastas consecuencias en el ecosistema de la isla Bastimentos.

Yo entiendo que el extenso desarrollo turístico debe de ser aprobado por los políticos Panameños, y no po biólogos extranjeros. Sin embargo, Yo espero que esta decisión sea tomada basada en extensos estudios hechos sobre los tesoros biológicos de la zona, y las consecuencias del propuesto desarrollo turístico y la preservación de la ecología. Por lo tanto, deseo compartir con Usted alguna información sobre la venenosa rana fresa, la que tiene una distribución específica de fenotipos en la isla Bastimentos. Mientras que mi experiencia esta limitada a esta especie, le debo recalcar que la destrucción del hábitat afecta todo tipo de vida silvestre. Lo que le suceda a las ranas, les sucederá también a otros organismos.

La venenosa rana fresa habita en Nicaragua, Costa Rica y Panamá. Esta rana es famosa por sus espectaculares colores y su complicado sistema de reproducción. Las hembras son muy selectivas y visitan varios machos territoriales antes de decidirse a copular. Ambos sexos contribuyen a cuidar a las crías: el macho cuida y mantiene los huevos húmedos hasta que maduran, luego la hembra pone los renacuajos en el agua que queda contenida en las axilas de las hojas. Por cerca de 7 semanas, la hembra visita a los renacuajos, para ver si todavía queda agua (si no, ella los moverá a otro lugar), y para alimentarlos: cada 2 o 3 días la hembra depositará huevos no fecundados para alimentarlos. Este sistema de cría resulta en un lento aumento de población y un hábitat particular, lo que hace a estas especies muy vulnerables a los cambios ecológicos, particularmente en una isla pequeña.

En la mayoría de las variedades, de D. pumilio las poblaciones comparten los mismos patrones de coloración: tienen el cuerpo rojo y los brazos y piernas azules. Sin embargo, en la zona de Bocas de Toro la coloración es extremadamente diversa, extendiéndose a todo el espectro visual: azul, verde, amarillo, anaranjado y rojo. Esta variedad de colores no ocurre en ninguna otra parte del mundo.

Muchas de las islas en el archipiélago contienen solo una variedad de color a veces con algunas variantes por un lado de una isla a la otra. La gran excepción es la isla Bastimentos. En esta isla habitan por lo menos cinco tipos de colores (ver el cuadro). En la parte oeste de la isla, coexisten diversas variedades de colores (verde, amarillo, anaranjado y rojo). Todas estas ranas tienen puntos negros y panza blanca. Mas adentro, hacia el centro de la isla, las ranas son rojas o anaranjadas con los puntos negros mas pequeños y la panza blanca, y los de color verde y amarillo están ausentes. Si continuamos hacia el este, las ranas son anaranjado rojizo con muy pocos puntos. Y a menudo las panzas son anaranjadas también con muy poco blanco.

Rana roja, Dendrobates pumilio de Bocas del Toro
Rana roja, Dendrobates pumilio de Bocas del Toro.

La rana roja, Dendrobates pumilio, en la Isla Bastimentos.

a-d: Poblacion polimórfica en el oeste de Isla Bastimentos (9°20.823’N;82°12.378’W). e: las ranas en la zona del RFBC son rojo brilliante con puntos negros y panza blanca (e.g. 9°19.888’N; 82°08.926’W). f: Mas al este, las ranas se vuelven mas anaranjadas y tienen menos o ningún punto; la mitad de ellas tienen la panza blanca (e.g. 9°18.252’N; 82°08.464’W). Photos: Martine Maan

Esta diversidad de patrones de coloración, hace de la isla Bastimentos un lugar muy especial para estas ranas. No hay otro lugar en el archipiélago que tenga esta diversidad de colores; menos aun en Panamá o en otro lugar del mundo.

En este momento, no es fácil explicar o describir como ha sido la evolución que ha ocasionado esta diversidad de colores y como se mantiene. Consecuentemente, la venenosa rana fresa (y la población de Bastimentos en particular) es un importante sistema modelo para la investigación biológica. Muchos científicos de diferentes países están actualmente estudiando ésta población de ranas.

Mientras que, el turismo en pequeña escala es ecológicamente compatible pues provee y mantiene beneficios económicos para la zona, yo temo que el desarrollo de RFBC (y proyectos similares) es una gran amenaza para la sobre vivencia de la población de ranas:

1. La pérdida de hábitat. La vegetación tiene un efecto muy grande en la densidad de la población de ranas. La venenosa rana roja es abundante en zonas donde la selva no ha sido disturbada, así como plantaciones de bananas y chocolate que han sido abandonadas. Otro hábitat no es adecuado; no se encuentran en zonas de pastos por ejemplo. RFBC ocupará zonas que están cubiertas por densa vegetación y donde abundan las ranas rojas. Dado el pequeño tamaño de la isla, la abundancia local de ranas es pequeña en tamaño por lo tanto muy sensible al ser disturbada. Esto quiere decir que cualquier pérdida de hábitat tendrá un efecto significante en la población de ranas sin contar con el 9% que RFBC se propone ocupar.

2. Descontinuación del hábitat. RFBC se extenderá desde la orilla norte a la orilla sur de la Isla Bastimentos. Adicionalmente, remplazaran la selva con edificaciones, piscinas canchas de tenis y campos de golf, y entiendo también que RFBC construirá varios caminos en la zona que puedan ser transitados por los carritos de golf. Todo este desarrollo representaría una barrera infranqueable para la dispersión de las ranas. Esto quiere decir que la población de ranas del lado oeste del RFBC quedaría separada de la población del lado este. Como resultado estas poblaciones no se mezclaran, y la distribución de colores y marcas en la isla cambiara. Además, de cambiar la dinámica natural del sistema, esta fragmentación puede llevar a la permanente perdida de estos tipos y colores únicos aquí.

Alrededor del mundo mas de un tercio de especies de anfibios esta amenazada por enfermedades contaminación, perdida de hábitat calentamiento global (Stuart et al. 2004, Sceince, Whitfield et al. 2007,PNAS). Ciertamente este no es el momento de tomar riesgos. El color polimorfito de la población de la venenosa rana roja en la isla Bastimentos es único en el mundo, famoso no solo con los científicos pero también con los aficionados alas ranas y los turistas. El declive o la desaparición de uno solo de los tipos y colores sería una vergüenza para el RFBC, ANAM y el país de Panamá.

Espero que estas preocupaciones sean tomadas en consideración por los que se encargan del proyecto de desarrollo y el futuro del archipiélago de Bocas del Toro.

Sinceramente

Martine Maan

La lucha por el medio ambiente de Raisa Banfield

Raisa BanfieldEl espeso y hermoso bosque se ha convertido en un imán de venta para el sector inmobiliario que ha visto en los pulmones del país, un escenario ideal para invertir. Foto Jihan Rodríguez, editada por Burica Press

La lucha por el medio ambiente

 
Grandes proyectos turísticos y residenciales están en el ojo de la tormenta. ¿Funciona la figura de los estudios de impacto ambiental (EIA)? El método de aprobación de este requisito es cuestionado por ambientalistas y juristas
 
JOSÉ ARCIA
jarcia@prensa.com

 

Cortesía.

1. INMOBILIARIA. El proyecto Red Frog Beach mantiene a los ambientalistas en pie de guerra porque se construye en un área de amortiguamiento del Parque Marino de Bastimentos.

La Prensa | David Mesa

2.TENACIDAD. Raisa Banfield lideró varias protestas para proteger reservas forestales en la ciudad capital. Ahora está pendiente de los proyectos que se desarrollan en Bocas del Toro.

La Prensa | Jihan Rodríguez.

3.autoridad. Bolívar Zambrano, director nacional de Ordenamiento Ambiental de la Anam, tiene la responsabilidad de aprobar o rechazar los estudios de impacto ambiental.

El espeso bosque se ha convertido en un imán de venta para el sector inmobiliario que ha visto en los pulmones del país, un escenario ideal para invertir.

El proyecto Red Frog Beach, en la provincia de Bocas del Toro, que incluye tres fases de construcción —sólo en las dos primeras se destinarán 400 millones de dólares— es un claro ejemplo del provecho que sacan inversionistas del Panamá aún verde.

Pero este ambicioso plan, al igual que otros en el resto del país, ha encontrado una “piedra en su camino” al no contar con el aval de los ambientalistas que cuestionan los estudios de impacto ambiental (EIA) que hacen las promotoras, a través de consultores ambientales independientes, como parte de los requisitos previos a la aprobación de sus proyectos.

El espíritu de la ley general del ambiente que establece los EIA se ha “distorsionado”. Esa es la percepción de Raisa Banfield que en mayo de 2002 inició una lucha abierta por la protección de los bosques panameños al oponerse, al igual que los residentes de Clayton, al proyecto residencial Camino de Cruces que se pretendía desarrollar en un área boscosa del Parque Nacional Camino de Cruces.

El proyecto está suspendido provisionalmente, ya que la Corte Suprema de Justicia acogió una demanda de la Asociación de Residentes de Clayton.

Ahora Banfield como el resto de los ambientalistas tiene su mirada puesta sobre la isla de Bastimentos en Bocas del Toro, donde el pasado jueves se realizó un foro público para discutir el EIA de la segunda fase del proyecto Red Frog Beach que con una inversión de 340 millones construirá 650 casas, un campo de golf y una marina.

Aunque la empresa alega tomar todas las medidas de mitigación, los ambientalistas no le ven viabilidad al proyecto por los “efectos negativos” que ocasionará al ecosistema marino. Una de las principales preocupaciones es el deterioro de los corales, debido a los agroquímicos que se requiere utilizar para el mantenimiento del campo de golf.

No es para menos. En los indicadores ambientales preparados por la Autoridad Nacional del Ambiente (Anam) se reconoce que los recursos marino-costeros del país no están al margen de los grandes problemas ambientales que la sociedad mundial enfrenta actualmente. Uno de esos problemas es la degradación de las zonas costeras por el desarrollo industrial, turístico y la urbanización incontrolada.

Otra de las alertas que lanzan los ambientalistas cuando hablan del tema, es que el proyecto se desarrolla dentro del área de amortiguamiento del Parque Marino Bastimentos.

Panamá, como pocos países en el mundo, posee costas en ambos océanos que son áreas de asentamiento de importantes ecosistemas como los arrecifes de coral, los manglares y las playas de arenas.

El presidente de Red Frog Beach, Joe Haley, se defiende de los ambientalistas y alega haber tomado todas las medidas de mitigación. “Por el hecho de que el proyecto está próximo a las áreas del parque, la empresa ha puesto en ejecución las medidas necesarias para minimizar los impactos en el medio ambiente”.

Y es así como proyectan levantar las residencias en áreas de menor impacto ambiental. Adicional, realizarán un programa de reforestación que consiste en plantar tecas. ¿Será suficiente?

Peligro en la altura

El complejo turístico Red Frog Beach no es el único que está en el ojo de los ambientalistas. Los ejemplos sobran, dice Banfield.

El punto más alto de la ciudad de Panamá, el cerro Ancón, área protegida y reserva natural del distrito, también es custodiada de cerca.

Allí la Anam aprobó el EIA para construir un teleférico, sin embargo, un análisis realizado por la Universidad Tecnológica de Panamá determinó que la capacidad geológica de la reserva no era apta para desarrollar un proyecto de tal magnitud.

Banfield se pregunta cómo la Anam puede aprobar estudios de impacto ambiental de proyectos que a todas luces pueden ocasionar daños al ecosistema.

Es por eso que los ambientalistas, como Banfield, cuestionan los EIA principalmente de proyectos inmobiliarios, turísticos y de generación de energía eléctrica.

Durante el periodo del 1 de septiembre al 31 de agosto de 2005 ingresaron a la Anam 812 EIA (Ver cuadro: EIA ingresados al proceso de evaluación).

En la Anam hay 582 personas naturales y 110 personas jurídicas registradas para realizar EIA. Estas consultorías se hacen por un precio superior a los 10 mil dólares, dependiéndio de la categoría del estudio, que es definida por los consultores y los promotores, según los parámetros establecidos en el Decreto 59 de 16 de marzo de 2000, que reglamenta la ley general de ambiente de 1998.

De acuerdo a la magnitud del proyecto y del lugar donde se realice el EIA puede ser categoría I (bajo impacto ambiental), II (mediano impacto ambiental) y de categoría III (cuando el proyecto implica un gran impacto ambiental).

Según Banfield este requisito se ha quedado en la “buena intención” para proteger al medio ambiente.

El asunto es que la Anam no tiene una metodología de seguimiento de los proyectos para hacer cumplir las medidas de mitigación. “Y en el peor de los casos, las empresas inician la construcción de los proyectos sin contar con los EIA aprobados”, dijo.

Lo cierto es que el proceso es relativamente nuevo en el país y para el director nacional de Ordenamiento Ambiental de la Anam, Bolívar Zambrano, se han empezado a tomar algunas disposiciones en lo referente al control de los estudios de impacto ambiental.

El año pasado la entidad y los consultores ambientales firmaron un pacto ético que establece sanciones morales por el incumplimiento de los requisitos que se exigen en el Decreto 59.

Una de las sanciones es cancelar la licencia de los consultores por un tiempo determinado o definitivo. De hecho, Zambrano dijo que en la actualidad hay entre 10 y 15 procesos de seguimiento.

En la Anam le siguen la pista a los consultores que presentan los EIA con una categoría inferior a la que se requiere en los proyectos que representan.

La categorización de los estudios es otra de las críticas que hacen los ambientalistas, por ser definida por los consultores y los promotores, en vez de ser determinada por la Anam.

Zambrano defiende el sistema. Los promotores son los únicos que saben qué tipo de proyectos quieren desarrollar y en base a eso los consultores ambientales deben establecer la categoría del estudio.

Lo primero que evalúa la institución es si el EIA corresponde al tipo de proyecto, de lo contrario es devuelto para su recategorización.

Aunque Haley considera que los EIA son procesos “muy valiosos y esenciales” para la realización de cualquier proyecto, hay cosas que se deben mejorar. Por ejemplo: que los impactos económicos de los proyectos sean evaluados en la misma dimensión que los aspectos naturales, sociales y culturales de las áreas por urbanizar.

Participación ciudadana

La ley general de ambiente establece la consulta ciudadana como un requisito para la aprobación de los estudios cuando son de categoría II y III, pero para Banfield es otra “burla” de las autoridades y los promotores.

Las consideraciones que hacen los ciudadanos en los foros públicos sobre un proyecto no son vinculantes e incluso hacen consultas ciudadanas con personas que no son residentes en el lugar donde se pretende desarrollar el proyecto.

Zambrano, por su parte, prefiere hablar de los planes de modernización que adelanta la institución para lograr la mayor participación ciudadana en los estudios de impacto ambiental. En ese sentido analiza la posibilidad de automatizar el proceso de evaluación de los EIA.

En medio de este debate Banfield sacó su primera enseñanza. “Hay una ciudadanía que ha empezado a despertar en la protección del medio ambiente”.

Las luchas están sustentadas en que el país, en el año 2000, tenía una superficie boscosa de 3 millones 364 mil 591 hectáreas que representaba el 45% del territorio nacional. Sin embargo, la Anam reconoce que esta cobertura boscosa “se ha ido reduciendo con gran rapidez en los últimos años”.

La mayor parte de estos bosques se encuentra en la vertiente atlántica, donde los inversionistas han empezado a llegar con sus proyectos inmobiliarios.

Consultar ante de construir

La lucha de los ambientalistas ya ha empezado a crear conciencia en el sector empresarial, o por lo menos ha logrado que un inversionista toque las puertas de quienes viven en la zona en la que pretende invertir.

Este fue el caso de Alfredo Alemán que desarrolla el proyecto residencial Embassy Garden en Clayton y antes de colocar la primera piedra optó por sentarse con los residentes del área para analizar la viabilidad de la iniciativa.

Al final salió con un proyecto modificado, pero con la sensación de que su inversión no afectará al medio ambiente.

El proyecto se desarrollaría sobre un área boscosa, pero los residentes se opusieron porque se trataba de una zona verde no desarrollable. Alemán se comprometió con los residentes a modificar los planos y dejar el bosque como parque público. “Dado que ha surgido un gran interés por el medio ambiente, nos hemos sensibilizado y hemos considerado como algo imprescindible conocer las preocupaciones de las comunidades antes de desarrollar un proyecto”, dijo Alemán.