El Estado entrega tierras protegidas e indígenas a empresa hidroeléctrica

área protegida del Bosque Protector de Palo Seco, en Bocas del Toro

La Anam entrega áreas protegidas a hidroeléctrica

La empresa pagará al Gobierno 8 millones 504 mil 359 dólares por un globo de terreno de mil 198 hectáreas, concedidas a 20 años prorrogables.

EXPLOTACIÓN. La Anam determinó que Hidroeléctrica del Teribe, S.A. cumple con todos los requisitos exigidos para la explotación de más hectáreas de bosque protegido. ESPECIAL PARA LA PRENSA/Pedro Rodríguez S.

Pedro Rodríguez Sanjur
Changuinola, Bocas del Toro

nacionales@prensa.com

La Autoridad Nacional del Ambiente (Anam) entregó bajo la figura de la concesión mil 198 hectáreas de terreno, ubicadas dentro del área protegida del Bosque Protector de Palo Seco, en la provincia de Bocas del Toro, a la empresa hidroeléctrica del Teribe, S.A.

La Anam cedió las tierras luego de que el presidente de la República, Ricardo Martinelli, y el Consejo de Gabinete aprobaran la Resolución No. 29 que da luz verde a la concesión y autoriza al director general de Anam, Javier Arias, a suscribir el contrato con la empresa del Teribe, S.A.

La empresa Hidroeléctrica del Teribe, S.A. es titular de una concesión de generación de energía hidroeléctrica para desarrollar y operar el proyecto hidroeléctrico Bonyic, con una capacidad instalada de hasta 30 megawatts, ubicado dentro del Bosque Protector de Palo Seco.

La Anam determinó que hidroeléctrica del Teribe, S.A. cumple con todos los requisitos exigidos para otorgar un globo de terreno, sin necesidad de requerir del procedimiento de selección de contratista.

La concesión del nuevo globo tendrá un período de 20 años prorrogables.

La empresa pagará un canon, gastos de guardaparque e indemnización ecológica por la pérdida de cobertura boscosa por la suma de 3 millones 664 mil 359 dólares. Además, aprovisionará la suma de 4 millones 840 mil dólares por el tiempo que dure la concesión, los que serán aportados anualmente para la ejecución de todas las actividades contempladas en el plan de ejecución del Bosque Protegido de Palo Seco. Es decir, que el valor total del contrato de concesión durante los 20 primeros años será de 8 millones 504 mil 359 dólares.

El dirigente naso Eliseo Vargas calificó como burla, abuso de autoridad y violación de los derechos humanos la concesión del nuevo globo de terreno a la empresa Hidroeléctrica del Teribe, S.A.

Vargas dijo que iniciarán otros procesos legales en contra del Gobierno, porque se ha visto una vez más la imposición de sus decisiones al otorgar más tierras protegidas al proyecto Bonyic.

“El pueblo naso ha venido solicitando tierras para el establecimiento de su comarca y se las han negado, sin embargo, vemos cómo se le conceden terrenos a una empresa”, señaló Vargas.

Vargas, además, denunció que las normas ambientales que rigen en Panamá son violadas por la empresa porque no las cumple, como es el caso del desvío del río Teribe, aspecto este que no estaba contemplado dentro del estudio de impacto ambiental.



Historia del grupo indígena Naso Teribe de Bocas del Toro

X. El Indio Teribe

[Historia del grupo indígena Naso Teribe de Bocas del Toro]

José Manuel Reverte*
Academia Panameña de Historia

Es un grupo indígena bien definido y compacto que se conoce desde que los primeros exploradores españoles penetraron por la región bañada por el Río Teribe y sus afluentes.

Extendíanse los indios teribes, térebes, tervis, tejves, térrebes, o térrabas, ortografía multiforme con la que se les conoce en las distintas épocas en los documentos de los siglos XVI y XVII a todo lo largo del Río Teribe, Changuinola y la Isla de Toja o Colón, y estaban formados por diversas parcialidades, todas ellas más belicosas que las tribus vecinas. Sólo tenían como enemigos a los chán-guenas o chánguinas, tribu caribe de notable fiereza y a los Talamancas que habitaban las márgenes del Río Sixaola.

Llegó a ser una tribu numerosa, hasta de 10.000 indios en la época en que Cristóbal Colón llegó a las costas de Bocas del Toro, hasta quedar reducida por las diversas circunstancias que hemos ido viendo durante el curso de esta exposición a la cifra actual de unos 400 individuos. {Por favor, recuerde que este compendio es histórico y usted debe revisar las cifras de los Censos Nacionales de Población y Vivienda de Panamá de la Contraloría General de la República para comparar con los datos censales oficiales actualizados, con respecto a los que menciona el autor de este escrito en diferentes momento históricos}.

El último Censo de la República de Panamá (1960) no nos da informes muy precisos sobre poblaciones indígenas, y menos sobre el área habitada por los indios teribes, ya que no especifica ni hace distingos entre los diversos grupos autóctonos. Para el Distrito de Changuinola (Corregimiento) da una población indígena de 513, para la cabecera de Bocas del Toro y Caseríos, 85 y para Guabito, 32. En total, en el Distrito se registran 630 indígenas. Esta información no establece diferencias entre grupos teribes, guaymíes o talamancas, ni tampoco parece referirse a los indios cuna que buen número trabajan para la Compañía Frutera de Bocas del Toro.

Según los informes obtenidos en la región durante nuestros viajes y el número de casas vistas por nosotros entre los teribes, creemos que como máximo la población de este grupo debe llegar a 450 individuos.

La primera información sobre los teribes se la debemos a Juan Vázquez de Coronado. Ya por entonces los teribes se revelan como un pueblo con características propias, y totalmente diferentes a los demás aún en sus reacciones. Fueron los únicos que menciona el Adelantado en su Probanza de méritos (154) como rebeldes, ya que no quisieron prestar obediencia y sumisión al Rey de España. Eran indios bravos, poco amigos de someterse a nadie, orgullosos e independientes.

Cuando llegó Vázquez de Coronado a la región (1563-1564) compartían el Norte de la Cordillera los térebes o Texbi con los quequex-ques que debía ser una rama de la misma tribu, luego los Ara, Güera, Tuaca, Cuexara, Zabarú, Cururu, Araraca, Tamari, Queribista, Tay-maru, Tariaca y Suerre (155).

De todos estos cacicazgos, sólo los térebes presentaron resistencia y se negaron a prestar obediencia (156).

Por tal motivo Vázquez de Coronado, envió al Sargento Mayor Juan de Turcios, que con el Capitán Diego Caro de Meza, Alguacil Mayor y 26 ó 30 soldados fueron a la provincia de Tervi y en nombre de Su Magestad «tratase y amonestase a los naturales del dicho pueblo é provincia de Tervi, que luego den la, obediencia a S.M. y reconozcan al Rey Don Felipe nuestro Señor por su Rey é Señor» (157).

Se desempeñaron tan bien los emisarios que convencieron pacíficamente a los indios teribes y estando en Cutcurú el Adelantado, se presentó el día 20 de febrero de aquel año de 1564 el cacique QUIQUINCUA «del dicho pueblo de Terbi (que por nuestro nombre llamamos Texbi) con 10 principales y 60 yndios maceguales» y le rindió obediencia intercambiando regalos.

Ya por entonces o poco después, las restantes facciones que hablaban la lengua teribe rindieron obediencia al Adelantado y sellaron el pacto de amistad.

Los primeros indios con que en realidad tomaron contacto los hombres de Vázquez de Coronado al descender desde Ara, fueron los Teribes, y éstos fueron los que protegían a los indios mejicanos, los delegados de Moctezuma.

Los lugares donde hicieron alto y tomaron posesión son claramente nombres teribes: Texbi, Terbi, Quequexque, Cutcurú y el descenso hacia el mar se hizo siguiendo el Río que ya por entonces llamaron de la Estrella, habitat de los teribes, así como el reparto de minas fue sobre las márgenes del mismo río de los teribes.

El año de 1605, el Gobernador y Capitán General de Costa Rica, D. Juan de Ocón y Trillo, hizo un repartimiento de indios contraviniendo las órdenes del Rey y en él se dispone que el pueblo Té-rrebe quede depositado en Diego de Sosa y Juan Alonso.

Ya por entonces (1608) los indios térebes y sus familiares los quequexques tenían como enemigo natural a sus vecinos los ORO-BARASQUE o DORASQUES o DORACES (158), con los que siempre estaban en guerra y que debían estar estrechamente vinculados con los Changuenas y Chánguinas-caribes, si es que no eran los mismos.

El carácter de los teribes y su bravura se manifiesta en diversas ocasiones. El 1611 se rebelan los térrebes, quequexques y otros, matando cuatro españoles (159), y Diego de Sojo, Teniente del Gobernador, envió al Capitán Pedro Flórez para que fuese a investigar y hacer las detenciones de los culpables. El Capitán Flórez fue recibido con una granizada de lanzas que dejaron malheridos a cuatro españoles y siete indios de los que acompañaban al Capitán, muriendo dos caciques del grupo de indios que iban con Flórez. Este atacó sin embargo, tomando al asalto el Palenque teribe que no menciona cuál fue ni en qué parte estaba situado. De allí siguió a otros poblados teribes.

Se calculaba en 20.000 indios los que habitaban el Valle del Duy en el cual se comprendía el Río de la Estrella o Teribe, aunque en esta cifra se englobaban otras tribus diferentes, con lenguas distintas a la teribe. Por otra parte, la sangría era constante, como resultado de las continuas guerras intertribales, y esto constantemente hacía disminuir la cifra de habitantes que se veía equilibrada apenas con el número de nacimientos (160).

El Obispo de Panamá, Fray Francisco de la Cámara, en 1620, calculaba en 4.000 el número de indios que habitaban el Río de la Estrella, «que están en continua guerra los del un río con otro» (se refiere al Teribe y al Changuena), (161).

Se les reconoce como «gente que usa alguna polizía a la usanza mexicana».

El Cabildo de Cartago menciona el año de 1648 que los palenques de Térrebe y Quequexque están habitados por tinos 600 indios y señala que ambos grupos son de la misma provincia (162).

Pero el Censo más detallado procede del año de 1697, en que Fray Francisco de San José tuvo la paciencia de ir de poblado en poblado anotando todo cuanto veía.

Estimaba el fraile que los térrebes disponían de 109 casas y 9 caciques con un total de 1.300 almas. No se incluían los de la Isla de Toja aunque en su mayoría eran térrabas o al menos hablaban esta lengua y que ascendían a 800 almas con más de 100 caciques. Cada casa era habitada por 15 á 20 almas.

En cuanto a los Chánguenas, fueron estimados en 1,200 almas, repartidas en 42 casas y dirigidas por 14 caciques (163).

Reconoce Fray Francisco que «los térrabas son los más trabajadores y tienen más instrumentos». Tenían un gran sentido comercial y sus tratos con algunas tribus como los Borucas del Sur de Costa Rica y Chiriquí y con los mismos mejicanos así lo demuestra.

Tenían sus buenas siembras de maíz, caña de azúcar, plátanos, cacao, pixvá, yuca, frijoles, ñames y cazaban y pescaban en toda época del año.

Es indudable que los misioneros comprendieron el valor de aquel grupo indígena y lo demuestra el hecho de que a pesar de su bravura y frecuentes rebeldías, concentraron su atención sobre ellos, y fueron térrabas los que comenzaron a trasladar al Mar del Sur para poblar la región boruca.

Pero desde el primer instante pudo observarse que mientras un grupo de Teribes era más dúctil y maleable y se plegó a la forma de vida que le dictaron los franciscanos, otro grupo, del que proceden los actuales teribes del Distrito de Changuinola, nunca quiso abandonar la tierra de sus mayores y permaneció en su hábitat contra viento y marea, y todavía sigue en nuestros días aunque ya hayan aceptado ciertas ventajas que les proporciona la vida moderna, tales como vestido, lengua, alimentos, e incluso están construyendo una Escuela.

Los misioneros Fray Antonio de Andrade y Fray Pablo de Rebullida (164), informan que los Téjavas o Téxavas son la misma nación que los Térrabas. Por entonces (1705), los franciscanos habían logrado una paz o armonía temporal entre teribes y talamancas, y señalan que los teribes (del río de la Estrella e Isla de Toja, que hablan una misma lengua) serán unos 2.000.

Lo mismo señala Rafael Fajardo en 1708 (165) que dice que Térrebes e isleños de Toja son de la misma nación torraba.

Fray Antonio de Andrade y Fray Pablo de Rebullida en 1709 informan que los indios de la nación térraba «son aplicados a rezar y las criaturas son muy hábiles, pues aún de pecho hemos visto rezar (166); tienen mucha fe y no olvidan fácil lo que se les enseña como las otras naciones» (167).

Pero no es fácil cambiar a quienes han vivido por siglos a su manera y Fray Pablo de Rebullida recibiría el martirio de las manos de quienes tanto amó como recompensa a sus desvelos por ellos. No en vano escribía en una carta el año 1702: «yo me habré de salir por no tener la vida segura en estas dos naciones por el furor de los Térrabas que a todos nos tiene aterrados» (168).

Los mismos indios teribes fueron los que en un momento de exaltación quemaron 14 iglesias destrozando cuanto encontraron a su paso (169).

En 1719 todavía no habían cambiado los Teribes, y los de la Isla de Toja eran calificados por D. Diego de la Haya Fernández, Gobernador de Costa Rica como «los más belicosos de toda la América, pues no tienen correspondencia ni familiaridad con ninguna nación».

En 1763, Fray Manuel de Urcullu divide a los indios de la región en los siguientes grupos:

Talamancas, que comprenden los cabeceras y viceitas.

Térrabas, que comprenden los de este nombre, y los toxares que habitan la Isla de Toja.

Changuerías Zeguas o mexicanos Dorasques y Guaymíes.

Y señala que «los indios de todas estas naciones son bravos y guerreros pues su más común ejercicio es andar con las flechas y las lanzas adiestrándose para sus guerras … el juego y diversión de los muchachos es disparar y tirar lanzas y así salen muy diestros en su manejo».

Este era el indio Teribe, el antepasado del actual.

Durante nuestra visita realizada al río Teribe en 1964, hemos encontrado un grupo de indios acogedores, cordiales, amables, alegres, felices y un poco infantiles en sus reacciones, sumamente inteligentes, vivaces, despiertos, con un dominio perfecto de la lengua castellana que hablan con un acento peculiar a pesar de su aislamiento, dirigidos por un cacique o Jefe hereditario que ellos llaman EL REY, hombre de edad avanzada, al que todos respetan y aún miman. Recuerdo el detalle al parecer insignificante, cuando solicité permiso para tomar una fotografía de él, y me fue inmediatamente concedido con amplias sonrisas, pero después de hacerme esperar unos minutos durante los cuales dos de los varones de la tribu se acercaron a su REY para peinarle cuidadosamente, ya que llevaba revueltos los cabellos por el viento, acicalarle y estirarle la camisa y colocarle luego cuidadosamente la gorra de cuero con que se adornaba y cubría. Y mientras la escena se desarrollaba ante mis ojos y yo esperaba pacientemente a que terminaran la «toilette», el REY se dejaba hacer muy complacido ante la solicitud y cuidado de sus subditos. Su nombre es Lázaro Santana.

Tienen un gran sentido musical, utilizando diversos instrumentos autóctonos, flautas, pitos, tambores, hechos por ellos mismos y algunos poseen modernas guitarras españolas con las que acompañan sus canciones, antiguas y modernas con gran habilidad.

Sus facciones son agradables, pudiendo calificarse algunos de ellos como realmente agraciados. Tipos robustos, fuertes, bien constituidos y en general bien nutridos, a pesar de las parasitosis intestinales que abultan el abdomen de los niños y hacen palidecer su semblante.

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* LOS INDIOS TERIBES DE PANAMA. 1967. Capitulo X. El Indio Teribe. Trabajo presentado al XXXVII Congreso Internacional de Americanistas, septiembre de 1966.

154 «Provanza de méritos, etc., 1563», loc. cit. (AGÍ, Patronato, 1-3-12/3).

155 Estos fueron los nombres que los caciques de Coto y Tururaca dieron a Juan Vázquez de Coronado, que según ellos disponían de poblados o palenques de población considerable, «la mayor parte poblados en savana, de gran gente y riqueza». («Provanza hecha a pedimento de Juan Vázquez de Coronado acerca de sus méritos y servicios, 1563». (AGÍ, Patronato, 1-3-12/3).

156 «Como consta y es público y notorio, los yndips naturales é vesinos de la

provincia de Tervi no han dado la obediencia a S.M. como lo an hecho todos los de su comarca, y ellos solos están rebeldes». («Obediencias de caciques», loc. cit. 1564).

157 «Obediencias de caciques, 1564», loc. cit.

158 «Carta de Alonso de Bonilla al Gob. D. Juan de Ocón y Trillo 1608». (Arch. Nal. de C. Rica, Fernández, L.: «Col. de Doc. para la Historia de C. Rica, t. V, p. 147).

159 «Información de méritos y servicios del Cap. Pedro Flórez, 1611». (AGÍ, 64-4-5).

160 «Proposición del Capitán Diego del Cubillo, 1617». (AGÍ, 64-2-2). Dice así en este documento: «Las guerras civiles que ay entre los del Valle del Guaymí y los de Quequexque, Térrebe y otros, los que consumen y acaban»

161 «Carta del Obispo de Panamá, Fray Francisco de la Cámara», loc. cit.

162 «Informe del Cabildo de Cartago, 1648». Loc. cit.

163 «Declaración de las casas y parcialidades, etc.», loc. cit.

164 «Informe de los misioneros Fray Antonio de Andrade, Fray Pablo de Rebullida y Fray Lucas de Rivera, Cartago, 2 de junio 1705». (AGÍ, 65-6-28).

165 Carta de Rafael Fajardo, loc. cit.

166 Se entiende con esto que según la costumbre muy generalizada entre los indios de diversas tribus del istmo la lactancia materna duraba mucho tiempo.

167 «Informe de Fray Antonio de Andrade y Fray Pablo de Rebullida, 1709». (AGÍ, 65-6-28).

168 «Carta de Fray Pablo de Rebullida, 1702», (AGÍ, 65-6-28).

169 «Carta de D. Lorenzo Antonio de Granda y Balbín», 1709. (AGÍ, 65-6-28).

Conmemoración y repudio tras 515 años del descubrimiento de América

Conmemoración y repudio tras 515 años del descubrimiento de América

Grupos indígenas marcharon en rechazo al proceso de colonización de América durante los últimos 500 años.

Guillermo Yángüez
Rogelio Adonican
radonican@estrelladepanama.com

Las protestas continuaron ayer en la ciudad capital. El 12 de octubre es una fecha no muy grata para los indígenas de Panamá y de toda Latinoamérica.

Para los aborígenes nacionales la fecha no conmemora el encuentro de dos mundos, como muchos tratan de pintarla, sino que trae malos recuerdos de las atrocidades de los españoles al llegar al continente americano.

Ayer, unos 200 indígenas de las étnias ngöbe, buglé y kunas, junto a grupos estudiantiles de la Universidad de Panamá protestaron dentro y fuera de la Universidad de Panamá, en repudio a la situación de los indígenas en la actualidad y conmemorar la fecha.

Los indígenas iniciaron una marcha a las 10:30 a.m. desde la Biblioteca Simón Bolívar hasta la Facultad de Humanidades, luego salieron a la Transístmica, donde se mantuvieron coreando consignas y portando pancartas, con mensajes dirigidos al gobierno central.

En medio de la protesta intentaron quemar una bandera española, pero no se les permitió, por la gran cantidad de vehículos que se encontraban en el estacionamiento.

Las pancartas tenían mensajes de repudio de manera enérgica a la situación de la Comarca Ngöbé-Bugle, donde han muerto, según cifras del gobierno, 17 niños, a causa de una enfermedad pulmonar.

La protesta, que dio inicio en la Universidad de Panamá, se trasladó hacia las afueras del Hotel Panamá, donde levantaron su voz de protesta por los proyectos hidroeléctricos de Bonyic y Tabasará, que se construyen en la provincia de Bocas del Toro, y los diferentes centros turísticos que atentan contra la constitución comarcal del área.

 

Análisis costo beneficio de hidroeléctricas en la Cuenca del Río Changuinola

Análisis costo beneficio de hidroeléctricas en la Cuenca del Río Changuinola

Por: Sara Cordero et al
INCAE, Costa Rica, Julio 2006.
Publicado por The Nature Conservation, Conservation International y Critical Ecosystem Partnership Fund

Este estudio presenta los resultados de la evaluación financiera y económica de cuatro proyectos hidroeléctricos en Panamá. Todos los proyectos se ubicarían en la cuenca Changuinola-Teribe en la provincia de Bocas del Toro, dentro del Bosque Protector Palo Seco (BPPS).

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Tres de los proyectos serían construidos en el Río Changuinola (Chan 75, 120 y 220) y el cuarto proyecto (Bonyic), en la Quebrada Bonyic del Río Teribe. Ambos ríos nacen en el Parque Internacional La Amistad (PILA). La capacidad instalada conjunta de los proyectos sería de 446 megavatios (MW), lo que equivale al 30% de la capacidad total instalada en Panamá a finales del año 2004.

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Nuestro análisis indica que el conjunto de proyectos tiene una fuerte probabilidad de ser económica y financieramente factible; sin embargo, podría causar serios impactos en los recursos ambientales de la zona, además de ocasionar grandes pérdidas en el bienestar económico de las comunidades indígenas que viven en los alrededores de estos ríos. Calculamos que la empresa que construya y opere las cuatro centrales, podría ganar alrededor de B/. 87 millones en términos de valor actual neto (VAN). El VAN es la suma de las ganancias de cada año, que son descontados utilizando una tasa de interés que refleja potenciales rendimientos de otras inversiones y el costo de crédito. Un VAN superior a cero indica que una inversión es factible.

Traducimos este valor financiero a una cifra económica para un acercamiento más amplio, considerando los costos y beneficios para Panamá como un todo y no sólo para el inversionista. Esta conversión se hace excluyendo del análisis cualquier impuesto o subsidio, que son mecanismos de transferencia artificiales introducidos por el Estado, y utilizando precios sombra, que corrigen deficiencias en la estructura de los mercados para los insumos y productos del proyecto. Finalmente se incluyen impactos externos, entendidos como aquellos no percibidos financieramente por la empresa, pero claramente asociables a sus actividades.

El valor actual neto económico del proyecto fue calculado en B/. 92 millones. Este último resultado oculta el hecho de que los impactos negativos del proyecto se concentran en un ambiente de importancia global para la conservación, y un sector social tradicionalmente abandonado y desfavorecido.

El Parque Internacional La Amistad estaría más expuesto a la deforestación, debido a la creación de nuevas vías de acceso cerca de sus límites, y vería especies de peces migratorios extirpados de algunas áreas. Por ejemplo, se perdería diversidad acuática en 704 Km. de ríos permanentes dentro del BPPS y del PILA. El área total donde se perderán especies acuáticas corresponderá a 1493 Km². Si la biodiversidad dentro del PILA se ve afectada, es probable que los impactos se extiendan a otros ecosistemas, pues por su ubicación geográfica, sirve de puente para el intercambio de fauna y flora entre América del Norte y Sudamérica El Complejo de Talamanca, del que el PILA forma parte medular, es una de las regiones del Planeta con mayor endemismo y diversidad biológica. Por sus características singulares, el PILA se reconoce como área núcleo de la Reserva de la Biosfera la Amistad y fue declarado como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Por falta de datos confiables, este estudio no estima un valor monetario para las posibles pérdidas en biodiversidad, ni calcula los costos adicionales de vigilancia y gestión del PILA y el Bosque Protector Palo Seco una vez que sean más accesibles. Nos limitamos a un estimado del costo bruto de emisiones de dióxido de carbono y el costo de un intento de rescate de peces migratorios afectados por los proyectos.

El primer valor asciende a B/. 24.9 millones, mientras que el segundo fue estimado en B/1.3 millones. Señalamos que en el caso de los peces, la probabilidad del exitoso trasporte de las especies cuya migración se vería impedida es sumamente baja y este valor no se debe considerar adecuado para resolver el impacto, que probablemente no sería mitigable.

Aparte de los impactos ambientales, estarían los socio-culturales en las comunidades Naso y Ngöbe. Estas comunidades tienen culturas muy complejas y no es objetivo de este estudio analizarlas, pero sí pudimos constatar que se basan en el autoabastecimiento y en el grado de autodeterminación que hasta el momento el aislamiento les ha permitido. Si los proyectos son desarrollados, estas comunidades no estarán aisladas y es probable que su capacidad de autoabastecimiento se reduzca por la disminución/eliminación de recursos naturales disponibles. Considerando el caso, no es posible reducir a una cifra monetaria las tradiciones e historia común que se verían afectadas por las obras y apertura de vías de acceso. Por eso, con este análisis se pretende vislumbrar apenas los usos que las comunidades hacen de los recursos naturales y el incremento en el costo de vida que tendrían que pagar al trasladarse a otro sitio. Según nuestros cálculos, estas pérdidas alcanzarían los B/. 56.2 millones.

Este es un caso claro en el que una inversión económicamente eficiente no será equitativa. El análisis destaca que los beneficios de las represas los recibirían la empresa, los bancos prestatarios y el gobierno, mientras que los costos los sobrellevarían las comunidades indígenas de la cuenca Changuinola – Teribe y el ambiente natural. El siguiente cuadro resume esta distribución de costos y beneficios.

ganancia-y-perdidas-de-proyectos-hidroelectricos-en-la-cuenca-el-rio-changuinolaEn teoría, esta distribución no-equitativa de costos y beneficios puede corregirse a través de compensación.

En la práctica, la compensación y las medidas ambientales suelen ser insuficientes en el contexto de grandes obras de infraestructura. Los Estudios de Impacto Ambiental para los cuatro proyectos no sugieren que los gastos en compensación social y protección del ambiente lleguen a los valores de los impactos que hemos calculado en este estudio, que, en todo caso, son solo estimativas parciales de los posibles daños. No obstante, el estudio deja claro que entre los B/. 87 millones en ganancias de la empresa y unos B/. 93 millones que el gobierno recaudaría en impuestos, habría fondos significativos para compensar y mitigar los impactos de las cuatro represas.

Finalmente, hay que reconocer que cualquier obra de esta envergadura trae consigo impactos en el ambiente y la cultura que no pueden ser evitados ni mitigados. Le corresponde a la sociedad panameña decidir si los beneficios de energía para consumo nacional y exportación son lo suficientemente importantes como para justificar estos sacrificios.

Propósito

Este estudio tiene como objetivo evaluar las implicaciones financieras y económicas de los proyectos hidroeléctricos Bonyic, Chan 75, Chan 140 y Chan 220. El estudio también pretende evaluar el efecto de los proyectos hidroeléctricos propuestos sobre el ambiente natural y social del área. Este acercamiento integrado facilitará un mejor entendimiento de las ventajas y desventajas de estas obras, la distribución de estos costos y beneficios entre los distintos actores (poblaciones afectadas, empresa, gobierno, banco, y naturaleza) y las medidas necesarias para compensar por aquellos impactos que son inevitables en caso en que se construyan las hidroeléctricas.

Los Proyectos

Los proyectos hidroeléctricos, objeto de este estudio son: Changuinola 75 (El Gavilán), Changuinola 140 (Cauchero II), Changuinola 220 y Bonyic. Todos están localizados el la Provincia de Bocas del Toro, dentro de la Cuenca Changuinola-Teribe y el Bosque Protector Palo Seco (BPPS). Los ríos utilizados por los proyectos, Quebrada Bonyic y Río Changuinola, nacen en el Parque Internacional la Amistad (PILA) . Las casas de máquinas, presas, caminos de penetración y gran parte de las líneas de transmisión estarían dentro del Bosque Protector Palo Seco . Los estudios de Impacto Ambiental de estos proyectos fueron aprobados en Octubre y Noviembre de 2005.

La capacidad instalada conjunta sería de 446MW y equivale al 30% de la capacidad total del país a fines del año 2004. El tiempo de construcción estimado para cada proyecto está entre 2 y 3 años, mientras que la fase de operación se tiene prevista para un período no menor de 50 años. El monto total de la inversión requerida para la ejecución de estos proyectos asciende a B/. 538 millones.

Área de Estudio

El área total de la Cuenca Changuinola-Teribe consta de 3,202 km2, donde recorren  las aguas del Río Changuinola, con 118 kilómetros y el Río Teribe con 96 kilómetros. Estos ríos son cortos y caudalosos debido a la geografía de la región, al igual que la mayor parte de los ríos en Centroamérica (McLarney et al 2005).

La cuenca del Changuinola se encuentra dividida en diferentes categorías de manejo. La parte alta de la cuenca (2,070 Km²) se encuentra dentro de los límites del Parque Internacional La Amistad (PILA), que a su vez forma parte del núcleo de la Reserva de la Biosfera y fue declarado Patrimonio Mundial de la Humanidad por UNESCO debido a la gran importancia y diversidad de sus ecosistemas.

La parte media de la cuenca se cataloga como una reserva forestal , llamada Bosque Protector Palo Seco (con más de 1,250 Km²). La parte baja está dividida en tierras particulares y el Humedal San San Pondsak , también catalogado Sitio Ramsar10.

La diversidad del Parque Internacional es representada por 100 especies de mamíferos, 61 especies de reptiles, 91 especies de anfibios, 400 especies de aves y más de 25 especies de peces dulceacuícolas (Mafla et al. 2005). Hay una gran diversidad de especies de plantas de las cuales 180 son únicas en el mundo. En total se calcula que un cuatro por ciento de la diversidad a nivel mundial se encuentra presente en esta zona (TNC 2005); esto debido en parte a su gran variación altitudinal que se extiende desde los 3,162 msnm (Cerro Echandí) hasta 0 msnm, en la costa (Mar Caribe), pero también por su ubicación geográfica que sirve de puente genético para el intercambio de fauna y flora entre América del Norte y Suramérica (Heckadon 2001).

La población de las comunidades localizadas en el área de influencia de los proyectos es mayoritariamente indígena, correspondiente a los grupos Ngöbe (Río Changuinola) y Naso (Teribe). De acuerdo con la información suministrada por el último Censo de Población y Vivienda (DEC 2000 b), en el año 2000 la población total de las comunidades que se seleccionaron como afectadas por este estudio, ascendía a 2,480 personas; sin embargo, la encuesta realizada para este estudio reveló que en octubre de 2005 el número de pobladores era superior a 5,000 personas. Alrededor de 4,000 son de la etnia Ngöbe y 1,000 Naso.

La agricultura es la principal actividad productiva de ambos territorios (Ngöbe y Naso), seguida por la pesca y la caza. La actividad ganadera es incipiente. Los principales productos de consumo son el arroz, maíz, pixbae, plátano, naranjas, tubérculos (yuca, otoe, ñame, ñampí, dasheen), frijol, aguacate, café, cacao y coco, entre otros. La producción está destinada fundamentalmente (más del 90%) al consumo familiar. La dificultad y costo de traslado es el principal obstáculo de la comercialización. Esto hace que el flujo de dinero sea mínimo en estas comunidades, sobre todo en aquellas más alejadas. La producción que se vende se utiliza para generar los ingresos necesarios y suplirse de aquellos productos que no producen, y/o para costear gastos médicos.

En algunas de las comunidades existen escuelas primarias y puestos de salud; sin embargo, son comunes los casos de ausencia de personal, recursos y materiales para su adecuado funcionamiento.

En caso de requerirse servicios adicionales (atención médica y/o colegios) los pobladores deben trasladarse a Changuinola o Almirante. En estas comunidades no hay electricidad y los acueductos son rudimentarios.

La abundancia de recursos maderables en la zona permite a las poblaciones contar con viviendas en buen estado, con capacidad de dar cobijo a familias numerosas, a veces mayores a 15 personas. En algunos casos, las familias cuentan con dos casas: una cercana al centro del pueblo para facilitar la movilización de los niños a la escuela y la participación en los cultos, y la otra cercana a las áreas de cultivo.

Las comunidades indígenas residentes en el territorio no cuentan con derechos de propiedad. Algunos pocos pobladores tienen derechos posesorios, pero la gran mayoría carece de todo derecho más allá del uso de las tierras. La zona Ngöbe (Río Changuinola) es considerada como un territorio anexo de la Comarca Ngöbe-Buglé, pero no cuenta con el mismo estatus jurídico de ésta. Los Naso, por su parte, llevan décadas luchando por la creación de una comarca en su territorio. Actualmente se

encuentra en discusión en la Asamblea Nacional de Diputados un Proyecto de Ley para la creación de dicha comarca.

Sector Eléctrico

La capacidad instalada de generación eléctrica a nivel nacional era de 1,507 MW en el año 2004, con 845 MW de potencia hidráulica y 662 MW de potencia térmica. La generación requerida para cubrir el crecimiento de la demanda de electricidad en el mercado nacional hasta el año 2017 asciende a 1,502 MW (escenario moderado) y 1,818 MW (escenario alto) (COPE 2005b).

En Panamá los planes oficiales de expansión de generación eléctrica son indicativos, pues el sector privado es quien desarrolla los proyectos. A febrero del 2004 estaban en trámite en el Ente Regulador de los Servicios Públicos más de 70 concesiones para la generación hidroeléctrica, con un potencial instalable conjunto de 1,739 MW (ERSP 2005). Según el Inventario de los Proyectos Hidroeléctricos publicado por la Gerencia de Hidrometeorología y Estudios de ETESA al 24 de Noviembre de 2000 (COPE 2005 b), se describen ocho proyectos dentro de la cuenca del Changuinola-Teribe, los cuales tendrían un potencial instalable de 1,029 MW, 40% del potencial hidroeléctrico identificado para todo Panamá. Por una carencia de información pública sobre los demás proyectos, este estudio solamente analiza cuatro de los ocho proyectos en la cuenca.

Existen varios proyectos de transmisión de energía eléctrica a nivel regional que tienen un enlace importante con los proyectos analizados en este estudio (COPE 2004a). El Sistema de Interconexión Eléctrica para América Central contempla la construcción de 1,800 kilómetros de línea de transmisión de 230 KV (Panamá – Guatemala) que aumentará la capacidad de intercambio de energía en Centroamérica a 300 MW, con un costo de B/. 315 millones. También existe el proyecto del Anillo Internacional de la Amistad, que consiste en una línea de transmisión de 230 KV entre Guasquitas y Guabito por etapas. Además de promover el desarrollo hidroeléctrico de las cuencas de los ríos Teribe y Changuinola con más de 1,000 MW de capacidad, permitiría intercambios adicionales de hasta 120 MW con Costa Rica.

También se está realizando el estudio de factibilidad para la integración eléctrica Panamá – Colombia, donde se firmó el memorando de entendimiento para los estudios de factibilidad de la Integración Energética entre la República de Panamá y la República de Colombia el 1 de noviembre de 2004.

El proyecto consiste en una línea de transmisión de 230 KV, de aproximadamente 570 Km. con una capacidad de 300 MW, a un costo de entre B/. 170 y B/. 220 millones. El aumento en la capacidad de intercambio va acompañado del aumento en la capacidad de generación en toda la región. Actualmente, existen por lo menos 390 proyectos hidroeléctricos planteados con una capacidad conjunta de más de 12,000 MW (Burgués 2005). A continuación se desglosan los proyectos hidroeléctricos por país.

Externalidades ambientales

La cantidad de cobertura boscosa eliminada corresponde a las áreas descritas como áreas a ser construidas o inundadas, que son parte del proyecto. Como puede verse en el siguiente cuadro, se estima que para la ejecución de los cuatro proyectos se deforestarían un total aproximado de 2,527 hectáreas de bosque primario y secundario intervenido. Es probable que el área sea mayor, ya que las distancias planteadas en los EIA´s para la construcción de carreteras corresponden a líneas rectas.

Por el relieve que presenta la región es imposible construir carreteras en línea recta. Además de eso, la deforestación proyectada se limita a derechos de vía de 20 metros para carreteras y 30 metros para líneas de transmisión (EPR 2005), omitiendo la deforestación indirecta que suele resultar de cambios en el uso de la tierra alrededor de las vías nuevas.

Externalidades sociales

Los proyectos hidroeléctricos cambiarán las condiciones de vida de las comunidades afectadas. Actualmente, la condición de vida de estas comunidades depende principalmente de los productos agrícolas que cosechen, los animales que crían, la pesca, madera para cocinar y construir, y el agua a su disposición. Para encontrar un valor en el cambio en las condiciones de vida, producto de un posible reasentamiento, se utilizo el método del costo de sustitución; es decir, se calculó el valor de su producción y el valor de los gastos no incurridos por la disponibilidad de recursos naturales presentes a su alrededor. Esto representa únicamente un cálculo para efectos de valoración y no es equivalente a la compensación necesaria por traslado, ya que no incluye otras pérdidas distintas al valor de las necesidades básicas, como por ejemplo recreación, autonomía y legado.

Para obtener este valor y además poder contar con un mejor entendimiento de los proyectos y sus impactos, se aplicó una encuesta en la zona. El objeto de la encuesta fue obtener información sobre la composición, características, ingresos y patrones de consumo y producción de los hogares en la zona (Ver Anexo 7 del documento original).

El diseño de la muestra se hizo con base en los resultados de los Censos de Población y Vivienda (DEC, 2000). El criterio utilizado para la identificación de las comunidades fue su cercanía a las áreas de los embalses propuestos (refiérase al Anexo 8). Aunque la muestra había sido diseñada para representar por lo menos un 10% de la población, esto sólo se logró en el área Teribe, porque se encontró una enorme diferencia entre los datos presentados por los Censos de Población y Vivienda (2000) y los resultados del trabajo de campo y consulta a las comunidades.

La participación del área Teribe fue del 10.4%, producto de la visita a 15 de las 143 casas que conforman la zona de impacto del proyecto. En el área del Río Changuinola, se logró visitar un total de 47 de las 609 casas que conforman la zona de impacto del proyecto, lo cual corresponde al 7.7% de la representación total. El método utilizado fue el de la entrevista cara a cara con jefes o cabezas de hogar. Se visitaron las comunidades elegidas y la selección de los encuestados se hizo al azar. El trabajo de campo se realizó del 10 al 14 de octubre de 2005 en el área del Río Changuinola y del 17 y 18 de octubre de 2005 en el área del Río Teribe.

Se denominó como “valor de producción por hogar” el valor de los productos que una o varias familias que habitan una casa producen, crían y pescan. Se utilizaron las encuestas para determinar un promedio de la producción por hogar y los precios a los que actualmente los pobladores compran y venden sus productos (ver Anexo 9 y 10). Se estimó que el valor anual de la producción por hogar en la zona de afectación del proyecto Bonyic es de B/. 3,470 (promedio 7 personas por casa). El valor que corresponde al área de afectación de los proyectos Chan 75, 140 y 220 es B/. 4,208 (promedio 11 personas por casa)

Se denominó como “valor de gastos no incurridos por hogar” el valor de los gastos de alquiler, pago de agua y energía que una casa promedio afectada no tiene actualmente, porque las necesidades de vivienda, agua y energía son suplidas por los recursos a su disposición. Se calculó que el valor anual de gastos no incurridos para un hogar afectado por el proyecto Bonyic sería de aproximadamente B/.1,800 y para un hogar afectado por las hidroeléctricas Chan 75, 140 y 220 sería de B/. 2,133 (por tratarse de una mayor cantidad de habitantes por hogar).

El valor actual del cambio de las condiciones de vida de las comunidades afectadas por los proyectos, contempla el valor de producción y de gastos no incurridos anualmente durante 25 años (plazo de análisis) traídos a valor presente (refiérase al Anexo 11). Este valor asciende a B/. 56.2 millones a la tasa de descuento económica, y muestra que el 16% de la pérdida será sufrida por comunidades Naso y el 84% por los Ngöbe. El monto toma en cuenta una tasa de crecimiento de la población de un 2.4% anual; tasa estimada para Bocas del Toro para el período 2000-2005 (DEC, 2005). Esta tasa es moderada, dado que la tasa estimada para la comarca Ngöbe Buglé es de 2.66% anual.

Impactos ambientales no valorados

En el análisis económico se valoraron únicamente el dióxido de carbono transferido a la atmósfera, el costo de intentar rescatar especies acuáticas migratorias y las pérdidas sufridas por las comunidades afectadas. A continuación se discuten algunas consecuencias que tendrán los proyectos que no fueron incluidos en los cálculos.

Estratificación del embalse

Estancar agua en un embalse, especialmente en el trópico, termina inevitablemente en una estratificación de la temperatura del agua. En torno a esto se puede tener como resultado (dependiendo de características de corriente, profundidad, vientos etc.) una estratificación más o menos permanente, con una mayor temperatura de la natural en la superficie y con agua fría y desoxigenada en el fondo. Este proceso de desoxigenación puede ser acelerado por el proceso natural de eutrofización.

El cambio en la composición del agua afectará a las especies que habitan en las aguas arriba y abajo de la represa, ya que esta agua desoxigenada y con temperaturas estratificadas es la que pasará aguas abajo de la presa.

Pérdida de biodiversidad

Con los proyectos se perderá diversidad acuática en 704 Km. de ríos permanentes dentro del BPPS y del PILA. El área total donde se estima se perderán especies acuáticas es de 1,493 Km² (McLarney et al. 2005). Además se espera que ocurra un incremento en la extracción de recursos naturales como consecuencia directa de la creación de caminos.

Producto de la extirpación de varias especies, la biomasa animal se verá reducida aguas arriba, debido a una pérdida de producción secundaria (nutrientes descompuestos) que es esencial para toda la cadena trófica. Esto afectaría tanto a especies acuáticas como a especies terrestres. Por ejemplo, la población de un animal terrestre, como el gato de agua (Lutra longicaudis), que se alimenta de camarones, disminuirá como resultado de la extirpación de camarones aguas arriba de la represa.

La disminución en la población de este animal producirá otros efectos significantes, aunque poco previsibles. Dichos efectos, uno como consecuencia de otro, van formando cadenas y dan lugar al fenómeno de cascadas tróficas que pueden ocasionar modificaciones grandes en ecosistemas, mucho más allá de los que son inmediatamente evidentes.

La biomasa animal también podría reducirse aguas abajo de la presa (incluyendo el estuario), producto de la disminución de nutrientes que provenían de aguas arriba, cambio en el flujo, nivel, composición química y temperaturas del agua. Esta reducción en biomasa y otros cambios asociados con la creación de barreras artificiales también desencadenarán cascadas tróficas aguas abajo de la presa. Por ejemplo, reducir los números de peces pequeños y diádromos significa reducir los recursos esenciales para peces como el róbalo, jurel, ronco, y otros que suben del mar al Río Changuinola y al Río Teribe en busca de alimento. Es por eso que, antes de proponer cualquiera modificación al sistema del río, se deben considerar los requerimientos de las diferentes etapas de vida –adultos móviles, juveniles, larvas y huevos pelágicos y planctónicos de todas las especies migratorias.

Integridad del PILA y Palo Seco

El Parque Internacional la Amistad (PILA) ofrece un marco ético y legal para justificar la conservación de la biodiversidad y protege las nacientes de los ríos donde se proyectan estas represas. La viabilidad a largo plazo de los proyectos hidroeléctricos en mención depende de la conservación del ecosistema del PILA.

La degradación del PILA se verá acelerada por la construcción de las carreteras que llegarán hasta los sitios de presa. Para el proyecto Bonyic la carretera se construirá en la margen del río, el cual es parte del límite del propio PILA. Para los proyectos sobre el Río Changuinola las carreteras que facilitarían acceso a los sitios de presa estarían a menos de 3 kilómetros lineales del PILA. Estas carreteras debilitarían la zona de amortiguamiento del parque y eliminarían, al crear puentes, la principal barrera de acceso al PILA en estas zonas: los ríos El Bosque Protector Palo Seco (BPPS) protege la zona de amortiguamiento del PILA en la cuenca Changuinola-Teribe. Aunque no tiene una categoría de protección tan fuerte como la del PILA es un área protegida o, en las palabras de de los EIA’s de CHAN 75, CHAN 140, y CHAN 220, “puede considerarse un santuario de la naturaleza”. Sin embargo, sufriría efectos similares a los descritos arriba para el PILA, además de la pérdida directa de 2,527 hectáreas de bosque, porque la mayor parte de infraestructura sería construida en esta zona.

Por otra parte, la población aumentará drástica y repentinamente en el Bosque Protector Palo Seco (BPPS), debido a la necesidad de mano de obra. Las comunidades más cercanas a los puntos donde se construirán las represas no serán capaces de suplir esta necesidad, ya que son bastante pequeñas, y gran parte de esa población es muy joven. De acuerdo con los números que se presentan en los EIA’s, la cantidad de mano de obra que se requiere para la etapa de construcción de la casa de máquinas, embalse y presa es de:

a) 900 personas para Chan 75 c) 900 personas para Chan 220

b) 900 personas para Chan 140 d) 450 personas para Bonyic

Impactos sociales no valorados

Cambios culturales

Las culturas Naso y Ngöbe son muy complejas y en este estudio no se pretende analizarlas; pero sí comprobamos que son culturas que se basan en el autoabastecimiento y en el grado de autodeterminación que hasta el momento el fenómeno de aislamiento les ha permitido. Si los proyectos son desarrollados, estas comunidades dejarán de estar aisladas y es probable que su capacidad de autoabastecimiento se vea limitada por la reducción de recursos naturales disponibles. Así mismo, esos recursos se verán reducidos por la deforestación, y por los cambios en el ecosistema, producto de los proyectos y debido a nuevos pobladores atraídos por la facilidad de acceso y trabajo temporal.

Cambios en la tenencia de tierras

Con la creación de carreteras es muy probable que la manera en que hasta ahora se ha manejado la tierra y los derechos del uso de la propiedad cambien, pues casi nadie cuenta con títulos de propiedad. En el caso de que los proyectos causen perjuicios en tierras manejadas por las comunidades, o facilite el ingreso de otros pobladores, será difícil que las comunidades puedan defender legalmente sus derechos a las tierras en las que actualmente trabajan o residen.

Cambios en la salud

La creación de lagunas artificiales con aguas estancadas y la eliminación o disminución de organismos (peces) que controlan los insectos, son condiciones propicias para el incremento de las poblaciones de mosquitos (por ejemplo Aedes aegypti, vector del dengue que afecta las poblaciones humanas) que desmejora la salud de los pobladores de la región.

La mejora en los caminos de penetración a la zona facilitará el desplazamiento de enfermos a centros de salud, pero esta mejora en las condiciones de salud pública, se ve limitada por los escasos recursos monetarios con los que cuentan las comunidades para pagar los servicios a los cuales tendrán mejor acceso físico. Aún así, la construcción de caminos de penetración puede considerarse una mejora significativa porque los centros de salud existentes en la zona, por lo general, no cuentan con personal ni medicamentos.

Cambios en la educación

Los caminos facilitarán el acceso a centros de educación secundaria. Sin embargo, el aprovechamiento de esta mejora también se verá limitado por los escasos recursos monetarios de los pobladores.

Aún así, puede considerarse una mejora, dado que muchos de los centros educativos de las comunidades se caracterizan por la falta de personal y material didáctico.

Análisis Distributivo

El criterio de equidad del proyecto se analiza basado en la distribución de los beneficios y costos.

Hemos identificado estos flujos para el gobierno, las poblaciones directamente afectadas, la naturaleza, la empresa que desarrolle el proyecto y el banco prestatario.

El siguiente cuadro muestra que las ganancias son significativas para la empresa y también para el gobierno de Panamá mediante la recaudación de impuestos. La cifra de B/. 193 millones para el sector bancario se refiere a intereses brutos, sin sustraer costos de administración e intereses pagados por el banco por uso de los fondos. Los valores para el ambiente natural y las comunidades afectadas son rotundamente negativos. Este análisis deja claro la potencial inequidad del conjunto de proyectos Changuinola- Bonyic. Si fueran implementados tal como los entendemos, los proyectos ocasionarían costos tangibles y significativos y daños no cuantificables a la naturaleza, y a las comunidades afectadas, a la vez que generarían ganancias para el gobierno, la empresa inversionista y los bancos.

Todos los montos mencionados a continuación son valores presentes, considerando un periodo de análisis de 25 años para los proyectos.

Este análisis muestra claramente que mientras la mayoría de los beneficios los recibirían el inversionista, el banco prestatario y la administración gubernamental, los costos del proyecto los sobrellevarían, de manera concentrada, el ambiente natural y los habitantes del área afectada. Esto representa un aumento en la brecha de ingresos entre estratos socio-económicos. Aunque los proyectos muestran indicadores de eficiencia positivos, sus indicadores de equidad y sostenibilidad ambiental son negativos.

El presente estudio no tiene como fin recomendar que se construyan o no proyectos hidroeléctricos en el Río Changuinola y la Quebrada Bonyic; sin embargo, hay ciertas deficiencias en la forma como evidentemente se pretenden desarrollar estos proyectos, y éstas deficiencias deben de ser consideradas en cualquier debate sobre estos o futuros proyectos energéticos.

Entre las deficiencias podemos anotar que no existe un plan satisfactorio para evitar daños culturales, ni para compensar de forma adecuada a los afectados por los proyectos. Es más, en los estudios de impacto ambiental se subestima la cantidad de personas y comunidades afectadas por los proyectos y el grado de afectación. Las acciones de mitigación y compensación deben de ser específicas, aceptadas por las comunidades, de una magnitud que corresponda a los potenciales daños y garantizadas financieramente antes del inicio de la construcción de los proyectos.

De la misma forma, no percibimos la existencia de medidas que evitarían invasiones y deforestación en el BPPS y el PILA, que serán fuertemente expuestos por las nuevas vías de acceso. Hay planes para aportar fondos durante cinco años al BPPS, pero son insuficientes, porque la amenaza a la integridad del PILA y el BPPS permanecerá mientras existan los accesos. Además, los EIA’s de los proyectos proponen construir puestos de vigilancia, pero no se habla de financiar la vigilancia en sí. Los supuestos pagos por servicios ambientales a favor del PILA, mencionados en resoluciones gubernamentales para los proyectos Chan 140 y 220, no tienen especificidad en cuanto a montos y no se extienden al proyecto Chan 75. Éste, como primero en la serie de represas sobre el Río Changuinola, desencadenará el proceso de pérdida de biodiversidad, sobre todo la acuática.

Un plan ambiental adecuado debe de tener un fundamento científico fuerte, fondos garantizados antes del inicio de obras, una amplia consideración de fuentes energéticas de menor impacto, y compensación de los impactos inevitables en la forma de inversiones en la protección de otras áreas. Por la propia seguridad económica de los proyectos, la inversión debe ser estructurada para fortalecer las áreas que protegen las nacientes y no para debilitarlas.

En este caso los proyectos también deben salvaguardar otros valores propios del PILA y el BPPS. Éstos forman parte de una Reserva de la Biosfera y en al caso del PILA es Patrimonio de la Humanidad. Según nuestro análisis, existen ganancias suficientes para mitigar algunos de los impactos ambientales y pérdidas económicas que sufrirán las comunidades indígenas. Es de fundamental importancia que, en el caso que estos proyectos se lleven a cabo, los fondos sean destinados a estos fines para solventar los problemas de equidad y sostenibilidad que los proyectos ocasionarán.

Finalmente, señalamos que un costo elevado de adecuada mitigación y compensación no debe ser en ningún caso motivo para no invertir en estas porque tal decisión indicaría que el proyecto, bien hecho, es económicamente no viable. Deben ser descartados primero los proyectos que su implementación responsable.

Reserva de la Biosfera: Área que contiene muestras representativas de biomas importantes, rasgos naturales singulares, así como pautas armónicas estables de uso de la tierra. También puede tratarse de ecosistemas modificados susceptibles de investigación, especialmente para estudios de referencia, control ambiental y educación.

Sitio de Patrimonio Mundial: Área con rasgos naturales y culturales de significación internacional, que contiene muestras de los períodos evolutivos de la tierra, procesos geológicos significativos, rasgos o comunidades naturales singulares o en peligro, con gran valor artístico, científico, cultural, social o tecnológico, o de gran antigüedad.

Reserva Forestal: área boscosa, destinada a la producción y aprovechamiento de los recursos maderables y no maderables del bosque, de forma controlada, garantizando su capacidad de renovación en el tiempo, a través de un manejo y aprovechamiento sostenible del recurso forestal. Esta área deberá contribuir a la conservación de la diversidad biológica, generar bienes y servicios ambientales a la sociedad, y rentabilidad económica por su aprovechamiento sostenible.

Créditos

Sarah Cordero

INCAE Business School

Ricardo Montenegro

Alianza para la Cooperación y el Desarrollo

Maribel Mafla

Asociación ANAI

Irene Burgués Arrea

Conservation Strategy Fund

John Reid

Conservation Strategy Fund