La educación ambiental para la conservación de la vida silvestre

LA EDUCACION AMBIENTAL Y CONSERVACION DE LA VIDA SILVESTRE

La conservación de la vida silvestre es un aspecto del problema ambiental que requiere la especial atención de todos los seres humanos de este planeta (Morales, 1998). La vida silvestre es un recurso valioso de los pueblos, constituyendo un recurso para la investigación y la recreación.

El manejo y conservación de la fauna silvestre incluye cuatro aspectos importantes: investigación, ecología y manejo, legislación, cumplimiento, educación y participación (Jacobson, 1995) La educación a todos los niveles debe ser desarrollada para el conocimiento de las interrelaciones entre los humanos y el ambiente, ya que es fundamental encontrar soluciones viables para el manejo y conservación de la vida silvestre y del medio ambiente en general (Millán, 1998).

La vida silvestre en Latinoamérica ha estado sometida durante las últimas cinco décadas a un uso intensivo, sin métodos de conservación y manejo establecidos. La sobrexplotación de especies de plantas y de animales a llevado al borde de la extinción a muchos de estos. La destrucción de hábitat, la colonización descontrolada y la contaminación ambiental han aumentado el riesgo de extinción de muchas especies. Por lo tanto, si se realizan esfuerzos educativos que muestren los efectos negativos que estos factores producen, podemos ayudar a restaurar el ambiente y las especies que lo conforman.

Existen ejemplos de esfuerzos educativos a nivel mundial, sobre el uso de diversas especies de animales muy amenazados para levantar conciencia sobre los graves problemas ambientales que confronta el planeta. En diversos países se han seleccionado especies banderas como estrategias de educación ambiental para la conservación de la biodiversidad local. Una especie bandera es aquella cuya conservación in situ resulta en la conservación de un número significativo de otras especies y el mantenimiento de los ecosistemas naturales en buen estado de funcionamiento.

Estas medidas educativas han sido un fuerte insumo a la conservación mundial del ambiente. Dentro de los ejemplos que podemos mencionar tenemos: la campaña para salvar el oso panda en China, los gorilas de la niebla en Kenia, el rinoceronte negro y los chimpancés africanos, el lince español, la cotorra puertoriqueña, la cotorra margariteña, el pufín canadiense, el búfalo norteamericano, el lobo mejicano, el mono aullador beliceño, la guacamaya verde y roja y el mono tití de Costa Rica, la chinchilla chilena, y el mono tití rosado de Brasil, etc.

Este último caso del mono tití rosado (Leontopithecus rosalia) de Brasil ejemplifica un esfuerzo de casi veinte años de programas de educación ambiental desarrollados con la finalidad de conservar la especie en si y los hábitat y ecosistemas de los cuales es parte. La situación crítica a la que llegó esta especie se debió principalmente a la destrucción de sus hábitat, debido que los ciudadanos residentes en las áreas boscosas de las tierras bajas del Atlántico del estado de Río de Janeiro, por falta de educación ambiental, no estaban conscientes de la importancia de los ecosistemas naturales en el mantenimiento de su propia calidad de vida y del resto de las especies, a largo plazo. Los resultados obtenidos hasta ahora son halagadores y representan un ejemplo de esperanza en este tipo de iniciativas para conservar especies y ambientes en todo el mundo.

En el ámbito nacional han habido intentos de implementación de campañas de protección de algunas especies como el águila arpía, la rana dorada, el conejo pintado y la iguana verde, pero no han sido estructurados como programas de educación ambiental como tal.

La Ley 24 del 7 de julio de 1995 establece la legislación de Vida Silvestre contiene en el título segundo, capítulo tercero, realiza el mandato, exclusivamente a la educación, capacitación y extensión.

En términos generales, la educación ambiental para la conservación de la vida silvestre es importante porque favorece metas integrales (Jacobson, 1995), tales como:

1. El incremento de conocimiento del público y consecución de apoyo para el desarrollo de una apropiada política de conservación y manejo.

2. El fomento a la ética ambiental.

3. Los cambios de patrones de consumo de los recursos naturales.

4. El realce de las capacidades técnicas de los administradores de los recursos naturales.

5. Y la incorporación de los aspectos del manejo de recursos dentro del sector privado y los procesos políticos gubernamentales.

Para el logro satisfactorio de las metas arriba mencionadas, es necesario tomar en consideración según Hollingsworth y Nagagata (1995) un modelo de sistemas: la definición de los problemas ambientales más notables y las prioridades de conservación; la identificación y evaluación de la población involucrada, los recursos y los escenarios para construir una relación positiva de hechos para luego pasar a la etapa de selección, desarrollo y prueba de métodos, luego la implementación de las actividades y finalmente la evaluación y mejoramiento de los métodos educativos aplicados.

En resumen, el uso de educación ambiental para la conservación de la vida silvestre es un método práctico para aplicar esfuerzos coherentes de conservación de los recursos naturales como fin ultérrimo, porque implica un uso de manera directa e indirecta e integral de conceptos ambientales.

Referencia: Barsallo, Lastenia. 2002. Plan de Educación Ambiental para la Conservación del Mono Ardilla en Panamá. Tesis de Maestría. Universidad de Panamá.

Ver la presentación ppt: Estrategia de Educacion Ambiental para la conservación del mono ardilla en Panamá

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