¡Oh, que bonito es Panamá! La tierra de sus sueños.

¡Oh, que bonito es Panamá! La tierra de sus sueños.

Ariel Rodríguez Vargas
Biólogo y ecologista

Janosh es un escritor alemán de origen polaco que en 1978 publicó una obra literaria para niños sobre la historia de un osito y un pequeño tigre que viven en la campiña alemana y que deciden buscar el lugar llamado Panamá luego que encontraron de manera fortuita una caja vacía de bananas que flotaba en el río cercano a su casa, pero la caja tenía un delicioso aroma a bananas y que tenía escrito el nombre de Panamá. Ellos piensan que ese lugar de las bananas olorosas debe ser la tierra de sus suenos…

La fuerza literaria de este cuento catapultó la fama del autor. Ha sido tan famoso este tierno cuento que en el año 2006 la Warner Bothers lanzó la película animada –Oh, wie schön ist Panama– (Qué lindo es Panamá) que es el nombre original del cuento. Confieso que no he visto todavía la película y tan pronto la vea se las cuento. Los jóvenes alemanes que nacieron desde 1980 para acá que en la actualidad tienen 29 anos o menos, es casi seguro que conocen esta historia del tigre y el oso que viajan a la tierra de las bananas olorosas! Tengo entendido que esta serie animada llegó a Latinoamérica bajo el nombre del oso y el tigre y los demás, pero personalmente no recuerdo haberla visto en la televisión panameña.

Oh, wie Schön ist Panama!

Oh, wie Schön ist Panama!

En el cuento ellos no saben el camino, pero marcan el destino PANAMÁ en un poste. En el camino a Panamá ellos se encuentran con el ratón, el zorro, el pato y la vaca, pero por desgracia estos no conocen el camino a Panamá, o bien dan las respuestas incorrectas, similares a los consulados de Panamá en Europa. Cuando empieza la lluvia el oso construye rápidamente una cabaña como refugio. Después de la lluvia el tigre recoge algunos hongos, ya que ambos están hambrientos. Cuando ya han terminado su comida se encuentran con el conejo y el caracol, quienes invitan al tigre y al oso a su casa. Duermen en un sofá y dicen que quieren comprar una casa también, tan pronto como encuentren la tierra de sus sueños.

También se encuentran con un cuervo, quien les puede ayudar a encontrar el camino. Él los lleva hasta en un árbol muy alto y le muestra la supuesta ruta a Panamá que era más el campo en el que antiguamente vivían ellos. El oso y el tigre están tan impresionados por la nueva perspectiva, que no se dan cuenta que es su antiguo hogar. También encuentran el antiguo anuncio de Panamá que habían colocado, y están convencidos de que en realidad llegaron a Panamá. Ellos reparan su casa, compran un sofá y viven como antes, pero ahora son felices porque han encontrado la tierra de sus sueños.

Para el contexto cabe mencionar que para finales de los anos setenta y ochenta del siglo pasado, Panamá exportaba los mejores bananos a Alemania a través de la marca Chiquita. Había dos regiones que producían banano en Panamá para la exportación a Alemania y Estados Unidos: Puerto Armuelles en la vertiente del Pacífico y Changuinola en el Caribe.

Lo único que nos ponemos a pensar de todo esto es cuánto hemos desaprovechado el uso de este cuento infantil para atraer a los niños alemanes, ahora adultos para que conozcan el Panamá de Janosh, pero en América. Si millones de alemanes han leído este cuento es casi seguro que por lo menos un millón de ellos deben tener curiosidad de conocer este lugar donde el osito y el tigre nunca pudieron llegar realmente.

Vale la pena seguir luchando por la conservación de Panamá la verde y la promoción del turismo verde en Europa, que así si podemos decir que somos la tierra de los suenos de todos.

Los guardianes del Paraíso

Los guardianes del paraíso

Las comunidades de la península Valiente apuestan a la conservación y a un modelo de explotación turística comunitaria.

CONTEMPLACIÓN. El atardecer en uno de los muelles que salpica la comunidad de Kusapín. LA PRENSA/Paco Gómez Nadal

PACO GÓMEZ NADAL
paco@prensa.com

A unos 40 minutos de caminata de Kusapín está Mursaray (la forma ngobere de denominar Guacamayo). Mursaray significa, en una traducción aproximada, “lo que quedó”, y si se destaca es porque allá un monstruo inundó las hermosas playas llenas de uvos y la población se protegió en un cerro para salvar la vida.

Acá, en esta calma que parece imposible en un mundo de celulares y tiempo envasado, una pequeña comunidad guarda el paraíso.

Una sucesión de playas interminables, con olas espumosas que ora acarician ora golpean, sembradas de palmas que un día mantuvieron a la población con sus cocos para la exportación y bañadas desde el interior por una vegetación sin límite y unos cultivos que hasta sin trabajarlos regalan comida y sombra.

Muy cerquita está Kusapín, el pueblo más grande de la península Valiente, y allá es fácil sentir que los guardianes del paraíso se han tenido que volver desconfiados para que su paz no sea usurpada. Los amables saludos al extraño no pueden ocultar el recelo, y más si tiene pinta de “gringo”.

“No me gustan los gringos, ya sabe a qué vienen”, dice una mujer sentada en una escalera sin ninguna intención de subirla o bajarla. Se refiere a los inversionistas turísticos y al pulso que esta comunidad tuvo que mantener con el Consorcio Damani Beach, S.A. y con sus propias autoridades ngöbe, cuando estas firmaron un convenio con la empresa extranjera para la explotación de esta región, en exclusiva, por 45 años.

“Nuestras autoridades se venden. Aquí no tenemos la vida social del dólar, y cuando alguien aparece con un par de billetes… pues se venden”, se queja con rabia Diego Hanckoc. “Si no nos unimos y defendemos este patrimonio, nos va a pasar lo que en isla Colón”, insiste Mariano Recor.

“El pobre es negociable… y por eso al Gobierno le conviene mantenernos sin educación, porque nuestro despertar sería grande”, concluye Sebastián Jiménez. Hablamos a oscuras, porque la planta que genera energía lleva tiempo sin el costoso diésel. Sin embargo, Kusapín es una comunidad limpia y ordenada, organizada, sin duda.

En los habitantes, hay un sentimiento de abandono por parte del Gobierno y de las propias autoridades –divididas en dos Congresos Ngöbe-Buglé- y quizás por eso sienten que deben defender ellos solos este territorio. En Nidori, por ejemplo, los habitantes de las 11 casas plantadas al pie de una playa de arena blanca de postal se están organizado para recibir un turismo de bajo impacto.

“Hemos construido este chiquero a la sombra y ahora vamos a intentar poner un sitio para bañarse con agua dulce y una letrina abonera”. Arturo Beker es uno de los líderes de esta pequeña comunidad, y todos los martes reúne a su gente para hacer trabajo comunitario con la ayuda de Jayne Konecny, una voluntaria de los Cuerpos de Paz que vive en el vecino Guacamayo.

En el caso de Red Frog Beach ANAM había ignorado el interés colectivo

ambientalistas ganan puntos con proyecto Red Frog Beach

Anam ignoró interés colectivo

La Sala Tercera de la Corte declaró ilegal una resolución de la Anam al considerar que se violaban normas ambientales y convenios internacionales sobre la protección del medio ambiente.

OBRA. Pillar Panamá, que desarrolla el proyecto Red Frog Beach, planeaba construir una marina que ahora queda prohibida por un fallo de la Corte Suprema. LA PRENSA/Gabriel Rodríguez

JOSÉ ARCIA
jarcia@prensa.com

La Autoridad Nacional del Ambiente (Anam) aprobó el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) del proyecto Red Frog Beach “desconociendo” no solo los intereses de la comunidad, sino también aspectos “trascendentales” de los impactos ecológicos a corto, mediano y largo plazo que ocasionaría la obra residencial y turística.

Este es parte de los argumentos que los tres magistrados de la Sala Tercera de la Corte Suprema de Justicia –Winston Spadafora, Adán Arnulfo Arjona y Víctor Benavides– presentaron para declarar ilegal la Resolución No. 1A-218-2007 de la Anam, mediante la cual se aprobó el EIA de la segunda fase del proyecto Red Frog Beach en Islas Bastimentos, provincia de Bocas del Toro.

La decisión de los magistrados obedece a una demanda de nulidad que presentó el Centro de Incidencia Ambiental (Ciam) en noviembre de 2007 –a nombre de Rutilo Milton y Delfino Hooker, vecinos del parque– en contra de la resolución.

La demanda se sustenta en que el Gobierno, a través de la Anam, violó legislaciones nacionales e internacionales sobre la protección del medio ambiente.

Entre las normas locales que se infringían se mencionó la Ley No. 41 de 1998, mejor conocida como Ley General de Ambiente, y la Ley No. 24 de 1995 sobre la Vida Silvestre en el país.

En cuanto a normas internacionales, Ciam estimó que la decisión de la Anam violó cuatro convenios ratificados por Panamá sobre la protección de ecosistemas marinos, biodiversidad y cambio climático.

El proyecto cuestionado consistía en la construcción de 700 casas, 7 condominios de apartamentos, un hotel de 4 pisos de hasta 100 habitaciones y 34 villas. Incluía además una marina con capacidad para 250 embarcaciones, estacionamientos y un centro de actividades de tres pisos.

Para Lina Vega, abogada de Ciam, no hay duda de que el proyecto sobrepasaba la capacidad de carga del Parque Nacional Marino Isla Bastimento, creado en 1988.

La demanda se sustentó también en que la Anam ya había sancionado con 130 mil dólares a la empresa Pillar Panamá, que desarrolla el proyecto, por incumplimiento de normas ambientales durante la construcción de la primera fase de la obra.

Otro de los aspectos que Ciam cuestionó era el hecho de que la Anam no tomó en consideración las opiniones de varios grupos sobre los daños ambientales que produciría el proyecto al momento de aprobar el EIA, un aspecto que los magistrados consideraron como parte del incumplimiento, por parte de la Anam, de normas ambientales “en beneficio de un interés particular y en detrimento del interés público”.

“Somos conscientes de que el progreso que involucra el desarrollo turístico de un lugar redunda… en beneficio de la comunidad y del país. No obstante, debe siempre considerarse, al momento de aprobar un EIA, si las repercusiones ambientales representan un peligro para la conservación de un área…”, señala el fallo.

Harley Mitchell, director de Asesoría Legal de la Anam, dijo que el fallo es una herramienta que puede ser utilizada por la entidad para mejorar su gestión ambiental.

A juicio de Mitchell, durante la actual administración de la entidad se han perfeccionado muchas gestiones ambientales relacionadas con las normas.

“Nosotros estamos analizando el fallo y de seguro será útil para las evaluaciones ambientales”, recalcó el funcionario.

Se llamó a la oficina de Pillar Panamá, la responsable del proyecto, en la ciudad de Panamá, pero desde allí se informó que se debería llamar a la oficina de Bocas del Toro para cualquier información sobre el proyecto.

Aunque se llamó al número telefónico proporcionado, la línea siempre estuvo ocupada.

Además se envió un correo electrónico a la jefa de Mercadeo y Relaciones Publicas de la empresa, Michelle Slough, pero no se obtuvo respuesta alguna.

decisión revierte aprobación de la anam

Corte Suprema anula EIA de Red Frog Beach

La Sala Tercera de la Corte Suprema declaró ilegal la resolución que aprobó el Estudio de Impacto Ambiental del proyecto residencial y turístico Red Frog Beach, ubicado en el Parque Nacional Marino Isla Bastimentos.

JOSÉ ARCIA
jarcia@prensa.com

Una decisión de la Sala Tercera de la Corte Suprema de Justicia tiene celebrando a los conservacionistas.

El pasado 27 de noviembre, los magistrados de la Sala Tercera declararon ilegal la Resolución 1A-218-2007 de la Autoridad Nacional del Ambiente (Anam), mediante la cual se había aprobado el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) de la segunda fase del proyecto Red Frog Beach.

El proyecto, que se desarrollaba dentro de la zona de amortiguamiento del Parque Nacional Marino Isla Bastimentos, en la provincia de Bocas del Toro, implicaba la construcción de residencias, un hotel, villas y una marina.

El fallo, el primero en contra de una resolución de este tipo, ahora deja prohibida la construcción de las obras, por el momento.

Ambientalistas, científicos y las comunidades aledañas rechazaron la obra por el impacto al ambiente que ocasionaría en el Parque, considerado como uno de los más importantes del Atlántico en Mesoamérica, y que forma parte de la reserva de la biósfera de La Amistad.

La decisión de la Sala Tercera, bajo la ponencia del magistrado Winston Spadafora, surge al resolver una demanda de nulidad que presentó el Centro de Incidencia Ambiental (Ciam) en contra de la resolución.

El proyecto es uno de los que pone en peligro las riquezas marino-costeras, según Ciam. La organización espera que el fallo se convierta en un precedente para obras que atenten contra el medio ambiente.

El director de Asesoría Legal de la Anam, Harley Mitchell, dijo que el fallo es “importante” para la gestión ambiental de la entidad.

Dijo que la empresa debe realizar otro EIA para evaluación, si desea continuar con el proyecto.

La decisión de la Corte Suprema de Justicia de anular la resolución de la Autoridad Nacional del Ambiente (Anam) mediante la cual se aprobó el Estudio de Impacto Ambiental a la segunda etapa del proyecto Red Frog en Bocas del Toro es una buena noticia, en especial por los desatinos que ha cometido con los proyectos mineros en la provincia de Colón.

Después de mucho tiempo, la Corte está dando muestra de estar recuperando la cordura y ciertamente el fallo es recibido con gran beneplácito, pues hace tiempo que no veíamos actuaciones tan firmes. Y más allá de ello, el mensaje está claro para la Anam, que parece más preocupada en proteger los intereses de seudoempresarios que los de la sociedad. Bocas del Toro tiene un enorme potencial que está en peligro por la desenfrenada codicia de personas que solo están interesadas en llenarse los bolsillos.

Lamentable es que los funcionarios de la Anam no se hayan dado cuenta de ello y hayan tenido que hacérselos ver los magistrados de la Corte Suprema y un grupo de ciudadanos interesados en mantener en buen estado nuestra herencia natural.

El Valle, una joya ecoturística

El Valle, una joya ecoturística

Rafael Quezada
Especial para prensa.com

internet@prensa.com

LA PRENSA/R. Quezada

EL VALLE, Coclé. -Oculto entre los verdes paisajes de la provincia de Coclé se encuentra El Valle de Antón, un poblado que se ha convertido en una joya del tesoro ecoturístico de Panamá.

En este pueblo surgen diferentes oportunidades que van de la mano del turismo. Entre ellos figuran los nuevos alojamientos, expediciones a sitios naturales, servicios públicos y facilidad para recorrer el poblado ya sea en autobús, bicicletas, motos o a caballo.

El Valle ofrece además lugares para avistar aves, a las orquídeas, y mantiene la inseparable frescura que rodea a sus barrios y campos.

Gracias a su altura, el clima templado permanece casi todo el año. Esto, sumado a la proximidad a la ciudad de Panamá ha transformado a este pequeño refugio natural en un retiro de fin de semana para muchas personas.

Su impresionante vista geográfica que se forma por la figura del cráter de un extinto volcán que apareció durante la prehistoria es la curiosidad natural que mueve a miles de turistas a trasladarse sin pensarlo dos veces.

Sus paisajes naturales, chorros, travesías en cables, las caminatas, los árboles cuadrados y el surtido de productos y artesanías complementan el atractivo que tiene el poblado.

ALOJAMIENTO

Existe una veintena de sitios que le ofrecen a los visitantes diferentes tarifas de hospedaje.

Y es que la oferta de oportunidades de alojarse en El Valle de Antón sigue expandiéndose, como los hoteles, hostales, cabañas, pensiones, aparta-hoteles y residenciales.

“Esto es bueno, porque los visitantes pueden escoger el lugar que más le agrade”, dice Carolina Navas, directora regional del Instituto Panameño de Turismo en Coclé.

Ejemplo de este fenómeno menciona el caso del hotel Campestre, que ha expandido el área de hospedajes. La medida beneficiará a los que desean hacer reservaciones por anticipado. El hotel Los Mandarinos también ha decidido expandir su edificio que está diseñado al estilo toscano. En 2009, el sitio tendrá dos nuevas torres, con espaciosas habitaciones especialmente para atender a familias con niños.

VISITAS

Marcos Núñez, encargado de la oficina de información del Instituto Panameño de Turismo en El Valle de Antón, estima que entre 10 mil a 12 mil turistas visitan anualmente el lugar.

En lo que va de este año a agosto la cifra ya alcanza los 9 mil turistas, y aún no ha empezado la temporada alta, agrega el funcionario.

LA PRENSA/R. Quezada

Promueven ruta ecológica interoceánica

Promueven ‘ruta ecológica’ entre los dos océanos

Panamá / EFE. —Un grupo de seis empresas panameñas de turismo promueve una «ruta ecológica», a través de este istmo que separa dos mares para promover Panamá como destino internacional e incrementar el flujo de visitantes al país, informó una fuente empresarial.

Annie Young, representante del proyecto y también directora de EcoCircuitos Panamá, una de las seis empresas involucradas en el plan, explicó a Efe que la «ruta ecológica» ha diseñado un recorrido por los atractivos naturales del país, cuya diversidad biológica despierta tanto interés como sus playas y parajes tropicales.

El proyecto, indicó Young, incluye visitas a los restos de las fortificaciones españolas en el Atlántico, punto de partida de los tesoros provenientes del sur, hacia España, ahora parte del Parque Nacional San Lorenzo, y al Parque Nacional Soberanía, integrado a la cuenca del Canal de Panamá.

La iniciativa cuenta con la aprobación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que respalda el programa gubernamental de inversión «Impulso Panamá».

«Impulso Panamá» es un programa de competitividad y apertura comercial en el que participan además la cooperación japonesa y el sector privado, al que se dio inicio el 2 de junio pasado.
El cluster de turismo, al que se suma un hotel de la localidad, firmó el pasado 30 de junio el contrato para la financiación no reembolsable del proyecto, cuyo monto asciende a 47,000 dólares, 30% del cual es aportado por las empresas y 70% por el programa.

Según Young, el proyecto de promoción y comercialización de la marca destino «La Ruta Ecológica entre dos Océanos» está dirigido especialmente a los mercados de Europa y EEUU, donde este mes se inició una primera promoción en tres ciudades de California, para presentarla a agentes de viajes y mayoristas. El español Javier Gamundi, director de la alemana «GFA Consulting Group», contratada por el Gobierno para gestionar el programa «Impulso Panamá», señaló a Efe que la «ruta ecológica» es desde el punto de vista de su empresa, «un proyecto magnífico».

Gamundi indicó que este proyecto está entre los nueve que la empresa gestora presentó para su aprobación, seis de los cuales recibieron el visto bueno del BID y tres están por ser aprobados, alcanzando entre todos una suma global de 535,000 dólares.