Verguenza la venta de bosques naturales de un parque nacional

Vergüenza ajena

Rina Stella Barba*

PARA PANAMA AMERICA

Moral y responsablemente no se debe vender un bosque y menos construir en él.

Es una vergüenza ajena el hecho de que a capa y espada algunos diputados continúen con sus excusas, excesos y propósito egoísta de vender un bosque para obtener dinero y construirse un mejor edificio.

Recuerdo, durante la lucha en contra del proyecto de la carretera que promovía la ex presidenta, Mireya Moscoso (Sendero los Quetzales), muchos de los diputados que ahora insisten y defienden la venta de este bosque, nos apoyaron verbalmente a los conservacionistas y criticaban a la ex Presidenta por construir una carretera a través del Parque. Sin embargo, ahora que ellos están del otro lado, la cosa es diferente, que conveniente y que típico de estos ciudadanos.

Aparte de la confusión que hay acerca de si hubo cambios en los linderos del Parque Nacional Camino de Cruces (PNCC ), gracias a una ley nueva y si se puede o no construir un residencial, gracias al cambio de zonificación también nuevo, hay que ver más allá.

 

Dentro del área que se vendió hay decenas de árboles de más de 20 metros de altura…

No se puede ser miope y simplemente hacer las cosas porque ahora la ley modificada por los «interesados» lo permite. Independientemente de esa oportuna metamorfosis, moralmente y responsablemente no se debe vender un bosque y menos construir en él.

Durante la lucha en contra de la venta de los lotes CL-35 y 41 en Clayton para la construcción de otro residencial, los promotores y arquitectos encargados de ese proyecto, nos decían libres de cargos de conciencia, que esas tierras estaban fuera del PNCC, como si eso fuera suficiente. Todavía un arquitecto insinuó que en Panamá había suficiente bosque, ¿disculpe? ¿cómo puede usted medir eso? ¿Dónde esta su maestría en Ecología? Igual puedo decir yo, en Panamá ya hay suficientes residenciales y condominos.

Indistintamente, si las autoridades (MIVI, ANAM, etc.) no han querido añadir estas 15 hectáreas de bosque al PNCC por intereses personales, no se puede negar que este pedazo de tierra es parte de la selva tropical, fuente de oxígeno y agua para nosotros y parte de la cuenca del canal de Panamá. Es hogar de innumerables mamíferos como, monos, venados, perezosos, ñeques, hormigueros, coatíes, etc., que a menudo se ven atropellados en las carreteras del área, justo porque se está deforestando para construir y los pobres han quedado sin hogar.

Dentro del área que se vendió hay decenas de árboles de más de 20 metros de altura, tales como Espavés, Panamá e Higuerones, por mencionar algunos. Inclusive nace aquí un pequeño arrollo. Es irresponsable que las mismas autoridades no le den la importancia que se merece a este oasis en medio de la ciudad y a sus habitantes y terminen en explicaciones demagógicas y confusas. Más en la actualidad cuando en todo el mundo, organizaciones y gobiernos están tratando de disminuir la destrucción ambiental y crear educación conservacionista.

El hecho de que los diputados insistieran en esta venta y todavía la defiendan es inescrupuloso, irresponsable, vergonzoso y deja mucho que decir.

Insto a los ciudadanos responsables y con conciencia que se unan a la lucha para salvar los bosques panameños y a verle bien las caras a estos diputados para que en las próximas elecciones no voten por ellos.

Debemos, finalmente, ser más selectivos en cuanto a quién hace las leyes y vela por los intereses de los panameños, y esta venta ha sido claramente egoísta y falta de responsabilidad social.

(*) Guia de Turismo y Licenciada en Administración de Empresas.
rina_stella@yahoo.com